Sub-Zero se enamora by Cindy_Neko_Chan
No tengo un resúmen ya que creo que el titulo lo dice todo, por favor denle una oportunidad T.T La pareja es:
Sub-Zero X Kitana
Y si el público lo pide puede haber:
Scorpion X Mileena
Jade X Reptile
Categories: SERIES TV, VIDEOJUEGOS Characters: Ninguno
Generos: Romance
Advertencias: Lemon
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 4 Completed: No Word count: 6672 Read: 2186 Published: 27/11/2012 Updated: 31/07/2013
No tengo un resúmen ya que creo que el titulo lo dice todo, por favor denle una oportunidad T.T La pareja es:
Sub-Zero X Kitana
Y si el público lo pide puede haber:
Scorpion X Mileena
Jade X Reptile
Categories: SERIES TV, VIDEOJUEGOS Characters: Ninguno
Generos: Romance
Advertencias: Lemon
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 4 Completed: No Word count: 6672 Read: 2186 Published: 27/11/2012 Updated: 31/07/2013
Si no conocen las biografias de los personajes o la historia de MK por favor dumentarse antes de leer n_n pero si no es si, pues no jajaja XD
Si no conocen las biografias de los personajes o la historia de MK por favor dumentarse antes de leer n_n pero si no es si, pues no jajaja XD
Misión: Proteger a la princesa by Cindy_Neko_Chan
Bueno pues he aqui el primer capi, asi es como le doy comienzo a esta historia, si hay algun error o discordancia entre los personajes favor de decirme, n_n
Dedicado a Makinolopsky, gracias por tu paciencia y por aportat tu gran fic, espero que el mio sea de tu agrado, espero tu opinion ;-)
lean y disfruten
Bueno pues he aqui el primer capi, asi es como le doy comienzo a esta historia, si hay algun error o discordancia entre los personajes favor de decirme, n_n
Dedicado a Makinolopsky, gracias por tu paciencia y por aportat tu gran fic, espero que el mio sea de tu agrado, espero tu opinion ;-)
lean y disfruten
La petición le había sido enviada dentro de un tubo de metal sellado, sello que sólo los guerreros Cryomancers eran capaces de abrir. Era una misión de orden secreto, y así mismo de suma importancia, le habían ofrecido la misión de escoltar a la princesa Kitana hacia la tierra de Meraya, cosa que, de resultar exitosa, no sólo traería paz a Edenia, sino al mundo. Le iban a dar más detalles si aceptaba. Sub-Zero leyó el pergamino varias veces antes de meditarlo, no sabía qué hacer, aunque sin duda estaba a favor de cualquier cosa que trajera paz. En busca de un consejo fue al doyo donde encontró a un ninja entrenando arduamente, vestía un traje negro con amarillo, el ninja llamado Scorpion.
-Hermano… -lo llamó. Se había acostumbrado a llamarlo así desde que Scorpion había jurado protegerlo, de alguna forma lo había “adoptado” como reemplazo del hermano que había perdido.
- ¿Si? -contestó el ninja suspendiendo su entrenamiento para mirarlo. Sub-Zero le mostró el pergamino.
-Me ha llegado esto… -dijo- Más no sé si aceptar.
Scorpion tomó el pergamino y lo leyó.
- ¿Y por qué no? -le preguntó al terminar de leer- Después de todo es algo que nos conviene a todos. En este momento Edenia está pasando por una horrible crisis, y con ello sufrirá casi todo el mundo… Y si hay alguien que puede detenerlo es la princesa Kitana. Además si te lo están pidiendo a ti, es porque eres el más competente. Acepta. Yo iré contigo.
*****************************************
Y así partieron. El mensajero que había llevado el pergamino se encargó de trasladarlos hacia el lugar donde la princesa estaba escondida. Era una pequeña aldea llamada Nemea, donde al llegar los recibieron amablemente, y de inmediato hicieron pasar a Sub-Zero con ella. La princesa se encontraba en una pequeña cabaña, los que custodiaban la puerta, así como los consejeros reales le hicieron mil recomendaciones antes de entrar: “A la princesa no se le mira directamente a los ojos” “Diríjase siempre con respeto hacia ella” Entre otras… Después, le dejaron pasar.
Sub-Zero entró lentamente, y la puerta se cerró detrás de él. Dentro todo estaba envuelto en sombras, pero se veía con claridad. La princesa estaba ahí de pie, dándole la espalda, vestida con una larga túnica azul obscuro.
-Bienvenido, Sub-Zero del clan Lin Kuei… -dijo ella sin volverse. Su voz sonaba dulce y melodiosa, como el cantar de un ave.
-A sus órdenes, princesa. -contestó él, inclinándose sobre su rodilla.
-He escuchado tanto de ti… -siguió hablando ella- Y me agrada que hayas decidido ayudarme con esto tan importante, por eso… te confiaré algo.
Entonces se dio la vuelta, y sus miradas se encontraron.
Sub-Zero se quedó inmóvil, contemplando la apacible belleza que la princesa poseía. Y sintió, dentro de él, una emoción indescriptible, una mezcla de admiración y encanto, la misma que se tiene al contemplar una excelsa obra de arte: Sus ojos azul cielo, enmarcados por unas largas pestañas, eran profundos y misteriosos, parecían penetrar hasta lo más hondo del alma. Sus labios carnosos y finos, le daban un toque de seducción como ninguno. Su largo cabello negro se agitaba grácilmente con cada movimiento que ella hacía, para después volver a su posición original. Sub-Zero pensó, que no había conocido la perfección, hasta que la había visto a ella. Se sintió confundido y a la vez fascinado, de estar delante de aquella criatura única.
Por su parte, Kitana también se había sorprendido de verlo. Después de haber escuchado tantas historias acerca de aquel guerrero solitario, nunca había imaginado el día en que lo tendría enfrente. No podía ver todo su rostro, pues él llevaba puesta la máscara ninja que lo cubría, pero sí podía ver sus ojos. Eran gris pálido, gélidos y sombríos, pero tan intensos que era difícil sostenerle la mirada. Su traje negro y azul, denotaba su cuerpo atlético, los potentes músculos de sus brazos… había en todo él un aura de masculinidad que enmarcaba su poderosa constitución, algo que nunca había percibido en nadie. Algo que la hacía sentirse extraña y especial. Kitana respiró hondo, sintiendo como se le encendían las mejillas por la emoción, pero le dio a su rostro una aparente calma.
