Goku y Vegeta decidieron ir a un viaje de vacaciones… ¿pero si este tranquilo paseo resulta en un lugar donde el único remedio a su creciente locura es cortarse, rebanarse y matarse entre sí? ¿Podrían superarlo? ¿Podrán salir con vida y en una sola pieza de ese lugar?...
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Categorías: DRAGON BALL (SAGAS) Personajes: Son Gokū, Vegeta
Generos: Accion/Aventura, Angustia, Ciencia Ficción, Drama, Horror, Humor/Parodia, Misterio, Universo Alternativo
Advertencias: Muerte de un personaje, Tortura
Desafio:
Serie: Ninguno
Capítulos: 7 Finalizado: Sí Numero de palabras: 5008 Leido: 2896 Publicado: 25/08/2013 Actualizado: 01/02/2014
Portada: https://ar.fotolog.com/princessacandy01/337000000000023364/
1. ¡De vacaciones! por 01PrincessaCandy01
2. Capitulo dos: ¿Por qué a mí? por 01PrincessaCandy01
3. Capitulo tres: Estúpida isla por 01PrincessaCandy01
4. Capitulo Cuatro: ¿Capsulas? Creo que te estas equivocando por 01PrincessaCandy01
5. Capitulo cinco: Soy amable. por 01PrincessaCandy01
6. Capitulo seis: ¿Qué yo que? por 01PrincessaCandy01
7. Capitulo siete: ¿Alguien puede vendarle la boca? por 01PrincessaCandy01
Locura fuera.
Estaba sentado en un tronco cortado, fuera de mi hogar, mirando el atardecer que me ofrecía ese mundo tan exótico y pacífico. Aun, cuando la soledad silente de la noche temprana me abrazaba y arrullaba, la paz era la mejor de esas bendiciones nocturnas…
O eso pensé antes de que pareciera el imbécil de Kakarroto usando esa estúpida técnica suya. Como lo odio, estúpido bueno para nada.
Apareció frente a mí — ¡Hola, Vegeta! —Me saludo mientras levantaba la mano— A que no adivinas que tengo para nosotros dos.
—No me importa, no me interesa, no lo quiero —Le dije evitando que abriera esa bocaza— Ahora puedes largarte, Dime: ¿Lo harás?
—Pero… —Intento decirme, pero no lo escuche— Tengo algo que te gustara.
—Lo dudo —Le conteste.
El busco en su bolsillo algo, yo cansado me levante y me di medio vuelta comenzando a caminar hacia la puerta de cristal de mi hogar. Pero su mano aprisiona a la mía deteniendo mi camino. Cuando me di vuelta él tenía dos boletos plateados escrito con una tinta negra.
—Tengo dos entradas para ir a un crucero de vacaciones —Me dijo mirándome.
— ¿Y? — Le dije y de un estirón fuerte me zafe de su agarre —Si quieres que la mujer valla contigo, yo no tengo problema. Llévatela lejos de mí.
—Quiero ir contigo —Me contestó suplicando con su mirada— Sera divertido. Habrá actividades, películas sean lo que sean y mucha comida… Comida.
Lo pensé en una milésima de segundos y le empecé a preguntar, para asegurarme — ¿Cuánto tiempo será la vacaciones? —
—De una semana —Después hizo una pausa— Sea lo que sea eso.
— ¿Una semana? —Le dije. Sería una semana aguantando al pesado y molesto de Kakarroto — ¿Qué se supone que es?
—Te daré un volante —Me dijo ofreciendo un volante de las dichas vacaciones.
Lo tome, y él me saludo y se fue.
El volante tenía un mapa y el boleto para las vacaciones… Me senté de nuevo en el tronco cortado, y me puse a leer con detenimiento el volante… era un viaje en crucero por el océano atlántico. Comidas exóticas, paisajes exuberantes, actividades y bailes…
Blah, blah, blah.
Pero bueno, me puse a empacar para ir a ese estúpido viaje, con algo de suerte Kakarroto se perdería y no lo vería por un tiempo. La mujer me aconsejo cosas que hacer, y que guardar en la cosa de cuero que llama “Maleta”.
Estaba con mi “Maleta” esperando a Kakarroto en el puerto, Creo que no es necesario decir que no le dije a la mujer y a los mocosos cuando seria mi viaje para que vinieran a despedirme. De hecho, les dije que iría a entrenar… Si… entrenar…
Kakarroto apareció unos minutos después, subimos y fuimos directo a nuestro camarote. En ese momento le pregunte una duda que crecía en mi interior ya hace tiempo.
— ¿Oye, Kakarroto? —Le pregunte guardando mi ropa en esos cajones, el hacía lo mismo con su ropa y su respectivo cajón— ¿Dónde conseguiste los boletos del crucero?
— ¿Eh? —Se dio vuelta mirándome — Ah, verdad. No te había dicho. Bueno fue algo muy curioso— se rasco la cabeza y continuo— Un señor con un traje negro no sospechoso me lo dio.
— ¿No sospechoso? — Le pregunte casi en susurro.
—Si, dijo el que no era para nada sospechoso que te regala un extraño algo en la calle —
— ¿Nunca te dijeron que no aceptes cosas de extraños, insecto? —
—No —Contesto acostándose en una de las camas.
Solo gruñí…
Acomode la cama y me acosté en ella boca arriba, mire el techo del camarote que era de madera, madera marrón. Nuestras camas estaban separas por escasos centímetros. Mire por la ventana como el barco se mecía en un vaivén contaste creado por las olas del mar o océano.
Me gire para recostarme de un costado. Le daba la espalda a la puerta, y cerré los ojos. Es curiosos el olor a vainilla que rodeaba a la habitación, era tan alucinante y adormecedor.
Pronto caí en un sueño… Cálido y tétrico sueño…
Bueno el capitulo dos, espero que les guste :D
°3° Besos
Capitulo dos: ¿Por qué a mí?
Nos levantó una llamada desde la recepción del barco, al parecer un chistosito hizo la clásica broma de alarma… cuando sepa quien fue lo hare pedazos. El caso fue que nos trajeron el desayuno al cuarto, después de repetir el plato una variante de veces –Demasiadas para ser contadas- El caso fue que después de comer entre a ducharme.
Cuando Salí del baño del cuarto, pude ver con más cuidado los pequeños detalles de la habitación, algunos que había ignorado por su supuesta irrelevancia. Fue interesante mirar el tamaño particular de la habitación. Increíble la titanes del tamaño.
Era enorme.
Lo suficiente como para entrenar, tenía televisión, un Mini-Bar, las camas y otras cosas que nunca había visto. Pero no estaba el idiota de Kakarroto.
Al parecer había una pequeña posibilidad de que se hubiera perdido y no lo vería hasta la hora de la cena y eso era algo muy bueno.
Busque entre mi ropa algo decente que ponerme… que no sea mi traje de entrenamiento normal, claro. Lo único que encontré fue una camisa amarilla chillón y una rosa de “Bad man”…
Una rosa de Bad man… ¿enserio? ¡Bravo, mujer, bravo! Tu nivel de estupidez ha superado su límite… eso fue sarcasmo por si no lo notaron.
Me puse la camisa rosa y Salí afuera. Había mujeres jóvenes, ancianos, niños, bebes… toda la familia de incestos terrícolas. Tome el folleto que una mujer rubia me ofreció y lo leí.
La actividad que alcanzaba era observar un espectáculo de cocodrilos…
¿Quién pone unos condenados cocodrilos en un jodido crucero? Tal vez, con algo de suerte, pueda ver como son devorados sus entrenadores. Sería algo divertido para variar.
Caminé hacia el y lo observe. Fue entretenido, un hombre casi pierde la mano.
