Marry for money, not love by fandenarutoshippuden
Hay tres cosas esenciales para la vida:
Salud,
Dinero &
Amor
¿Qué es más importante para ti?
--------
Ha Ahome siempre le fue dicho “cásate por dinero, no por amor. El amor no existe”
Al cumplir los 17 su madre le dice que la ha prometido ha un multimillonario.
Y ella debe aceptar casarse con el, aunque no lo ame. Aunque piensa que con el tiempo surgirá “cariño”.
Pero… No es así, ese tipo es odioso, arrogante, egocéntrico, presumido, terco, fastidioso, y un total pervertido mujeriego.
¿Cómo podría amarlo?
Inuyasha es el hijo de un gran empresario multimillonario que acaba de ser prometido y todo por su padre. El no quiere casarse, le encanta su vida. Tiene dinero, mujeres y ¡más dinero! ¿Qué mas pedir?
Pero su padre tiene una grave enfermedad y pronto morirá. Son tres hermanos, y el es el menor. Pero solo heredara todo, si se casa.
Su padre lo eligió ha el, pero si decide no casarse todo ira a manos de su hermano mayor.
Debe casarse por el dinero.
Aunque cuando conoce a Ahome, la idea de casarse se le hace mejor. Ya que es bellísima.
Pero cuando la conoce a solas… Llegan ha ser como el gato y el perro.
Ella es terca, molesta, feminista, con actitud rebelde y algo caprichosa.
Ese matrimonio no será tan fácil.
Pero al final… ¿Habrá amor?
Los personajes de Inuyasha no me pertenecen son de Rumiko Takahashi.
La trama es mía.
Advertencias: leve lemon lime.
Audiencias: +13
Genero: romance/comedia.
Categories: ANIME/MANGA, INUYASHA Characters: Kagome
Generos: Romance
Advertencias: Lemon
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 2 Completed: No Word count: 5100 Read: 809 Published: 31/03/2012 Updated: 17/05/2012
Hay tres cosas esenciales para la vida:
Salud,
Dinero &
Amor
¿Qué es más importante para ti?
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Ha Ahome siempre le fue dicho “cásate por dinero, no por amor. El amor no existe”
Al cumplir los 17 su madre le dice que la ha prometido ha un multimillonario.
Y ella debe aceptar casarse con el, aunque no lo ame. Aunque piensa que con el tiempo surgirá “cariño”.
Pero… No es así, ese tipo es odioso, arrogante, egocéntrico, presumido, terco, fastidioso, y un total pervertido mujeriego.
¿Cómo podría amarlo?
Inuyasha es el hijo de un gran empresario multimillonario que acaba de ser prometido y todo por su padre. El no quiere casarse, le encanta su vida. Tiene dinero, mujeres y ¡más dinero! ¿Qué mas pedir?
Pero su padre tiene una grave enfermedad y pronto morirá. Son tres hermanos, y el es el menor. Pero solo heredara todo, si se casa.
Su padre lo eligió ha el, pero si decide no casarse todo ira a manos de su hermano mayor.
Debe casarse por el dinero.
Aunque cuando conoce a Ahome, la idea de casarse se le hace mejor. Ya que es bellísima.
Pero cuando la conoce a solas… Llegan ha ser como el gato y el perro.
Ella es terca, molesta, feminista, con actitud rebelde y algo caprichosa.
Ese matrimonio no será tan fácil.
Pero al final… ¿Habrá amor?
Los personajes de Inuyasha no me pertenecen son de Rumiko Takahashi.
La trama es mía.
Advertencias: leve lemon lime.
Audiencias: +13
Genero: romance/comedia.
Categories: ANIME/MANGA, INUYASHA Characters: Kagome
Generos: Romance
Advertencias: Lemon
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 2 Completed: No Word count: 5100 Read: 809 Published: 31/03/2012 Updated: 17/05/2012
Vive con su madre, abuelo y hermano pequeño. En una pequeña casa ha las afueras de Tokio.
No son personas de clase alta, de media tampoco, si no de clase baja.
Su madre trabaja en las empresas de Inu No Taisho. Siempre hasta tarde, aunque esa noche Ahome la espero levantada.
Justo cuando su madre entro ella fue ha recibirla.
- ¡Hija, que bien que estés despierta! –exclamo emocionada- tengo buenas noticias…
- ¿noticias? –pregunto ella alzando una ceja-
- Hable con mi jefe… -empezó ha decir-
- ¿¡con el jefe!?
- Si, si. Pero tranquila, déjame decir… ¿adivina? ¡me pregunto por ti!
