La nueva virgen de la flor by Shefiria

Kiba, un joven muy intuitivo tiene un extraño sueño y después de una breve busqueda por internet decide hacer caso a su instinto.

Hige, un chico de la edad de Kiba que adora la comida y las chicas lindas, siempre tuvo muy buen olfato y un día olfatea algo que lo sacará de su aburrimiento.

Tsume, un joven que está harto de su vida con las pandillas y ve algo que le llama la atención de sobremanera.

Toboe, un muchacho que solo tiene a su abuela y para intentar curarla buscará una extraña flor que se supone que es un mito.

Sherezade, una chica de la edad de Kiba y Hige que vive sola en un apartado lugar, tiene un extraño don y es un poco asocial.

Estos cinco se encontrarán un día de lluvia mientras la luna se enrojece poco a poco. ¿Será como la última vez? ¿O algo puede cambiar? ¿Recordaran quienes son? ¿Quién será el malo esta vez?

Los personajes de Wolf's rain no me pertenecen, la historia y los personajes que invente e incluya en ella sí.

Es una idea que se me pasó por la cabeza cuando terminé de ver Wolf's rain y al fin me decidí a escribirla.

Iba por la nieve preguntándose por qué avanzaba a pesar del cansancio, el frío, la nieve, el sueño, en un momento determinado las piernas le fallaron y se derrumbó en la nieve con un pensamiento en mente, “Debo llegar al paraíso”, ¿Qué tontería era esa? Nadie sabía dónde estaba o si de verdad existía, antes de cerrar los ojos captó un olor muy tenue pero que lo atraía con fuerza y una voz resonaba en su cabeza, de repente el sueño cambió estaba en brazos de una chica y le decía algo pero no entendía qué era, luego una pelea contra un lobo negro que parecía ciego de un ojo, hubo varias dentelladas por parte de los dos, no podía ser solo un sueño sentía con cada mordisco que recibía o asestaba la carne del oponente desgarrarse bajo sus colmillos, malherido yacía cubierto de sangre en el suelo entonces una voz lo llamó.

 “Kiba” se oyó a si mismo preguntar “¿Dónde estás ____? No hace falta que te muevas” avanzó lenta y penosamente hasta la voz mientras ella, porque estaba seguro de que era la voz de una mujer, le hablaba “Kiba, dentro de poco el mundo se congelará y se cerrará” y una vez en su regazó se desplomó “Dentro de poco, yo desapareceré solo soy un producto fabricado esta no es mi verdadera figura” recibía las caricias de ella mientras la escuchaba y por increíble que parezca creería hasta la última de sus palabras, se sorprendió a si mismo volviendo a hablar, interrumpiéndola “¿Verdadera figura?” preguntó confundido por la revelación “Al fin podré tenerla” no podía ver su rostro ¿Qué apariencia sería la que, según ella, iba a adoptar? “____” No podía oír el nombre que había pronunciado, el que seguramente le perteneciera a ella, pero lo dijo con pesar, casi fue un lamento; ella siguió hablándole mientras lo abrazaba y él la abrazaba a ella “En esta oportunidad el mundo se cerrará, por eso esta vez nos despedimos” desesperado se abrazó más fuerte a ella y le preguntó “¿Y yo? ¿Qué debo hacer? Ya no tengo a quién proteger” porque para eso había sobrevivido para cuidar de sus seres queridos, una, llamémoslo intuición, le decía de todos ya habían muerto; la tristeza de perderlos y también de perderla a ella lo embargaba por completo, sentía que estaba a punto de hacerse pedazos.

Ella volvió a hablar “Tú y yo nos encontramos porque la flor te protegía” ¿Qué flor? ¿De qué hablaba? ¿De verdad eso era solo un sueño? ¿O era algo más? Se veía tan real, era como un viejo recuerdo que al igual que un libro antiguo se había quedado olvidado en lo más profundo de su ser, lo volvió a llamar “Kiba, gracias a que tú me cuidaste la flor puede florecer de nuevo, por eso en el próximo mundo, cuando se abra el paraíso podremos volver a vernos yo por siempre te estaré esperando, búscame bien” eso podía darlo por hecho pero ¿Dónde buscar?

