Oculta Realidad... by uchiha-roo
Kagome sabe que con Kikyo de por medio, las tiene de perder…
Inuyasha ha tomado una decisión ¿Se arrepentirá de ella?
Sesshomaru, junto con Rin y Jaken, andan tras Naraku…
Caminos que parecen intocables…
Nacen nuevos objetivos.
“Esta vez la triste melodía llegará a su fin…”
[Sesshomaru y Kagome]
Nota: Leve spoiler, capítulo 48.
Categories: INUYASHA Characters: Kagome, Sesshoumaru
Generos: Accion/Aventura, Angustia, Drama, Romance
Advertencias: Lemon, Spoilers
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 5 Completed: No Word count: 5607 Read: 3031 Published: 23/09/2011 Updated: 29/10/2011
Kagome sabe que con Kikyo de por medio, las tiene de perder…
Inuyasha ha tomado una decisión ¿Se arrepentirá de ella?
Sesshomaru, junto con Rin y Jaken, andan tras Naraku…
Caminos que parecen intocables…
Nacen nuevos objetivos.
“Esta vez la triste melodía llegará a su fin…”
[Sesshomaru y Kagome]
Nota: Leve spoiler, capítulo 48.
Categories: INUYASHA Characters: Kagome, Sesshoumaru
Generos: Accion/Aventura, Angustia, Drama, Romance
Advertencias: Lemon, Spoilers
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 5 Completed: No Word count: 5607 Read: 3031 Published: 23/09/2011 Updated: 29/10/2011 Capítulo 1 by uchiha-roo
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Oculta Realidad..."
Kagome se sentía destruída, Inuyasha había elegido a Kikyo…
Aunque no le sorprendía aquello, le dolía de sobremanera…
Se asustó cuando en su interior descubrió que podía ser muy rencorosa.
Pero, simplemente… Se decidió por resignarse y acostumbrarse a la idea de que ella jamás podrá ocupar un lugar en el corazón del Hanyou.
A pesar de ello… No pudo ni quiso separarse de su lado…
Sin más, permaneció junto a él, acompañándole, ayudándole, amándole como siempre.
La carga tal vez era demasiada, a veces no se sentía con las fuerzas suficientes para soportar tanto de nada…
Porque no tenía nada…
Dormida, no podía evitar soltar alguna lágrima. Sus amigos lo notaban, Kagome se consumía, en sus ojos el brillo poco a poco se apagaba. Pero ella les sonreía y decía que todo estaba bien, que no había de qué preocuparse.
Un lloro doliente…
Un dolor desgarrante…
Una pena hiriente…
De la que Inuyasha no se enteraba, pues solo tenía ojos para aquella sacerdotiza, que si bien su alma estaba materializada, ella no era más que un muerto ambulante.
~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~ . ~
El equipo se dirigía a un pueblo en donde sintieron una presencia maligna asechar a primera horas de la mañana.
- Debe ser otra obra de ese maldito de Naraku – dijo furioso.
- Estoy de acuerdo contigo, Inuyasha – concordó Miroku.
- Kagome ¿No sientes la presencia de algún fragmento? – le preguntó Sango.
- No, Sango, pero nada de esto me gusta…
- Será mejor tener cuidado – intervino Shippo.
No pasó mucho tiempo hasta que pudieron ver la escena que les causaba aquellos malos presagios…
Kikyo se encontraba luchando contra un monstruo, o más bien tratando de acabar con él.
- Kikyo… - pronunció Inuyasha y enseguida salió corriendo a su encuentro.
La mencionada, con algo de pesar, se dio la vuelta girando a verle con frialdad diciéndole:
- Ah, eres tú, Inuyasha…
- Kikyo ¿Te encuentras bien?
- ¿Tan débil me crees, Inuyasha?
- No es eso… Es que…
- No debes preocuparte por mi, sé cuidarme sola.
- No digas eso Kikyo, sabes que sería imposible que no me preocupara por ti…
Se quedaron viéndose, y mientras lo hacían sus cuerpos se acercaban, todo ello observado por sus amigos, por… Kagome, quien no pudo continuar viendo aquello como hipócrita, fingiendo que no le causaba nada, cuando en realidad su corazón parecía quebrajarse en mil pedazos y salir de su pecho.
Salió corriendo, sin pensar en nada más que la hiriente escena repitiendose en su mente una y otra vez, desgarrándola sin piedad.
A lo lejos escuchó los llamados de sus compañeros, pero no se detuvo y poco a poco fue dejando de oírlos.