Más tarde del pequeño entretenimiento pase por un bar libre, pero el olor a alcohol me recordó cuando tome de más y no sabia que hice ayer… No tengo deseos de que eso pase, no de nuevo. Seguí de largo y busque a Kakarroto.
No encontré su Ki.
No me importo, fui al camarote y pedí la cena. Todo trascurrió sin acontecimientos relevantes que deba contarles, pero bueno, el idiota no apareció.
Me duche y acosté… o eso plane.
Un golpe fuerte –Y una agitación brusca de la habitación- y gritos comenzaron a escucharse, abrí la puerta y pude ver como entrar el agua por el pasillo.
¡El jodido barco se hundía! ¿¡Porque tenía que pasarme esto a mí!? Yo solo quería dormir.
Comencé a subir a la cubierta corriendo. La gente no paraba de gritar, mi pantalón se estaba empapado… ¡Mi traje de entrenamiento!
Volví a la habitación y entre con bastante esfuerzo y tome las capsulas y las guarde en su caja que me dio la mujer, era una caja especial para ellas y me las ate con una cuerda que flotaba cerca mío. Hice un nudo alrededor de mi cuello para evitar perderlas.
Volví a correr hacia la cubierta, estaba es agua me llegaba a la cintura, y seguía sin sentir el Ki de Kakarroto.
Cuando llegue, había mujeres llorando con bebe en brazos, ancianos llorando. Y los barcos salvavidas estaban llenos, abarrotados con personas y maletas.
Intente volar y usar mi Ki. Pero no podía, me estaba desesperando al ver que las cosas no salían como yo planeaba, esto es horrible. No podía volar y los músculos me dolían por no haber estado entrenando como se debe desde hace unas semanas.
Y con esto de relajarse se estropearon más. Es peligroso. Solo podía sentir en carne viva como el barco era tragado por el océano poco a poco, sin piedad.
Pronto comenzó a elevarse, corrí hacia la parte que se elevaba hacia el cielo y me aferre a los barandales de hierro forjado con mis dos brazos, como si fuera apoco la gravedad no estaba de mi lado.
Escuche como me llamaban de un grito.
— ¡Vegeta! —Escuche— ¿Estas bien, me escuchas?
— ¿¡Kakarroto!? —Le conteste— ¡Imbécil, tarado! ¿¡Dónde estabas!?
—No importa —
Cuando me gire para buscar la vos, él estaba sobre la cabina del capitán a unos diez metros de donde yo estaba. Estaba arrodillado con un corte en el brazo que sangraba bastante.
— ¡No te sueltes o el cocodrilo te comerá! —Me grito mirándome.
— ¿Que? —Susurre sin comprender. Hasta que mire hacia abajo y vi como el cocodrilo que horas antes hacia reír a niños, los devoraba uno a uno de la forma más brutal que había visto en mi vida.
Valió la pena estar aquí arriba… O eso pensé…
Heee... Hola.
Recuerden comentar para que yo siga subiendo capitulos de esta historia que me esta encantando escribir.
Diviertanse.
°3° Besos
Capitulo tres: Estúpida isla.
Kakarroto se acercó a mí, o eso intento, lo que hizo fue saltar y arrastrarse por lo barandales con la fuerza de un brazo. El otro sangraba sin cesar torrentes sin fin del líquido rojo.
Cuando llego a mi lado me sonrió y dijo —Hola, lo siento por preocuparte, pero tendrás que decidir entre caer por las buenas o por las malas —
— ¿Qué dices, idiota? ¿Preocuparme a mí? — Me reí con sarcasmo y continúe — No nací ayer, sabes ¿Cómo podrás tirarme, insecto?
— Así, pero recuerda que te lo advertí —
Kakarroto se dejó caer y me tomo del tobillo, apenas podía sostener mi peso, algo me hacía débil, y con él era demasiado. Intente agarrarme de lo que podía, pero el barco se enderecha más y más, no podía final, solo me rendí… Mire al cielo que estaba oscuro, oscuro como mi futuro. Relaje mi cuerpo esperando que eso evitara el dolor de la muerte y me solté.
Sentí un par de golpes. Unos en las piernas y brazos y otro extremadamente fuerte en la cabeza, tanto como para dejarme inconsciente…
Por fin todo estaba en calma, sentí la fresca brisa, comenzaba a sentir como se iban despertando cada uno de mis sentidos. Primero la audición.
Pude escuchar el ligero y delicado golpe del viento en unas hojas grandes y planas, era el sonido inolvidable de la paz. Probablemente estaba en un lugar muy pacifico…
Luego el sentido del gusto y el olfato. Pude sentir un gusto fuerte a sangre en mi boca y en mis labios; como un hilo que descendía desde mi nariz que expulsaba sangre con cada exhalación que hacía.
Luego el tacto… sentí arena, suave y delicada. Estire mi mano para poder sentir algo más.
Sentí carne. Carne blanda, suave y con un líquido espeso sobre sí.
Por último la vista. Solo un ojo, uno ya era demasiado para mi debilitado cuerpo. Y ese lugar que se escuchaba pacifico, estaba sucio de sangre, lleno de viseras, miembros de los terrícolas. Me arrodille en el Lugar donde estaba, sobre mi sangre; Analice con mi mirada todo lo que me rodeaba.
No había señales de vida.
Respiraba con dificultad, para levantarme tuve que tomar un caño de hierro de lo que pensaba que era antes un barandal, e intente ponerme de pie.
¿Cómo es posible que yo, un príncipe de la raza guerra más poderosa del universo, este en estas penosas condiciones? Sin luchar, sin haber recibido una paliza o algo parecido… solo un pequeño accidente en un crucero ¿Eso era suficiente para hacerme danzar sobre el fino y delgado hilo que es la vida?
¡No lo voy a permitir!
Me levante agonizante, tambaleante, cuando estuve de pie. Pude ver que tenía una gran herida una de las piernas; era la que no podía soportar peso. Deduje pronto que era algo serio en la rodilla, intente localizar el Ki de alguien que siguiera con vida.
Me concentre.
Pude sentir un débil Ki que provenía del interior de unas maderas a la orilla. Cuando me acerque a ese montículo, estaba un lago de sangre y un brazo que sobresalía de esas piezas de maderas. Me acerque más, más, y un poco más.
El brazo reacciono y escuche un corazón palpitar, luego una precion en el tobillo y por ultimo un fuerte dolor en la espalda.
Me habían tirado al suelo.
De entre los escombros salió Kakarroto, su estado era igual que el mío, o por lo menos eso aparentaba. Me miro y camino hacia donde estaba tumbado. Se sentó a mi lado.
— ¿Estas… bien? —Me pregunto mirando mi cabeza. Seguía sin poder abrir un ojo— Parece que estas peor que yo… Creí que no sobrevivirías—Eso último prácticamente lo dijo en susurro. Pero lo oí.
— ¿Por… por qué pensaste esa estupidez, idiota?— Le dije escupiendo sangre— ¿Acaso no soy lo suficientemente… fuerte, eh?
—Yo no quise decir eso… —Intento defenderse.
— ¿¡Como que no!? —Le grite— ¡Mentiroso, idiota!
El sonrió y se rasco la nuca con su brazo medio sano— A mí me parece que estas… mejor —
— ¡Bah! Patrañas —
Miramos hacia atrás al mismo tiempo, vimos el lugar donde estábamos. Una gigantesca Isla paradisiaca, tenía un volcán y se veía bastante desolada. Parecía una Isla virgen. Nos volvimos a mirar fijamente.
— ¿Puedes volar? —Le pregunte.
—No, ¿Y tú? —
Sonreí y conteste — ¿Si pudiera volar, estaría aquí ahora? —
—Con esas heridas no lo dudaría — No esperaba esa respuesta de Kakarroto.