- ¿por mi?
- Si, si… Bueno, no exactamente. La verdad me pregunto si la chica de la foto de mi mesa era mi hija y le dije que si, entonces me invito ha un zumo y…
- Mama, al grano. –dijo Ahome-
- OH si. Que… ¡pidió tu mano en matrimonio!
- ¡que!
- Quiero decir, para su hijo.
- Aun así… ¡que! –grito de nuevo-
- Sssh. No grites que despiertas al abuelo y a Sota.
- Eso es lo de menos. –susurro-
- Hija ¡que feliz estoy! Te casaras con su hijo y…
- No, no me casare.
- ¿Qué dices?
- Yo me quiero casar por amor… -murmuro-
- Ya te lo dije muchas veces, el amor es algo que no existe. Casate por dinero, no por amor.
- ¿¡y entonces porque te casaste con papa!? ¿¡porque tuviste hijos con el!? ¿por dinero? ¡no lo creo!
- ¡No metas al maldito de tu padre en esto!
- ¡Porque a ti no te fuese bien no significa que ha mi me vaya mal!
- ¡deja de sacar el maldito tema!
- ¡tu lo que quieres es arruinar mi vida…! ¡no me quiero casar! –grito y se fue corriendo ha su habitación-
- ¡Bien, haz lo que quieras…! ¡cuando a fin de mes me pregunten porque no pague el alquiler y nos echen ha la calle, espero que caiga sobre tu consciencia! ¡No arruines esta familia!
- ¡Hace tiempo que tú ya la arruinaste! –se escucho su voz desde su habitación-
Su madre bufo molesta y se sentó al sofá, encendió la TV y se puso a ver noticias. En ciertas cosas su hija tenía razón…
.
.
Inu No Taisho, el gran empresario Japonés multimillonario.
Se encontraba tras su escritorio viendo unos papeles, levanto su vista al escuchar abrirse la puerta y vio a su hijo menor. Inuyasha, de 19 años.
Su cabello plateado y largo, con algunos mechones mas largos que caen ha su rostro moreno, sus ojos ámbar se fijan en su padre.
- ¿Me llamaste, padre?
- JM… Inuyasha. –dijo serio, como de costumbre y dejo los papeles- sabes que mi enfermedad esta peor, y dentro de poco ya no estaré. Tú eres mi hijo más leal. Así que también serás heredero de las empresas. –en sus adentros Inuyasha estaba sonriendo y riéndose de sus otros dos hermanos, esos dos idiotas que hicieron frente ha su padre y este los desheredo- pero… con solo una condición.
- La que padre me ordene. –dijo el-
- Te casaras.
Hubo un silencio incomodo, Inuyasha se quedo rayado ¿casarse? ¡Solo tiene 19 años! bueno, es mayor de edad pero aun así… ¡que locura! Ahora su vida es perfecta, ¿Arruinarla casándose para obtener la fortuna de su padre? Sonrió, si se lo plantea así…
- B-bien. –le costo decir-
- Perfecto, sabía que aceptarías. Mañana a la noche tu prometida y su madre vienen ha cenar. Quiero que estés preparado y seas educado.
- Si padre. –dijo y salio de allí, apretó sus puños con fuerza. Tal vez sus hermanos no fuesen tan idiotas al final, irse de casa también es buena idea-
Su padre sonreía complacido, volvió ha los papeles. Que eran sobre Inuyasha, su fortuna… Y todo lo demás. Iba preparando el testamento. Firmo al final, donde dejaba claro que todo se lo quedaría Inuyasha.
Tal vez… su hijo mas querido.
Abrió el primer cajón de su escritorio, que permanecía cerrado con llave. Y de ahí, saco una pequeña y antigua fotografía. Algo arrugada.
Ahí estaba el, ha su lado su segunda esposa, Izayoi. Una mujer muy hermosa, de largo cabello negro.
Y en brazos tenia ha un bebe, Inuyasha. Al lado de el, un niño de unos 7 años, y una niña de 6 años. Ambos serios y algo molestos.
Dejo de nuevo la fotografía en el cajón.
¿Por qué acepto que esa empleada lo convenciera para casar ha su hija con su hijo? Tal vez, al ver la fotografía de su hija le recordó a Izayoi… Ese cabello largo negro. Cierta chispa en sus ojos y esa leve sonrisa misteriosa…
Cerró sus ojos y recordó a Izayoi.
- Pronto estaré contigo… -musito-
.
.
Ahome despertó pronto al día siguiente debía ir ha trabajar al café.
