Home Land by Migora

Home Land
~
Tierra Natal

The real place you came from
~

El verdadero lugar de donde provienes.



::RESUMEN::

-Srta. Cross, ya le dije que no me gusta viajar en primera clase... Siento que todos me observan... - Dije, mirando unos segundo a mi alrededor, me aterrorizaban sus miradas.

-No seas ridícula niña y sigue caminando más aprisa, ya casi llegamos a nuestro asiento. - Dijo con si típica voz neutral.

Mi vida nunca fue divertida... Tampoco normal.

Sin embargo, era mi vida, no me quejaba demasiado respecto a ella...

-Oh querida! Tú si que te luces encantadora!! Debes ser de quien tu padre y la Srta Cross hablan tantas maravillas! Ven querida sientate sientate!! Quieres un poco de té? O quizás algo de café? No, ya se! Qué tal unas galletas con chispas de chocolate? SI! Eso te gustara! -

Qué pasaría si alguien entra en tu vida, ofreciendote amistad, cariño, calor y protección?

Factores, que en otro mundo, uno nuevo, no existen en los humanos?

-Debo decir, Madeleine, que comparto tu gusto por la literatura extranjera. -Dijo con una voz un poco mas seria, pero que continuaba siendo melosa.

Un libro, que puede pertenecer a un hombre que fue condenado como loco, por una persona que conocía esa realidad de la que hablaba...

***

Un libro, un destino... Y una persona, que ahrá lo imposible para que no sepas la verdad, una verdad que ha sido guardada por años, y que muy pocos saben...

Estás listo, para saber la verdad sobre el lugar de donde vienes...?

******************

Capítulos:

Prólogo: ...Esta no Puede Ser Mi Vida....

Capítulo 1: Ese Libro...

Capítulo 2: Lectura Profunda.

Capítulo 3:  El Salvajismo Del Paisaje.

Capítulo 4: El Misterioso Afuera

Capítulo 5: Humor Cambiante 

Capítulo 6: Revelaciones 

Capítulo 7: Tienes Lo Que Necesito

Capítulo 8: Entre Verdades y Escapes

Capítulo 9: Incidentes Desconocidos. (Nuevo!)

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Día de Actualización:

Sabados.

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Esta historia se remonta a los años 1960-1980 o similar.

Este es el prologo de la historia... Espero les guste muchito muchito ^^

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Besos y a LEER! :3

-Madeleine, toma tus cosas... Nos vamos. - Dijo la Srta. Cross, una mujer respetable aunque despiadada, que tenía por mala costumbre llamarme por mi nombre entero en ocasiones en las que sus nervios se apoderaban de toda su sensatez.

No es que no me agradara mi nombre... El cual es, por cierto: Madeleine Elizabeth Cordain. Un apellido de aristocracia según mis parientes, pero al que ,yo de vez en cuando, me encargaba de manchar levemente por equivocaciones causadas por mi poca vergüenza, y otras razones que, creo, son cosecuencia de la misma.

Estabamos rumbo a un tren, no me gustaba viajar en primera clase, a mis 14 años de edad, yo era una chica sensata, que trataba de evitar a toda costa que la mirasen con odio, al mismo jamás me sentí superior a nadie, pero en primera clase era como si eso no se pudiera evitar, todo el mundo estaba a disposición, y tú estabas a disposición de todos.

-Srta. Cross, ya le dije que no me gusta viajar en primera clase... Siento que todos me observan... - Dije, mirando unos segundo a mi alrededor, me aterrorizaban sus miradas.

-No seas ridícula niña y sigue caminando más aprisa, ya casi llegamos a nuestro asiento. - Dijo con si típica voz neutral.

Jamás, en mi corta vida, me había sentido cómoda. Y cuando digo nunca, creanme... Significa nunca. Mis compañeros me encontraban totalmente extraña, y era algo completamente normal para ellos llamarme “experimento”, “deforme”, “inadaptada”, etc. Con solo 14 años de edad había atrvesado cosas que poca gente había vivido, pero sin embargo continuaba siendo yo... Una chica normal.

La única persona que me entendía, era quizás, sólo quizas, mi padre. Un ser que pretendía parecer estricto con todas las personas, eso era, con todos, menos con su única hija... (Esa era yo) a quien mimaba y malcriaba todo lo que podía y soportaba. Yo nunca le pedí nada, pero tampoco negaba sus regalos, los cuales nunca sobrepasaban el hecho de ser regalos simples... A pesar de nustra muy buena posición económica.