Gire mi cabeza viendo hacia otra parte, y le conteste —Imbécil —
En ese momento vi un montículo de arena… uno con una forma particularmente familiar…
¡Eh, tu! Mira, más abajo hay un cuadradito para que me des tu opinion. ¡Hazlo! No te arrepentiras.
Por favor..
Capitulo Cuatro: ¿Capsulas? Creo que te estas equivocando.
Mire el bulto en la arena, me pareció muy conocido, estire mi mano y lo tome. Era una caja con el símbolo de Capsule Corp.
Instintivamente me toque el pecho y luego el cuello, la cuerda se había cortado. ¡Que cuerda tan trucha! Ni una inundación y naufragar puede resistir. Que estafa… Si la hubiera pagado, ahora mismo iría a quejarme.
— ¿Oye, esas son capsulas? —Pregunto el imbécil de Kakarroto apuntando con su dedo el pequeño estuche.
— ¿Qué? ¿Esto? —Pregunte señalando la caja— Oh, no, claro que no. Estas… son…
—Capsulas —Se apresuró— Son capsulas.
—Bueno, sí, son capsulas —Le iba a mentir, pero no tenía ganas.
— ¡Estamos salvados! —Dijo levantando sus brazos al aire, callo sobre el suelo riéndose con los brazos estirados.
— ¿Cómo dijiste? ¿”Estamos”? —Le pregunte con sarcasmo, guarde con recelo la caja entre mi pecho apretándola— La caja es mía. Ella me la dio. Me pertenece.
— ¿Eh? —Se levantó viéndome— ¡Vegeta, no seas egoísta!
— ¿Egoísta yo? —Le pregunte sorprendido— ¡Si después de todo es tu culpa que estemos aquí!
—No es verdad, no es verdad —Dijo— EL señor dijo que si veníamos nos daría comida y…
Inmediatamente se tapó la boca con las manos y me miro sorprendido.
— ¿Qué… haz dicho? —Le pregunte de nuevo— ¿El señor que…?
—Dijo que… ¡Lo siento, me dijo que no hablara contigo!—
— ¿¡Quién te dijo eso!? —
— ¡Nadie! —Se defendió.
— ¡Kakarroto! —Grite— Si me entero que me estas ocultando algo, te golpeare tan fuerte que el viento que produzca el impacto te volara tu birrete, ¿Dónde está tu birrete?
— ¿Birrete? ¿Qué es eso? —Me pregunto
—Ah… mira, no importa —Me intente tranquilizar— Pero escucha, ya que eres el menos “Herido” de los dos ¿Por qué no vas a explorar la isla y consigues comida?
—Pero el hombre dijo que si no permanecíamos juntos. Él nos va a matar —Explico.
— ¿Cómo esperas que camine? —Le pregunte parándome con el barandal— Tengo la rodilla dañada, apenas puedo mantenerme de pie.
—Te cargare —Aseguro— No pesas mucho…
—No me toques —Le advertí gritándole— Creo que puedo caminar… si… caminar.
Él se levantó a duras penas, las herida más grave estaba en el brazo, me preocupado un momento debido que hay una arteria allí, pero luego me dejo de importar. Los otros eran pequeños moretones a lo largo y ancho de su cuerpo, creo.
Ingresamos hacia el interior de la isla, llegando a una especia de jungla densa. Se escuchaban las aves. Caminamos hasta que vimos un volcán.
— ¿Tienes una casa capsula? —Me pregunto mirando un claro.
—No sé qué capsulas tengo —Le dije— Seguro que sí.
—Bueno, si lo deseas puedes ponerla y así dormiremos en algún lugar cálido —Contesto apretando la herida de su brazo— Quizás halla algo con que curarnos…
—Quizás —Remarque.
Me senté en el suelo y abrí la caja. Estaba seca, así que las capsulas deberían estar en buen estado. Había solo cinco capsulas… ¿Casi había sacrificado mi vida por solo cinco capsulas? Que miserable. Estaban separadas por espacio. Cada una tenía una etiqueta.
Casa, comida, armadura de entrenamiento, moto acuática –Que estaba vacía- y por ultimo pero no menos importante; Una que había perdido la etiqueta.
Tome la de la casa y camine hacia el claro con mi pequeño amigo de hierro para volverme a sostener sobre mis pies. Una vez allí, espere que la casa sea tamaño mediano ya que no sabía si cabria.
La active y la arroje. Era una pequeña. Si mal no recuerdo, esta tenía dos habitaciones, un baño, una cocina y un comedor. Lo suficiente.
Una vez todo listo— ¡Kakarroto, ya está ven a ver…! —Mire a los lados buscándolo, pero no lo encontré— ¿Kakarroto…? ¡Argg, idiota! Es como un crio: No puedo dejarlo solo ni un segundo.
Me gire para buscarlo pero no lo encontraba, mire la casa. No sabía si irme y arriesgarme a perderla o quedarme y arriesgarme a perder a Kakarroto… Pero… ahora que lo pienso, si lo pierdo tendría Paz, tranquilidad, serenidad, sería feliz otra vez…
Creo que me quedare en la casa porque es lo correcto… si… lo correcto...
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo… espero, la verdad. Como mis vacaciones oficialmente empezaron, espero escribir un poquito más. De todas formas, como ya viaje a ver las cataratas del Iguazú –Que están muy lindas, ya de a pasó fui a Brasil. Muy lindo lugar, también aprendí un poco a leer Portugués- Tengo arreglado otro viaje en Abril, creo, a Perú. Así que tengo más experiencias en lugares fuera de mi casa para incluirlos en mis historias; Como esta, por ejemplo.
Nos veremos.
º3º Besos.
...
Capitulo cinco: Soy amable.
Después de pensar en los Pro y los contra de perder al mono súper desarrollado al que llamo “Kakarroto”, me he decidido por permanecer en la casa, además, siendo una isla tropical no me sorprendería que la lluvia a rebatiera contra ella. Me senté en la entrada de la casa, la puerta abierta y mis piernas sobresalían.
Espere una hora, nada. Espere dos horas, nada. Espere cuatro horas; sorprendentemente nada.
Estaba cansado, como mi organismo le sería suficiente dormir media hora. Simplemente me tuve en el suelo y descanse unas… tres horas. Me desperté al sentir la humedad deslizándose por mis piernas; Sobresaltado me levante.
La herida de mi pierna se había curado casi en su totalidad, de una manera un tanto extraña. Mi atención se desvaneció casi en su totalidad al notar un cuerpo ensangrentado tumbado a unos pocos metros de mí.
Me acerque un poco para comprobar que era; era de Kakarroto. En el horizonte, sobre las copas de árboles y palmeras pude divisar unas grandes y oscuras nubes de tormenta. Los rayos y truenos golpeaban el suelo y resonaban por el cielo.
No dude mucho, decidí acércame más, lo suficiente para escuchar el débil susurro proveniente de la boca de Kakarroto.
—Ayu…da —Fue lo único que escuche.
Lo tome del brazo y lo levante con mucho esfuerzo y dificultad, puse la mitad de su cuerpo sobre el mío intentando poder cargarlo; Cuando fue moverme con el sobre mi camine hacia la casa de nuevo con mucha dificultad.
Lo apoye en el primer sola doble que vi. Volví a la puerta, las nubes ya estaban sobre nosotros, un rayo impacto justo en el charco de sangre donde, momentos antes, estaba tirado el cuerpo agonizante de mi molesto compañero de viaje.
Impactado casi es su totalidad, cerré la puerta y me acerque al sillón. Toque la ropa de Kakarroto y estaba húmeda, su cuerpo frio y herido.
Le di…. Una semilla del ermitaño que tenía en la reproductora de DVD de la casa… Las escondo hay para que nadie las use, solo yo.
—Toma, insecto naranja —Le puse la semilla en la boca— quizás así no mueras. Pero no te preocupes, si querías morir. ¡Te mato yo ahora!