El silencio dentro del que se contemplaron mutuamente pareció durar una eternidad. Finalmente, la princesa se apresuró a hablar.
-Muy pocas personas conocen mi identidad… -dijo- Y el que ahora te muestre mi rostro es un signo de confianza que tengo en ti.
-Muchas gracias por la confianza, princesa -contestó él sin dejar de mirarla- Y creo que ahora debo corresponder a ese signo con el mío propio…
Lentamente comenzó a bajar la tela azulada que cubría su rostro, para que la princesa pudiera verlo bien. Kitana se acercó unos pasos hasta él, notó la cicatriz que cruzaba su ojo derecho “Debió haber sido una herida terrible” pensó. Fuera de eso, su rostro aparentaba muy bien la edad que tenía, sus facciones eran rectas, duras, pero con cierto atractivo que lo hacía muy interesante. La voz de Sub-Zero la sacó de sus pensamientos.
- ¿Es cierto que…? -comenzó a decir él- ¿Es cierto que tiene usted 10,000 años…?
-Así es -contestó ella, Sub-Zero agrandó los ojos por la sorpresa.
-Pues… no se nota… -dijo mirándola embelesado. La princesa se ruborizó, y una sonrisa se dibujó en sus bellos labios.
-Gracias, -respondió. Luego fue a sentarse sobre la enorme silla tallada que usaba a manera de trono- Bueno, es mejor que te hable de la misión… puedes sentarte aquí.
Sub-Zero obedeció y se sentó en la otra silla que ella le señalaba. Kitana continuó:
-Como ya debes saber, la situación en Edenia está peor cada vez… -dijo- Shao Khan se ha proclamado rey y me ha arrebatado mi trono, también trató de asesinarme para que no reclamara mis derechos, pero logré escapar con ayuda de unos súbditos muy leales y vine a ocultarme aquí, a Nemea, un sitio del que Shao Khan nunca sospecharía.
Hubo un pequeño silencio, el rostro de la princesa había sido empañado por una sombra de angustia, pronto se sobrepuso y siguió hablando.
-Ahora, tengo una oportunidad para reclamar ese derecho -declaró fijando sus ojos en los del ninja- Una princesa no puede ser reina a menos que se case con un rey… y eso es justo lo que Moab el rey de Meraya me ofrece.
Hubo otro silencio. Sub-Zero miró a la princesa, sintiendo una extraña mezcla de incomodidad y desilusión al saber eso.
-Te confieso que es algo que no me complace mucho, -continuó Kitana- Pero dadas las circunstancias es lo mejor. Es lo único que puedo hacer para recuperar mi trono, además de que el rey Moab también me apoyará con su ejército, el cual estoy segura será suficiente para derrocar a Shao Khan… Lo que tú harás será asegurarte de que llegue hasta Meraya sana y salva, para que pueda efectuarse la boda y procedamos al plan. Serás algo así como mi guardia personal, dado que ahora Shao Khan debió de haber enviado a alguien a buscarme, pero créeme que yo no tenía contemplado esto, bueno, también soy una guerrera ninja como tú… fácilmente puedo cuidarme, pero mis consejeros me han insistido en que esto es lo mejor, por eso he pensado en ti. ¿Me ayudarás?
Sub-Zero la miró largamente. Los brillantes ojos de Kitana lo observaban casi suplicantes. Se dio cuenta de que no podía negarle nada a esos ojos. Se levantó e hizo una reverencia frente a la princesa.
-Cuente usted conmigo, princesa Kitana. -dijo.
******************************************
Más tarde se reunió con Scorpion en una cabaña que les habían preparado, le habló de la princesa y de la misión que según, emprenderían al día siguiente. Después les llevaron comida y les dijeron que descansaran. Fue en esos momentos, que Scorpion notó a Sub-Zero un poco desanimado.
- ¿Qué te pasa? -le preguntó mientras daba cuenta de los alimentos que les habían proporcionado. Sub-Zero dio un largo suspiro antes de contestar.
-No lo sé… -dijo- Creo que no es tan necesario que ella se case… bueno… ¡Ella es la princesa legítima! Tiene todo el derecho mejor que nadie para…
-Sí pero nosotros no tenemos por qué inmiscuirnos en esos asuntos. -le interrumpió el ninja espectro- Ella así lo ha decidido y debemos respetar eso.
Sub-Zero resopló.
- ¿Te molesta? -volvió a preguntar Scorpion con una sonrisa, dándose cuenta claramente de lo que pasaba. Sub-Zero lo miró a los ojos.
-No -contestó rotundamente- ¿Por qué habría de molestarme?
-Tú dímelo…
-No sé de qué me estás hablando hermano… -Sub-Zero se levantó y fue hasta la mesa para servirse la cena. Scorpion ya no dijo nada, sólo se limitó a comer, esperando que los ojos de Sub-Zero no se fijaran demasiado en la princesa, pues eso podría traer malas consecuencias.
Si ya se estuvo muy corto, pero solo es el intro, los demas tratare de hacerlos mas largos n-n
gracias por leer!!
por favor opinen XD
Si ya se estuvo muy corto, pero solo es el intro, los demas tratare de hacerlos mas largos n-n
gracias por leer!!
por favor opinen XD
Regresar al índiceEl comienzo del viaje by Cindy_Neko_Chan
He aqui el segundo capi, tratare de no tardar en actualizar, por favor lean y comenten n_n
He aqui el segundo capi, tratare de no tardar en actualizar, por favor lean y comenten n_n
La mañana llegó fría, se veían en el cielo nubes grises, pero la lluvia tardaría mucho en caer. Todos ya se habían levantado, y preparaban las cosas para iniciar la partida. Scorpion y Sub-Zero no habían llevado con ellos más que sus armas, así que se dedicaron a entrenar por unos minutos. Cuando todo estuvo listo, la princesa mandó llamar al ninja helado.
Sub-Zero se presentó ante ella en su cabaña, se sorprendió de verla ahora ataviada con un traje de ninja color azul, sólo que eran prendas diminutas y que resaltaban sus atributos físicos. Esta vez ella llevaba el rostro cubierto.