Continuó corriendo, soltando gruesas lágrimas a su paso, porque era lo único que podía hacer…
Cuando se detuvo, muy cansada, se dio cuenta de que se encontraba perdida en un bosque. Sin embargo no le dio mucha importancia y reanudó sus pasos pero esta vez de manera lenta y pensativa, con sus ojos enrojecidos por el llanto que ahora, seca, no podía continuar.
Sintió que pasaron varios minutos mientras continuaba recorriendo aquel desconocido lugar poblado de árboles. Su caminata era ya pesada, al punto de estar casi arrastrando sus pies.
Hasta que llegó a la orilla de una río. Allí se detuvo viendo el correr de éste. Se arrodilló y se quedó ahí observando su reflejo en el agua por otros varios minutos más…
De repente, sintió una presencia…
Sus ojos parecieron tomar un poco de brillo y se puso alerta.
- Inuyasha… - susurró, más acomodó bien sus pobres instintos y notó con terrible melancolía que no se trataba de él, sino más bien de… - Sesshomaru…
El individuo en cuestión se hallaba a varios metros lejos de ella, y a su derecha. Con él, se encontraban Jaken y Rin, que la miraron también, notando la horrible y desesperante tristeza en sus ojos opacos…
- Mire, amo bonito ¿No es esa la despreciable mujer de Inuyasha? – Jaken recibió una patada de su amor al mencionar dicho nombre.
- …
- Se ve muy triste… - susurró Rin, que por supuesto fue escuchada por los otros pero menos por la Higurashi. La niña sintió casi como propio el dolor de Kagome y se acercó a ella sin pensarlo mucho. - ¿Se encuentra usted bien, señorita?
Ésta le observó, sin pronunciar palabra alguna…
- “¿Por qué esta niña está con Sesshomaru? … Que yo recuerde, no le agradan en nada los humanos…” – pensó.
- Déjala, Rin, ya vendrá a buscarla ese perro fastidioso y no queremos que moleste al amo bonito –le gritó con altanería, Jaken.
- Pero, señor Jaken…
Kagome bajó la mirada, no quería tener que llorar frente a ellos, pero todo su ser era ahora mismo un mar de melancolía, y escuchar aquellas palabras de ese duende le afectaron, pues Inuyasha no vendría a buscarla, lo sabía, no ahora que tenía a su querida Kikyo junto a él.
Sus lágrimas no tardaron en asomarse, y salieron una por una sin descanzo alguno, sin compasión.
Los otros volvieron a quedarse mirándola.
- “Humanos débiles…”
- Señor Jaken, mire lo que ha hecho – le reprochó Rin.
- ¡¿Eh?! ¡Pero qué dices, niña tonta!
- Rin, Jaken, vamos – habló por fin Sesshomaru, ignorando ya todo aquello, dispuesto a irse.
- Pero, señor Sesshomaru…
- Nada de peros, niña desagradecida, el amo bonito ha dicho que nos vamos.
- Señor Sesshomaru – le llama mirándole con carita triste – Por favor ¿Puede ir con nosotros?
- … “… ¿Llevar conmigo a la mujer del estúpido de Inuyasha?” – comienza a recordar las veces que la vio.
- ¡Rin! ¡¿Cómo osas de---
- Haz lo que quieras, pero si tú o esa mujer me causan problemas las mataré – dijo sin verla, con suma frialdad, comenzando a caminar.
- Amo bonito…
- ¡Sí~! – sentenció contenta, pero enseguida su rostro cambió y dándose la vuelta miró una vez más a Kagome, diciéndole: - Venga con nosotros, señorita, puede subirse arriba de Ah-Un si lo desea…
Kagome la miró otra vez, su corazón no estaba con ánimos de nada, simplemente sentía la imperiosa necesidad de huír y no ver a Inuyasha, mucho menos estando junto a Kikyo; quería solamente desaparecer…
Dicho motivo la llevó a aceptar aquel ofrecimiento sin pensárselo demasiado, incluso sabiendo que el hermano mayor de Inuyasha era el que permitía aquello, y sin preguntarse, además, si su vida corría peligro al aceptar una propuesta un tanto descabellada por parte de la inocente Rin.
Continuará...
Gracias por leer ^_^
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Regresar al índiceCapítulo 2 by uchiha-roo
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Oculta Realidad..."
- Inuyasha, ya han pasado como cinco días ¿No crees que ya es hora de que vayas a buscar a la señorita Kagome? – le preguntó Miroku, en forma de reproche, molesto y preocupado.