Abrió los ojos y se sentó de un salto en el sillón. Me miro y sonrió— Ay, Vegeta. Yo solo fui a buscar comida.
—Eres un idiota —
— ¡Y sabes, vi un jabalí así de grande! —Kakarroto mostro las medidas de un animal completamente anormal — Se veía tan apetitoso, pero se espacio y desperté aquí.
—Idiota, Kakarroto, eres un idiota —Remarque— ¿Para qué vas a cazar si tienes comida en la casa?
—Tu dijiste que era TU casa —Respondió en tono asquerosamente inocente— Y pensé que quizás si buscaba comida…
—Espera… —Le dije interrumpiéndolo y arqueando una ceja— Si no me equivoco ¿No digite que no nos teníamos su ese para por que el hombre “No sospechoso” dijo que no lo hiciéramos?
—Ah, sobre eso —Se rasco la cabeza— Bueno… te mentí. De hecho es verdad y no es verdad.
Hubo un momento de silencio —Explícate… —
—Dijo… bueno, me dijo algo… no es eso, pero es algo parecido —
— ¿Qué? —
—…Haber, no recuerdo mucho —Me dijo rascándose la nuca otra vez. Insisto en que tiene piojoso pulgas— Que la isla tiene una especie de red de ondas expansivas que impiden que nuestros poderes, mas halla de la fuerza física, no funcionen correctamente o que incluso nos hagamos daño a nosotros mismo o entre nosotros— Explico como si fuera un niño que estudio de memoria para un examen.
—…Es la frase más larga e inteligente que jamás te escuche decir —
—Sí, verdad —
—Fue un insulto, Kakarroto —Le explique.
—Oh… pensé que era un alago… —Dijo decepcionado.
—No, no lo era —Me levante, agobiado, y camine hacia la cocina para prepararme algo de comer— Eres un estúpido Kakarroto, yo solo quería sentarme a descansar y, al final, te termino salvando y odiando.
—Oye, ¿Vegeta? —Pregunto desde la puerta de la cocina— ¿Me haces un sándwich?
—… Claro que si, Kakarroto —Sonreí y le prepare un sándwich— Aquí tienes, toma.
—Valla, gracias, que amable…— Sonrió.
Bueno, la sonrisa no duro demasiado porque un Sándwich fue a parar directo a su cara de mono. Me pregunto ¿Cómo habrá llegado allí?.... Si… ¿Cómo habrá llegado allí…? Jejeje…
Capitulo seis: ¿Qué yo que?
Después de comer… bueno, de arrojarle cosas al idiota de Kakarroto. Decidimos dormir, para luego comenzar a buscar una salida de esta estúpida, gigantesca isla llena de insectos… Al despertarnos, caminamos hasta poder llegar al pie del volcán, en esta había un paquete que, obviamente YO encontré.
—Oye… ¿Qué es eso? —Pregunto Kakarroto al ver el paquete que tenía entre manos— ¿Y qué dice esa nota?
Tome la nota y la leí— "Para mis monitos favoritos"…. ¿Este idiota me está diciendo mono? — Pregunte al aire— ¡Te matare, insecto! —Grite agitando mi puño hacia el cielo.
Abrimos el paquete y pudimos ver dos pedazos de caramelos.
— ¿Por qué nos daría caramelos…? —Pregunto— No tiene sentido… ¡Vegeta, tienes cola!
Lo mire y mire hacia atrás. Era verdad — ¿Qué, como puede ser esto? —Mire a Kakarroto y tenía un collar –y la cola-.
Nos miramos por un momento, ¿Cómo era posible? Si hace un momento no teníamos esto.
— ¡Tienes cola y collar! —Gritamos los dos.
—Este idiota está jugando con nuestras mentes, ya lo puedo ver regodearse en su silla viéndonos por cámaras… —Dije parándome y sujetando el paquete.
—No lo creo, Vegeta, estoy seguro que él no tiene dinero para cámaras —Explico— A lo mejor nos está espiando de entre los arbustos.
—idiota —
Los collares tenían algo extraño, un contador. Se puso en cerro y empezó a hacer un chirrido imposible de soportar… era horrible, por alguna razón comimos cada un trozo de caramelo y se puso el contador en tres de nuevo
—Estuvo cerca —Dijo Kakarroto recostándose sobre el Volcán— Bueno, ¿y ahora?
— ¿Cómo que: "Estuvo cerca"? —Le pregunte— ¿Ya sabias esto?
—Em… el hombre misterioso me dijo algo, pero si te decía no ibas a querer venir —
Pegue un grito colérico, estaba muy enojado — ¿Qué tu qué? —Le volví a gritar tirando el paquete a un lado y acercándome a el— ¿¡Como que sabias y no me dijiste nada, que otra cosas sabes!? ¿¡Que es este lugar!?
— ¡Vegeta, cálmate! —Me grito— Si sigues gritando…
— ¡A mí no me grites idiota, te faltan años para venir a gritarme! —Está preso de mi ira.
Pero un rayo cayó a escasos centímetros de nosotros, pude sentir su calor al pasar cerca de mi brazo. No creo que sea necesario que pocos minutos después nos encontrábamos los dos caminando por la isla hasta encontrarnos una nota que decía:
"Si de aquí quieres salir
Dentro del volcán van a tener que ir"
Tonto verso sin esfuerzo, caminamos tanteando la superficie del volcán. Ni loco voy a subir arriba donde podrían tirarme a la lava o algo peor…. O tirar a Kakarroto dentro del volcán… bueno, me retracto, decidimos subir a la cima del volcán; por el bien de todos. Por supuesto.
—Kakarroto, sería mejor que subamos a la cima —Le dije fingiendo amistad— ¿No crees?
Sonrió y dijo — ¡Claro que sí, Vegeta! ¡Sabía que empezarías a disfrutar mi compañía algún día! —Grito saltando—El señor misterioso lo dijo, no le quise creer, pero tenía razón. ¡Qué alegría!
— ¿¡Que tú que!? —Le volví a gritar, no tan alto como para que caiga un rayo, pero si fue a un volumen bastante elevado—¡Idiota!
—Lo siento… no era mi intensión pisarte —
Levanto su pie que aplastaba el mío, no me había dado cuenta antes, pero lo ignore y seguimos caminando. Llegamos a una parte más o menos escalable y comenzamos a subir. ¿Creen que eso es suficiente? No, claro que no. Kakarroto comenzó a cantar una molesta canción, extremamente insoportable.
— ¡Mi corazón tan resplandeciente…! ah, no. No era así —Se dijo y volvió a cantar de nuevo— ¡Tu sonrisa tan resplandeciente a mi corazón deja encantado…! así, si.
—Mátenme, mátenme ahora —Pensé. Y continúo TODA la escalada con esa canción.
(N/A: ¿Parecido a "Deadman wonderland"? No, no lo creo. Pura casualidad. Estoy segura que ustedes son los confundidos xD)
Estimado lector mío. Lamentablemente debido a circunstancias fuera de mi poder, he decidido –por no decir que me he visto obligada- a migrar a otra página donde pueda subir mis historias y que estas sean tratadas con el mismo respeto por los administradores y otros autores por igual.
Lamento notificarle que las historias no serán más actualizadas en la página ‘Fanfic.es’. Pero usted podrá leerlas en otras páginas como ‘Fanfiction.net’ o ver mi blog –Link en mi perfil- las páginas donde escribo.
Lo siento mucho.
º3º Besos.
Atte. 01PrincessaCandy01 Utensilios de cocina
Capitulo siete: ¿Alguien puede vendarle la boca?