-El viaje comenzará pronto, Sub-Zero -le dijo- Así que desde ahora debes quedarte junto a mí.
-Sí, princesa… -contestó él sintiendo su corazón latir deprisa. Cosa extraña. Nunca se había sentido así con ninguna mujer. Kitana salió de la cabaña y él la siguió, sus ojos no pudieron más que admirar las sinuosas curvas de ese bello cuerpo.
-Me alegra que hayas traído a Scorpion contigo -habló ella.
-Mi hermano se ofreció a acompañarme… -contestó él rápidamente. Kitana sonrió por detrás de su máscara.
-Dos ninjas por el precio de uno… -dijo divertida- Espero que los dos se encuentren a gusto con nosotros, si necesitan algo no duden en pedirlo.
-No creo que necesitemos gran cosa.
Continuaron caminando en silencio, admirando las altas montañas y los paisajes llenos de árboles que los rodeaban. Todo estaba tan verde y brillante, tan lleno de vida. Las flores resplandecían y los pájaros animaban el entorno con su canto. Kitana suspiró.
-Un hermoso lugar ¿no te parece? -preguntó mirando su derredor. Sub-Zero miró todo también, él no era de esos que se sentaban a contemplar la naturaleza, pero al lado de Kitana no podía más que apreciar la belleza de las cosas.
-Sí, muy hermoso… -coincidió- Ehm… princesa…
- ¿Si? -Kitana se volvió, y sus profundos ojos azules se encontraron con los del ninja.
-Ha pensado… -Sub-Zero titubeó- Puede dar batalla para exigir sus derechos reales sin tener que llegar a un matrimonio innecesario…
- ¿Innecesario?
-Cuando usted se case con el tal Moab… ¿Qué sucederá entonces? ¡Oh, perdón! Creo que no debo entrometerme en eso… Usted sabe lo que hace.
Bajó la vista para no tener que encarar a esos ojos azules. Un viento fresco sacudió las hojas de los árboles levantando a su paso el largo cabello de la princesa. Kitana miró a Sub-Zero unos segundos, luego habló:
-Fueron muchas noches en las que me desvelé pensando en eso… -dijo- Pero al final me di cuenta de que es mejor tener alianzas, y sí, cuando él y yo nos casemos nuestros reinos se unirán para formar uno solo. Shao Khan no se detendrá para asesinarme, y en estos momentos carezco de un ejército que pueda enfrentar al suyo… Moab es un rey poderoso, y mi única opción.
-Pero se puede formar una alianza sin casarse… -protestó Sub-Zero.
-Es verdad, pero debo casarme para poder ser reina, así puedo quitarle el trono, mi trono a Shao Khan más fácilmente… ¿Por qué te molesta mi matrimonio?
-No me molesta en lo absoluto -contestó el ninja helado recuperando la compostura- Sólo quería saber si está segura de tomar la decisión correcta.
Kitana bajó la mirada.
-Sí lo estoy.
****************************************************
Scorpion afilaba su arpón-kunai sin darse cuenta de que una mujer lo observaba a distancia. Estaba sentado sobre una banca de piedra, junto a una choza que se utilizaba como negocio de herrería. Cuando terminó, ella se acercó.
-Hola -le dijo- ¿Eres el hermano de Sub-Zero?
-Así es… -contestó él mirándola- Y ¿tú eres…?
-Me llamo Mileena, soy la hermana de Kitana.
Scorpion asintió. Había escuchado muchos rumores acerca de la hermana gemela de la princesa, entre ellos que poseía su misma belleza, y esto último, como él pudo darse cuenta, era verdad. Ella llevaba un traje ninja idéntico al de Kitana, sólo que en color rosa, que ceñía con gracia las turgencias de su cuerpo. Su cabello no era largo como el de su hermana, sino corto, a la altura de los hombros. Además estaban los ojos, de un color rojizo amarillento, como los de una serpiente, que le daban un toque salvaje y mordaz.
-No te pareces mucho a ella… -comentó él. Mileena se sentó junto a él y cruzó la pierna.
-Bueno, en realidad no soy realmente su hermana ¿sabes? -respondió mirándolo, no supo por qué, pero él le inspiraba la confianza para contarle esas cosas- Supongo que ya lo habrás escuchado, soy más bien una creación del hechicero Shang Tsung… soy algo así como un clon de ella.
-Sí, algo así escuché.
-Varias veces intenté asesinarla por orden de Shao Khan -continuó Mileena, mirando hacia el cielo esta vez- Pero Kitana logró hacerme recapacitar y abrir los ojos. Te confieso que también tuve celos… y quería el trono de Edenia para mí, pues sentía que yo no tenía identidad… creía que era un ser vacío que no tenía derecho a existir. Kitana me apoyó, me dijo que yo también era una persona… y a pesar de todo sigue llamándome “hermana”.
Hubo una pausa. Scorpion meditó todo eso antes de responder:
-Pues en realidad yo tampoco soy el hermano de Sub-Zero…
Mileena se volvió para mirarlo.
-También he escuchado eso de ti…
-En el pasado su hermano mayor me asesinó. Su verdadero hermano. El Sub-Zero original. -respondió Scorpion mirándola a los ojos- Se me fue dada la oportunidad de regresar del Netherealm… y cuando lo hice busqué mi venganza y esta vez fui yo quien lo mató él. Pero después conocí a su hermano menor que también se hacía llamar Sub-Zero y creí que era él… pero después me di cuenta de que no lo era, porque poseía una cualidad que el otro no tenía. Entonces decidí protegerlo como pago por matar a su hermano. Nunca entendí por qué me aceptó. Por qué después de todo no me guarda rencor. Me enseñó a seguir viviendo la vida a pesar de que ya estoy muerto. También me llama su “hermano”…
- ¿Qué cualidad es la que viste en Sub-Zero? -preguntó Mileena intrigada. Scorpion bajó la vista para luego decir:
-Él mostró… piedad.
Guardaron silencio unos minutos. El cielo se llenaba poco a poco de nubes y un viento fresco rondaba entre los árboles. Finalmente Mileena habló:
-Somos muy parecidos ¿no crees?
