No soy una Heroina by Lauren Hat

No soy una Heroina by Lauren Hat

 

 

 

No soy una Heroina by Lauren Hat
Summary:

 

La historia de Rainie Sward:

 

Desde siempre las palabras rara, especial y fenómeno, fueron usadas para referirse a ella

 

Fortaleza, confianza y poder…

 

Fueron las consecuencias de escucharlas constantemente

 

¿Que hacer cuando a pesar de estar rodeada de lujos y comodidades, no tienes lo único que has soñado?

 

Normalidad…

 

¿Qué hacer con un gran poder que reside en tu interior?

¿Qué hacer cuando el mundo esta en peligro y eres mas una villana que una heroína?

 

 

 

Personaje original para el fanfic “Escuela de Héroes”

 

Capitulo especial:

!Rainie in Wonderland!

 

 


Categories: COMIC, ORIGINALES Characters: Ninguno
Generos: Drama
Advertencias: Ninguno
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 5 Completed: No Word count: 11322 Read: 391 Published: 25/06/2013 Updated: 25/06/2013
Summary:

 

La historia de Rainie Sward:

 

Desde siempre las palabras rara, especial y fenómeno, fueron usadas para referirse a ella

 

Fortaleza, confianza y poder…

 

Fueron las consecuencias de escucharlas constantemente

 

¿Que hacer cuando a pesar de estar rodeada de lujos y comodidades, no tienes lo único que has soñado?

 

Normalidad…

 

¿Qué hacer con un gran poder que reside en tu interior?

¿Qué hacer cuando el mundo esta en peligro y eres mas una villana que una heroína?

 

 

Personaje original para el fanfic “Escuela de Héroes”

 

Capitulo especial:

!Rainie in Wonderland!

 

 


Categories: COMIC, ORIGINALES Characters: Ninguno
Generos: Drama
Advertencias: Ninguno
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 5 Completed: No Word count: 11322 Read: 391 Published: 25/06/2013 Updated: 25/06/2013
Story Notes:

 

 

Story Notes:

 

 

Soledad by Lauren Hat
Author's Notes:

Bueno...

vuelvo a subir esta historia ahora bajo un nuevo Nickname

espero que disfruten nuevamnete esta historia.

 

Por cierto este Fic trata sobre la vida de Rainie Sward personaje que cree para el Fic interactivo Escuela de heroes escrito por Taishita Taisho

https://fanfic.es/viewstory.php?sid=33216

Author's Notes:

Bueno...

vuelvo a subir esta historia ahora bajo un nuevo Nickname

espero que disfruten nuevamnete esta historia.

Por cierto este Fic trata sobre la vida de Rainie Sward personaje que cree para el Fic interactivo Escuela de heroes escrito por Taishita Taisho

https://fanfic.es/viewstory.php?sid=33216

 

 

Ella es un fenómeno…

No la mires mucho, es probable que te ataque…

 

Eres anormal….!Aléjate!

 

.

.

.

 

 

Unos violáceos ojos se abrieron de manera imprevista, su mirada se fijo en el dosel que reposaba en la parte superior de su cama. Estaba realmente harta, nuevamente tenia ese sueño. 

 

La pequeña joven se irguió en su cama para quedar sentada  y luego soltar un suspiro cansino.

 

Aquel sueño no era una pesadilla ni nada por el estilo, ojala lo fueran, simplemente eran sus recuerdos persiguiéndola, recuerdos que eran el impulso para ser lo que era hoy.

.

Desde pequeña Rainie creció escuchando esas palabras, pero esas no eran las únicas que la habían rodeado…

 

 

 

 

Eres alguien especial…

Es una chica excepcional…

Eres un prodigio…

 

 

 

Y aquellas no eran sin fundamentos, o por el hecho de ostentar el apellido Sward, sino por méritos propios…

 

 

A los dos años y medio aprendió a hablar con total fluidez

A los cinco años hablaba 6 idiomas

A los seis años practicaba equitación, ballet, gimnasia rítmica y atletismo

A los ocho años sabía Judo, Jiu-jitsu y era cinturón negro en karate

A los 10 años sabía armar y desarmar un motor,

A los 13 años entró al MIT  y comenzó sus estudios en Ingeniería Eléctrica y ciencias computacionales, para ayudar a su padre en los laboratorios experimentales de su compañía: SwardCorp.

 

 

Todos esos logros la llevaron a ser halagada y reconocida, pero a pesar de todo eso siempre había una constante, y esa era la distancia que mantenían sus padres con ella desde que descubrieron su “Don”.

 

Mientras se ponía de pie rumbo al baño para empezar el día, comenzó a recordar cuando su padre le había contado cuando fue que se manifestó aquello que la hacia Especial, ya que ella no lo recordaba. Aquel día en el que su vida nunca pudo recuperar su hilo normal, a causa de una rabieta que tuvo a los 4 años, durante la cual tanto su madre como los empleados a su alrededor pudieron presenciar como durante la pataleta que tenia, una esencia comenzó a salir de ella para luego proyectarse a su alrededor como una versión suya mas grande y destruir de un solo movimiento la pared de su habitación.

 

A partir de allí la complacían en todo lo que pidiera, para evitar que aquello se saliera de control, pero al mismo tiempo el rechazo comenzó y a pesar de tener un coeficiente intelectual superior, ella solo era una pequeña de cinco años que aprendió a hablar seis idiomas para decirles “Te quiero” a sus padres, por que en su interior pensaba que ellos no les respondían debido a que, quizás, no la entendían cuando hablaba.

 

 

 

Mientras se vestía, la pelinegra dejo ver una sonrisa sínica al imaginar la “ella” de aquel entonces.

 

 

-Patética - pensó

 

 

Por mucho que ella se esforzara ellos solo querían mantenerla lo mas lejos posible, cosa que quedó muy clara aquel día en el que encontró a sus padres discutiendo por su culpa, aquel día en el que descubrió, que ella no era normal…y que su madre no la quería…

 

 .

 .

 

Una Rainie de seis años corría muy feliz por los largos y ostentosamente decorados pasillos de su casa, sosteniendo entre sus dedos el certificado de que había sido promovida a cinturón azul en Karate, sin embargo al momento de colocar su mano sobre el pomo de la puerta del estudio de su padre, la voz de su madre la detuvo.

 

-porque pasó esto Duncan – dijo aquella mujer pelinegra con rencor evidente en su voz –…porque tiene que ser así… yo solo quería una pequeña que siguiera mis pasos, que se pusiera mis tacones, jugara con mi maquillaje y que me preguntara sobre chicos… ¡una niña normal!

-Regina…es tu hija de la que estas hablando – le comento el hombre con aparente desinterés tratando en vano de que se tranquilizara - ella es…especial, solo hay que adaptarse

 

La pequeña para sus adentros se preguntaba porque repetían constantemente aquella palabra para referirse a ella

 

-¡claro que lo sé…pero es anormal! - exclamo la mujer con horror – ¡¿has visto esa cosa que se proyecta a su alrededor? y esa fuerza!…ella me atemoriza, no quiero verla cerca de mí…

 

.

 

 

Quiero una niña normal…

Ella me atemoriza…

Es anormal…

 

 

Aquellas palabras se grabaron con fuego en la mente de aquella chica de seis años para siempre…

 

 

Luego de escuchar aquello, supo que sus padres le temían, y a partir de eso, pudo sentirlo de manera evidente en la forma en que su madre guardaba las distancias con ella o como su padre la miraba, como un conejillo de indias, como algo que debería ser estudiado.