Ha los diez y seis había dejado el instituto, y fue a trabajar a un café del centro de la ciudad, un café muy lujoso y visitado. Por suerte, la cogieron.
Su madre trabajando de empleada en las empresas de Inu No Taisho no ganaba lo suficiente, y ella debía ayudar.
En el café se puso su uniforme de Maid, el típico uniforme blanco y negro corto. Se puso unos patines y cogio su libretita y un bolígrafo.
Fue de mesa en mesa haciendo pedidos y llevándolos a la cocina, cogiendo los platos de comida y llevándolos ha las mesas.
Sentía que su vida no tenia sentido, que era vacía. Se iba a casar, y aun no había vivido lo suficiente, no se había enamorado, ni tenido novios, ni ligues, ni su primer beso… Con eso lo decía todo. Era una fracasada en el amor.
Pero… menos mal que tenia ha su querida amiga. Ella a la vez que Ahome la habían cogido ha trabajar ahí y se hicieron amigas mientras hacían sus turnos nocturnos hasta las tantas de la madrugada limpiando, cocinando, ordenando… En fin, se hicieron amigas.
Rin Chishu tenía su misma edad, pero era muy vaga, alocada, romántica y soñadora.
- Rin. –llamo la campanita de ventana de la cocina- la mesa diez espera ¡anda despierta que se te quema el arroz!
- ¡Ya voy Ahome! –grito ella y llevo el plato ahí- toma. –suspiro- estoy agotada.
- ¡si acabamos de empezar el día! –dijo Ahome poniendo una mueca- que haré contigo…
- Puff… ¿aun acabamos de empezar? ¡yo me jubilo!
- ¬¬ solo tienes 17 años. –musito ella-
- La mesa diez espera ¿no?
- ¡ah, si! –dijo ella y se apuro para ir ahí-
Pero justo en el camino se tropezó y se resbalo. La comida cayo al suelo y el plato se rompió, ahora iba ella. Pero justo antes de caerse, sintió como alguien la cogia.
Entonces cuando abrió sus ojos, vio unos ámbar viéndole ha ella.
Se sonrojo al sentir las manos de el en su cintura y espalda, cogiendo muy cerca de el.
Su respiración se hizo agitada y fue como amor ha primera vista.
- ¿estas bien? –escucho la voz del chico-
- S-si… gracias. –dijo poniéndose bien, entonces recogió los platos. Pero su jefe ya estaba ahí-
- ¡Ay por dios! ¡como te atreves…! –grito- ¡esto se descuenta de tu salario!
- P-pero… -murmuro ella-
- No se preocupe, fue culpa mía. –dijo el chico- aquí tiene. –le extendió un billete de 100 que saco del bolsillo como si nada-
- ¡s-s-seño-or n-no pa-pas-sa n-ad-da! –dijo con dificultad el jefe, hizo una reverencia y se fue-
- Gracias. –sonrió Ahome-
- JM… no fue nada. –dijo el yéndose-
Rin no tardo en llegar.
- ¡OH, que lindo! Me recordó ha esas típicas películas románticas donde el chico salva ha la chica. *o*
- Ves demasiadas películas. –dijo aun sonrojada-
- ¿eso es un sonrojo? ¡uy, que te gusta! Es mono, eso si.
- ¡q-que va! Además… -murmuro seria- me voy ha casar.
- ¡¡QUE!! –grito- ¿Cuándo pensabas decirme? ¿Cuándo tuvieran su primer hijo? ¿con quien? ¿lo conozco? ¿es guapo?
- No lo conozco ni yo. –dijo Ahome-
- UPS… ya veo. Tú mama…
- Si. Dijo que me casaría con el hijo de su jefe.
- ¡¡Inu No Taisho!! –grito Rin- ¿con el hijo del empresario Inu No Taisho? ¿estas segura?
- S-si… ¿Por qué?
- ¿sabes que el viejo ese ya tiene un pie en la tumba? Si te casas con el hijo… ¡$_$ somos ricas!
- ¿somos? ¬¬”
- Tu. Eres rica. No olvides ha tu querida amiga que te quiere mucho ¿okay? –dijo con ojitos de cachorrito abandonado-
- C-claro… -murmuro ella y termino de recoger el plato roto y limpiar eso- la mesa diez aun espera su pedido.
- ¡uy si! –grito ella corriendo deprisa ha cocinar de nuevo-
.
.
Ha la noche, tanto Ahome como su madre se arreglaron para ir ha la cena.