- Siempre por tus tonterías Kagome sale lastimada, Inuyasha – dijo Sango, encontrándose igual que el monje.
- Eres un perrucho mal agradecido, Inuyasha, Kagome no merece---
- ¡Ay ya cállense ustedes! ¡Siempre andan acusándome de herir a Kagome! – les gritó el Hanyou, hastiado.
- ¡Pero si es la verdad! – gritaron los otros tres.
- ¡Kagome es la que se ha ido sin más y quien ha decidido viajar conmigo aún sabiendo que quien he elegido es a Kikyo!
- …
- …
- …
- … Yo… - trató de corregir sus palabras.
- Está bien, Inuyasha, ya lo sabemos, pero al menos podrías portarte como un caballero, buscar a la señorita Kagome y disculparte con ella en vez de actuar como un jovensucho estúpido y mal criado – le dice con contenida ira, Miroku.
- … Cómo me has--- Agh ¡Bien! Como sea, andando…
Los demás le siguieron, todavía molestos con él.
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Hacía cinco días que viajaba junto a ellos, para ella iban sin rumbo fijo. Apenas se habían detenido a descansar unas pocas horas y comer, para luego continuar con su recorrido. No sabía a dónde iban, pero eso extrañamente le hacía sentirse un poco mejor… Lejos de todo… Con desconocidos… Lejos de sus recuerdos… Lejos de Inuyasha…
Durante aquellos días apenas había hablado, no más para decir “buenos días”, “buenas noches” y “gracias”. El resto del tiempo se mantenía pensativa, en un tortuoso letargo, donde las noches le parecían eternas y los sollosos silenciosos no desaparecían.
Soledad…
Se detuvieron.
- Jaken, Rin, vayan a buscar algo de comer – les ordenó Sesshomaru.
Esa era la rutina, se preguntaba por qué a ella nada le mandaba ni decía…
El Gran Youkai se sentó junto a un árbol, y a una distancia considerablemente mediana de Kagome, cerrando sus ojos de paso.
- Sesshomaru… - le habló por primera vez.
- … - éste abrió lentamente sus ojos y la miró, aunque solo por unos segundos.
- … Tú… ¿Por qué… me ayudas?
- No estoy haciendo nada de eso, humana.
- “¿Humana? ¬¬” Ah – un poco cabreada- Entonces ¿Por qué me permites viajar contigo?
- Puedes sentir cuando los fragmentos están cerca.
- Sí…
- Quiero que me avises cuando eso pase.
- “¿Eh? ¿Quién se cree para darme órdenes?... Sin embargo… Lo sabía, sólo estoy siendo utilizada… Era de esperarse… ¿Por qué pensé por un momento que era diferente?... Pero…” ¿Tú… También estás detrás de la Perla? – preguntó extrañada.
- No.
- … ¿Entonces…?
Silencio.
- … “¿Por qué no me contesta? ¬¬…” ¿Qué pasa si me niego?
- Te mataré.
- …
Kagome bajó la mirada, luego se levantó y caminó hacia donde estaba Sesshomaru.
Al llegar se quedó de pie frente a él y le dijo:
- Me niego. Mátame.
Una vez más Sesshomaru pudo ver el dolor en su mirada. Esa mujer sufría y tomó el ser insolente como un método para que acabase con ella y su tristeza.
Si bien era un gustoque le encantaría darle, no la mataría porque ahora mismo le hacía falta, y el dolor que sentía jamás podría compararse con la muerte, el que esté viva ahora y sufriendo en carne propia la agonía de su pesar era mucho mejor…
Se levantó de su lugar, sin dejar de verla, pero no hizo nada.
- ¡Mátame te he dicho! – le grita al no ver respuesta de su parte, sólo la fría mirada de él sobre ella.
- Yo no recibo órdenes de nadie, humana insolente, además el que estés sufriendo por el imbésil de Inuyasha es mucho mejor que matarte…
- Maldito… ¡Pues te molestaré hasta que te canses de mí y decidas de una buena vez matarme!
- No tientes a tu suerte…
- ¡Obsérvame!
- Amo bonito, hemos traído la comida…
- ¡Gracias al señor Jaken hicimos una gran pesca, señor Sesshomaru!
- No es para tanto, niña tonta… ¿Amo Sesshomaru?
El Youkai tenía una fiera mirada puesta sobre Kagome, quien le desafiaba a matarle.
- ¿Uh? ¿Qué sucede…? – pregunta Rin, cándida a ello.
Sin embargo no hubieron respuestas, el Gran Sesshomaru se retiró de allí sin más.