Los años pasaron y ella aun seguía siendo una niña que vivía rodeada de lujos y atención en aquella inmensa y solitaria mansión rodeada de muchos empleados que la miraban con cautela y la llamaban fenómeno entre susurros.

 

 

 

Una casa llena de personas en la cual se sentía sola…

 

 

 

Y fue aquel tiempo en el que el noticiero se convirtió en su único refugio, ya que solo allí le era posible verlo a él, al millonario Tony Stark.

 

Ella lo admiraba y a la vez lo envidiaba, ya que el tenia la vida que ella debería de llevar.

 

Ella debería ser una digna representante de su familia

Debería ser admirada

Debería ser querida

 

 

Ella debería ser muchas cosas y por eso se había decidido. Estaba cansada de auto compadecerse...

 

 

¿Y que si lloraba todas las noches?

¿Y que si sus padres no la querían?

¿Qué culpa tenia ella de tener aquel “don”?

¿Acaso había dañado a alguno de ellos?

 

 

Sin importar todo lo que hiciera para demostrar que era una buena chica, ella siempre seria la villana.

 

Y si ellos querían una villana eso seria lo que les daría…

 

Una caprichosa, arrogante, voluntariosa y muy, muy inteligente villana

.

.

.

.

Una vez lista, se paró frente al espejo de cuerpo entero para admirar que estuviera pulcramente vestida y su larga cabellera manejable, el reflejo que le devolvió este la satisfago, sin embargo su seño se frunció.

 

Hoy era el día en el que enfrentaría a su padre…

Sabia que Duncan Sward estaba haciendo cosas no debidas a sus espaldas, con respecto a un proyecto que ella estaba desarrollando y aquella era su oportunidad…

.

.

 

-pero señorita Sward no puede entrar ahí – decía nerviosa una chica de lentes y bata blanca con una mirada atemorizada – s-su padre esta trabajando en un proyecto muy importante

 

La joven a pesar de su baja estatura para los 15 años que ostentaba, tenía una actitud intimidante y una mirada dura, acompañada de una pose segura y arrogante

 

-proyecto que por cierto es mio – comento la joven de cabellos azabaches – así que quítate y déjame pasar…o si no, quien sabe, quizá no pueda controlarme…

 

Ante aquello a la joven asistente se quedo rígida como una estatua a causa del terror. Rainie supo que fue por su “habilidad” y rodó los ojos con molestia. Muy pocos sabían sobre su particularidad: sus padres, los empleados de su casa, quienes habían firmado un contrato de confidencialidad y los más cercanos colaboradores de su padre en el laboratorio.

Por un momento se sintió mal por la forma en la que hizo sentir a la joven asistente, pero luego le dio igual y paso dejando atrás a la chica que la miraba cohibida.

 

Cuando entró al laboratorio el hombre de cabello cobrizo que se encontraba allí giró la mirada con expresión neutra por la intromisión, y al notar que era ella se enderezó para recibirla

 

 

-Rainie que haces aquí – dijo el mayor mientras se quitaba las gafas protectoras que usaba en ese momento –…y sin una bata de laboratorio.

-eso no es relevante – interrumpió la chica sin consideración – solo quiero saber porque todo el mundo cree que el prototipo “control_mind01” fue creado por ti y no por mi

 

 

El hombre la miro fijamente sin cambiar un ápice de su expresión

 

-¿sabes lo expuesta que estarías si fueras la titular de este proyecto? – Comentó el padre de la joven – Rainie, eres mi hija, y no quiero que estés en peligro

 

La chica rió secamente, esa era la excusa mas rebuscada que ella espero escuchar de sus labios

 

-no será por los rumores de un “premio Nobel” – acotó la pelinegra con burla, haciendo que la expresión de su padre se crispara –…para ser sincera, no estoy interesada en un premio mas, ya no tengo donde ubicarlos – agregó la joven con suficiencia – te cedo ese honor padre, solo quiero algo a cambio

 

El hombre la miro y no pudo evitar pensar cuando fue que su pequeña niñita dejo de decirle “Te quiero” en coreano, para convertirse en esta chica que exuda poder y confianza.

 

-dime – fue lo pronunció el mayor

 

 

Y una sonrisa desilusionada se extendió por el rostro de la joven

 

 

Sabia que su padre no dudaría en darle lo que pidiera, el no perdería todo lo que ese proyecto representaba por nadie, ni siquiera por su hija, y eso la entristecía.

Después de todo, ese proyecto lo desarrollo para él, aunque no lo supiera,

Y sin embargo él no dudó ni un segundo, en nombrarse titular de un proyecto que ella creó.

 

 

Fiasco…él era un fiasco

 

 

-quiero mudarme de casa

 

 

Ante aquello el hombre abrió sus ojos a causa de la sorpresa, nunca espero que ese fuera su pedido

 

 

-…también la mitad de todas tus ganancias por este proyecto

-¡estás loca! – se exaltó el hombre saliéndose de sus cabales mientras caminaba como un león enjaulado

-solo quiero tomar control de lo que me pertenece – dijo la joven aparentando desinterés – tu te quedas con la admiración, el reconocimiento, los premios, elogios y toda esa basura…y yo me quedo con lo que en verdad me corresponde

 

El hombre apretó la mandíbula y recordó que hablaba con su hija, a la que no había visto por mucho tiempo, a la que había abandonado en muchos sentidos, a la que lo había superado…la que era su orgullo y rival.

 

Soltó un suspiro

 

-si, has lo que quieras – dijo el – las ganancias llegaran a tu cuenta

-gracias, papi…

 

Dijo ella para luego retirarse y dejar atrás a su objeto de admiración, al que siempre había sido su meta y la había defraudado.

 

.

.

.

 

A pesar de su expresión neutra, el dolor la estaba consumiendo.

Primero su padre la defrauda, y ahora su madre sonreía. Sonreía porque ella se iba de casa

Fue una casi una tortura ver como su siempre atemorizado semblante se convertía en uno aliviado, al anunciar que se mudaba, parecía que le quitaba un peso de encima

 

-Rainie, este es un gran paso para ti…vas a ser una chica independiente…- comenzó la mujer de cabellos oscuros una perorata sobre como debía de cuidarse, cosa que la joven ignoró, sabia que su madre hacia todo eso para disimular la euforia que sentía en su interior

-madre, ya detente – le dijo chica – no es necesario que me digas todo eso

 

La mujer quedó desconcertada un momento pero luego recuperó la sonrisa, cosa que hizo que Rainie frunciera mas el seño, sin embargo Regina, ignoró eso y comenzó a acercarse a la joven con la intención de abrazarla

 

-¡qué crees que haces! – exclamó la de ojos violáceos al tiempo que extendía su mano ocasionando que la mujer se detuviera y mirara con temor aquella mano con dirección a ella – puedo tolerar toda esa charla sin sentido con el fin de parecer una buena madre, pero no permitiré que me des un abrazo hipócrita

-Rainie que e-estas diciendo…s-solo quiero acercarme a ti…despedirme – comenzó a balbucear la madre de la joven

-en muchos años no quisiste ni verme y hoy crees que tienes el derecho de tocarme – manifestó la chica con calma tratando de ocultar la tristeza que encerraba aquella frase -…de todas maneras no te culpo, las personas temen a lo que no pueden comprender o lo que no pueden controlar…Adios madre.