No quiero entrar en detalles, pero solo diré que Kakarroto se pasó cantando la canción de “Corazón encantado” TODA la subida, luego canto “Ángeles fuimos” y la ultima una que no recuerdo el nombre cuando me dijo… era algo así “Sal de ahí magnífico poder” pero no recuerdo, bueno de todas formas no importa. Fue muy molesto escucharlo cantar, parece gato atropellado.
En fin, subimos a la montaña y caímos dentro del volcán, y ahora estamos dentro de una habitación de metal atados a una silla con unas poderosas cuerdas. Estaba algo asustado de que Kakarroto pudiera seguir cantando.
—Que aburrido —Dijo Kakarroto— No nos traen comida… mejor hare algo más divertido.
Antes de que empezara me apresure a decirle —No cantes, por lo que más quieras no cantes —
— ¿Cantar? —Me pregunto confundido— Yo iba a proponer que me contaras de cuando eras pequeño y hacías misiones, pero si quieres que cante. ¡Bueno, lo hare con gusto!
— ¡No, no lo hagas! —
—Haber… una que me acuerde —Dijo pensativo. ¿Por qué no le cubrieron la boca con una venda?
— ¡No, Kakarroto, enserio! —
— ¡Ya se!—Tocio y cerró los ojos— Caprichosa eres tú, muchas veces lo sé, no te importan los demás.
— ¡KAKARROTO! —Le grite no aguantaba más— ¡Ayuda! ¡Ayúdenme!
— ¡Silencio!—
Kakarroto cerro a la boca al escuchar esa voz que provenía de algún sitio, se escuchaba media extraña; algo robótica. Y estaba seguro que provenía de un parlante y la voz estaba distorsionada para evitar que supiéramos quien es… ¿no creen?
— ¿Quién eres? —Pregunto Kakarroto mirando hacia una esquina, cuando junte mi mirada con la del note que había un parlante.
—Mira, no se quien seas. Pero callaste a Kakarroto y por eso te estoy agradecido —Le dije, la verdad si lo estaba. Y mucho.
—Te daré una pista: Me visto de negro y soy sospechoso—
¿Acaso este dieta me esta ignorado y prefiere hablar con Kakarroto en vez de con migo?
—… ¿Eres Turles? —Pregunto Kakarroto.
— ¿Quién rayos es Turles? Es nombre saiyajin, Kakarroto —
— ¿Qué? No. No soy Turles. ¿Por qué creíste que lo era?—
—Él también se viste de negro—
— ¡Maldición! ¿Quién es Turles? —Les grite, pero me ignoraron esas ratas descaradas.
—El vino antes de ti, vegeta —Me contesto— ¿Eres… Nappa?
— ¿Te caíste de cabeza cuando chiquito, verdad?—
—No, solo desde una montaña —Dijo— Pero esto…
Kakarroto permaneció un momento en silencio como si hubieran detenido el tiempo. Como si estuviera por decir algo y lo congelaron, demás tiene una mueca chistosa— ¿Estas bien? —Le pregunte.
—… ¿Y Bien?...—
—… y Bien —Dijo continuando con lo que decía.
—ah… está bien… —Dije— Bien, ¿Oye, quien eres y que hacemos aquí?
—Para mí que eres el hombre que me di olas boletos —Dijo Kakarroto.
— ¿Podría ser? —No siento como si fuera yo, siento como si estuviera en otro cuerpo. Qué raro.
—Ajá, el mismo—
— ¡Hijo de tu reverenda y nutria madre! ¿¡Por qué coño me trajiste aquí, eh!? —Le grite, a la mierda contener mi lenguaje— ¡Por que no te vas a vender boletos a la zorra de tu abuela, animal! ¡Insecto! ¡Sabandija despreciable con una madre nutria!
—Vegeta, ¿Qué tienes en contra de las nutrias?—
—Son seres asquerosos —Le conteste.
—Para mí son tiernos —
—Para mí también—
— ¡Cierra la puta boca, que aquí los cojones los pongo yo! —Nadie me va a hacer callar y hacerme que aguante a Kakarroto por más de un día.
—Tranquilo tigre… aquí somos todos amigos—
— ¿Amigos? ¿¡Amigos!? —Le grite, en un arrebato de ira me trasforme en súper saiyajin y rompí la silla en pedazos— ¡Jamás seré amigo de un idiota y una voz asquerosamente desarmada, maldita sea!
— ¡Vegeta! —
— ¡Cállate, Kakarroto, cállate! —Le grite, estaba por hacer que todo el Ki en mi cuerpo explote— ¡Si voy al infierno, me los llevar conmigo!
— ¡Vegeta! —Esa voz no era de Kakarroto, era de la mujer; era de Bulma.
— ¿Bulma…?—Dije…
Goku y Vegeta decidieron ir a un viaje de vacaciones… ¿pero si este tranquilo paseo resulta en un lugar donde el único remedio a su creciente locura es cortarse, rebanarse y matarse entre sí? ¿Podrían superarlo? ¿Podrán salir con vida y en una sola pieza de ese lugar?...
Portada: https://ar.fotolog.com/princessacandy01/337000000000023364/
Categorías: DRAGON BALL (SAGAS) Personajes: Son Gokū, Vegeta
Generos: Accion/Aventura, Angustia, Ciencia Ficción, Drama, Horror, Humor/Parodia, Misterio, Universo Alternativo
Advertencias: Muerte de un personaje, Tortura
Desafio:
Serie: Ninguno
Capítulos: 7 Finalizado: Sí Numero de palabras: 5008 Leido: 2896 Publicado: 25/08/2013 Actualizado: 01/02/2014
Goku y Vegeta decidieron ir a un viaje de vacaciones… ¿pero si este tranquilo paseo resulta en un lugar donde el único remedio a su creciente locura es cortarse, rebanarse y matarse entre sí? ¿Podrían superarlo? ¿Podrán salir con vida y en una sola pieza de ese lugar?...
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Generos: Accion/Aventura, Angustia, Ciencia Ficción, Drama, Horror, Humor/Parodia, Misterio, Universo Alternativo
Advertencias: Muerte de un personaje, Tortura
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Portada: https://ar.fotolog.com/princessacandy01/337000000000023364/
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¡De vacaciones! por 01PrincessaCandy01Locura fuera.
Estaba sentado en un tronco cortado, fuera de mi hogar, mirando el atardecer que me ofrecía ese mundo tan exótico y pacífico. Aun, cuando la soledad silente de la noche temprana me abrazaba y arrullaba, la paz era la mejor de esas bendiciones nocturnas…
O eso pensé antes de que pareciera el imbécil de Kakarroto usando esa estúpida técnica suya. Como lo odio, estúpido bueno para nada.
Apareció frente a mí — ¡Hola, Vegeta! —Me saludo mientras levantaba la mano— A que no adivinas que tengo para nosotros dos.
—No me importa, no me interesa, no lo quiero —Le dije evitando que abriera esa bocaza— Ahora puedes largarte, Dime: ¿Lo harás?
—Pero… —Intento decirme, pero no lo escuche— Tengo algo que te gustara.
—Lo dudo —Le conteste.
El busco en su bolsillo algo, yo cansado me levante y me di medio vuelta comenzando a caminar hacia la puerta de cristal de mi hogar. Pero su mano aprisiona a la mía deteniendo mi camino. Cuando me di vuelta él tenía dos boletos plateados escrito con una tinta negra.
—Tengo dos entradas para ir a un crucero de vacaciones —Me dijo mirándome.
— ¿Y? — Le dije y de un estirón fuerte me zafe de su agarre —Si quieres que la mujer valla contigo, yo no tengo problema. Llévatela lejos de mí.
—Quiero ir contigo —Me contestó suplicando con su mirada— Sera divertido. Habrá actividades, películas sean lo que sean y mucha comida… Comida.