- Etto… Kagome-san ¿Ha pasado algo?
- No es nada, Rin-chan – le sonríe levemente mientras suspira.
- Lo que yo creo es que te has salvado por muy poco de que mi amo bonito te matara, estúpida mujer…
- ¡¿Cómo me has dicho?! – se dirige a Jaken y le da un fuerte golpe.
- Se lo tiene merecido, señor Jaken – le mira mal, Rin- Ande, coma algo Kagome-san.
- Eh… Sí, pero puedes decirme sólo Kagome, Rin-chan – sonriéndole.
- ¡Está bien! – feliz- ¡Señor Jaken venga a comer!
- Humanas impertinentes, no sé cómo mi amo bonito aún las deja vivas… - murmura mientras se levanta.
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- ¿Aún nada? – pregunta Sango.
- No… Pero sé que se Kagome se encuentra todavía en esta época – anuncia Inuyasha, comenzando a preocuparse.
- ¿Dónde estará la señorita Kagome? Tengo un mal presentimiento…
- No diga eso, excelencia, aunque… Yo también la tengo…
- ¡Waaa! ¡Espero que Kagome esté bien! ¡Si le pasa algo jamás te lo perdonaré, Inuyasha! – llora Shippo.
- … - más preocupado, él sigue olfateando.
Continuará...
Gracias por leer ^ ^
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"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
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"Oculta Realidad..."
Rin dormía sobre Ah-Un. La noche había caído desde hace rato y ellos seguían caminando…
- “¿Por qué caminamos aun a estas horas? ¿Qué estará tramando?” – piensa Kagome.
Luego observa como llegan hasta una cueva, bastante refugiada, iluminada por la luna.
- “Oh, así que eso era… Buscaba un lugar seguro donde Jaken y Rin puedan descanzar… Tal vez… Y solo tal vez no sea tan malo como aparenta…”
- Humana, ponte al lado de Rin y duérmete – le ordena de mala forma y serio como siempre, Sesshomaru.
- Me llamo Kagome – le dice, algo hastiada con eso de “humana”.
- No me interesa, duérmete – le ignora.
- “¡Aish! ¡Qué coraje! ¡Es tan molesto! Es casi tan igual de fastidioso que Inu… Yasha… Inuyasha…” – se acuesta – “Inuyasha… Quisiera ocupar su lugar… El lugar que ocupa Kikyo… Inuyasha… No has venido a buscarme… ¿Estarás con ella?... Yo… - comienza a llorar en silencio, como todas las noches – “Yo no puedo olvidarte… Inuyasha… No puedo con esto… Inuyasha… ¿Por qué…? ¿Por qué?... Deseo…” – se levanta, observa que todos duermen (o eso cree), de a poco y despacio se aleja, hasta llegar al río… Allí se detiene.
Llora, continúa llorando, porque su alma está quebrada, porque ya no puede más, él no le corresponde… El corazón le pesa y desea arrancárselo del pecho para dejar de sentir… Dejar de tener dolor… Dejar de llorar… Dejar de… Amar a Inuyasha…
- “Es imposible…” – su llanto se hace quejido. Es un lamento, una herida sin venda, abierta de par en par por sobre todo su cuerpo, que no ha de ser curada.
- Inu… Yasha… - las lágrimas no dejan de salir y no sabe, no entiende cómo no paran de caer…
- ¿Qué haces aquí? – pregunta Sesshomaru, tomándola de sorpresa, y sabiendo desde el principio que aquel olor salado que percibe desde hace tiempo proviene de sus ojos.
Kagome no le contesta. Sesshomaru continúa detrás suyo, sin moverse.
- Dé-déjame… - le dice con la voz entrecortada por el llanto; le molesta que aquél ser sea de aquella forma cuando ella se encuentra rota en dos.
- ¿Por qué lloras por ese imbésil? – escupe rudamente pero mostrando a la vez indiferencia.
- ¡Tú no lo conoces! – le grita furiosa – Él… Él…
- Se ha ido con esa muerta.
- S-si lo sabes, ent-tonces no me m-molestes – se da la vuelta, soltando unas pocas lágrimas, y le mira irritada.
- Los humanos son tan débiles y repugnantes… - dice comenzando a darse la vuelta para irse. Recetas faciles y rápidas
- ¡¡Y tú eres un demonio estúpido y entrometido!!
¡¡¡ZAS!!!
La estampó contra un árbol, alzándola mientras la tenía tomada por el cuello, fuertemente.