“Seguro esta vez, el paraíso es el deseado” eso lo dudaba mucho, su mundo, el “paraíso”, no tenía igualdad, las personas pasaban hambre otras morían por las guerras o por enfermedades o por desastres naturales o por hambrunas o por accidentes o por… eran tantas las maneras de morir; algunos estafaban, cometían crímenes, robaban, unos pagaban por ellos y otros no, la naturaleza estaba casi al límite ¿Cómo podía eso llamarse paraíso? No le dio tiempo a seguir pensando las razones de porque su mundo en el que vivía no podía ser el paraíso del que hablaba, ella desaparecía de entre sus brazos dio un alarido lleno de dolor y despertó.

Respiraba agitado, estaba sudando, no podía ser más que un sueño ¿Él un lobo? ¿El mundo congelándose? ¿Buscar el paraíso? ¿Compañeros a los que proteger? Y sobre todo ¿Una chica que se deshacía entre sus brazos? Definitivamente tenía que ser un sueño porque si no lo era… Dios tenía que ir al psiquiatra, y él no sabía de qué flor hablaba, había como unas… ¿150.000 espacies de plantas que dieran flores? Eso más las sub especies y las que son creadas por él hombre, aunque también podía ser un metáfora; miró la luna en busca de respuestas, como siempre que no sabía resolver algo, y esta se mostró complaciente una vez más regalándole una idea, si en su sueño era un lobo y los lobos adoraban la luna, o eso decían, entonces sería ¿La flor de la luna? ¿Había una flor con ese nombre? Decidió buscar en internet y ¡18.900.000 resultados! Eso era una sorpresa, se sorprendió más aún cuando vio una foto de una de ellas era realmente bonita, a ver que decía wikipedia sobre sobre la flor de la luna, vaya no salía, en una página salía la flor con el nombre científico “Selenicereus wercklei” era mejor que nada, probó otra vez y esta vez sí salió, vaya cuantas leyendas y hubo una página que le llamó la atención en especial, contaba la historia de cuatro lobos muy distintos entre sí que buscaban a la virgen de la flor para ir al paraíso, la virgen de la flor era al igual que las plantas autótrofa, no sabía defenderse pero los lobos la cuidaron y protegieron hasta su muerte, después de la cual solo vivió para contarlo “El elegido” el cual se dice que incluso llegó a amarla, la maldad según el relato llegó al nuevo paraíso por la culpa del ojo del humano que se convirtió en lobo, este al haber perdido a su familia y asesinado a su propia hermana había perdido la poca cordura que le quedaba convirtiéndose en lobo, atacó a la virgen de la flor y dejó casi muerto al elegido para luego ser casi eliminado por querer entrar al paraíso cuando no era verdaderamente un lobo, había un dibujo debajo ¡¿Pero qué demonios?! El lobo negro era una copia exacta del de su sueño.

Miró los otros, genial, tenía a uno con una cicatriz en el pecho con forma de x, uno con un collar, uno con unas pulseras en la pata delantera derecha y la virgen de la flor… que raro, solo habían puesto el dibujo de una flor de la luna, y debajo del dibujo ponía “Nadie sabe qué forma adoptó esta vez, por ello solo puedo poner seguro que los lobos pueden identificarla.” Vaya hombre, pues que bien. Algo le decía que la buscara, pero solo era un mito, bueno igual no lo era. Bien pues haría caso a lo que siempre le dice lo correcto… su instinto, y su instinto decía que la buscara, pues bien tenía mucho trabajo por delante.

Espero que les haya gustado, sigan leyendo intentaré no decepcionarles, visiten mis otros fanfics y por favor un comentario ayudaría a subirme el ánimo.

Este es el capítulo de Hige, espero que les guste.