Ahome llevaba un vestido corto y veraniego blanco con detalles dorados. Su cabello suelto, y dos mechones de delante los cogio para atarlos atrás, y así que no cayeran ha su rostro mas.
Su madre también se puso guapa, como si ella fuera la que debe dar buena imagen y la que se casa con el hijo de Inu No Taisho.
Llegaron ha la gran mansión y en la puerta fueron guiadas por un mayordomo al comedor.
Ariel se quedo viendo la casa lujosa, y justo en ese momento entro Inu No Taisho.
- Inu No Taisho-sama, ella es mi hija Ahome Higurashi. –dijo su madre-
- Llámeme por mi nombre, Naomi –dijo su jefe-
- Bien. –dijo ella sonriente-
Inu No Taisho tras darle la mano a Naomi se quedo viendo a Ahome. Le recordó mas ha Izayoi.
Su cabello largo, sus ojos con esa chispa vivaz, y vio una leve sonrisa curvarse en su rostro.
- Señor, encantada. –dijo dándole la mano, el le extendió la suya-
- Igualmente. Mi hijo ahora llega. Hasta eso, sentémonos.
Se sentaron y Ahome por una extraña razón no dejaba de pensar en ese chico tan lindo que la “salvo” –como dice Rin- en el café de su jefe y de caerse… ¿Quién seria? Saco mucho dinero de su bolsillo, debía ser rico, pero también una buena persona… Ojala pudiera verlo de nuevo.
En ese momento la puerta del comedor se abrió y escucho unos pasos ir hacia ella.
Levanto la vista, y tanto el chico como ella se sorprendieron.
- “El/la del café” –pensaron a la vez-
- Hijo, ella es Ahome Higurashi. Y ella, su encantadora madre Naomi –dijo su padre-
- Encantado. –dijo- Inuyasha.
- Igualmente. –dijo Ahome viéndolo de arriba abajo, era el. El chico del café, sus ojos ámbar la seguían mirando fijamente. Lo que la puso nerviosa, se sonrojo y bajo la vista avergonzada-
Inuyasha la miro durante un buen rato en la cena, mientras su padre y la madre de ella hablaban.
Su cabello largo negro con reflejos azules, sus ojos chocolate y su piel blanquecina. Era hermosa, debía admitirlo.
La había odiado desde que escucho que se iba a casarse pero ahora, no se veía tan mal la idea.
Ahome estaba confusa, el lindo chico de la cafetería no podía ser el. Odiaba ha su prometido, y le gusto ese chico de la cafetería. ¿Seria el típico niño malcriado mimado rico? ¿O tal vez un hombre bueno y simpático como el de la cafetería?
- Bien, vayamos ha firmar esos papeles. –dijo Inu No Taisho-
Fueron al salón y se sentaron en los sofás. Ahí habían unos abogados.
- Firmad ambas ahí, después Ahome ahí, Naomi ahí y ambas de nuevo ahí. –dijo un abogado-
Ambas firmaron, pero al final Ahome leyó un poco. Habían ciertas reglas para ella antes de casarse, debía hacer un chequeo medico y de mas, además decía que debía ser “pura”. Se sonrojo levemente, y encima debía hacer lo que su marido diría hasta el resto de su vida…
Suspiro, miro ha su madre de reojo que la miro fijamente seria. Entonces firmo.
- Bien. –dijo el abogado cogiendo el papel- listo señor. –hizo una reverencia y se fue-
- Bien entonces. –dijo el- Ahome, desde ahora vivirás aquí. Cuando se casen, que será en dos meses…
- ¿dos meses? –dijo Ahome alarmada, todos la vieron y solo asintió-
- En dos meses cuando se casen vivirán juntos. –termino de decir-
- ¿Cuándo se muda? –pregunto su madre-
- Mañana mismo si le parece. –la miro fijamente y ella asintió- y ha usted le buscare un mejor piso cerca de aquí, para poder vivir.
- Gracias. –dijo Naomi-
Ahome entonces se levanto de golpe y salio de ahí.
- Siento su conducta… -dijo Naomi-
- No importa. –dijo Inu No Taisho- se acostumbrara. –miro a su hijo- ve con ella ahora. –ordeno este se levanto y fue por donde Ahome había ido-
Llego ha un balcón, donde ella miraba el cielo.
- ¿Qué, lindura…? ¿Te gusto cuando te cogi en brazos… repetimos? –dijo con una sonrisa ladina, pero al llegar ha su lado vio que lloraba- ¿tan malo será casarse conmigo? Creo que te gustara. –la abrazo por su cintura y la atrajo a el-
- ¡suéltame! –pidió ella y se soltó a golpes-
- Que bruta eres… -dijo con una mueca de disgusto y luego sonrió de lado- será genial nuestra noche de bodas…
- ¡cállate idiota! –dijo ella- ¿sabes por lo que pase? ¡no tienes ni idea!