Lo pensé en una milésima de segundos y le empecé a preguntar, para asegurarme — ¿Cuánto tiempo será la vacaciones? —
—De una semana —Después hizo una pausa— Sea lo que sea eso.
— ¿Una semana? —Le dije. Sería una semana aguantando al pesado y molesto de Kakarroto — ¿Qué se supone que es?
—Te daré un volante —Me dijo ofreciendo un volante de las dichas vacaciones.
Lo tome, y él me saludo y se fue.
El volante tenía un mapa y el boleto para las vacaciones… Me senté de nuevo en el tronco cortado, y me puse a leer con detenimiento el volante… era un viaje en crucero por el océano atlántico. Comidas exóticas, paisajes exuberantes, actividades y bailes…
Blah, blah, blah.
Pero bueno, me puse a empacar para ir a ese estúpido viaje, con algo de suerte Kakarroto se perdería y no lo vería por un tiempo. La mujer me aconsejo cosas que hacer, y que guardar en la cosa de cuero que llama “Maleta”.
Estaba con mi “Maleta” esperando a Kakarroto en el puerto, Creo que no es necesario decir que no le dije a la mujer y a los mocosos cuando seria mi viaje para que vinieran a despedirme. De hecho, les dije que iría a entrenar… Si… entrenar…
Kakarroto apareció unos minutos después, subimos y fuimos directo a nuestro camarote. En ese momento le pregunte una duda que crecía en mi interior ya hace tiempo.
— ¿Oye, Kakarroto? —Le pregunte guardando mi ropa en esos cajones, el hacía lo mismo con su ropa y su respectivo cajón— ¿Dónde conseguiste los boletos del crucero?
— ¿Eh? —Se dio vuelta mirándome — Ah, verdad. No te había dicho. Bueno fue algo muy curioso— se rasco la cabeza y continuo— Un señor con un traje negro no sospechoso me lo dio.
— ¿No sospechoso? — Le pregunte casi en susurro.
—Si, dijo el que no era para nada sospechoso que te regala un extraño algo en la calle —
— ¿Nunca te dijeron que no aceptes cosas de extraños, insecto? —
—No —Contesto acostándose en una de las camas.
Solo gruñí…
Acomode la cama y me acosté en ella boca arriba, mire el techo del camarote que era de madera, madera marrón. Nuestras camas estaban separas por escasos centímetros. Mire por la ventana como el barco se mecía en un vaivén contaste creado por las olas del mar o océano.
Me gire para recostarme de un costado. Le daba la espalda a la puerta, y cerré los ojos. Es curiosos el olor a vainilla que rodeaba a la habitación, era tan alucinante y adormecedor.
Pronto caí en un sueño… Cálido y tétrico sueño…
Regresar al índiceCapitulo dos: ¿Por qué a mí? por 01PrincessaCandy01Bueno el capitulo dos, espero que les guste :D
°3° Besos
Bueno el capitulo dos, espero que les guste :D
°3° Besos
Capitulo dos: ¿Por qué a mí?
Nos levantó una llamada desde la recepción del barco, al parecer un chistosito hizo la clásica broma de alarma… cuando sepa quien fue lo hare pedazos. El caso fue que nos trajeron el desayuno al cuarto, después de repetir el plato una variante de veces –Demasiadas para ser contadas- El caso fue que después de comer entre a ducharme.
Cuando Salí del baño del cuarto, pude ver con más cuidado los pequeños detalles de la habitación, algunos que había ignorado por su supuesta irrelevancia. Fue interesante mirar el tamaño particular de la habitación. Increíble la titanes del tamaño.
Era enorme.
Lo suficiente como para entrenar, tenía televisión, un Mini-Bar, las camas y otras cosas que nunca había visto. Pero no estaba el idiota de Kakarroto.
Al parecer había una pequeña posibilidad de que se hubiera perdido y no lo vería hasta la hora de la cena y eso era algo muy bueno.
Busque entre mi ropa algo decente que ponerme… que no sea mi traje de entrenamiento normal, claro. Lo único que encontré fue una camisa amarilla chillón y una rosa de “Bad man”…
Una rosa de Bad man… ¿enserio? ¡Bravo, mujer, bravo! Tu nivel de estupidez ha superado su límite… eso fue sarcasmo por si no lo notaron.
Me puse la camisa rosa y Salí afuera. Había mujeres jóvenes, ancianos, niños, bebes… toda la familia de incestos terrícolas. Tome el folleto que una mujer rubia me ofreció y lo leí.
La actividad que alcanzaba era observar un espectáculo de cocodrilos…
¿Quién pone unos condenados cocodrilos en un jodido crucero? Tal vez, con algo de suerte, pueda ver como son devorados sus entrenadores. Sería algo divertido para variar.
Caminé hacia el y lo observe. Fue entretenido, un hombre casi pierde la mano.
Más tarde del pequeño entretenimiento pase por un bar libre, pero el olor a alcohol me recordó cuando tome de más y no sabia que hice ayer… No tengo deseos de que eso pase, no de nuevo. Seguí de largo y busque a Kakarroto.
No encontré su Ki.
No me importo, fui al camarote y pedí la cena. Todo trascurrió sin acontecimientos relevantes que deba contarles, pero bueno, el idiota no apareció.
Me duche y acosté… o eso plane.
Un golpe fuerte –Y una agitación brusca de la habitación- y gritos comenzaron a escucharse, abrí la puerta y pude ver como entrar el agua por el pasillo.
¡El jodido barco se hundía! ¿¡Porque tenía que pasarme esto a mí!? Yo solo quería dormir.
Comencé a subir a la cubierta corriendo. La gente no paraba de gritar, mi pantalón se estaba empapado… ¡Mi traje de entrenamiento!
Volví a la habitación y entre con bastante esfuerzo y tome las capsulas y las guarde en su caja que me dio la mujer, era una caja especial para ellas y me las ate con una cuerda que flotaba cerca mío. Hice un nudo alrededor de mi cuello para evitar perderlas.
Volví a correr hacia la cubierta, estaba es agua me llegaba a la cintura, y seguía sin sentir el Ki de Kakarroto.
Cuando llegue, había mujeres llorando con bebe en brazos, ancianos llorando. Y los barcos salvavidas estaban llenos, abarrotados con personas y maletas.
Intente volar y usar mi Ki. Pero no podía, me estaba desesperando al ver que las cosas no salían como yo planeaba, esto es horrible. No podía volar y los músculos me dolían por no haber estado entrenando como se debe desde hace unas semanas.
Y con esto de relajarse se estropearon más. Es peligroso. Solo podía sentir en carne viva como el barco era tragado por el océano poco a poco, sin piedad.
Pronto comenzó a elevarse, corrí hacia la parte que se elevaba hacia el cielo y me aferre a los barandales de hierro forjado con mis dos brazos, como si fuera apoco la gravedad no estaba de mi lado.
Escuche como me llamaban de un grito.
— ¡Vegeta! —Escuche— ¿Estas bien, me escuchas?
— ¿¡Kakarroto!? —Le conteste— ¡Imbécil, tarado! ¿¡Dónde estabas!?
—No importa —
Cuando me gire para buscar la vos, él estaba sobre la cabina del capitán a unos diez metros de donde yo estaba. Estaba arrodillado con un corte en el brazo que sangraba bastante.
— ¡No te sueltes o el cocodrilo te comerá! —Me grito mirándome.
— ¿Que? —Susurre sin comprender. Hasta que mire hacia abajo y vi como el cocodrilo que horas antes hacia reír a niños, los devoraba uno a uno de la forma más brutal que había visto en mi vida.
Valió la pena estar aquí arriba… O eso pensé…
Regresar al índiceCapitulo tres: Estúpida isla por 01PrincessaCandy01Heee... Hola.
Recuerden comentar para que yo siga subiendo capitulos de esta historia que me esta encantando escribir.