 

 

Finalizó la joven pelinegra dándole la espalda y comenzando la marcha hacia la salida, dejando a tras a la que debía ser su madre y nunca lo fue.

 

 

.

.

.

 

Mientras iba en el carro con rumbo a su nuevo hogar, sintió el peso de su decisión, y todo lo que eso acarrearía, había abandonado a su familia,  estaba escapando de aquella jaula de cristal en la que vivía y a pesar de que sintió tristeza, no se arrepentía, ese era el primer paso para llevarse al mundo por delante y demostrarle  a los demás que Rainie Sward no se dejaba amedrantar por nada, ni siquiera por el dolor o la desesperación que la estaba consumiendo.

 

Mientras el auto pasaba por una parte oscura de los suburbios, por la ventanilla pudo vislumbrar que  un chico se encontraba rodeado por otros con mala pinta, y era atacado.

 

Con voz firme le pidió al chofer que se detuviera, este le devolvió una mirada incrédula al echar un vistazo al barrio en el que se encontraban.

Ella suspiró. Sabia que el chofer estaba pensando si estaba loca para quedarse en un sitio asi

 

-ve a mi nueva casa y deja el equipaje – ordenó mientras se bajaba del auto – y no vuelvas por mi, yo me puedo cuidar sola – luego de eso el chofer asintió y emprendió la marcha

 

Mientras se acomodaba la falda del vestido que usaba y se recogía su cabello en una coleta, pensaba en lo absurdo de lo que iba a hacer.

 

 

Supongo que tendré que hacerme la heroína para terminar siendo la villana…

.

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.

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Author's Notes:

 

Este es el segundo capitulo, en el aparecera otro personaje creado por mi para el fic Escuela de Heroes de Taishita Taisho, llamado Ezio Dominicetti

 

buenoo

A Leer!!

Author's Notes:

 

Este es el segundo capitulo, en el aparecera otro personaje creado por mi para el fic Escuela de Heroes de Taishita Taisho, llamado Ezio Dominicetti

 

buenoo

A Leer!!

 

A paso lento, la pequeña joven se adentraba al callejón donde se encontraban alrededor de ocho pandilleros con mala pinta rodeando a un joven que se encontraba en el piso y al cual en su rostro se notaban unos cuantos moretones, pero lo mas extraño era que el chico sonreía cosa que hacia irritar aun mas a sus atacantes

 

-¡por Dios! Tienen que ser los pandilleros tan cliché – musitó la pelinegra llamando la atención de los presentes – vistiendo ridículamente y abordar a algún imbécil que se mete en los callejones oscuros

 

Todos los integrantes la vieron con irritación, pero fue el tipo más alto y rudo de todo el grupo, que además iba armado con un bate, el que dio un paso fuera del círculo y se dirigió a ella

 

-piérdete niñita, o es que tus papis  nunca te dijeron que no te involucraras en lo que no te importa – dijo con hostilidad buscando asustarla, cosa que no consiguió –…pero ya que estas aquí podría quitarte tus cosas y hacer que te vayas llorando

 

Ante aquello los demás comenzaron a reír, como festejando la broma de su líder

 

-pues fíjate, que me dijeron que me alejara de los idiotas, ya que las estupidez es contagiosa – comentó con naturalidad y una nota de burla, haciendo que los demás rugieran de rabia al tiempo que otro daba un paso al frente para dirigirse a ella con expresión dura

 

-hasta aquí llegaste niñata – masculló entre dientes, para luego precipitarse sobre ella

-ey…ey…- dijo el chico que antes había estado en el suelo, mientras se colocaba de pie y se sacudía la mugre de su ropa – no puedo permitir que ataquen a una niña en mi presencia

-no necesito tu caballerosidad – musitó Rainie sin interés mientras hacia una rápida barrida con el pie al tipo que se había acercado a atacarla, haciendo que quedara mas bajo que su estatura, para luego tomarlo por los hombros, levantarlo y lanzarlo con fuerza contra el piso dejándolo inconsciente.

 

 

Al ver a su compañero en el piso los demás se detuvieron y la miraron con sorpresa para luego volver a mirarla con más furia.

 

 

-¡vamos a acabar contigo!- gritó l líder y así se dirigieron a atacarla. Preparándose para lo que venia ella adopto una posición de ataque, y de repente el chico que momentos atrás se encontraba en el piso se interpuso entre ella y los pandilleros que iban a agredirla

-dije que no permitiré que golpeen a una niña

 

Ante aquel apelativo Rainie se enojó. Está bien, lo reconocía, ella no era muy alta, pero tenía curvas en su cuerpo que denotaban que ya no era una niña.

 

-¡ya te dije que no necesito de tu caballerosidad! – gritó ella ahora al tiempo que lo apartaba de un empujón, para ir al encuentro del tipo del bate que era el líder, cuando estuvo cerca este arremetió contra ella utilizando el bate una y otra vez, no acertando ningún golpe ya que la joven esquivaba con gracia. Una vez que vio su oportunidad, ella atestó una contundente patada en el estomago del sujeto sacándole el aire, haciendo que este cayera al suelo sosteniéndose del dolor

 

Dos menos, faltan 6…

 

Cuando volteó, notó que el chico que intentaba  proteger se encontraba peleando con 3 sujetos y no pudo evitar reconocer que era bastante bueno. Pero no tuvo mucho tiempo para despejarse, ya que los otros 3 se dirigían a ella, y no precisamente con buenas intenciones. Con una rapidez impresionante comenzó un mano a mano con aquellos que la tenían rodeada, era casi una danza: esquivar, atacar, defender, atacar, patada, defender…

 

Mientras luchaba, no perdía de vista al otro chico que estaba peleando, y le pareció extraño que sus movimientos fueran tan mecánicos y controlados, y que además dejara espacio en su defensa de manera intencional, haciéndolo recibir uno que otro golpe.

 

Y fue en un segundo de desconcentración que uno de sus atacantes le acertó un golpe en el rostro, que la desestabilizó un poco, al tiempo que oía las burlas de su adversarios. Sintió como algo se deslizaba por su barbilla, cuando llevó sus dedos hasta allí, noto que aquello que le escurría era sangre…su sangre

 

 

Rainie sintió como la ira y el descontrol la invadía.

 

 

-¡imbéciles! – exclamó con voz de ultratumba, haciendo que las burlas cesaran – no saben que el rostro de una chica es su tesoro… ¡van a pagar por esto!

 

En ese instante comenzó a sentir como aquella esencia la rodeaba, y al percatarse de ello intentó controlarse y no permitió que esta se proyectara totalmente, haciendo que solo pareciera una leve aura a su alrededor. Los maleantes se habían quedado estáticos al ver aquello y lentamente comenzaron a retroceder, y aunque Rainie estaba controlada, el enojo aun no pasaba.

 

 

-ya aprenderán - dijo con una sonrisa de satisfacción, para luego lanzar una patada al aire hacia su dirección, haciendo que la onda expansiva de dicho movimiento los arrojara con fuerza hasta una pared dejándolos inconscientes.

 

Los miró con irritación al notar que a causa de aquel movimiento varios cabellos se habían salido de su coleta. Mientras se volvía a recoger el cabello se percato que los pandilleros que estaban peleando con el chico yacían inconscientes también.

 

 

Tres inconscientes en el piso, tres inconscientes junto a la pared, un poco mas allá el tipo que la atacó primero… eso hacia 7

¿Dónde estaba el tipo del bate?...