- Se algo sobre ti, se que te mudaste de Inglaterra aquí a Japón, y trabajas en un café.
- ¡OH si, te sabes perfectamente mi vida! –dijo sarcástica-
- Pues se muy bien como me miraste cuando te cogi en el café. Tu sonrojo, tu mirada inquieta, el apresurado latido de tu corazón, tu respiración entrecortada… Y ahora en la cena… JM… igual. –dijo con una sonrisa ladina arrogante-
- ¡no es cierto! –dijo volteando su rostro, ya que sintió que de nuevo se sonrojaba. Esa sonrisa ladina la vencía con facilidad- ¡jmp! ¡genial estoy prometida ha un idiota!
- ¿me llamaste idiota, niñata?
- ¿niñata? ¡tengo 17 años!
- Y yo 19 –dijo el-
- Viejo… -murmuro volteándose y yéndose ignorándolo-
- ¿Qué? ¡ven y dímelo a la cara! –exigió-
- ¡viejo idiota! –dijo volteando y luego volvió ha su camino-
- Jmp… este matrimonio se ve difícil. –susurro y fue tras ella-
>o. Todo Prestamos y Finanzas en tiempos de crisis
espero ke les guste el cap, no prometo subir pronto conti, pero subire eso si xD
>o.
espero ke les guste el cap, no prometo subir pronto conti, pero subire eso si xD
Al día siguiente un camión de mudanzas había ido ha su casa y sus cosas ya estaban empacadas, listas para ser transportadas ha su nueva casa.
Se llevaba consigo unas cuantas cajas, y al terminar de meterlas en el camión este fue hacia su nueva casa…
Ariel abrazo ha su madre, y unas lagrimas salieron de sus ojos.
- Hija… no llores, si nos veremos pronto.
- Lo se… pero aun así…
- Sssh, venga. Deberes irte ya. Yo me iré mañana a mi nuevo piso.
- Bien. –murmuro Ahome y se fue junto al camión de la mudanza-
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Cuando llego ha la gran mansión se quedo viéndola, desde ese día viviría ahí. Si por ella fuera, se contentaría con un piso o una casa diminuta. Pero esto… Era demasiado para ella.
Salio del camión y llevaron sus cosas ha su nueva habitación, donde lo ordeno todo.
La habitación era enorme, podría ser el salón de su antigua casa.
Cuando lo acomodo todo se sentó en un sillón y descanso. Pero no tuvo mucho tiempo de relax, ya que la puerta se abrió y entro Inuyasha.
- Espero que te agrade la habitación. –decía con un poco de mal humor- “recuerda lo que dijo padre, se amable con ella” –se repetía Inuyasha en su interior-
- Ja… no es para tanto. –dijo Ahome restándole importancia-
- “¿no es para tanto?” –repitió con un leve tic en la ceja derecha- “si este cuarto es mas grande que tu casa…”-pensó. Suspiro y hablo más calmado:- pronto te acostumbraras…
- ¿Ha que…? ¿De pasar de una choza a una mansión? –dijo ella, sabia que tipo de persona seria, alardeando de su fortuna cada minuto de su existencia- Mira bien, Inuyasha… Tal vez nos casemos, y vivamos juntos lo que nos queda de vida. Pero ¿sabes que? Hasta eso, hasta dentro de dos meses seguiré haciendo lo que me plazca. Seguiré yendo a trabajar y haré lo que quiera cuando quiera y como quiera. –dijo con la cabeza bien alta-
- Tsk… -chasqueo la lengua, hasta ahí llego su paciencia- bien, tienes dos mese de libertad pásalas bien. –dijo de forma fría- pero… recuerda que el resto de tu vida la pasaras junto a mi. Y te aseguro, que como sigas con esta actitud… tu vida será un infierno. –y así salio de la habitación-
Ahome se abrazo a si misma y se aguanto las ganas de llorar. ¡No quería casarse! ¡Odiaba esto! Pero… cerró sus ojos y recordó a su familia… Su madre… su abuelo… su hermanito… Suspiro. Debía hacerlo por ellos, no por ella. Vivirían mejor, y su hermano podría ir a la escuela. Sonrió. Ellos tenían una vida libre por delante.
.
.
Rin suspiraba por décima vez aquella mañana. Miro el reloj de la cocina, y volvió a poner su cabeza en la mesa.