Su mirada se encontró con la de Scorpion. Él sonrió ligeramente detrás de su máscara y contestó:
-Así es…
***************************************************
Cuando todo estuvo listo partieron. Salieron lentamente de la aldea en una especie de caravana, con carruajes, caballos y cosas así.
- ¿Pero no llamaremos la atención con tanto alboroto? -le preguntó Scorpion a Mileena. Ella se encogió de hombros.
-Por estas tierras es muy común ver caravanas -respondió- Pasaremos desapercibidos.
La princesa Kitana iba en uno de los carros, observando con curiosidad por la ventanilla. Su amiga Jade iba con ella, limándose las uñas.
- ¡Esto es emocionante! -dijo Kitana.
-Sí, de cierto modo lo es… -contestó Jade- ¿Y dónde está tu “guardaespaldas”?
-Va junto al carruaje, dijo que es mejor vigilar desde afuera.
- ¿Y Mileena?
-Está con el hermano de Sub-Zero, van guiando a los caballos.
Jade suspiró.
-Espero que todo salga bien… -dijo mirando también por la ventana- No dejo de pensar en que Reptile anda rondando por ahí, espero que no nos encuentre.
-No puedo creer que nos haya traicionado… -susurró Kitana bajando la vista.
-Reptile no sabe a quién debe su lealtad… -le corrigió Jade- Ojalá se dé cuenta de lo que ha hecho.
Ya no dijeron más. El camino fue lento, atravesaban el bosque cuando la lluvia comenzó a caer suavemente. Sub-Zero iba junto al carruaje de la princesa, sobre sus ropas de ninja llevaba puesta una larga túnica gris con capucha, para evitar ser reconocido. La mayoría de las personas que constituían la caravana, eran súbditos de la princesa y algunos aldeanos guerreros que habían decidido unirse. Todos iban disfrazados de gitanos o de mercaderes más que nada para guardar apariencias, llevaban con ellos caballos, algo de ganado y carros llenos de objetos para vender. “Una comedia bien montada” lo había llamado Scorpion.
El guía de la caravana les ordenó a todos que se detuvieran, pues la lluvia comenzó a arreciar más fuerte. Unos minutos después los carros se habían detenido y todos andaban de aquí para allá revisando que todo estuviera bien. Sub-Zero vio bajar a Jade del carruaje, cubriéndose con una capucha similar a la que él llevaba puesta.
-La princesa te llama… -le dijo- Quiere que entres.
Acto seguido, la joven ninja se dirigió hacia el carro que iba al frente. Sub-Zero titubeo antes de abrir la puerta. Dentro estaba cálido, Kitana tenía una cara de aburrimiento que no podía con ella, pero se animó notablemente al verlo entrar. El ninja helado se sentó frente a ella y se bajó la capucha.
- ¿Me llamaba, princesa? -preguntó.
-Sí -contestó ella sonriendo- Estoy un poco aburrida ¿sabes? Este viaje apenas comenzó y ya me parece que pasaron veinte años… ¿Has visto algo interesante ahí fuera?
-Ehm… depende a qué le llame usted “interesante”… -respondió él.
- ¿Y a qué le llamas tú “interesante”?
-Pues… no sé… supongo que… cosas que no haya visto antes.
- ¿Y has visto algo que no hayas visto antes? -preguntó la princesa, luego rió por lo redundante de esa frase. Sub-Zero sonrió.
-Lo siento, princesa… -le dijo- No soy una persona muy dada a la conversación.
-Pues conmigo vas a tener que conversar mucho -sonrió ella- Además podemos aprovechar este tiempo para conocernos mejor. Háblame de ti.
-Creo que usted ya sabe lo suficiente de mí por las historias que se rumorean…
-Nunca se sabe lo suficiente de alguien con sólo escuchar rumores -aclaró la princesa. Él se encogió de hombros.
- ¿Y qué quiere saber de mí?
-Para empezar… -Kitana cruzó los brazos- ¿Por qué me tratas con tanto respeto?
-Bueno, pues yo siempre doy respeto a quien lo merece, además usted es la princesa…
Hubo un silencio, durante el cual sólo se pudo escuchar el siseo de la lluvia golpeteando en el techo de madera del carro. Kitana suspiró.
-Sub-Zero… -comenzó a decir- La mayor parte de mi existencia la viví como una asesina… no tengo idea de lo que es ser una princesa. Tampoco creo ser merecedora de toda la atención que estoy recibiendo… no sé si me explico.
El ninja helado no contestó. La miró largamente mientras pensaba, al verla ahí, tan dulce, con ese rostro tan inocente, la verdad se le hacía muy difícil imaginarla como una asesina. Recordaba haberla visto en algunos torneos que Shao Khan organizaba, y sí, al pelear era dura, cruel, incluso sanguinaria, pero… ¿por qué aquellos recuerdos contrastaban tanto con la persona que tenía ahora enfrente? Entonces, habló:
- ¿Y usted es la princesa? ¿O la asesina…? -le preguntó mirándola a los ojos.
Kitana lo miró largamente y sonrió. Una pregunta inteligente. Muy, muy inteligente. Y por primera vez en su vida, no supo qué contestar.
Un poquito mas largo que el anterior, espero sus comentarios, yo creo que hay quimica entre estos dos jejej *v*
Diganme si les gustaria ver algo entre las otras parejas ok
gracias por leer!!
Un poquito mas largo que el anterior, espero sus comentarios, yo creo que hay quimica entre estos dos jejej *v*
Diganme si les gustaria ver algo entre las otras parejas ok
gracias por leer!!
Regresar al índiceLas flores de Chiko by Cindy_Neko_Chan
Hola, perdón por la tardanza jejeje pero ya esta aqui el siguiente capi, espero y les guste, muchas gracias a DragonSlayer500, Maquinolopsky y RazielFilth por sus comentarios :D Cursos gratis en Youtube
Bueno aqui va:
Hola, perdón por la tardanza jejeje pero ya esta aqui el siguiente capi, espero y les guste, muchas gracias a DragonSlayer500, Maquinolopsky y RazielFilth por sus comentarios :D
Bueno aqui va:
Cuando la lluvia amainó, la caravana retomó su camino. Dentro del carruaje, Sub-Zero y la princesa no dejaban de charlar. Hablaron de muchas cosas, compartieron sus experiencias, rieron, fue la conversación más animada que ambos tuvieron en su vida, tanto que no se dieron cuenta que la caravana ya se había puesto en marcha. Quizá sus destinos de verdad estaban entrelazados.