 

 

Paseó su vista por todo el callejón, pero no lo vio. Cuando estaba a punto de concluir que el tipo había escapado como el cobarde que era, lo vio acercarse por la espalda del chico, que intentaba socorrer y el cual se encontraba desprevenido recuperando el aliento, portando una navaja.

 

Ante aquello Rainie, comenzó a correr con dirección al sujeto

 

-¡ey tu…voltea! – le gritó al chico, llamando su atención de inmediato, sin embargo sabia que él no reaccionaria rápidamente, así que lanzó un puño al aire haciendo que la onda expansiva de aquel movimiento golpeara a aquel maleante, haciéndolo caer estrepitosamente al suelo

-gracias niña – musitó el chico con una sonrisa. Sin embargo Rainie lo ignoró para encaminarse hacia el sujeto que ahora se encontraba en el suelo mirándola con los ojos tornados del miedo.

-nunca te dijeron que por la espalda solo atacan los cobardes – dijo la chica para luego darle un golpe en el estomago haciendo que este se retorciera del dolor - …no te enseñaron el valor de la vida… - volvió a repetir la acción - …no te enseñaron sobre el respeto o la convivencia pacifica… – a cada palabra que ella decía iba acompañado de un golpe

-chaparra, creo que ya es suficiente – comento el chico, al tiempo que la agarraba por los hombros – el ya no te esta escuchando

 

Cuando su vista se fijó en el suelo, pudo notar que en efecto, el sujeto se encontraba inconsciente y en ese instante salió del trance en el que se encontraba. Le asintió al chico para que la soltara y así comenzar a calmarse.

 

 

¿Qué tal si ella no hubiera estado allí?

 

¿Y si no hubiese tenido aquella habilidad?

 

 

Si no hubiera sido así, tal vez en ese instante aquel chico que aun sonreía estúpidamente, se encontraría muerto, o desangrándose en sus brazos

Eso de que vidas dependan de ella no le agradaba en absoluto.

 

 

-por cierto, mi nombre es Ezio – dijo el chico presentándose, y por primera vez en la noche, la pelinegra pudo escudriñar como era ese chico físicamente, tenia el cabello de un rubio ceniciento, ojos de color ámbar, unas raras marcas de rasguño en su mejilla izquierda  además de aquella permanente sonrisa en su rostro que ya la estaba comenzando a perturbar

 

 

Ella se lo quedó viendo fijamente, para luego soltar un suspiro

 

-Rainie

 

Él se la quedó viendo fijamente ahora, y pudo notar como el rostro del chico se volvía rojo y sus mejillas comenzaron a inflarse para luego sin poder evitarlo, soltar una estridente carcajada

 

-Rainie…como “Rain” de lluvia – dijo el chico para luego seguir riendo

 

La vergüenza y la ira colisionaron en la chica, haciendo que su cara se viera cubierta por un sonrojo y sin poder evitarlo un puchero se instaló en su rostro

 

-p-pues es que mis padres se conocieron en un día lluvioso…o algo así...y p-pues  - trataba de explicar la chica haciendo que el chico aumentara su risa

-o sea que si se hubieran conocido en un día soleado te llamaras “Sunny” o en el amanecer “Sunshine”…

 

Esta lo miro como analizando sus palabras para luego irritarse, al percatarse de que se estaba burlando de ella

 

-bueno, ya estas a salvo así que me largo – dijo la chica produciendo que el chico detuviera su risa de inmediato

-gracias – dijo este con seriedad – eres mi heroína

 

Ella chistó

 

-créeme soy lo mas alejado a una heroína – comentó con la mirada baja – o es que acaso no lo acabas de ver, soy anormal

 

El chico frunció el seño, perdiendo todo rastro de diversión

 

-¿y que es lo normal?

 

Ante aquello, la pelinegra guardó silencio, esa era la incógnita que había tratado de solucionar durante toda su vida

 

-en fin, ya es hora de ir a casa, cuídate– dijo ella para comenzar la marcha, cuando iba unos pasos mas a delante, se detuvo y volvió la vista, y lo vio allí de pie, con la mirada nostálgica y una sonrisa triste en sus labios…y lo supo…el no tenia una casa a la cual volver

 

Soltó un suspiro de resignación

 

-que haces ahí parado como un idiota, ven – el la miró con desconcierto – no dije que es hora de ir a casa – y luego de esas palabras el pareció comprender  y nuevamente aquella sonrisa se instalo en su rostro, para dirigirse rápidamente hasta donde ella estaba.

 

 

 

Estaba cubriendo su cuota de buenas acciones…

 

.

.

.

.

 

Quería matarlo

Si, sencilla y llanamente quería matarlo. Estaba exasperada, ese chico no dejaba de cantar esa estúpida canción.

 

..When it's meant to be

I'll become a hero oh oh

So I wait wait wait wait for you

Yeah I'll be your hero!!...*

 

-¡quieres callarte! - gritó por fin, haciendo que el chico cesara de cantar para enseguida soltarse a reír

-ey...pero si solo era el agradecimiento para mi heroína - dijo el chico en tono burlón

 

Cosa que la irritó aun mas, realmente ese chico era insoportable, quizá hubiera sido mejor dejar que lo molieran a golpes

 

-a todas estas – comenzó a hablar el de cabello cenizo – que hacia una niña como tu a estas horas caminando por lo suburbios

 

Un tic de irritación se formo en su rostro

 

-¡no soy una niña! Tengo 15 años – exclamo exasperada

-¡en serio! – Inquirió el joven con sorpresa – ósea que eres una enana…ehh digo, gente pequeña* es el termino correcto, ¿cierto?

 

 

Miles de maldiciones en distintos idiomas desfilaron por la mente de la chica

 

-por cierto, ¿sabias que cuando lanzaste aquella patada pude ver tus calzones?

 

Y aquella fue la gota que reboso el vaso

Casi de manera involuntaria, su puño se movió rápidamente hacia el ya magullado rostro del chico, ocasionado que el impacto lo mandara unos metros atrás. Viéndolo estirado en el piso, le lanzó una mirada despectiva y reanudo su marcha

 

Si, mataría a aquel idiota…

 

.

.

.

.

 

Por fin habían alcanzado el subterráneo, y por la hora, en los vagones solo se encontraba uno que otro vagabundo dormido y ellos dos.

Una vez estuvieron allí, el silencio reinó entre los dos, un silencio que el chico no soportó por mucho tiempo.

 

 

…Después de todo, el necesitaba el ruido para alejar sus demonios

 

 

-entonces, es enserio lo que indirectamente dijiste allá en el callejón – preguntó con renuencia el joven

 

Rainie lo observó atentamente…

¿Acaso el cuestionaba su palabra?

Aunque había que atribuirle a su favor que ella no se explicó bien

 

-Ezio, una cosa debe quedarte clara – dijo ella con voz firme – mi palabra es de fiar, y nunca digo cosas a la ligera, y si, es cierto, desde ahora vivirás conmigo – después de eso rodó los ojos para agregar – espero no arrepentirme de eso

 

 

El rió con euforia y se lanzó para abrazarla, ocasionando que la chica se sonrojara furiosamente, a causa de lo extraño que le resultaba aquel tacto. Hacia tanto que no sentía a alguien así de cerca a ella. Una vez la soltó, nuevamente quedaron sumidos en el silencio. Sin embargo, fue ella quien decidió romperlo Olla express a presion

 

 

-y tus padres – le preguntó al chico para iniciar una conversación, y pudo notar como dio un imperceptible respingo de sorpresa

-ya no están – contestó el mientras su rostro antes feliz ahora la miraba seriamente – ¿y los tuyos?