-          Mañana lloverá. – soltó el chico de pelo castaño al aire, no se dirigía a nadie simplemente lo dijo en voz alta, iba con una sudadera azul oscuro y pantalones largos de color beis no era nada del otro mundo pero ¿Qué más daba? Solo había salido a comprar leche y carne.

Fue a su casa o más bien iba a ir a su casa cuando percibió un rico olor, fue siguiendo el olor hasta un puesto de hamburguesas, eran de esas nuevas que estaban promocionando “Ingredientes de 1ª, las querrán hasta sus mascotas” decía el anuncio mostrando a un perro intentando alcanzar la hamburguesa que llevaba su dueño en la mano, bueno los ingredientes no eran de primera ni mucho menos pero estaban buenos, pensaba mientras se comía una de camino a su apartamento, últimamente su olfato se había afinado más de lo normal y eso… era mucho siempre le dijeron que tenía el olfato de un perro por lo fino que era, si se lo proponía seguro que era capaz de seguir un rastro sin dificultad, pero en fin, sus gustos por la comida se habían hecho bastante cercanos a los de un perro, pero no lo malinterpretéis no comía de comida de perro ni nada por el estilo, simplemente ahora siempre que podía comía carne y no muy hecha a ser posible pero sin llegar al punto de que la comiera tal y como había venido de la carnicería, lo segundo que más le gustaba eran las chicas bonitas, no era ningún don Juan pero tampoco era que no consiguiera a una de vez en cuando, a las chicas les gustaba su actitud despreocupada, pero sus relaciones nunca duraban más de un mes, se aburría antes, con la que más tiempo había estado era con una chica llamada Blue “Extraño nombre, pero es lindo” le dijo cuando se conocieron duraron un mes exacto, se mudó con su familia al mes de conocerse; en fin, se fue sin despedirse y eso lo dejó bastante deprimido, llegó a pensar que no era coincidencia que se encontraran, últimamente no había tenido ganas de conquistar a ninguna principalmente por los extraños sueños que había tenido, debía de estar muy deprimido para soñar que moría, en realidad era peor que eso…

Tenía que protegerla, era su deber, aún con el hombro atravesado por la espada del ahora lobo negro, se puso delante de ella dispuesto a protegerla aunque el otro estaba en perfectas condiciones, descansado y sin heridas, todo lo contrario de los demás. Estaba aterrorizada, no hacía falta volverse para saberlo el olor del miedo le llegaba sin importar la altura de la montaña y la falta de oxígeno, cuando el maldito se iba a arrojar a por él, de la nada salió un perro, no, una loba negra de ojos azules que aprovechando que estaba en el aire lo mordió por el cuello y usando su impulso lo tiró a un lado junto con ella, pero antes de llegar al suelo se la sacudió de encima cayendo ella de espaldas, se quedó en el suelo malherida por el golpe, se escuchó el grito de la que no podía defenderse; intentó llegar a ella cojeando, pero antes de que pudiera hacerlo el otro lo lanzó lejos, se quedó tirado donde cayó; se giró solo para ver impotente como el maldito iba a matar a la loba “¡No lo hagas!” dijo otro lobo pero este muy malherido al punto de no poder acudir a ayudarles, desesperado con la poca voz que le quedaba “Blue” llamó mientras el charco de sangre se formaba alrededor de ella, el lobo blanco entonces saltó en frente de la canina y le gruñó al otro a pesar de que estaba lleno de cicatrices; en cuanto el negro estuvo lo suficientemente cerca lo mordió con fuerza aún tirado en el suelo, el lobo de ojos bicolor volvió la cabeza y le mordió el cuello con gran fuerza “Hige” escuchó decir al lobo blanco, este iba a ir en su ayuda pero se distrajo al ver que el negro tenía a la chica que debían proteger entre sus fauces, solo había que mirarlo a los ojos para ver que estaba como una regadera, se alejó saltando con la otra en la boca, el lobo blanco iba a ir tras él pero paró al pasar a su lado dudando si ayudarle o seguir al otro, “Date prisa y síguelo, yo me encargo de Blue” le dijo, el otro asintió con la cabeza y se fue rápidamente, penosamente caminó hasta una roca cerca de Blue, “¿Estás ahí Hige?” preguntó tumbada en el suelo “Sí, soy yo” le contestó “Tengo la vista nublada, no te veo, pero sé que eres tú” le dijo ella “No te preocupes, no iré a ninguna parte, siempre estaré así, a tu lado” le dijo acariciando su pelo lentamente, ella cerró los ojos, sonrió y le dijo “Se siente caliente” y se fue, “Hige” oyó que lo llamaba un muchacho con una cicatriz en el pecho, “Vaya, al fin llegaste” le dijo mientras el otro corría hacía él, se arrodilló frente a él y le dio la noticia “Ese sujeto se llevó a ____” y le vio apartar la vista un momento “Y Kiba va tras él” ¿Ese era el nombre del lobo blanco? Seguramente “Ya no hables” le dijo el otro “Necesito un favor” le pidió cansado “Mátame Tsume, con tus colmillos” vio la sorpresa en el rostro del otro y también que estaba a punto de negarse finalmente miró hacia abajo “¿No puedes perdonarme? ¿Sigues pensando que soy un traidor?” ¿Perdonar? ¿Traición? ¿De qué estaba hablando? De repente el otro subió la cabeza “Eso ya no importa” dijo el moreno ¿afligido? Bueno le acababa de pedir que lo matara y por lo que parecía eran compañeros, amigos, debía ser duro; “Te lo pido, estoy sufriendo” era duro oírse decir eso a si mismo asique para el otro debía ser peor, subió la cabeza “Tsume” lo llamó, el mencionado apretaba los dientes, pero al final lo hizo, “Nos vemos en el paraíso Tsume” dijo por última vez. radios en vivo y radios live en español