- ¡Me parece magnífico cómo controlas el hielo! -decía ella emocionada.
-Nací con esa habilidad, no le veo lo extraordinario -contestó Sub-Zero encogiéndose de hombros.
-Tal vez tú no pero yo sí… -refutó ella sin dejar de sonreír. Entonces alargó el brazo y tomó una de las manos del ninja. Estaba fría. La frotó ligeramente, fascinada. Sentía curiosidad por él y le encantaba estar a su lado. Sub-Zero no dijo nada, el contacto con las cálidas manos de la princesa lo había hecho sentir un estremecimiento. Tuvo el impulso de extender su otra mano para tomar las de ella y acariciarlas, pero se contuvo.
En ese momento la caravana se detuvo. Era la hora de comer y todos descansarían un poco. Al darse cuenta del lugar en el que se encontraban, el rostro de Kitana se iluminó.
- ¡Vamos! -le dijo a Sub-Zero- ¡Quiero mostrarte algo!
Entonces bajó corriendo del carruaje llevándolo de la mano. Sub-Zero sonrió. Le divertía verla así de emocionada, era tan niña y tan mujer al mismo tiempo. ¿Por qué estaba pensando eso?
Recorrieron varios caminos de espeso bosque, hasta salir a un claro donde había una especie de precipicio. Sonriendo, Kitana le señaló hacia abajo.
-Aquí es donde crece el árbol de Chiko… -le dijo- ¿Habías oído hablar de él?
-Ehm… me temo que no, princesa. -contestó él, entonces miró hacia abajo, eran cientos de metros de profundidad, y justo en el fondo, había un enorme árbol, casi tan alto como una secuoya, pero con un halo de luz dorado en sus ramas.
- ¿Qué es ese brillo? -preguntó Sub-Zero asombrado, nunca había visto nada igual.
-El árbol de Chiko es único -respondió ella- Lo que lo hace especial son las flores que produce, ellas le dan ese brillo… Dicen que tienen poderes especiales, como curar, incluso detener la muerte… también son un símbolo de felicidad y paz, y si cortas una nunca se marchitará. ¿No es increíble?
-En efecto, lo es… -coincidió Sub-Zero. Kitana continuó:
-Pero es casi imposible bajar hacia allí… -dijo con desilusión- Muchos han muerto en el intento…
Guardaron silencio mientras observaban la escarpada pendiente, llena de rocas mortalmente afiladas, y arbustos llenos de espinas venenosas que crecían alrededor de ellas. Quien tratara siquiera de bajar, terminaría cayendo sobre todo eso, y Sub-Zero lo pudo comprobar al ver con más detenimiento las piedras, sobre las cuales yacían decenas de esqueletos.
-Bueno -habló la princesa rompiendo el silencio- Vamos con los demás, se inquietarán si no nos ven.
*************************************************
El campamento se había instalado y todos se ocupaban de cosas diversas, pero siempre vigilantes. Algunas mujeres cocinaban alimentos al fuego, Mileena las observaba con curiosidad, preguntándose si ella sería buena para hacer de comer. Sus pensamientos se interrumpieron al ver a Scorpion llegar con un montón de leña recién cortada para la hoguera, y su mirada se clavó en la alta figura del guerrero. Había algo en él que le llamaba la atención, aunque no sabía precisamente qué. Era algo en la rudeza de su físico que la atraía. Algo primitivo. Como una especie de atracción animal. Scorpion dejó la leña en el suelo y se volvió para mirarla. Al sentir la influencia espectral de esos ojos, Mileena se ruborizó. No pudo disimular su nerviosismo cuando el ninja dirigió sus pasos hacia ella.
- ¿Le gustaría a la princesa acompañarme a cazar algo? -le preguntó una vez que llegó a su lado. Mileena cruzó los brazos.
-Yo no soy la princesa… -se apresuró a corregir. Scorpion sonrió por detrás de su máscara.
-Pero si eres la hermana de la princesa Kitana, entonces también eres princesa… -contestó.
-Pues me niego a que me llames así -refutó ella- Ya te expliqué que no soy su hermana, por lo tanto no soy acreedora al título… Sólo soy Mileena…
-De acuerdo -Scorpion se encogió de hombros- ¿Quisieras ir a cazar conmigo, Mileena…?
Ella esbozó una amplia sonrisa bajo su máscara, luego asintió con la cabeza.
-Me encantaría… -respondió.
Pasaron el resto la tarde en los alrededores del bosque, persiguiendo liebres y venados. Scorpion con su arpón-kunai y Mileena con sus cuchillos Sai. A veces se intercambiaban secretos de combate y se explicaban mutuamente sobre el manejo de sus respectivas armas. Regresaron al campamento al caer la puesta de sol. A esa hora ya estaba preparado el aseo personal de la princesa.
-Tómate unos minutos, Sub-Zero -le dijo Kitana- Nos veremos para la cena…
El ninja asintió, y enseguida se apresuró a ir en busca de Scorpion. Cuando lo encontró le contó todo lo referente al árbol de Chiko y la idea que se le había ocurrido a raíz de eso.
- ¿Bajar? -preguntó Scorpion cuando su hermano hubo terminado de hablar.
-Así es… -contestó Sub-Zero- Quiero llevarle una de esas flores a la princesa.
El ninja espectro negó con la cabeza.
-Ese lugar es peligroso -dijo- Morirías en el intento. Además ¿Por qué de pronto te surgió esa idea?
-No lo sé… yo… simplemente quiero agradarla. Ella se veía muy entusiasmada por esas flores, y la pone muy triste no poder tener una. Ya sé lo que estas pensando, pero yo no tengo ningún interés en ella, es sólo… quiero hacerle un regalo, es todo.