 

Ella giró la mirada a la ventana, incomoda

 

-nunca estuvieron

 

El pareció comprender aquello y guardó silencio. Un ambiente tenso se había instalado entre ellos. Ezio giró la mirada y noto que a pesar de su casi eterna expresión neutra ella era una niña, aunque no lo quisiera aceptar. Pero una niña con una infancia destruida, al igual que él.

 

-ey, héroe de bolsillo – la llamó ocasionando que ella refunfuñara por lo bajo a causa del apodo – mira esto

 

Soltando un suspiro, Rainie sin mucha emoción giró la vista hacia el chico, quedándose impresionada por lo que veía

 

-unglaublich!!* - exclamó  sorprendida  mientras sus ojos se abrian de curiosidad – como es que... – sin poder formar palabras, en su mente solo rondaba la idea de que aquel chico era como ella...

 

Ahi en la palma de la mano de Ezio se encontraba flotando una bola de fuego

 

-cool...¿cierto? – dijo el con una sonrisa – pero puedo hacer mas – despues de esas palabras, la bola de fuego se dividió en 4 bolas mas pequeñas que comenzaron a girar

-woo!! – soltó la pelinegra con entusiasmo – puedes hacer que una se monte sobre la otra

-claro que si – le contestó el chico, feliz de ver aquella expresion aniñada en la joven, por fin era capaz de ver a la chica que se encontraba detras de todo ese muro que ella mostraba a los demas.

 

 

.

.

.

.

 

Una vez que llegaron a la casa de Rainie, el chico quedó impresionado. Sabia que por la forma de ser de la chica, su actitud y su porte, ella debia ser alguien de buena posicion, pero aquello nunca se lo esperó.

Era una casa de dos pisos, de estructura mas bien sencilla, pero con un inmenso jardin, sin embargo el interior, era todo lo contrario, al exterior, este era moderno, dinamico y totalmente equipado tecnologicamente, ya que la mayoria de las cosas funcionaban por ordenes de voz.

 

Pero lo que llamó poderosamente su atencion era que ahi no habia nadie, ni siquiera un empleado...nadie.

 

-no te quedes como un idiota, sigueme, te mostraré tu habitacion – comentó la joven, sin decir nada la siguió - ...supongo que no tienes ropas ni nada ¿cierto? – preguntó, sin embargo cuando iba a responder ella volvió a hablar -...eso quiere decir que mañana tendremos que ir a comprarte algo decente para que uses...y tambien que tomes clases ya que no creo hayas terminado tus estudios...ya yo estoy en universidad asi que...

 

Le parecia gracioso escucharla hablarse asi misma, y aunque llegó a sentirse como si lo estuviera tratando como a una mascota no le importó, era la primera vez en años que alguien se preocupaba por el, y aquello le conmovió mucho

 

-bueno esta es tu habitacion – musitó la chica sacandolo de sus cavilaciones, cuando vió en el interior quedó anodadado, aquel cuarto era increible, el suelo estaba cubierto con una alfombra de felpa y las paredes eran de un azul marino, sin dejar de contar la gran cama de sabanas azules que ocupaba el centro del cuarto y un poco mas allá el gran plasma con distintas consolas conectadas.

-!genial! – gritó el para adentrarse a la habitacion obviando asi la honesta sonrisa que adorno el rostro de la pelinegra, que luego de ver que el chico se encontraba entusiasmado revisando los distintos juegos de la consola, decidio retirarse disimuladamente.

 

Cuando habia avanzado unos pasos por el pasillo, la voz de Ezio le hizo detenerse aun de espaldas a él.

 

-Sabes Rainie – dijo el chico con voz seria - por alguna razon que no comprendo, el destino quizo que nos reunieramos, pero tengo la certeza de que los dos formamos parte de un plan aun mas importante que solo nosotros...tu y yo, tenemos un destino que nos va a llevar por el buen camino

 

 

Ella guardó silencio unos instantes, para luego ladearse solo un poco

 

 

-yo...de verdad...-comenzó a hablar dubitativamente – yo...intensamente deseo que eso sea cierto – dijo mientras una furtiva lagrima se deslizaba por su mejilla. La chica al percatarse de eso emprendió la marcha rapidamente dejando solo al chico en el pasillo con una sonrisa triste en el rostro.

-somos como un par de gatos callejeros – susurró el chico a la nada – nos hacemos los fuertes, somos desconfiados, sin embargo deseamos encontrar quien lama nuestras heridas...

 

 

Él sabia que mutuamente, se ayudarian a sanar sus heridas.

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End Notes:

 

*La cancion que Ezio canta es un fragmento de Hero de Sterling Knight

 

End Notes:

 

*La cancion que Ezio canta es un fragmento de Hero de Sterling Knight

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Ya era de mañana, y Rainie se encontraba vistiéndose luego de tomar una ducha. Ella misma se había sorprendido de lo tanto que había madrugado ese día, y un fugaz pensamiento expuso que quizás se debiera a que su cuerpo aun no se había acostumbrado a su nueva residencia.

 

Mientras apoyaba una pierna sobre la cama para colocarse las calzas negras que usaría, se comenzó a preguntar si su compañero ya se habría levantado, o tal vez se había equivocado y él era un delincuente que había saqueado su casa mientras ella dormía.

 

 

Soltó un suspiro. Ya estaba divagando.

 

 

Sin embargo de un momento a otro la puerta de su habitación fue abierta de manera estrepitosa por el chico rubio

 

 

-¡Rainitie…Tengo hambre! – gritó el internándose en su habitación, ocasionando que los colores se le subieran al rostro de la chica, al percatarse de la situación en la que se encontraba – y en tu nevera no hay nada…

 

Allí estaba ella, solo vistiendo unas calzas y su ropa interior

 

-¡qué crees que haces pervertido! ¡Largo de aquí! – Gritó ella al tiempo que de su mano comenzaba a fluir una  esencia que poco a poco cubrió su brazo, para que luego esta lanzara un puño al aire logrando que la onda expansiva golpeara al chico y lo estrellara en la pared del pasillo – ¡aprende el concepto de espacio personal!

 

.

.

.

 

Después de otro golpe por parte de la chica al rubio, y varias disculpas por parte de Ezio alegando que no pensó encontrarla casi desnuda, por fin se pusieron en marcha rumbo al centro comercial

 

 

-te juro que no vi nada – se seguía disculpando Ezio, para luego agregar en voz baja – tampoco es que tuvieras mucho para ver

 

Un tic de irritación se formó en el rostro de la chica. El rubio al ver que su comentario había empeorado la situación, comenzó a balbucear

 

-e-eh…pero ya sabes, eres una hermosa chica…e-eso compensa tu falta de curvas – el dio un respingo al notar que la pelinegra tenia sus ojos fijos en el – ¡lo siento! Mejor me callo

 

Rainie se estaba controlando para no reír, realmente el chico era un idiota

 

-sé que soy hermosa – señaló la chica al tiempo que apartaba un mechón de cabello de su frente – y mi falta de curvas lo compensa mi IQ de 145*

 

Ahora fue el turno del chico de verla fijamente, para luego soltarse a reír

 

-de verdad que eres una cosita genial – decía el chico mientras se reía

 

Ella giró la mirada y una pequeña sonrisa se filtró en su rostro

 

 

Tal vez reconsideraría eso de matarlo

 

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.