Iba a matarla, no tenía por qué seguir soportando aquella mujer despreciable, ni seguir perdonando sus impertinencias.
Iba a matarla… ¡Y cómo lo disfrutaría! Vería la sangre correr por sus dedos ¿Quería dejar de sufrir? ¡Pues bien! La mataría y la mandaría directo al mismísimo infierno. Le haría ver lo que es realmente el dolor; su vida entera será consumida por---
- Mátame. Anda, hazlo ¡¿Qué rayos estás esperando?! ¡Mátame! ¡No quiero tener que ver a Inuyasha y a Kikyo juntos otra vez! ¡No quiero tener que volver a verlos! – llorando - ¡Es suficiente para mí! ¡Mátame!
- …
- ¡Sesshomaru…!
- ¿No tienes siquiera un poco de orgullo? – pregunta con suma frialdad.
- … ¿Eh…? –se extraña al verlo tan… ¿Furioso?
- Creí en un pasado haber visto algo de orgullo en tus ojos.
- … ¿Sessho---
- Me das asco, desear morir por un medio demonio despreciable como Inuyasha, que ha elegido una vida mediocre y miserable al lado de una muerta.
- … - Kagome solo puede sorprenderse – “¿Se-Sesshomaru…? ¿Por qué él…? ¿Sesshomaru me está diciendo estas cosas? ¿Qué…?” – sus ojos se abren desmesuradamente sin poder creerlo.
Por el contrario, el Youkai la suelta, sin delicadeza alguna y se aleja, sin agregar una palabra más, ignorándola como de costumbre.
- … ¿Pero qué…? – sin salir de su asombro.
Continuará...
Lamento que este cap sea algo corto.
Muchas gracias por leer ^ ^
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"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Oculta Realidad..."
Mediodía del día siguiente.
- Kikyo…
- Inuyasha…
- Kikyo…
- Ah… Inu…
- Ah, eres… Eres hermosa, Kikyo…
- Ahh, Inu-yasha!
- Mmn… Ahh…
En otro lado…
- ¿Dónde se habrá metido ahora Inuyasha? ¡Tenemos que seguir buscando a Kagome! – grita Shippo.
- Ese Inuyasha… - murmura Sango, molesta.
- Miren… ¿No son esas las serpientes de Kikyo? – pregunta Miroku.
- Eso quiere decir que… Excelencia
- Sí, están juntos…
- ¿Qué? ¿Inuyasha está con Kikyo? ¡Ay, ese perrucho! ¡Vamos a---
- No vamos a ir a ninguna parte, Shippo – le corta el monje.
- ¿Y eso por qué, excelencia?
- Siii ¿Por qué?
- Solamente vamos a quedarnos aquí hasta que regrese…
30 MINUTOS DESPUÉS…
- ¡Inuyasha!
- ¡Al fin apareces! – grita Shippo viéndolo entrar a la cabaña.
Miroku sólo le mira.
- Ya, no hagan tanto escándalo ¿Qué hacen? – se arregla “disimuladamente” su Obi (parte media de la vestimenta).
- ¿Cómo qué hacemos? – Sango y Shippo entran en cólera - ¡Tenemos que ir a buscar a Kagome!
- ¡Pero no me griten!
- Inuyasha… - habla el monje.
- ¿Qué quieres monje Miroku? – pregunta con ira.
- Dime… ¿Qué tanto placer da un cuerpo sin vida?
Silencio.
- ¿Eh? ¿De qué hablas, Miroku? – pregunta desconcertado, Shippo.
- Excelencia, usted…
- … - Inuyasha rojo de rabia y vergüenza- ¡Tú…! ¡Pedazo de---
- Vaya… - se sorprende el monje – Sólo estaba insinuándolo, pero no creí que fuera cierto…
- ¡Maldito…!
- No me mal interpretes Inuyasha, lo que hagas con tu vida no le cocierne a nadie, sólo a ti… Y a Kikyo, por supuesto, pero tu actitud hace sufrir a la señorita Kagome y---
- ¡Kagome no sabe nada de esto y no tiene por qué saberlo tampoco!
- ¿Estás seguro Inuyasha? ¿No crees que ella se lo puede haber imaginado? O tal vez no, la señorita Kagome es muy pura para pensar en eso o en que tu la traiciones de esa forma, sería lo peor para ella…
- ¡¿Qué quieres Miroku?! ¡¿Estás buscando pelea?! ¡¿Eso es?! ¡Dímelo, cobarde!