Los demás cocineros hacían desayunos y ella ahí, esperando a lavar platos. Entonces le pasaron unos y empezó a lavarlos.
Sabía que su amiga se casaría con el multimillonario hijo de Inu No Taisho. Sonrió, seguro le iría bien.
Aunque por una parte, Ahome parecía más contenta con “el chico de la cafetería” –como lo llamo-
Fregó platos sin ganas, entonces al voltear vio a Ahome entrar. Dejo el plato y corrió a ella, la abrazo con fuerza y esta la devolvió el abrazo.
Eran como hermanas…
- ¡Ahome! ¿Qué haces aquí?
- Vine a trabajar. –dijo como si nada, Rin rió-
- ¿Trabajar? ¿Acaso tienes problemas para llegar a fin de mes? –rió otra vez- ¡ni aunque no movieses un dedo en un año no tendrías problemas con eso!
- Lo se, pero… Ahí me agobio, es como una jaula.
- Recuerda, jaula-mansión. –dijo Rin-
- Rin… ¿Cómo te sentirías si te obligasen a casarte con alguien a quien ni conoces, ni amas… y te quitasen tu libertad?
- ¿sabes? Hace tiempo que perdí mi libertad. –murmuro ella seria, cosa que pasaba pocas veces. Sonrió de nuevo, aunque fue una sonrisa forzada- eso para mi seria lo de menos, sonreiría cada segundo si tuviera lo que tu tienes ahora. Recuerda porque haces eso.
- Si… pero… ¡argh! –gruño- ¡ah! Adivina… ¿Quién es mi prometido?
- El hijo del empresario. –dijo ella-
- No. El hijo del empresario Inu no Taisho que es “el chico de la cafetería” –dijo ella y dejo a Rin con la mandíbula desencajada y los ojos como platos-
- ¿¡NANIII!? ¡EL CHICO DE AYER! –grito- que fuerte… ¡si es bonísimo el tío! ¡y que caballero! En serio Ahome, ¿de que te quejas? ¡o eres muy caprichosa o ciega!
- ¡ja! Ayer fue una mentira, es un idiota. –murmuro mientras empezaba a coger sus cosas para empezar a trabajar-
- Idiota adinerado. –le recordó Rin- y guapo *o*
- Eso me da igual. –dijo ella-
- Ay, tía. –se quejo Rin y bufo- anda, ve a trabajar que si no me entretienes y no trabajo yo… que me hace falta.
- Bien. –sonrió Ahome y salio donde las sillas-
.
.
Ahome fue a las mesas y vio a un chico solo, que parecía impaciente. Fue a donde el.
- Bienvenido al Café Shikon no Tama. –dijo sonriendo amable- ¿Qué desea señor?
- ¿Tener un hijo contigo, hermosa dama? –dijo de repente, haciendo que a Ahome casi se le caiga el bolígrafo y libretita. Su rostro estaba completamente rojo-
- E-eh… ¿P-perdone…? –murmuro- y-yo… me voy a casar… -dijo algo triste-
- OH… lo siento. Es la costumbre. –dijo el como si nada, Ahome arqueo una ceja ¿costumbre? ¿Qué clase de costumbre?- pero… no parece muy feliz que digamos.
- Bueno… -murmuro ella- es que… es una boda concertada, yo… no elegí…-fue diciendo, y entonces paro. No tenia porque decirle eso a un desconocido-
- Yo estaría encantado de casarme con una hermosa dama como tu. Y haría lo que fuera por ganarme tu corazón. –fue diciendo y el sonrojo de Ahome aumento-
- ¿Quiere pedir algo? –paso de tema Ahome-
- Si, café con leche y unos donuts de chocolate blanco. –sonrió- Aunque no creo que me contente con ese dulce… tras ver el néctar prohibido de los dioses… -Ahome se sonrojo, jamás le dijeron cosas tan lindas como ahora ese chico- Mi nombre es Miroku ¿Y tu…?
- Ahome Higurashi. –dijo deprisa-
- Lindo nombre… Ahome. –sonrió-
- V-voy a-a por el pe-pedido ¿si? –Ahome volteo y se fue a la cocina-
- Anda mira, si es la que se va a casar y anda ligando con chicos lindos. ¿Por qué a ti te tocan siempre lindos? –dijo Rin frunciendo el ceño-
- No ligaba… -murmuro sonrojada-
- Ya, ya… -murmuro- ¿Qué pide?