Se preguntaba quiénes serían Kiba y Tsume, sabía cómo lucían, pero nunca los había visto y ¿Qué era eso del paraíso? Bueno ya se había encontrado con Blue pero no resultó como en el sueño aunque intentó cumplir su promesa, pero ella no se lo permitió, vaya se le habían acabado las existencias de hamburguesas, mañana iría a comprar…

Dejen un review por favor.

-          Cada día es peor. – dijo al aire cuando entró en su apartamento, no había nada que indicara el carácter de su propietario, exactamente como Tsume quería; últimamente se aburría más que de costumbre con la pandilla que según ellos dirigía; se aburría, se aburría profundamente.

Las padillas hacía tiempo que habían perdido toda la diversión, después de ese último asalto que dieron donde pillaron a un par todos habían estado algo deprimidos por la pérdida de sus “amigos” Tsume no los consideraba como amigos, solo eran compañeros y punto cuando se separaran sus caminos pues cada uno iría por su lado, no tenía más vuelta de hoja, nunca había tenido amigos o eso creía; últimamente tenía sueños donde si se mostraba que tenía amigos, incluso había uno que quería como a un hermanito pequeño, esos días en los que tanto se aburría lo mejor que podía hacer era dormir, porque a su parecer lo que más entretenido le tenía eran esos sueños; aunque el último no le había gustado nada, era la muerte de ese pequeño al que le había tomado tanto cariño.

Esa noche había cenado poco, casi nada prácticamente, pero no tenía mucha hambre esa noche, otra cosa que le entretenía era mirar la luna, de pequeño era lo único lo tranquilizaba lo suficiente como para dormir después de una pesadilla y aún hoy, a sus 25 años seguía teniendo ese efecto relajante en él, se tumbó en la cama mirándola y poco a poco con su ayuda fue cayendo en los brazos de Morfeo sin darse cuenta y otra vez un sueño-recuerdo acudió a él…