- ¡Sólo busca a Kagome, pídele disculpas y deja que vuelva a su época para que termines con esto de una buena vez, Inuyasha!
- …
- Monje Miroku…
- Excelencia…
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Despertó.
El sol le daba en la cara.
Miró a su alrededor… Nada.
Así que eso era. Se habían ido, la habían dejado sola como también lo hicieron sus compañeros.
Le entristecía, dolía, pero se lo imaginaba, anoche había colmado la paciencia de Sesshomaru, porque era conciente de que ese demonio había sido paciente con ella, en otras circunstancias la habría matado a la primera vez.
Pero su alma era un manojo de incertidumbres y melancolía, y ahora encontrándose sola deseaba más que nunca la muerte, en ese mundo donde nadie la quería…
- Ese olor… - se levantó de su sitio y caminó varios metros, hasta llegar a un descampado en donde en el medio un enorme árbol acompañaba a los individuos que almorzaban.
- ¡Kagome-san--- Quiero decir ¡Kagome-chan! ¡Venga a comer!
- ¡Rin! Niña tonta ¡No grites!
Los observó… ¡No se habían ido!
Sobre el inmenso árbol, más bien afirmado a él, Sesshomaru…
De repente se sintió un poco tonta, pero aliviada.
Sonrió con sinceridad, por primera vez en semanas y se acercó a ellos.
- Buenos días – dijo.
- Buenas tardes serán, mujer tonta, es mediodía – le reprende Jaken.
- ¿Eh? ¿Mediodía?
- Sii, es que esperábamos a que despertaras, Kagome-chan – sonrió la niña.
- ¡Sólo tu la esperabas! ¡No metas a los demás en tus ridiculeses---
- Jaken – le calla Sesshomaru, hastiado y serio.
- Lo siento mucho, amo bonito…
- Jajaj, venga, siéntate Kagome-chan.
- Gracias, Rin… - mira a Sesshomaru pero este la ignora, no le sorprende ni quita su buen humor- Esto está delicioso…
- ¿Verdad que sí? – dice la pequeña, sonriente, y sigue comiendo.
Todo transcurre dentro de lo normal, para luego dejar de almorzar y volver a sus andanzas…
Kagome no sabe qué decir, Sesshomaru… Él… Sin saber por qué ella se siente feliz después de mucho tiempo.
Entonces, de repente… Se detiene.
- Siento… La presencia de un fragmento – anuncia.
Silencio general.
- ¿Por dónde? – pregunta el Youkai.
- Hacia allá – señalando el oeste.
- Andando – dice y sale a la velocidad de la luz, mientras Jaken, Rin y Kagome montan a Ah-Un y le siguen.
Al llegar observan que una gran mantis ataca a los aldeanos del lugar.
Sesshomaru saca a Tokijin. Más, no ataca a la bestia. Se dirige a otra dirección.
- ¡¿Pero qué hace?!
- Amo Sesshomaru no busca gastar energías con monstruos patéticos, mujer necia, él va tras Naraku – le grita Jaken.
- ¡¿Naraku?!
- Ese miserable se burló y engañó al amo bonito, eso jamás se lo perdonará.
- Naraku… Ya veo… Pero…
- ¿Qué, Kagome-chan?
- ¡Alguien tiene que ayudar a los aldeanos!
- ¡Já! Olvídate de ellos, mujer--- ¡Oye qué haces! ¡Vuelve acá!
Kagome saltó de Ah-Un y buscó inmediatamente con la vista un arco y flechas. No tardó en hallarlas y decidida lanzó una hacia aquella mantis gigante...
Continuará...
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"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivamente de Rumiko Takahashi."
"Oculta Realidad..."
- ¡Alguien tiene que ayudar a los aldeanos!
- ¡Já! Olvídate de ellos, mujer--- ¡Oye qué haces! ¡Vuelve acá!
Kagome saltó de Ah-Un y buscó inmediatamente con la vista un arco y flechas. No tardó en hallarlas y decidida lanzó una hacia aquella mantis gigante.
La flecha fue ridícula ante su mirada, no tenía fuerza… Lanzó una, dos, tres más, pero nada…
- “¿Por qué?” – se preguntó, entonces lo comprendió. Durante aquellos días que estuvo deprimida, su alma se iba desgastando poco a poco, perdiendo energías; si quería recuperarse debía volver a ser la Kagome de antes, olvidar el dolor que su corazón guardaba, recuperar las fuerzas de antes, el valor, su esencia, el… Orgullo.