- Café con leche y un donut de chocolate blanco. –dijo-
- Leí sus labios, dijo que eso no le contentaría tras ver el néctar prohibido de los Dioses… -dijo Rin-
- ¬¬ das miedo abecés ¿sabes? Tu cotillez llega demasiado lejos… -murmuro Ahome-
- También te pregunto si querías tener un hijo con el nada mas hablarle. –dijo ella- ¿y eso no es ligar… hermosa dama? –rió-
- ¡calla! –le dio un golpecito con su libretita-
- Anda… Si es que no aprovechas lo que el destino te da. –dijo Rin- ¡no lo niegues amiga, lo sabes bien!
Ahome al cabo de unos minutos, fue a la mesa de Miroku con el café y donuts…
Le dio el pedido.
- Que aproveche. –dijo con una sonrisa-
- Ahome. –la llamo el- Se me olvido, felicidades.
- ¿eh?
- Por tu futura boda, ya sabes… es lo que suelen decir en estos casos ¿no? Aunque, creo que debería decirte otra cosa…-Ahome se acerco a el-
- ¿Qué cosa? –dijo ella entrando en su juego, ambos ya cerca-
- Pues… -pero justo entonces otra voz les interrumpió-
- ¡Ahome! –escucho la voz de Inuyasha enojada-
- ¿Inu…yasha? –se quedo sorprendida- ¿Qué haces aquí?
- ¡no! ¿Qué haces tú ahora? –dijo viendo a Miroku-
- Trabajando ¿no ves? ¿O estas ciego? –dijo ella-
- Nos vamos. –ordeno-
- No me das ordenes, ¿recuerdas…? Dos meses.
- Jmp… -gruño se fue de ahí antes de que hiciera algo de lo que luego se arrepintiese-
.
.
Media hora antes (más o menos)
Inuyasha salio de la habitación de Ahome, había sido duro pero ella se lo merecía por contestona y maleducada. ¡Encima que le daba una habitación…! ¡En SU casa!
- Tsk… debí haberme ido junto Sesshomaru y… -se quedo callado, escucho como ella lloraba. Suspiro- idiota… -murmuro-
Se fue y al cabo de unos minutos cuando quiso ir a disculparse con ella, unos sirvientes le dijeron que se fue. Inuyasha sabia donde iría, ella quería ir a trabajar ¿no? Al café de Shikon no Tama. Ahí la vio por primera vez…
Salio tras ella, pero antes de llegar le compro unas flores. ¿Era lo que hacían en esos casos no? Comprar flores. Eso debía hacer.
Justo entonces vio en el café tras el cristal a Ahome, muy, muy cerca de un tipo.
Frunció el ceño, y apretó sus puños.
Se quedo sorprendido, ¿Por qué sentía rabia…? No era nada suyo, era libre… aun. Pero, no quería verla con otros.
Sin darse cuenta las flores habían caído al suelo y el se dirigía hacia ella…
.
.
A la tarde, Ahome regreso a la mansión. Entro y nada mas poner un pie dentro, vio a Inuyasha acercarse a ella…
- Ahome. Debemos hablar.
- No quiero –dijo-
- ¡pero serás terca! –gruño- mira, no quiero verte con otros ¿si?
- ¿Por qué?
- Estamos prometidos. –dijo molesto ¿era tonta o que, lo había olvidado?-
- ¿Y? aun no estamos casados, puedo hacer lo que quiera. Ya te dije…
- ¡pero no puedes ir ligando con el primero que te pase! –la cogio del brazo antes de que pasase a su lado y lo ignorase-
- ¿Quién te crees que soy…? ¿Una cualquiera? ¡el ha hecho algo que tu no…! ¡ha sido amable, bueno y educado! –le grito-
- ¡si es que no me dejas…! –le grito a ella-
- ¡por que ya se que tipo de persona eres, un niño rico y mimado, que alardea de su fortuna cada segundo, que solo conoce dos palabras: dinero y poder… y no sabes nada de mi, se como eres… tu no sabes como soy…! ¡así que suéltame! –grito, se soltó y se fue corriendo-
- “terca… si tu supieras de mi, no habrías dicho eso.” –pensó, suspiro. No tendría paciencia con esa mujer- y me tengo que casar contigo… ¡ay… por kami!
La cena se paso en silencio, Ahome e Inuyasha se sentaba frente a frente, y en medio, en el extremo se sentaba Inu No Taisho.
- ¿Cómo te fue el día, Ahome? –pregunto entonces el padre de Inuyasha, sorprendiéndola- escuche que te fuiste al café donde antes trabajabas…
- B-bueno, si. –musito- echaba de menos a mi amiga, Rin. Y decidí visitarla. –Inuyasha frunció el ceño ¿Por qué mentir? Iba a decir, pero Ahome le dirigió una mirada que le dejo mudo- ¿No importa verdad, señor?