Lo habían dejado junto al cuerpo del lobo rojizo, para terminar de despedirse de él, se sentía triste, había perdido a su “hermano menor”, en eso se había convertido el chico para él, había perdido a su familia y compañeros pero gracias a ese extraño y casi ridículo viaje al Paraíso habían ido estrechando lazos, con Kiba era una relación amigos-enemigos siempre peleaban pero se preocupaban el uno por el otro inevitablemente, Hige era el que intentaba alegrar las cosas y estaba locamente enamorado de Blue, una loba de armas tomar, pero habían huido y ahora habían vuelto, en su interior tenía la sensación de que lo había traicionado y también a Kiba y a la chica, en ninguno de sus sueños había conseguido oír el nombre de la chica de ojos rojos, pero sabía que le tenía cariño, el que le tienes a la novia de tu mejor amigo; y con Toboe… se había convertido en su familia y ahora que lo había perdido era como volver a perder a su auténtica familia, diablos, lo que no se explicaba era que no se arrepentía de haberlos conocido a ninguno de ellos, recordó que una vez Toboe le preguntó sobre la cicatriz de su pecho le contó que había sido porque había abandonado a sus camaradas en un momento de necesidad, también le reprendió por haberse acercado demasiado a los humanos cuando le había advertido expresamente que no eran de fiar y acabaría mal por su culpa, no podía haber acabado peor. Debía ir con los demás, ya llevaban mucha ventaja. Iba saltando de saliente en saliente cuando vio caer al hombre que los acompañaba, él a pesar de ser humano había querido ir hasta donde pudiese, le extendió la mano dándole la oportunidad de salvarse, tanto tiempo con ellos había suavizado y hasta cambiado su carácter. El hombre sonreía, no había temor en su rostro, no cogió su mano porque sabía que no pasaría de donde había llegado anteriormente, retiró la mano cuando se oyó el golpe y siguió ascendiendo con pesar, al llegar donde estaba Hige… no de nuevo, daba igual que momentos antes lo hubiera creído traidor seguía siendo su compañero, ¿por qué tenía que morir también? Blue ya se había ido, “Vaya, al fin llegaste” le dijo Hige mientras el otro corría hacía él, se arrodilló frente a él y le dio la noticia “Ese sujeto se llevó a ____” maldición, ese bastardo… fue su culpa, la muerte de Toboe, todo, siempre se entrometía como si pudiera hacerlo, como su tuviera el derecho de hacerlo; “Y Kiba va tras él” pero estaba muy herido dudaba que pudiera resistir mucho tiempo, también le dijo que se había convertido en un lobo ¿Perdón? ¿En un lobo? Sencillamente genial, nótese el sarcasmo, “Ya no hables” le rogó, “Necesito un favor” se estaba desangrando ¿Es que no se podía callar por una maldita vez? ¿Tenía sentido común siquiera? Las cosas no podían ir peor, “Mátame Tsume, con tus colmillos” había hablado, perdón, pensado demasiado pronto; comprobado esa oración era tabú, siempre que la decías o pensaras las cosas se torcían todavía más si podían, ¿Ejemplo? ¿De verdad hace falta? Y encima su humor se había vuelto más negro que el carbón; se había apresurado a llegar cuando oyó a Kiba llamar a Hige y fue todavía más rápido al notar el olor de la sangre y mira lo que se encontraba, su camarada, su compañero, su amigo le pedía que lo matara con sus propios colmillos, no por favor, “¿No puedes perdonarme? ¿Sigues pensando que soy un traidor?” “Eso ya no importa” le respondió, porque era la verdad; “Te lo pido, estoy sufriendo” ¿Y él no? Primero perdió a Toboe, luego no pudo evitar que el humano muriera y ahora iba a asesinar a su amigo porque se lo estaba pidiendo, “Tsume” lo llamó y finalmente lo hizo, “Nos vemos en el paraíso Tsume” dijo por última vez. Debía alcanzar a Kiba y asegurarse de que abriera el Paraíso, todo había sido por abrir el Paraíso allí se encontrarían todos, cuando llegó el maldito estaba a punto de matar a Kiba, se lanzó a su cuello lanzándolo lejos de él “No seas tan patético” dijo “¿Y Hige?” preguntó Kiba, él respondió con sus silencio, el lobo negro volvió a hablar “¿Durante cuánto tiempo seguirás jugando? Tú no puedes abrir el Paraíso” dijo dirigiéndose a él “Eso… ya lo sé” le respondió, un temblor sacudió la tierra y miró a la chica dirigirse al borde del volcán son sus últimas fuerzas, “¡____!” gritó Kiba y echó a correr, unos segundos después el lobo negro también y él detrás del lobo negro no iba a dejar que alcanzará a Kiba y mucho menos que abriera el Paraíso, se echó sobre el negro y lo mordió tan fuerte como pudo.