Scorpion no respondió. Se concretó a mirar a Sub-Zero largamente, se veía diferente, como si tuviera más luz en la mirada ¿Qué le ocurría? ¡Algo malo sin duda! Parecía tener cierto interés en Kitana, aunque dijera que no. Y algo así no debía pasar, no si la princesa ya estaba prometida en matrimonio, eso haría que las consecuencias fueran desastrosas. Pero al ver los ojos suplicantes de Sub-Zero, recordó que era su deber como hermano ayudarle. Sólo esperó no estar cometiendo una equivocación.
- ¿Y yo qué puedo hacer…? -preguntó finalmente.
-Bueno… puedes ayudarme a bajar, si es tan peligroso no te sucederá nada porque ya estás muerto…
Scorpion rio.
-Sí, yo también te amo -dijo con burla.
- ¡Vamos, hermano, por favor! -suplicó el ninja helado- Pronto nos iremos de aquí, quiero por lo menos que ella tenga su flor…
- ¿Y si ella malinterpreta el regalo?
- ¿Malinterpretar?
-Sí… tal vez crea que estás enamorado de ella o algo sí… puede que se moleste, recuerda que está comprometida.
“Comprometida” la palabra provocó una extraña punzada de celos en el corazón de Sub-Zero. Pero rápidamente se sobrepuso y habló:
-No, hermano. Trataré de que no parezca eso. ¿Enamorado? ¿De dónde sacas esas conclusiones?
-Muy bien. -Scorpion asintió- El lugar donde está el árbol de Chiko es mágico… así que no nos dejará usar ningún tipo de poder. ¿Qué propones hacer?
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Dentro de la enorme tienda de la princesa, un par de doncellas lavaba el largo cabello de Kitana mientras ella estaba sumergida en una tina de agua burbujeante. Por primera vez en su vida se sentía como una verdadera princesa, aunque le incomodaban tantas atenciones, pues no estaba acostumbrada a ellas. Jade estaba junto a ella, sentada ante un escritorio revisando un mapa del lugar, no podía dejar de pensar en Reptile, no podía dejar de pensar que él rondaba por ahí decidido a asesinarlas. En ese momento Mileena entró, interrumpiendo bruscamente las cavilaciones de ambas.
- ¡Es un insensible! -decía- ¡Fiero, brutal, salvaje! -entonces juntó las manos sobre su pecho y se dejó caer hacia atrás sobre la cama- ¡Y me encanta…!
- ¿De quién hablas? -preguntó Jade intrigada.
- ¡De Scorpion! -contestó Mileena en un suspiro- ¡No me digan que no lo notan! ¡Es cruel! ¡Sanguinario! ¡Me vuelve una bestia…!
-Cualquiera diría que estas enamorada… -sonrió Kitana mirándola divertida.
- ¡Y lo estoy! -afirmó Mileena- ¡Estoy enamorada! ¡Enamorada como una idiota!
-No puedo creer que unas cuantas horas con él bastaran para conquistarte… -refutó Jade con indiferencia.
- ¡Aaahh! ¡Ni yo…! -suspiró Mileena, de pronto la expresión alegre en su rostro fue remplazada por una completa angustia. Rápidamente se incorporó sobre la cama, miró a las chicas y preguntó- ¿Creen que sea de su tipo…?
Jade y Kitana no pudieron evitar explotar en carcajadas.
- ¡Ya lo creo que sí! -dijo la princesa- Me parecen tan similares…
-Además… -habló Jade- Creo que eres la única mujer que podría estar con un hombre como él…
Mileena se ruborizó por los comentarios. Sonriendo se dejó caer de nuevo sobre la cama.
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La luna brillaba en el cielo cuando la princesa salió a cenar, le habían servido la comida en una larga mesa de madera, donde Mileena y Jade tomaron asiento. Buscó a Sub-Zero con la mirada pero éste no se encontraba, preguntó a los sirvientes por él pero dijeron que desde la tarde había desaparecido con Scorpion. Preocupada fue hasta la mesa y se sentó, su mente comenzó a divagar… “¿Y si se arrepintió de ayudarme y se fue?” pensó “No… Me dijo que podía contar con él, debo creer en su palabra… Pero… ¿Dónde está…?”
Trató de tranquilizarse y empezó a comer. Era un rico guiso de venado con patatas y arroz, pero su concentración no duró mucho, pues Mileena también había notado la ausencia de Scorpion y no tardó en abordar el tema.
-Hey y ¿dónde están nuestros “guardianes”? -preguntó curiosa.
-Ni idea… -respondió la princesa nerviosamente. Sin saber por qué, una extraña angustia se apoderó de su corazón. No quería pensar en que Sub-Zero la hubiese abandonado. “No puede…” volvió a pensar “No… él no se iría…”
-Ya debería estar aquí… -insistió Mileena buscando a Scorpion con la mirada.
-Tal vez están vigilando los alrededores -contestó Jade al ver a sus amigas preocupadas- Como ya es de noche es posible que ronden ladrones.
Continuaron comiendo en silencio y ellos no volvían. Inquieta, Kitana hizo a un lado su plato y se levantó. Mileena le dijo algo pero ella no la escuchó, simplemente se alejó. Caminó con impaciencia entre las tiendas mirando a los alrededores, pero nada. No debía alejarse mucho así que regresó, se sentó cerca de la hoguera donde los sirvientes se alimentaban. “Cálmate…” se dijo a sí misma “Jade tiene razón, tal vez está por ahí en el bosque, vigilando…” levantó la vista para mirar la luna, pero aun así no podía dejar de sentir asa angustia, esa sensación de que había pasado algo malo.