 

No, definitivamente no lo reconsideraría

 

 

-¡Chaparra mira! – Gritaba el de cabello cenizo mientras que por un mostrador le mostraba distintas prendas intimas – creo que deberías usar estas, las que vi en la mañana eran muy infantiles

 

 

 

¡¿No que el muy imbécil no había visto nada?!...

 

 

Sabiendo que no podría golpearlo en una multitud, se contuvo para simplemente girarse e ignorarlo lo más que pudo.

 

Habían llegado hacia unas horas al centro comercial y por un instante, la pelinegra pensó, que la expresión que Ezio puso cuando le entrego la tarjeta de crédito y le dijo que comprara lo que quisiera no tuvo precio.

 

 

 

 

Si, su cuota de buenas acciones se estaba desbordando…

 

 

 

Mientras dejaba que el chico eligiera lo que quería, ella se dedicó a deambular por todo el sitio, sin embargo algo le llamó la atención en un local, y sin pensarlo mucho entro.

 

Y ahí estaba, una estúpida gorra que por algún extraño efecto le recordaba mucho a su compañero. No tenía nada del otro mundo, en realidad era insípida y barata, solo de colores, café y gris. Sin darle muchas vueltas al asunto en su mente la compro y salió apresurada, reprochándose aquel impulso.

 

 

-Peque, por fin te encuentro – dijo una voz a su espalda que la hizo dar un respingo a causa de la sorpresa

-¿ya terminaste de comprar? – le preguntó mientras trataba de componer su expresión

-si, ya se como se sienten las niñas mimadas con una tarjeta BlackCard* - dijo el chico con una sonrisa, para luego fijarse en el paquete que la chica tenia entre sus manos – ¿que es eso?

 

 

No supo porque pero los nervios comenzaron a invadirla. Ahora se recriminaba él haber comprado aquella estúpida cosa

 

 

-toma - dijo mientras le lanzaba bruscamente el paquete – p-para que escondas tu cara, soy alguien importante, a-así que no me pueden ver con c-cualquiera – explicó la chica ahora de espaldas

 

 

Al no escuchar ningún comentario por parte del joven se extrañó, y lentamente se dio la vuelta, para sorprenderse ante aquella imagen.

 

Allí estaba Ezio con una mirada demasiado brillante, como si estuviera conteniendo las lágrimas, junto a una sonrisa, que aunque amplia, era triste, para luego colocarse la gorra de manera que tapara sus ojos

 

 

-realmente, esto vale mas que cualquiera de todas esas cosas que compré

 

 

Rainie no supo que fue lo que sucedió, pero aquello le hizo sentir una calidez extraña en su pecho.

 

 

 

Por primera vez ella se sintió aceptada…

Por primera vez él se sintió valorado…

 

 

.

.

.

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.

 

…Un año después…

 

 

 

Una adormilada Rainie se encontraba de pie frente al refrigerador abierto, pensando que desayunar aquella mañana “especial”.

 

 

 

Odiaba ese día.

 

 

 

-¡Feliz Cumpleaños enana! – gritaba Ezio al tiempo que hacia que dos pequeñas bolas de fuego colisionaran, dando como resultado una especie de juego pirotécnico

-¡maldición Ezio, quemaste el techo! – gritó Rainie mientras veía espantada el techo de la cocina

 

 

Aunque siendo sincera eso no era nada comparado a los destrozos que había sufrido la casa, y ya había perdido la cuenta de cuantas reparaciones llevaba.

 

 

Aquellos eran el resultado de las prácticas de sus respectivos poderes, y cabe señalar que la mayoría de los destrozos eran a causa de que el chico la sacara de sus casillas. Pero otros, como los que ocasionalmente ocurría en el jardín, o sobre las cortinas, sillones, cocina, en especial de la ultima eran a causa de los poderes de Ezio.

 

 

-ya, ya, no pasa nada, mas luego llamo a alguien que repare eso – dijo el chico, restándole importancia al asunto – mas importante que eso, ya tienes 16 años, y al parecer creciste como centímetro y medio…eso hay que festejarlo…que tal si…

 

 

Cuando el chico comenzó una perorata sobre como festejar ese día, dejo de escucharlo, por alguna razón, desde que se despertó tenia un mal presentimiento, algo iba a pasar ese día, y no era precisamente la loca fiesta sobre la cual Ezio le estaba hablando.

 

 

En ese instante el teléfono de su casa comenzó a sonar. Cuando se fijó en el identificador, la sorpresa la invadió.

 

 

Llamando: …Duncan Sward Laboratorio…

 

 

 

¿Qué hacía su padre llamándola?...pero sobre todo en su cumpleaños.

 

Recordaba que desde que cumplió los siete años ninguno de los dos la felicitaba o le daba algún regalo ese día.

 

 

-!vamos contesta! – la instó Ezio

 

 

Inhalando profundamente, alzó el teléfono de forma renuente

 

 

-hola- contestó ella secamente

-R-Rainie… - dijo su padre con voz estrangulada cosa que la alarmó – estuvieron a-aquí

-papa que estas diciendo!! – gritó ella desconcertada

-s-se lo llevaron…se lo llevaron…el prototipo…se lo llevaron…

 

Aquello si que la descolocó mas, y la puso en alerta máxima….

 

 

-ayúdame…

 

 

La mirada de la chica se quedó perdida en la nada. Su padre nunca, nunca le había pedido ayuda…en realidad no le pedía ayuda a nadie, pero, siempre pensó que ella sería la ultima persona a la que el recurriría.

 

 

-Vamos Ezio…

 

.

.

.

.

 

Cuando llegaron al laboratorio, el desastre que había allí la impacto.

 

Todo estaba destruido.

Había destrozos por todas partes, y papeles regados.

Y heridos, muchos heridos…

 

La chica le hizo una leve seña a Ezio, quien de inmediato se acercó a ayudar a una joven que se encontraba inconsciente debajo de unos escombros

 

-R-Rainie – musitó una voz quedada que la hizo voltear enseguida

-papá, que pasó aquí – pregunto con expresión estoica, tratando de ignorar la preocupación que la invadía, al ver como el brazo de su padre chorreaba sangre

-vinieron por el prototipo “control_mind01”- explicó el mayor viendo con tristeza a la pelinegra – l-lo siento hija…lo siento…se lo llevaron…

 

El hombre se encontraba en un trance, Rainie al notar aquello, lo zarandeó un poco

 

 

-céntrate…y dime quien hizo esto - exigió la joven

-e-ellos…solo mencionaron que los mando…Dr. Doom

 

 

Rainie estaban en shock…aquello era inconcebible…

 

 

 

 

Aquellas eran las peores manos en las que su invento podría haber caído…

El mundo podría estar en peligro…

 .

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End Notes:

* BlackCard: American Express Black

En este capitulo quise resaltar varios puntos que Taishita señaló en el primer capitulo en que aparecen Ezio y Rainie en Escuela de Héroes.

  • La gorra: que a pesar de que Rainie le llama ridícula, para ezio tiene un significado mas, y por eso la usa todo el tiempo
  • La mente activa de la chica al crear escenarios cuando no ve al chico. Se nota que comienza a divagar en cosas extremas
  • Y por qué buscan volverse fuertes
End Notes:

* BlackCard: American Express Black

En este capitulo quise resaltar varios puntos que Taishita señaló en el primer capitulo en que aparecen Ezio y Rainie en Escuela de Héroes.