 ¿Cuántos golpes le había dado ya contra esa roca? No llevaba la cuenta, luego volvió a intentar sacudírselo, y se soltó de él pero le costó un buen desgarrón, antes de pudiera terminar de levantarse el bastardo lo atacó, no perdía el tiempo el muy maldito, iba seguirlo pero en mi estado… “¡Tsume!” oí gritar a Kiba, vino hacía mí corriendo “¡¿Estás bien?!” ¿A él qué le parecía? Aun así le respondí “Un poco cansado, nada más.” Antes de que llegara a mi lado y viera  como estaba le dije “¡Rápido vete!” no tenía tiempo para preocuparse por mi estado cuando ese loco tenía a la chica en sus garras, se paró a unos metros de mí “Tsume…” pronunció le vi el desconcierto en la cara, “Le di el golpe de gracia a Hige” confesé recostándome en la roca y agarrándome el costado, bueno eran mis últimos momentos y no quería remordimientos, estaba impresionado y no en el buen sentido, “Y yo ya no me quiero mover, lo sabía desde el principio, en algún lugar de mi corazón lo presentía” “¿Eh?” seguí con mi confesión al único amigo que me quedaba y que irónicamente también era el único amigo que le quedaba a él “Por eso tuve una vida espontánea, lo sabía cuando te conocí; sabía que yo no abriría la puerta del Paraíso, vete” dije aguantando un gemido de dolor, “Resiste” me pidió “Si no te vas…” “Agárrate” me tendió su mano, la rechacé, le grité hecho una furia “¡Vete de una vez!” por fin se fue, triste y resignado, pero se fue; bueno, me había costado mis últimas fuerzas “Nos vemos… en el Paraíso” dije sonriendo mientras lo veía correr y allí me dormí para cuando volviera a abrirlos, estaría en el nuevo mundo; entonces si lo recordaba los buscaría, definitivamente lo haría.

Se despertó jadeante, estaba nublado e iba a llover, una vuelta en moto después un buen desayuno lo tranquilizaría conseguiría aclararle las ideas; sí eso haría.

Lo siento mucho es que estaba de vacaciones, este capítulo es más bien cortito y la anciana tiene una extraña relación con la luna.

Toboe

-          ¡Abuelita! ¡Ya he vuelto! – dijo Toboe entrando por la puerta, luego de ir a la cocina a dejar la compra, fue al dormitorio de su abuelita querida; ella lo acogió y cuido cuando se quedó huérfano, no recordaba a sus padres pero sí que lo querían mucho o eso le contó su abuela que había sido amiga de los padres del chico, siempre le contaba cuentos, leyendas e “historias de vieja” como decían a veces, su favorita era la de la virgen de la flor de la luna, podía curar cualquier enfermedad y tenía una gran carga sobre sus hombros, pero aun así se esforzaba por ayudar a sus protectores, unos lobos; el que mejor le caía era el más pequeño, se llamaban igual y tenían una historia parecida.

Su abuelita tenía una rara enfermedad a al que todavía no se le había encontrado cura, pero él no estaba dispuesto a rendirse no señor, se le había ocurrido encontrar a la virgen de la flor para que sanara a su abuela, aunque ¿Cómo encontrarla? Seguro que su abuela lo sabía, hoy se lo preguntaría y mañana iría a buscarla.