Solían ser normalmente cosas simples, como ya mencioné, la cosa es que eran demasiado simples, o tal vez considerablemente tontas... A veces era una flor pequeña cortada de nuestro propio jardín, algunas veces un dibujo torpemente hecho, otras veces un “Te Amo” escrito en la servilleta de un restaurant rústico. Si, regalos un poco extraños de un padre a una hija... Pero yo guardaba cada uno de ellos cariñosamene en una cajita, incluso habían flores que estaban más que muertas de estar tanto tiempo allí. A pesar de eso, yo las almacenaba cual coleccionista a sus tesoros; porque eso eran: mis tesoros.

-Deja de estar en las nubes Madeleine, y vulve a la tierra. Estoy hablandote hace diez minutos y puedo apostar que no has escuchado ni una palabra, señorita. - Dijo la Srta Cross algo molesta, con la mirada dirigida hacia el paisaje de la ventana, el cual era el mismo desde hacia rato... El tren debía salir hacia Buenos Aires en unos minutos.

-Disculpe. Podría repetirme? - Dije, con los modales que se me había criado desde niña.

-Tu padré estará esperandote en su oficina cuando lleguemos; estará acompañado de sus compañeros de trabajo. Compórtate como la señorita que sé que eres. No hay tiempo para errores ni disculpas allí, así que por favor estate atenta a todo. Por otro lado, luego de ver a tu padre vendrás conmigo a instalarnos al Hotel Tamara, donde también debes comportarte excelentemente. Mañana por la mañana, a las 7.00 AM nos levantaremos, y a las 8.00 estaremos tomando el té con la Srta Finnix. Ella serña tu nueva profesora, así que debes mostrarle respeto. Me has entendido muchacha? - Había hablado lentamente... Y todo lo que decía era aburrido. Pero debía escucharla, y para darle elgusto de saber que le había puesto atención, asentí con la cabeza.

El tren empezó a moverse justo después de eso... Mi reloj marcaba las 3.59 PM. Por alguna razón en especial, hoy saldríamos a horario.

El oir las ruedas del tren moverse me relajaba, ese sonido tan estrepitoso y brusco para algunos, era música para mis oídos... Y no lo era todos los días... En ese día en especial, se había vuelto como un milagro, algo que esperaba desde hacía rato... Es sonido me indicaba que cada segundo, estaba un segundo mas cerca de mi querido padre.

***

“¿Qué son los hombres comparado con las rocas y las montañas? “

Adoraba ese libro... “Orgullo y Prejuicio”. Era lo unico entretenido durante el viaje... Y ya lo había leido antes, pero cada vez que lo leía era como si fuera esa primera vez que tanta emocion me había causado.

-Madeleine, falta cerca de una hora y media para llegar, así que mejor duerme un poco para estar más fresca. - Dijo la Srta Cross mirándome curiosa. Ella siempre me regañaba por leer solo ese libro... Supongo que no comprendía mi afición por Jane Austen, la escritora del libro.

-Srta. Cross, con todo respeto, perola desobedeceré: no estaré más fresca, sino que más cansada... Si me disculpa, - Dije, mirandola tranquilamente. - continuaré con mi lectura.

-Deberías empezar otro libro, sabes niña? Hoy en día hay escritores maravillosos. - Me dijo justo cuando yo había vuelto la vista a mi libro.

-No lo dudo. - Dije volviendola a mirar. Unicamente por respeto. - Es solo que no me interesa leer otro libro ni otro autor. Srta Cross, debería verdaderamente dejar de insistir, sabe perfectamente cuan terca soy... Así que yo que usted no perdería mi tiempo. Si cambio de autor, volveré a eloquecerme con la historia, y deberá de ser romantica... Es el género que más llama mi atencion. Así que, Srta Cross, apreciaría de sobremanera que dejase de insistir. - Dije lo último con una sonrisa agradable en mi rostro, cosa que contrastaba con mi voz, que era levemente agresiva.

-Como desees niña. - Dijo, mirando hacia la ventana y sus paisajes que se renovaban a cada segundo que pasaba.

Volví la vista a mi libro... Enfocada nuevamente y olvidé mi reciente encuentro con ella. Casi todos los días eran así... Y honestamente era por eso que no me sentía cómoda con mi vida y mis “logros”.

¿Es que eso era todo lo que se esperaba de mi? ¿Que me casara con un hombre que no me ama, y que tenga hijos con él, y que por encima, jamás cumpla mi sueño de hacer algo que marque a la gente de una buena manera?

Gracias por leer. Agradezco los comentarios!  Nos leemos :)

Mil disculpas. Estoy en épocas de examenes D: (de hecho, ahora mismo debería estar estudiando para dar una leccion oral PERO ESE NO ES EL PUNTO! Mil disculpas... Todavía no tengo escrito el siguiente, pero tengo una idea base de toda la historia :B Creanme, les gustrá (o eso espero...)