  • La gorra: que a pesar de que Rainie le llama ridícula, para ezio tiene un significado mas, y por eso la usa todo el tiempo
  • La mente activa de la chica al crear escenarios cuando no ve al chico. Se nota que comienza a divagar en cosas extremas
  • Y por qué buscan volverse fuertes
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Author's Notes:

 

Bueno este es el capitulo final de esta historia

espero que lo disfruten y se animen a continuar leyendo sobre mis personajes

Author's Notes:

 

Bueno este es el capitulo final de esta historia

espero que lo disfruten y se animen a continuar leyendo sobre mis personajes

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Ezio estaba preocupado. Y aquella sensación no le agradaba nada.

 

 

Luego de haber ayudado en los laboratorios de la SwardCorp, los dos jóvenes se habían despedido para luego dirigirse a la residencia que ambos compartían.

 

 

 

 

 

En definitiva aquel no había sido el día que él había planeado para el cumpleaños de su amiga…

 

 

 

 

Y lo sabía porque desde que habían llegado, la pelinegra se había sumido en un profundo y silencioso trance, en el cual lo aislaba totalmente.

Pero él, sin que ella dijera nada, podía sentir la desesperación que Rainie estaba experimentando, y la impotencia ante la situación lo tenía frustrado.

 

 

Él no era el mejor consejero y por eso en ese momento deseo poder decir algo de tipo filosófico como “todo tiene una razón de ser” “que la vida no es cruel, solo que hay momentos malos” o “si quieres algo déjalo ir, si vuelve era tuyo, sino, nunca lo fue”…

 

 

 

 

Así que dejo de pensar y simplemente actuó. Cosa que normalmente siempre hacía

 

 

 

 

-¿necesitas que te ayude a patear algunos traseros?

 

 

 

 

Luego de pronunciar aquellas palabras, un inmenso regocijo lo invadió al ver como  las comisuras de los labios de la chica se curvaban hacia arriba, en un amago de sonrisa.

 

 

Aquello fue suficiente para él

 

 

 

 

-por favor - dijo ella mientras resoplaba, para luego agregar con una nota de altivez, mientras una sonrisa se instalaba en su rostro - ni que necesitara de tu ayuda para algo

 

 

 

 

                                          

Si, él prefería mil veces a la Rainie orgullosa y altiva, que a la desesperada y triste.

 

 

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Luego de que Ezio la molestara durante gran parte de la tarde, entreteniéndola de forma “divertida”, cosa que se traducía a apagar las cortinas que el “sin querer” había quemado, decidió retirarse a su habitación. Sin embargo ahí estaba ella, ya tarde en la noche, sin poder dormir.

 

Y es que su mente no dejaba de crear escenarios en los cuales podría verse involucrado aquel invento suyo.

 

 

 

El prototipo “control_mind01”

 

Aquel invento que prácticamente era el proyecto de toda su vida.

Proyecto que casi pudo haber arruinado su vida. Eso lo sabía ahora

 

 

Sentándose en su gran cama, su mirada se perdió por la vista que le proporcionaba una ventana de su habitación.

 

 

Con nostalgia recordó cómo fue que se originó la idea de crear aquel artefacto.

 

Aquellos sentimientos que durante su infancia la rodeaban

 

 

Tristeza, miedo, soledad, desdicha…

 

 

Sentimientos que provocaron un arranque de dolor y desolación

Provocaron el deseo de tener a alguien cerca, alguien que la escuchara, alguien que la abrazara…alguien que le dijera “Te quiero”

 

Y como cualquier persona en esa situación se vio atraída por el egoísmo.

 

 

 

Si nadie la quería, ella iba a hacer que la quisieran…aunque tuviera que controlar sus mentes…

 

 

 

Rainie chistó ante aquellos recuerdos.

 

 

 

-no puedo creer que tuviera esa fase tan patética – dijo en voz alta, para bajarse de su cama e ir rumbo a la cocina

 

 

 

Hacía bastante tiempo que había cambiado aquella manera de pensar tan cerrada y autocompasiva, sin embargo como cualquier mente ingeniosa no pudo dejar pasar lo que ella consideraba un invento revolucionario en la industria de la tecnología.

 

 

Pensó en las posibilidades de uso. Se podría cambiar la mentalidad de los terroristas!!...evitar muertes…

 

 

 

Sin embargo, ella sabía que un invento de esa magnitud era injusto, ya que cambiar el pensar de alguien a lo que ella considera correcto es egoísta…y estúpido.

 

 

 

 

Soltó un suspiro.

 

 

 

Sabía que aquel solo era un prototipo, que aún no funcionaba y que la tecnología necesaria para su perfeccionamiento aun no existía, aquello de cierta forma la tranquilizaba.

 

 

Pero la contraparte era Dr.Doom

 

 

Por favor!!...

 

 

Si Tony Stark pudo  usar aquel reactor ARC para vivir

Si existía el Adamantium* y el Vibranium*

Si existía la magia*

Si fue posible la creación de la bomba gamma*

 

 

…Era posible que aquel sociópata-psicótico con delirio de grandeza, pudiera perfeccionarlo antes de lo previsto.

 

 

 

 

 

-Sé Positiva… - se obligó a pensar

 

 

 

 

Sin embargo ella sabía que no era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a aquel sujeto, ni a sus secuaces.

 

 

Ni mucho menos era una heroína. Porque a pesar de que Ezio le repitiera una y mil veces lo contrario. Ella tenía claro que era totalmente lo opuesto

 

 

 

Ella en ese momento solo era una niñita con una inteligencia superior, que no sabía qué hacer.

 

 

 

Con un resoplido aparto aquellos pensamientos autocompasivos, para percatarse de que allí en la cocina se encontraba Ezio, devorando lo que parecía un sándwich de tres pisos.

 

 

 

Cuando el notó la presencia de la chica, su sonrisa se ensanchó

 

 

 

-si hubiera sabido que íbamos a tener una pijamada hubiera preparado críspetas y algunos batidos – comentó el chico para después darle otro mordisco al sándwich

 

 

 

Ella simplemente asintió, ignorando el comentario del chico dirigiéndose hasta el refrigerador, del cual tomo un poco de jugo de arándanos y se sentó en la barra de la cocina junto al chico de cabellos cenizos.

 

 

 

Mientras tomaba un poco de jugo fijó la vista sobre el chico a su lado que devoraba con gusto aquel gran sándwich

 

 

 

Aun no lograba comprenderlo del todo.

Aun no entendía como él era capaz de mantener su sonrisa.

 

Tiempo atrás Ezio le había confiado su historia, y cabe resaltar que no era precisamente un cuento de hadas…

 

 

Un padre ex-villano, un chico de trece años sometido a tortura con radiación, una madre que muere protegiéndolo, una lucha padre e hijo…

 

 

 

Si, ese sería el resumen esencial.

 

 

 

-¿Ezio, cómo pudiste sobrevivir? – Le preguntó Rainie mientras dejaba de lado el vaso de jugo para rodearse con los brazos - ¿Cómo lo hiciste con tanto dolor? ¿Cómo pudiste ser tan fuerte?