Muchas gracias por leer, por favor dejen review, es mi mejor pago por escribir!! n_n
Muchas gracias por leer, por favor dejen review, es mi mejor pago por escribir!! n_n
Regresar al índiceBajo las estrellas by Cindy_Neko_ChanHola, primero que nada, este fic ya lo habia dejado en "stand by" ya que no recibia mucha atencion u.u pero ahora nuevamente he de ponerme en obra ya que me estan pidiendo que lo continue n_n y gracias por hacerlo ya que eso me motiva a escribir *o*
Muchas gracias a quienes me pidieron conti:
Yessenia
Lilianiitha1990
Subpion
Taishita Taisho
y muy en especial a reptil2007 quien me pidio por correo que actualizara :'D (me emociono esa peticion enserio TwT)
Bien aqui tienen la continuacion y ahora si tendré que actualizar seguido ya que estoy obteniendo demanda XD
Gracias a todos de nuevo, ahora pasemos a la lectura:
Hola, primero que nada, este fic ya lo habia dejado en "stand by" ya que no recibia mucha atencion u.u pero ahora nuevamente he de ponerme en obra ya que me estan pidiendo que lo continue n_n y gracias por hacerlo ya que eso me motiva a escribir *o*
Muchas gracias a quienes me pidieron conti:
Yessenia
Lilianiitha1990
Subpion
Taishita Taisho
y muy en especial a reptil2007 quien me pidio por correo que actualizara :'D (me emociono esa peticion enserio TwT)
Bien aqui tienen la continuacion y ahora si tendré que actualizar seguido ya que estoy obteniendo demanda XD
Gracias a todos de nuevo, ahora pasemos a la lectura:
Había pasado ya bastante rato y Kitana se hallaba impaciente. Entonces se levantó, decidida a ir a buscar a Sub-Zero, pero justo en ese momento él llegaba. Al verlo toda su angustia se desvaneció y se sintió aliviada, rápidamente fue hasta él.
– ¡Sub-Zero! –le reprochó– ¿Dónde estabas? ¡Debes quedarte conmigo! ¿Por qué te fuiste sin avisarme?
Pero de pronto notó los cortes que el ninja presentaba en sus brazos, además de que la ropa la llevaba hecha jirones.
– ¡¿Pero qué te pasó?! –exclamó mirándolo incrédula, parecía que había sido atacado por perros salvajes. Sub-Zero sonrió bajo la rasgada tela de su máscara.
–Bueno eso no importa ahora –contestó él– Perdón por preocuparla princesa, pero creo que ahora va a ponerse contenta…
Entonces le mostró un pequeño ramo de flores, pero no eran cualquier tipo de flores. Estas eran enormes y brillantes. Su fulgor dorado encantaba a la vista, y soltaban un delicado polvillo que destellaba divinamente. Eran las flores del árbol de Chiko.
– ¡Oh! –Kitana agrandó los ojos por asombro, no podía creer lo que veía– Pero… ¿Cómo? ¿Tú… tú… bajaste? ¡Es imposible!
Tomó las flores en sus manos y una calidez le recorrió el cuerpo, haciendo que se aliviaran las tensiones, que toda la preocupación se disipara. Su mente se relajó y se sintió feliz, tal era la magia de las flores.
–Son… son hermosas. Sub-Zero, gracias… –dijo a punto de llorar. Era el primer regalo que recibía en su vida, y eso le había tocado de alguna manera el corazón. Impulsivamente se acercó a él y le besó la mejilla en agradecimiento. El ninja se quedó inmóvil ante ese gesto, no supo cómo reaccionar. Su rostro se ruborizó al extremo, pero la máscara que usaba hizo que no se notara.
–De… De nada… princesa… –susurró mirándola a los ojos. Ella sonrió.
–Ven, vamos a tratarte esas heridas… –dijo con dulzura tomándolo del brazo. Luego lo condujo hacia su tienda.
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– ¿Dónde está mi sádico…? ¿Dónde está? –preguntaba Mileena con preocupación, caminando como fiera enjaulada de un lado a otro. Jade estaba junto a ella, habían terminado de cenar y se habían sentado junto a la hoguera.
–Ya cálmate, pareces… pues no sé qué, pero lo pareces… –dijo la morena mirándola con el ceño fruncido.
– ¡Eres una amargada! –contestó Mileena yendo a sentarse junto a ella– ¿Por qué no te abres más al amor?
Jade la miró incrédula.
– ¿De verdad tú me estás diciendo eso? –preguntó– ¿Quién eres y que hiciste con Mileena…?
– ¡Por favor Jade! La gente cambia. Además, tú tuviste algo con Reptile ¿o no?
–Bueno, sí… –contestó la morena bajando la vista– Pero eso fue antes de que todo esto pasara…
– ¿Y no has pensado en…?
– ¿Una reconciliación…? No lo creo… Pero no quiero hablar de eso… Cuéntame de lo tuyo.
Mileena sonrió. Luego miró al cielo nocturno.
–Ya sé que fue demasiado rápido –comenzó a decir– Pero es que él tiene un no sé qué… algo que me hace sentir “conectada” con él de alguna manera… Scorpion es tan… diferente… tan…
–Él es como tú… –afirmó Jade– Pero con pene…
Ambas soltaron unas sonoras carcajadas ante la ocurrencia.
– ¿Y dónde crees que esté? –preguntó Jade cuando dejaron de reír.
–No lo sé… –contestó Mileena sonriendo– ¡Oye! ¿Y qué tal si fue a traerme flores?
– ¿Flores? –la morena no creía lo que oía– Creí que eso eran ridiculeces para ti…
– ¡Eso era antes! Esto es ahora…
En ese momento Scorpion llegó y le tocó suavemente el hombro a Mileena con su dedo índice. Ella se volvió y su rostro se iluminó al verlo. Jade no dijo nada, sólo se levantó y se apartó de ahí dejándolos solos.
– ¡Hola! –dijo Mileena levantándose como impulsada por un resorte– ¿Dónde habías estado? No llegaste a cenar…
Scorpion se frotó la nuca.
–Estaba ocupado con mi hermano… –contestó disimulando una sonrisa– Mira…
Entonces le mostró unas enormes flores de brillante color dorado. Mileena se quedó de una pieza contemplándolas, por unos segundos se quedó sin palabras.
–Son… para ti… –habló Scorpion nerviosamente– Si las quieres…
Mileena lo miró a los ojos.
–Las flores del árbol de Chiko… –dijo– ¿Cómo las conseguiste?
–Eeeh… pues… –balbuceó el ninja, y por su mente pasó el recuerdo de cuando bajaba con Sub-Zero por la escarpada pendiente:
Lo llevaba subido a la espalda mientras descendía lentamente por las piedras, las cuales le desgarraban la piel y la ropa a su paso, pero él no sentía mucho dolor. También las espinas venenosas se clavaban en su piel, pero su cuerpo de espectro-demonio hacía que el veneno fuera suprimido inmediatamente. Al final sintió que iba a caerse y arrojó a Sub-Zero con todas sus fuerzas hacia abajo para evitar que se hiciera daño. El ninja helado rodó por los últimos metros cuesta abajo y se golpeó contra el tronco del árbol, pero sólo se desgarró la ropa y se provocó algunos cortes menores.