Mientras, Sesshomaru volvía por el camino en el que se había ido. En su mirada se notaba a leguas su ira e indignación… Seguramente producto de que Naraku había logrado escapar, aunque no se había llevado el regalo que dejó para aquellos aldeanos indefensos…
Esta vez, Kagome tomó una flecha, y pensó en los habitantes de allí, en las vidas inocentes lastimadas, en lo que realmente importaba.
Apuntó en la cabeza de la mantis, y no dudó.
- ¡Muere! – la flecha poco a poco fue tomando fuerza, un gran haz de luz la rodeó, con más intensidad que veces anteriores, y finalmente (y rápidamente) llegó hasta su objetivo y lo eliminó por completo.
Sorprendidos, los aldeanos se acercaron a ella, felicitándola, agradecidos ante ello.
- ¡Es usted muy buena, señorita!
- ¡Nos has salvado!
- ¡Muchas gracias!
- ¡Se lo agradecemos!
- ¿Qué podemos hacer por su amabilidad?
- Eh… - Kagome los miró. Algo dentro de ella se removió, se sentía… Muy bien.
Después de tan caluroso afecto, los aldeanos se fueron retirando.
Bajando de Ah-Un, Rin se acercó a ella.
- ¡Wow! Eres genial, Kagome-chan, no sabía que podías hacer eso…
- Ya, ya, ya, no es la gran cosa, mi amo bonito es muchísimo más fuerte y---
De nuevo Jaken recibe una patada de su amo (XD)
- ¡Señor Sesshomaru! ¿No le pareció genial? – le pregunta Rin, contenta.
Sesshomaru miró a Kagome que, sin saber por qué, se sonrojó levemente.
- Vámonos – sentenció sin más, quitando la vista de ella y alejándose.
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- ¡Ya te he dicho que la siento cerca, Shippo!
- ¡¿Entonces, qué te detiene, perro tonto?!
- Que… No entiendo por qué el aroma de Sesshomaru también se encuentra cerca…
- ¿Sesshomaru? – se extraña Miroku.
- ¿Te refieres a tu medio hermano? – pregunta Sango.
- Espero que Kagome no se haya encontrado con él… - teme Shippo.
- Si me entero que ese miserable le ha hecho algo, las pagará muy caro – Inuyasha rechina sus dientes.
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Ya era de noche.
Todos dormían, excepto aquél Gran Youkai, que alejándose un poco del grupo se fue hasta un claro del bosque, en donde la luna resplandecía en todo su esplendor.
Sentía la presencia de su medio hermano desde hacía rato, no muy lejos de allí.
Le molestaba, no sabía por qué, pero estaba seguro que venía a buscar a esa mujer…
Ya imaginaba lo que pasaría: ella saldría corriendo y llorando a sus brazos, como humana que es, porque Inuyasha, por más imbésil que haya sido por optar a elegir a una muerta en vez de la viva, era una ser gentil y toda esa basura.
- “Repugnantes humanos… Tan débiles y patéticos…”
Pero si algo le cabreaba más que nada era ¡Que él perdía el tiempo pensando en sandeces de una especie TAN inferior!
Un ruido lo alertó.
Entonces la vio a ella, acercándose.
Ciertamente la notaba distinta, sus ojos tenían un brillo que mucho tiempo antes había visto y que por un período había desaparecido… Pero ahora estaba de nuevo en su mirada.
Se quedó de pie a su lado.
Él la miró de reojo por unos momentos, pero enseguida viró su vista de nuevo al frente.
- Sesshomaru…- le llamó y el otro volvió a mirarla de reojo unos segundos, indicándole que la escuchaba - … Gracias…
Una suave brisa meció sus cuerpos.
- ¿Por qué?
Ella se giró y él volvió a mirarla. Sintió su mirada más penetrante que nunca.
- Porque, conciente o inconscientemente, me has devuelto en sí.
Sus ojos se mantuvieron de aquella forma, sin separarse de los otros. El viento danzaba a su lado, la paz les rodeó como una burbuja…
Apartó su mirada de ella.
- Vé a dormir, hu---
- Kagome – le interrumpió amablemente – Me llamo Kagome, y antes de que digas algo – le frenó cuando el Youkai abrió la boca para reclamar – Sí, me voy a dormir. Buenas noches, Sesshomaru.
Y así se alejó, volviendo por donde vino…
Se notaba distinta, recuperada, como lo era en un principio. Aunque a veces cierta melancolía desprendía de su voz, definitivamente había vuelto en sí.