- Claro que no. Y no me llames señor, me hace sentir viejo. –sonrió levemente, Inuyasha ahora si que frunció el ceño ¿su padre… sonriendo? ¿en que mundo? hacia meses, tal vez años que no sonreía así-
- O-OK…-sonrió ella también-
- Inuyasha. –dijo entonces su padre más serio- hay que empezar con los preparativos de la boda. –miro a Ahome- deben ir empezando a planear…
- Si. –dijo Ahome y Inuyasha asintió-
- Querida Ahome, -miro a Ahome- puedes intervenir en la boda tanto como quieras, ahora tu ordenaras sobre los sirvientes y todo. Solo pide y lo tendrás, no hay límites. Quiero que su boda sea el mejor día de sus vidas.
- “¡ja! Imposible” –pensaron ambos-
- Gracias, pero, no me gustan las bodas tan grandes… -murmuro ella-
- Querida, será un gran día. ¡Date lo mejor! ¿si? además, vendrán otros empresarios, querrán conoceros a ambos, ya que Inuyasha heredara toda mi empresa. –comento-
- “por eso se casa…” –Ahome cayo en todo, y miro a Inuyasha- “lo hace… por el dinero… por la empresa de su padre…”
- ¡ah! Y… tendrán que pasar más tiempo juntos. Mucha prensa y periodistas quieren exclusivas sobre ustedes… -dijo Inu No Taisho- cuanta mas publicidad mejor, pero… que sea buena. Así que… pasaran tiempo juntos creando lazos fuertes ¿si? –ambos asintieron-
Al terminar la cena, Ahome fue a su habitación. Quiso fregar pero no la dejaron, ¿Por qué? Bueno para eso pagaban a los criados…
¡Y encima debía pasar tiempo con el idiota de Inuyasha!
Recordó a Miroku, el lindo chico de la cafetería.
¿Por qué conocía a todos ahí? ¿Y porque siempre a lindos y simpáticos?
¿Miroku seria así en todas partes, o solo en la cafetería, como Inuyasha?
Bufo molesta.
Entonces paro, había una puerta entreabierta. Entro, la biblioteca.
Sonrió. Le encantaban y siempre deseo una.
¡Y ahora tenia una!
Camino entre estanterías llenas de libros, y llego a una mesa de madera al fondo. Miro a su alrededor, nadie.
Vio el libro que había encima de la mesa, frunció el ceño.
- La era Sengoku… -murmuro- ¿Historia? –cogio el libro y lo ojeo, pero de nuevo lo dejo en la mesa-
Justo entonces se fijo, un cajón un poco abierto. En el cual vio una fotografía… Tentada por la curiosidad abrió del todo el cajón y...
¡Wow! Una hermosa mujer había en la fotografía, de largo cabello negro, ojos oscuros y tez clara.
¡Parecía una princesa! Era perfecta.
Sonrió, sentía una gran calidez en su mirada.
- Mi esposa. –escucho una voz al fondo de la sala, levanto la vista Inu no Taisho la miraba fijamente-
- OH… yo… lo siento. –dejo deprisa la fotografía-
- No importa. –negó con la cabeza, llego ahí y se sentó en la silla enfrente del escritorio y tomo la fotografía en sus manos- Izayoi…
- Es… hermosa. –murmuro-
- Si. –asintió el y cerro los ojos, como si pudiera verla. Los abrió y sonrió nostálgico- una gran mujer… La madre de Inuyasha.
- ¿Ella…?
- Murió… hace… hace mucho. –musito-
- Lo siento, no quise… yo…
- No importa, Ahome. –dijo el negando-
Ahome se había fijado que iba con ropas gruesas y tenia una apariencia muy frágil, como si se rompiera en pedazos nada mas tocarlo, su tez demasiado pálida como si jamás el sol lo hubiera tocado.
¿Era esa su enfermedad de muerte…? Bajo la cabeza.
- Yo… me voy… buenas noches, que descanse.
- Igualmente. –dijo, Ahome empezó a caminar y al llegar a la puerta escucho su voz de nuevo- mañana a las 8 estate lista, Inuyasha y tú os vais por la ciudad.
- Hai. –asintió deprisa y salio nerviosa-
- “JM… es como tu, Izayoi… nerviosa, tímida, pero con fuego en la mirada” –pensó con una sonrisa-
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2024-11-10
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