Diviertanse.
°3° Besos
Heee... Hola.
Recuerden comentar para que yo siga subiendo capitulos de esta historia que me esta encantando escribir.
Diviertanse.
°3° Besos
Capitulo tres: Estúpida isla.
Kakarroto se acercó a mí, o eso intento, lo que hizo fue saltar y arrastrarse por lo barandales con la fuerza de un brazo. El otro sangraba sin cesar torrentes sin fin del líquido rojo.
Cuando llego a mi lado me sonrió y dijo —Hola, lo siento por preocuparte, pero tendrás que decidir entre caer por las buenas o por las malas —
— ¿Qué dices, idiota? ¿Preocuparme a mí? — Me reí con sarcasmo y continúe — No nací ayer, sabes ¿Cómo podrás tirarme, insecto?
— Así, pero recuerda que te lo advertí —
Kakarroto se dejó caer y me tomo del tobillo, apenas podía sostener mi peso, algo me hacía débil, y con él era demasiado. Intente agarrarme de lo que podía, pero el barco se enderecha más y más, no podía final, solo me rendí… Mire al cielo que estaba oscuro, oscuro como mi futuro. Relaje mi cuerpo esperando que eso evitara el dolor de la muerte y me solté.
Sentí un par de golpes. Unos en las piernas y brazos y otro extremadamente fuerte en la cabeza, tanto como para dejarme inconsciente…
Por fin todo estaba en calma, sentí la fresca brisa, comenzaba a sentir como se iban despertando cada uno de mis sentidos. Primero la audición.
Pude escuchar el ligero y delicado golpe del viento en unas hojas grandes y planas, era el sonido inolvidable de la paz. Probablemente estaba en un lugar muy pacifico…
Luego el sentido del gusto y el olfato. Pude sentir un gusto fuerte a sangre en mi boca y en mis labios; como un hilo que descendía desde mi nariz que expulsaba sangre con cada exhalación que hacía.
Luego el tacto… sentí arena, suave y delicada. Estire mi mano para poder sentir algo más.
Sentí carne. Carne blanda, suave y con un líquido espeso sobre sí.
Por último la vista. Solo un ojo, uno ya era demasiado para mi debilitado cuerpo. Y ese lugar que se escuchaba pacifico, estaba sucio de sangre, lleno de viseras, miembros de los terrícolas. Me arrodille en el Lugar donde estaba, sobre mi sangre; Analice con mi mirada todo lo que me rodeaba.
No había señales de vida.
Respiraba con dificultad, para levantarme tuve que tomar un caño de hierro de lo que pensaba que era antes un barandal, e intente ponerme de pie.
¿Cómo es posible que yo, un príncipe de la raza guerra más poderosa del universo, este en estas penosas condiciones? Sin luchar, sin haber recibido una paliza o algo parecido… solo un pequeño accidente en un crucero ¿Eso era suficiente para hacerme danzar sobre el fino y delgado hilo que es la vida?
¡No lo voy a permitir!
Me levante agonizante, tambaleante, cuando estuve de pie. Pude ver que tenía una gran herida una de las piernas; era la que no podía soportar peso. Deduje pronto que era algo serio en la rodilla, intente localizar el Ki de alguien que siguiera con vida.
Me concentre.
Pude sentir un débil Ki que provenía del interior de unas maderas a la orilla. Cuando me acerque a ese montículo, estaba un lago de sangre y un brazo que sobresalía de esas piezas de maderas. Me acerque más, más, y un poco más.
El brazo reacciono y escuche un corazón palpitar, luego una precion en el tobillo y por ultimo un fuerte dolor en la espalda.
Me habían tirado al suelo.
De entre los escombros salió Kakarroto, su estado era igual que el mío, o por lo menos eso aparentaba. Me miro y camino hacia donde estaba tumbado. Se sentó a mi lado.
— ¿Estas… bien? —Me pregunto mirando mi cabeza. Seguía sin poder abrir un ojo— Parece que estas peor que yo… Creí que no sobrevivirías—Eso último prácticamente lo dijo en susurro. Pero lo oí.
— ¿Por… por qué pensaste esa estupidez, idiota?— Le dije escupiendo sangre— ¿Acaso no soy lo suficientemente… fuerte, eh?
—Yo no quise decir eso… —Intento defenderse.
— ¿¡Como que no!? —Le grite— ¡Mentiroso, idiota!
El sonrió y se rasco la nuca con su brazo medio sano— A mí me parece que estas… mejor —
— ¡Bah! Patrañas —
Miramos hacia atrás al mismo tiempo, vimos el lugar donde estábamos. Una gigantesca Isla paradisiaca, tenía un volcán y se veía bastante desolada. Parecía una Isla virgen. Nos volvimos a mirar fijamente.
— ¿Puedes volar? —Le pregunte.
—No, ¿Y tú? —
Sonreí y conteste — ¿Si pudiera volar, estaría aquí ahora? —
—Con esas heridas no lo dudaría — No esperaba esa respuesta de Kakarroto.
Gire mi cabeza viendo hacia otra parte, y le conteste —Imbécil —
En ese momento vi un montículo de arena… uno con una forma particularmente familiar…
¡Eh, tu! Mira, más abajo hay un cuadradito para que me des tu opinion. ¡Hazlo! No te arrepentiras.
Por favor..
¡Eh, tu! Mira, más abajo hay un cuadradito para que me des tu opinion. ¡Hazlo! No te arrepentiras.
Por favor..
Regresar al índiceCapitulo Cuatro: ¿Capsulas? Creo que te estas equivocando por 01PrincessaCandy01Capitulo Cuatro: ¿Capsulas? Creo que te estas equivocando.
Mire el bulto en la arena, me pareció muy conocido, estire mi mano y lo tome. Era una caja con el símbolo de Capsule Corp.
Instintivamente me toque el pecho y luego el cuello, la cuerda se había cortado. ¡Que cuerda tan trucha! Ni una inundación y naufragar puede resistir. Que estafa… Si la hubiera pagado, ahora mismo iría a quejarme.
— ¿Oye, esas son capsulas? —Pregunto el imbécil de Kakarroto apuntando con su dedo el pequeño estuche.
— ¿Qué? ¿Esto? —Pregunte señalando la caja— Oh, no, claro que no. Estas… son…
—Capsulas —Se apresuró— Son capsulas.
—Bueno, sí, son capsulas —Le iba a mentir, pero no tenía ganas.
— ¡Estamos salvados! —Dijo levantando sus brazos al aire, callo sobre el suelo riéndose con los brazos estirados.
— ¿Cómo dijiste? ¿”Estamos”? —Le pregunte con sarcasmo, guarde con recelo la caja entre mi pecho apretándola— La caja es mía. Ella me la dio. Me pertenece.
— ¿Eh? —Se levantó viéndome— ¡Vegeta, no seas egoísta!
— ¿Egoísta yo? —Le pregunte sorprendido— ¡Si después de todo es tu culpa que estemos aquí!
—No es verdad, no es verdad —Dijo— EL señor dijo que si veníamos nos daría comida y…
Inmediatamente se tapó la boca con las manos y me miro sorprendido.
— ¿Qué… haz dicho? —Le pregunte de nuevo— ¿El señor que…?
—Dijo que… ¡Lo siento, me dijo que no hablara contigo!—
— ¿¡Quién te dijo eso!? —
— ¡Nadie! —Se defendió.
— ¡Kakarroto! —Grite— Si me entero que me estas ocultando algo, te golpeare tan fuerte que el viento que produzca el impacto te volara tu birrete, ¿Dónde está tu birrete?
— ¿Birrete? ¿Qué es eso? —Me pregunto
—Ah… mira, no importa —Me intente tranquilizar— Pero escucha, ya que eres el menos “Herido” de los dos ¿Por qué no vas a explorar la isla y consigues comida?