 

 

 

 

El rubio al escuchar las preguntas de su amiga dejó de lado la comida para mirarla fijamente, ahora con una expresión seria

 

 

 

-Sabes Rainie, a veces, la ira es algo bueno, porque hace que sigas adelante – dijo el chico, para luego agregar – tú tienes tanta ira reprimida y admiro como has seguido adelante, pero para mí es inevitable verte como alguien frágil

 

 

 

Aquella respuesta la tomó por sorpresa, ya que nunca había esperado recibir esas palabras del relajado Ezio. Abrió y cerró la boca para responderle, sin embargo ninguna palabra vino en su ayuda.

 

 

Y el rió

 

 

-un día vas a explotar, y tu más que nadie tienes derecho de enfurecerte Rainie, tú has sido rechazada por todos, tienes el derecho de ser egoísta a veces… incluso, tienes el derecho de utilizar la venganza como un escudo contra el mundo, pero no lo haces.

 

 

 

Cuando el joven notó que ella no reaccionaba, trató de aligerar el ambiente

 

 

 

 

-o algo así…ya sabes yo solo repito lo que dicen en esos programas de televisión

 

 

 

 

 

Ella sonrió un poco, pero una expresión de desconsuelo se instaló en ella

 

 

 

-pero, ¿qué tal si ese egoísmo pone en peligro a los demás?

 

-!ey!...tu eres la genio, sé que encontraras una solución – le contestó el chico volviendo su atención al sándwich

 

 

 

Si, ella lo haría.

 

 

 

Después de todo, ella era Rainie Sward, la chica a la que el mundo le había dado la espalda, pero que sin embargo no dejaba de arremeter contra él… junto a un chico idiota.

 

 

.

.

.

.

 

 

La mañana llegó, y de igual forma una nueva resolución en la vida de aquella pelinegra.

 

 

Sabía que las palabras de Ezio tenían razón, era tiempo de dejar de reprimirse, era tiempo de imponerse, de seguir adelante, de dejar de estigmatizarse y lamentarse por lo que no pudo ser.

 

 

Era tiempo de aceptarse a sí misma y de aceptar aquel don que tenía, porque si, aquel era un don, con el cual pudo salvar a su amigo, a su pilar de una muerte inminente en aquel callejón.

 

 

 

 

Si, era tiempo de volverse fuerte…

 

 

 

Cuando terminó de vestirse, revisando que todo estuviera perfecto, se dirigió a la habitación de su compañero.

 

 

 

Sin embargo cuando entró en aquella habitación quedó en shock. Eso era un caos, el desorden era abrumador, pero eso no fue lo que la pasmó…

 

 

 

 

- !vuela, vuela!... !veras que todo es posible! – Cantaba el chico de manera desafinada entre gritos – !vuela, vuela! Despierta tu mente…!vuela vuela!*

 

 

 

Rainie no supo que fue más perturbador

Si verlo semi desnudo con unos bóxer de Bob Esponja

O escucharlo cantar una canción de los 90s con coreografía incluida

 

 

 

-y-yo…- comenzó a balbucear ella, llamando así la atención del joven quien al percatarse de que su presencia sonrió zorrunamente– v-vine a…

-no tienes que decirlo…viniste a verme desnudo, pero lastima no me encontraste así…

 

 

 

Ante aquella frase los colores se le subieron al rostro a la joven, quien al notar que el solo la estaba molestando, frunció el ceño

 

 

 

-a-arréglate rápido…te estaré esperando en la sala – dijo para luego apurarse de ahí

 

 

 

 

El chico sonrió. De verdad que era tan fácil molestarla…

 

.

.

.

  

Mientras esperaba en la sala a su amigo se percató de un par de sobres que se hallaban frente a la puerta, como si hubieran sido deslizados por debajo de esta.

 

 

Ella se acercó y tomo los dos sobres 

 

 

 

Para: Ezio Dominiccetti

Para: Rainie Sward

 

 

 

No era raro que ella recibiera correspondencia, sin embargo lo raro era que Ezio también recibiera algo a su nombre.

 

 

 

-ey chaparra que eso – dijo una voz tras ella

-no lo sé – contestó para pasarle el sobre en el que rezaba el nombre del chico – toma, este es para ti

 

 

 

El chico también se extrañó de recibir algo a su nombre así que siguiendo a su amiga, se sentó en el sofá de la sala.

 

 

 

Sin esperar más, ella abrió su sobre en el cual se encontraba un formulario sin llenar y una carta, la cual procedió a leer de inmediato.

 

 

 

 

“Tras una ardua investigación y posterior clasificación y valoración de las habilidades de los estudiantes incluidos en los test transcurridos durante las últimas semanas del curso, quisiéramos ofrecerle una beca para acudir al año de inauguración de la Escuela de Héroes, un colegio dedicado en exclusiva a explotar lo mejor de cada alumno.

En este centro solo son aceptados los mejores, aquellos con alguna habilidad especial que les hace destacar sobre el resto. Se localiza en las afueras de Manhattan, siendo la casa una donación directa de Anthony Stark y, por lo mismo, plenamente tecnológica. En caso de aceptar nuestra oferta rellene el siguiente formulario y envíelo a la misma dirección, una carta regresará indicándole la fecha de inicio.

También necesita la firma de autorización de sus tutores legales."

 

 

 

!¿Era en serio?!

 

 

- ¿Que rayos es esto de una Escuela de Héroes? - musito la chica luego de terminar de leer aquella carta

-mmm, si me uno a esto... ¿me darán una capa? - preguntó Ezio, quien también tenía una carta similar entre sus dedos  - además, Rainie, ¿tu vendrías siendo mi tutor legal?

-de verdad, que a veces no sé si eres idiota o te haces – le respondió la chica al tiempo que se ponía de pie y dejaba la carta en la mesa auxiliar junto al sillón – primero que todo, no puedo ser tu tutor legal, porque soy menor de edad, aunque debería serlo porque te mantengo – aquello hizo que el chico soltara una carcajada – y segundo, esto es estúpido, por favor, ¿una Escuela de Héroes?, ¿y dirigida por Tony Stark?...eso será un desastre – esto último lo dijo por debajo con desdén

- entonces, que es lo que vamos a hacer – preguntó el joven

 

 

 

 

Y fue allí donde recordó lo que le iba a comentar antes de que esas cartas llegaran

 

 

 

-nos vamos de aquí Ezio

 

 

 

El chico abrió los ojos a causa de la impresión

 

 

 

-¿Qué?...

-Ezio, tenemos que hacernos fuerte – señaló ella con frustración – tenemos que prepararnos para lo que pueda ocurrir en un futuro – ella soltó un suspiro, para sentarse junto al chico y esconder su rostro entre sus manos –Ezio, tengo miedo…miedo de no ser suficiente para proteger a los demás de lo que yo misma ocasioné

 

 

 

El rubio se enterneció, porque sabía que si ella era capaz de mostrarse tan vulnerable ante él, era porque le tenía gran confianza

 

 

 

 

-no te preocupes Rainitie, nos volveremos super fuertes…tanto que le patearemos el trasero a la hojalata de Ironman

 

 

 

 

Al notar la euforia de su amigo no pudo evitar sonreír

No soy una Heroina by Lauren Hat

No soy una Heroina by Lauren Hat

Desde siempre las palabras rara, especial y fenómeno, fueron usadas para referirse a ella     La historia de Rainie Sward: La historia de Rainie Sward:   �

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2024-11-04

 

No soy una Heroina by Lauren Hat
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