Scorpion agitó la cabeza para alejar esos recuerdos, sólo pensar en ello le daba vergüenza. “¿Por qué diablos me meto en estas cosas?” se preguntó.
–Bueno, es… una larga historia… –le dijo finalmente a Mileena que lo observaba atenta.
Hubo un silencio. La joven ninja sonrió.
– ¿En serio son para mí? –preguntó con coquetería.
–Si las quieres, sí… –contestó él encogiéndose de hombros, sin notar el tono insinuante en las palabras de Mileena. Ella asintió, luego tomó las flores y las olió, tenían un aroma dulce y exquisito, como miel de maple.
–Gracias –susurró volviendo la vista a Scorpion. Él asintió.
–No vayas a pensar que son ridiculeces de esas… –dijo– Sólo que no iba a desaprovechar una oportunidad como esa, se dice que estas flores son para muchas cosas, podrías llegar a necesitarlas algún día…
Mileena asintió desilusionada, por un momento había pensado que Scorpion tenía interés en ella, ahora se daba cuenta de que no era así.
–Gracias… –volvió a decir– Me… me voy a dormir…
Dicho esto se dio la vuelta y se retiró. Scorpion notó el cambio de ánimo en ella pero no quiso cuestionarle nada, no trataba mucho con mujeres, y no le gustaba involucrarse demasiado con ellas.
************************************
Dentro de la tienda de la princesa, Sub-Zero estaba sentado en un taburete de madera mirando su alrededor con curiosidad, Kitana se sentó junto a él y comenzó a limpiarle las heridas con un paño húmedo.
–Esto no es necesario princesa –dijo él– No es nada grave, estoy bien…
–Es sólo una manera de agradecer el regalo que me diste –sonrió ella.
Sub-Zero ya no dijo nada, el contacto de las manos de Kitana era tan cálido, desvanecía por momentos la frialdad de hielo a la que estaba acostumbrado. ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué le agradaba tanto estar al lado de ella? “No, no estoy enamorado” pensó “No puedo estarlo, ella sólo me agrada porque es buena persona. Es todo.”
Kitana terminó de limpiarlo, le aplicó en el brazo un ungüento medicinal y luego lo vendó.
– ¡Listo! –dijo sin dejar de sonreír– Mañana estarás mejor.
–Muchas gracias princesa –contestó el ninja helado– Aun así no debió molestarse…
–No fue molestia…
Hubo un silencio. Durante unos instantes se perdieron en los ojos del otro, contemplándose, y un confuso mar de sensaciones contenidas recorrió sus cuerpos. Kitana apartó la vista, los ojos de Sub-Zero eran demasiado penetrantes, no podía luchar contra esa mirada “¿Qué me pasa?” pensó.
En ese momento Mileena entró, fue hasta el fondo de la tienda y se arrojó sobre la cama. Para la princesa no pasó desapercibido el repentino cambio de ánimo de su hermana.
– ¿Mileena? –la llamó– ¿Estás bien?
–Sí… sí… estoy bien… –contestó Mileena sin levantar la cabeza– ¿pueden dejarme sola por favor?
–De acuerdo, pero hablaremos luego.
–Está bien.
Kitana y Sub-Zero se pusieron de pie y salieron de la tienda.
–Espero que mi hermana esté bien –dijo la princesa– Se veía muy preocupada.
Sub-Zero no contestó, pero intuía que algo tenía que ver Scorpion en eso. Ambos caminaron por los alrededores y luego se sentaron sobre la hierba a contemplar el cielo nocturno.
–¡Cuantas estrellas! –sonrió Kitana mirando al infinito. El ninja helado miró también, siempre estaba ocupado con sus entrenamientos que nunca se daba el tiempo de mirar el cielo, y lo que vio lo dejó impresionado: Cientos, no, miles de puntos brillantes en el negro firmamento. Parecían diamantes. Se recostó hacia atrás sobre la hierba cruzando las manos bajo la nuca, para poder mirar mejor, Kitana hizo lo mismo.
–Todo está tan tranquilo –siguió diciendo ella– Y pensar que en este momento me están buscando para matarme…
–No se torture con eso princesa –dijo Sub-Zero mirándola– Además… ¿Qué no estoy yo aquí para protegerla?
Kitana giró la cabeza y sus ojos se encontraron. Hasta entonces Sub-Zero reparó en lo que dijo. Rápidamente apartó la vista fingiendo mirar la hierba. Se sobresaltó cuando la joven princesa le tocó el rostro suavemente, entonces se miraron de nuevo.
–Gracias por hacer esto por mí… –susurró Kitana conteniendo la emoción. ¿Por qué le agradaba tanto estar con él? Se veía tan diferente… de las historias que había escuchado. Un ninja frío, sanguinario… ¿pero por qué con ella era tan adorable? “¿Qué me pasa?” se preguntó. Sub-Zero le tomó la mano y la apretó con delicadeza entre la suya.
–De nada, princesa… –contestó él en voz baja. Entonces ambos devolvieron la vista hacia el negro manto estelar, y se quedaron así… bajo las estrellas.
Bueno ahi lo tuvieron muchas gracias por leer :) por favor comenten que les pareció.
Desde el capitulo que sigue estos dos comienzan a acercarse mas osea ya viene el romance *v*
y tratare de hacer mas largos los capis.
De nuevo gracias todos y ahora a darle duro al teclado!!! jajaja XDDD
Nos leemos!! :D
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Nos leemos!! :D
Regresar al índiceDisclaimer: All publicly recognizable characters and settings are the property of their respective owners. The original characters and plot are the property of the author. No money is being made from this work. No copyright infringement is intended.Esta historia archivada en https://www.fanfic.es/viewstory.php?sid=35712Sub-Zero se enamora by Cindy_Neko_Chan
No tengo un resúmen ya que creo que el titulo lo dice todo, por favor denle una oportunidad T.T La pareja es:Sub-Zero X Kitana Sub-Zero se enamora by Cindy_Ne
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2024-11-18
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