-Abuelita, ¿Cómo puedo encontrar a la virgen de la flor de la luna? – preguntó directamente, su abuela lo miró con una extraña sonrisa y le respondió con otra pregunta. - ¿Para qué quieres encontrarla? ¿Acaso quieres ir al Paraíso Toboe? – Toboe se hubiera reído de buena gana, en el Paraíso solo podían entrar los lobos, que él hubiera estado soñando que era el Toboe de la historia no quería decir que en verdad fuera un lobo ni que esos fueran sus recuerdos, pero no lo hizo solo sonrió para su abuela. – No abuelita, quiero encontrarla para que te cure. – le reveló a la anciana, fue ella quién rio de buena gana en esta ocasión pero acabó en un ataque de tos que hizo preocupar a Toboe. – Toboe, tesoro; la virgen de la flor de la que te hablé fue creada por los nobles, además en este mundo la planta de la que nace la flor de la luna es un cactus, por lo que ella no es dulce, benévola, indefensa o cálida como en el antiguo mundo; ella es como la planta de la que nace. Yo una vez la conocí Toboe, cuando ella tenía tu edad, vivía sola, apartada de los demás; era fuerte y seca, pero cuando conseguí su confianza se portó muy dulce y cálida; aunque por el libro de la luna roja juraré si es necesario que no estaba indefensa, se defendía tan bien como cualquiera de esos caza-tesoros de las películas americanas que echan por la tele, jeje, era una caja de sorpresas. Si de verdad la quieres encontrar Toboe, encuentra primero al lobo blanco ellos dos están conectados por una promesa eterna, una de las pocas cosas que lo son. – le dijo la vieja a su nieto adoptivo.

Este se quedó de una pieza ¿Su querida abuelita había conocido a la virgen de la flor? ¿Era tan distinta de como se la había descrito en sus relatos? ¿Cómo iba él a encontrar a Kiba? – Abuelita ¿Por qué nunca me contaste sobre eso? – le preguntó el menor.

 – Fácil, nunca preguntaste, tú solo te interesabas por la historia del antiguo mundo, todos habéis cambiado en este nuevo mundo; pero la luna se vuelve roja por momentos y se está acercando más y más Toboe, debes buscar a tus compañeros y a la virgen de la flor; abran de nuevo el Paraíso y den comienzo a un nuevo mundo, este ya está podrido hasta los cimientos. – le respondió la mujer a Toboe.

 – Pero entonces… ¡Tú morirás! – le respondió Toboe. – No mi niño, yo al igual que vosotros los 4 lobos, el lobo negro y la virgen de la flor renaceré. Y todo volverá a empezar, y llegado el momento cuando el ser humano corrompa el mundo, volveremos y la luna volverá a enrojecer, emprenderás de nuevo el viaje junto a tus compañeros allí donde la virgen os guíe, el mundo se cerrará de nuevo y se abrirá como el “Paraíso” y vuelta a empezar, cada viaje es distinto y cada suceso inesperado, nada es nunca igual pero el final siempre será el cierre del mundo y el comienzo de uno nuevo; todos los mundos en un principio cuando recién han empezado son el Paraíso, bueno es suficiente por hoy, déjame descansar. – le dijo a Toboe, que meditando lo que le acababa de contar su abuela, se retiró a su cuarto. – Dime Luna, ¿Por qué hiciste a tu hija así en esta ocasión? Dejaste de nuevo que se las apañara sola, por lo que vi en su momento; escucha el consejo de una vieja amiga y ayuda esos lobos, se los veo crudo… Bueno tú sabrás. – ella sabía que la luna no respondería, porque ella prefería ser una espectadora y mover los hilos del destino. Y con esto en mente finalmente se durmió en un sueño lleno de recuerdos.

He aquí el capítulo de Toboe

La nueva virgen de la flor by Shefiria

Kiba, un joven muy intuitivo tiene un extraño sueño y después de una breve busqueda por internet decide hacer caso a su instinto. La nueva virgen de la flor

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2024-10-18

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