… Y fue apenas, pero muy apenas e inconscientemente, producto de días raros y atareados, con demasiados humanos, pero… Sesshomaru sonrió, levemente, casi imperceptible, de lado.
¡Nuevo día!
- Amo Sesshomaru ¿A dónde vamos con tanta prisa? – preguntó Jaken, sobre Ah-Un junto a Rin y Kagome, iguales de confundidas.
- Guarda silencio, Jaken.
- ¡El que vayamos rápido lo hace más divertido! ¡Wiii! – se emocionaba Rin.
- ¡¿De qué hablas, niña tonta?!
- No sea amargado, señor Jaken jeje.
- “Me pregunto si habrá pasado algo… Lo noto distinto… Mmm, tal vez sólo sean imaginaciones mías.” – pensaba Kagome.
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- ¡Inuyasha! ¡¿Pero qué te pasa?! – le preguntó Sango.
- ¡Pasa que ese maldito de Sesshomaru ha detectado mi presencia y se ha ido de aquí rápidamente el muy cobarde!
- ¡¿Estás seguro?!
- ¡Por supuesto que sí, monje estúpido!
- ¡Pero qué rayos contigo! ¡¿Por qué estás tan molesto, perro tarado?!
- ¡Porque ha desaparecido el aroma de Kagome, Shippo!
- ¡Espera! No estarás insinuando que… - Miroku y Sango
.
- ¡Que ese desgraciado tiene a Kagome!
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Luego de tanta persecución, bajaron a tierra, a orillas de una cascada.
Eso les permitió a Rin y a Kagome asearse, por supuesto y como siempre fuera de la presencia de los “caballeros”.
Kagome, que pensaba ponerse su uniforme de siempre, observó que Rin traía consigo dos kimonos y que le ofrecía uno de ellos.
- Rin ¿De dónde…?
- El señor Sesshomaru me los dio ayer ¿Verdad que fue muy bueno de su parte?
- Sí…
El kimono de Rin era bien mono, de un lindo color rosa claro. Mientras que el de Kagome, era de un hermoso color amatista y con la diferencia de que abajo no era ajustada sino más bien suelta, como los vestidos con vuelos de los de su época.
- ¡Waaa! ¡Estás hermosa, Kagome-chan!
- Je… Tu también te ves muy linda, Rin-chan.
- ¿En serio? ¡Siii~! – da vueltas.
- Bien, ya basta, no sé por qué hacen tanto alboroto por unos insignificantes kimonos.
- ¡Qué amargado, señor Jaken!
- ¡Niña insolente!
- Lero, lero ¡Está celoso! Jeje.
- ¡Já! ¿Celoso yo? Sueña, niña…
Kagome los miraba sonriente. Ese era un par bastante peculiar.
- ¿Y el señor Sesshomaru? – preguntó Rin, cortando los regaños de Jaken.
- ¡Que eres despistada! Salió hace rato…
- ¿A dónde? – preguntó, esta vez, Kagome.
- Eso no se pregunta, mujer, el amo bonito me dejó a cargo de ustedes, es todo lo que debes saber… Aish, con lo que me molestan, desearía que el amo las eliminara y--- ¡Amo Sesshomaru! – recibe otra patada de su amo.
- ¿Ya han comido? – preguntó serio como siempre, ignorando los quejidos de su sirviente.
- ¡Sí, señor! – exclamó Rin, mientras que Kagome sólo asintió.
- Bien, Jaken, Rin, Kagome, andando – ordenó.
Sin embargo, los tres se quedaron congelados en su lugar…
- “¡El señor Sesshomaru llamó a Kagome-chan por su nombre!” – pensó Rin, feliz.
- “No puedo creerlo… ¿El amo bonito acaba de pronunciar el nombre de esa mujer…?” – no muy contento con ello, Jaken.
- “… Me ha… Sesshomaru me ha llamado por mi nombre…” – instintivamente sonrió.
- ¿Y ahora qué les pasa? – preguntó el Youkai en un tono bastante aterrador.
- ¡Ay, nada amo bonito! ¡Caminen ustedes!
- ¡Siii!
- …
Continuará...
Este cap es algo largo en compensación por el tiempo que me tardé...
Pregunta: ¿Quedó algún personaje un poco OCC?
Gracias por leer ^ ^
Este cap es algo largo en compensación por el tiempo que me tardé...
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Oculta Realidad... by uchiha-roo
Kagome sabe que con Kikyo de por medio, las tiene de perder… Oculta Realidad... by uchiha-rooSummary: Oculta Realidad... by uchiha-rooSummary:
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2024-09-21
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