—Pero el hombre dijo que si no permanecíamos juntos. Él nos va a matar —Explico.
— ¿Cómo esperas que camine? —Le pregunte parándome con el barandal— Tengo la rodilla dañada, apenas puedo mantenerme de pie.
—Te cargare —Aseguro— No pesas mucho…
—No me toques —Le advertí gritándole— Creo que puedo caminar… si… caminar.
Él se levantó a duras penas, las herida más grave estaba en el brazo, me preocupado un momento debido que hay una arteria allí, pero luego me dejo de importar. Los otros eran pequeños moretones a lo largo y ancho de su cuerpo, creo.
Ingresamos hacia el interior de la isla, llegando a una especia de jungla densa. Se escuchaban las aves. Caminamos hasta que vimos un volcán.
— ¿Tienes una casa capsula? —Me pregunto mirando un claro.
—No sé qué capsulas tengo —Le dije— Seguro que sí.
—Bueno, si lo deseas puedes ponerla y así dormiremos en algún lugar cálido —Contesto apretando la herida de su brazo— Quizás halla algo con que curarnos…
—Quizás —Remarque.
Me senté en el suelo y abrí la caja. Estaba seca, así que las capsulas deberían estar en buen estado. Había solo cinco capsulas… ¿Casi había sacrificado mi vida por solo cinco capsulas? Que miserable. Estaban separadas por espacio. Cada una tenía una etiqueta.
Casa, comida, armadura de entrenamiento, moto acuática –Que estaba vacía- y por ultimo pero no menos importante; Una que había perdido la etiqueta.
Tome la de la casa y camine hacia el claro con mi pequeño amigo de hierro para volverme a sostener sobre mis pies. Una vez allí, espere que la casa sea tamaño mediano ya que no sabía si cabria.
La active y la arroje. Era una pequeña. Si mal no recuerdo, esta tenía dos habitaciones, un baño, una cocina y un comedor. Lo suficiente.
Una vez todo listo— ¡Kakarroto, ya está ven a ver…! —Mire a los lados buscándolo, pero no lo encontré— ¿Kakarroto…? ¡Argg, idiota! Es como un crio: No puedo dejarlo solo ni un segundo.
Me gire para buscarlo pero no lo encontraba, mire la casa. No sabía si irme y arriesgarme a perderla o quedarme y arriesgarme a perder a Kakarroto… Pero… ahora que lo pienso, si lo pierdo tendría Paz, tranquilidad, serenidad, sería feliz otra vez…
Creo que me quedare en la casa porque es lo correcto… si… lo correcto...
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo… espero, la verdad. Como mis vacaciones oficialmente empezaron, espero escribir un poquito más. De todas formas, como ya viaje a ver las cataratas del Iguazú –Que están muy lindas, ya de a pasó fui a Brasil. Muy lindo lugar, también aprendí un poco a leer Portugués- Tengo arreglado otro viaje en Abril, creo, a Perú. Así que tengo más experiencias en lugares fuera de mi casa para incluirlos en mis historias; Como esta, por ejemplo.
Nos veremos.
º3º Besos.
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo… espero, la verdad. Como mis vacaciones oficialmente empezaron, espero escribir un poquito más. De todas formas, como ya viaje a ver las cataratas del Iguazú –Que están muy lindas, ya de a pasó fui a Brasil. Muy lindo lugar, también aprendí un poco a leer Portugués- Tengo arreglado otro viaje en Abril, creo, a Perú. Así que tengo más experiencias en lugares fuera de mi casa para incluirlos en mis historias; Como esta, por ejemplo.
Nos veremos.
º3º Besos.
Regresar al índiceCapitulo cinco: Soy amable. por 01PrincessaCandy01...
...
Capitulo cinco: Soy amable.
Después de pensar en los Pro y los contra de perder al mono súper desarrollado al que llamo “Kakarroto”, me he decidido por permanecer en la casa, además, siendo una isla tropical no me sorprendería que la lluvia a rebatiera contra ella. Me senté en la entrada de la casa, la puerta abierta y mis piernas sobresalían.
Espere una hora, nada. Espere dos horas, nada. Espere cuatro horas; sorprendentemente nada.
Estaba cansado, como mi organismo le sería suficiente dormir media hora. Simplemente me tuve en el suelo y descanse unas… tres horas. Me desperté al sentir la humedad deslizándose por mis piernas; Sobresaltado me levante.
La herida de mi pierna se había curado casi en su totalidad, de una manera un tanto extraña. Mi atención se desvaneció casi en su totalidad al notar un cuerpo ensangrentado tumbado a unos pocos metros de mí.
Me acerque un poco para comprobar que era; era de Kakarroto. En el horizonte, sobre las copas de árboles y palmeras pude divisar unas grandes y oscuras nubes de tormenta. Los rayos y truenos golpeaban el suelo y resonaban por el cielo.
No dude mucho, decidí acércame más, lo suficiente para escuchar el débil susurro proveniente de la boca de Kakarroto.
—Ayu…da —Fue lo único que escuche.
Lo tome del brazo y lo levante con mucho esfuerzo y dificultad, puse la mitad de su cuerpo sobre el mío intentando poder cargarlo; Cuando fue moverme con el sobre mi camine hacia la casa de nuevo con mucha dificultad.
Lo apoye en el primer sola doble que vi. Volví a la puerta, las nubes ya estaban sobre nosotros, un rayo impacto justo en el charco de sangre donde, momentos antes, estaba tirado el cuerpo agonizante de mi molesto compañero de viaje.
Impactado casi es su totalidad, cerré la puerta y me acerque al sillón. Toque la ropa de Kakarroto y estaba húmeda, su cuerpo frio y herido.
Le di…. Una semilla del ermitaño que tenía en la reproductora de DVD de la casa… Las escondo hay para que nadie las use, solo yo.
—Toma, insecto naranja —Le puse la semilla en la boca— quizás así no mueras. Pero no te preocupes, si querías morir. ¡Te mato yo ahora!
Abrió los ojos y se sentó de un salto en el sillón. Me miro y sonrió— Ay, Vegeta. Yo solo fui a buscar comida.
—Eres un idiota —
— ¡Y sabes, vi un jabalí así de grande! —Kakarroto mostro las medidas de un animal completamente anormal — Se veía tan apetitoso, pero se espacio y desperté aquí.
—Idiota, Kakarroto, eres un idiota —Remarque— ¿Para qué vas a cazar si tienes comida en la casa?
—Tu dijiste que era TU casa —Respondió en tono asquerosamente inocente— Y pensé que quizás si buscaba comida…
—Espera… —Le dije interrumpiéndolo y arqueando una ceja— Si no me equivoco ¿No digite que no nos teníamos su ese para por que el hombre “No sospechoso” dijo que no lo hiciéramos?
—Ah, sobre eso —Se rasco la cabeza— Bueno… te mentí. De hecho es verdad y no es verdad.
Hubo un momento de silencio —Explícate… —
—Dijo… bueno, me dijo algo… no es eso, pero es algo parecido —
— ¿Qué? —
—…Haber, no recuerdo mucho —Me dijo rascándose la nuca otra vez. Insisto en que tiene piojoso pulgas— Que la isla tiene una especie de red de ondas expansivas que impiden que nuestros poderes, mas halla de la fuerza física, no funcionen correctamente o que incluso nos hagamos daño a nosotros mismo o entre nosotros— Explico como si fuera un niño que estudio de memoria para un examen.
—…Es la frase más larga e inteligente que jamás te escuche
Locura Fuera por 01PrincessaCandy01
Goku y Vegeta decidieron ir a un viaje de vacaciones… ¿pero si este tranquilo paseo resulta en un lugar donde el único remedio a su creciente locura es cor
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2024-11-22
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