Este es mucho mas largo que el capi anterior, y a mi personalmente me gusta más... Porque cuenta un poco más de la relacion entre Madeleine y la Srta Cross.

PD: Perdón por los errores (HORRORES) de ortografía,  tengo LibreOffice, y todavía no sé cómo carancho ponerle para que me de la opcíon de corregir, si alguien sabe, se agradece que me diga.

Ya no los molesto más! A LEER!! :D

-Hola padre. - Lo saludé seria... Raro en mí, pero debía portarme con la persona madura que era frente a sus compañeros de trabajo... Mi padre era un abogado distinguido y respetable, con una fortuna heredada más la fortuna que ganaba caso tras caso.

-Hola querida, espero que tu viaje haya sido agradable. - Dijo, desviando su atención a mí.

-Lo fué, pero sigue molestandome... - Miré hacia sus compañeros, estaban serios. No me querían allí. - Te contaré cuando estés disponible padre. - Dije con mi mirada posicionada en uno de ellos en especial, que tenía una mirada tranquila, como si yo verdaderamente no le molestara. - Si me disculpas.

-Seguro hija, hablamos mas tarde... - Dijo, y me sonrió divertido... él lo sabía: yo temía que se enojaran por la interrupción. - Como decía, este puede llegar a ser un caso muy comprometedor... -

Eso fue lo último que escuché, luego cerré la puerta y me dirigí a mi recamara, donde encontre a la Srta Cross:

-Madeleine, la Srta Finnix no esperará para siempre, vamos muchacha, aún debo arreglarte el cabello... - Dijo preparando el peine y las hebillas.

-Srta Cross, repítame porqué Alexia ya no puede ser mi tutora? - Dije, sentadome en la silla del tocador, donde veía mi reflejo: serio, neutro, infeliz. La Srta Cross me miró con pena, era algo inusual en ella... Sólo lo hacía cuando sentía cierta empatía hacia mí.

-Querida, sabes perfectamente que Alexia desea con todo su corazon continuar siendolo... Es solo que la vida y el destino no lo quisieron así. Además tu padre me ha dicho que la Srta Finnix es una persona encantadora. - Dijo, empezando a peinar mis rulos castaños.

-Mi padre tiene mal gusto con las mujeres. - Dije cortante. - Lo ah tenido con mi madre, lo tuvo con su segunda esposa e incluso con su tercera esposa, con la cual esta a punto de divorciarse. Con la única con la que no se equivocó fue con usted... Que por suerte pude interevnir en su decisión, o tendría que sufrir a diaro. - Le hechaba a mi padre la culpa de mi mala fortuna y de no tener una madre... Pero de tenerla, la Srta Cross no sería una especie de madre para mí, solo sería otra ama de llaves, así que en parte agradecía que no hubiera nadie mas con quien compartir el cariño de mi padre.

-Agradezco el cumplido. - Dijo sonriente. - Pero debería tener en cuenta que su padre jamás fue un hombre que supiera tratar con las mujeres... - Dijo divertida mientras trataba de aplanar mis desafiantes rulos... No le estaba yendo muy bien. - Si es incluso conmigo que no sabe cómo actuar... Y ya han sido más de 20 años de servicio para con él, querida...-

-Amanda... - Cuando la llamaba por su nombre, era que algo no andaba bien, o que no estaba ni un poco de acuerdo con ella. - Creo que deberíamos dar por terminada esta conversación. Pero voy a acotar algo: Mi padre es un hombre excelente, algo timido, pero jamás se ha dejado vencer por nadie, sin embargo, usted bien sabe que las mujeres son su debilidad... No soporta verlas llorar. No digo que esté mal eso, es sólo que no puedo creer que haya perdido tres veces. - Dije exahusta de que peleara con mi cabello y me paré. - Iré así, me gusta mi cabello tal y como es... Apresuremonos o llegaremos tarde.

-Como desee Srta Madeleine. - Dijo divertida por mi reacción.

Ella era adulta y yo una niña inmadura... Al menos cuando se trataba de charlas sobre mi padre... Hacía y decía lo que fuese necesario para defenderlo. Y cómo no hacerlo? Era el único miembro de mi familia que me amaba y soportaba todos los días, además, lo que quedaba de la familia de mi madre esperaba a que mi padre muriera para reclamar su parte; cosa que mi padre evitó haciendo un testamento apenas se separó de mi madre, su primera esposa: No importaba con quien se casase, yo lo heredaría absolutamente todo, desde su fortuna, hasta sus propiedades y posiblemente hasta su puesto en el trabajo.

-Antes de irnos... - Estuve a punto de agarrar el picaporte de la puerta, cuando mi voz salió sola. - Podría hacerte una pregunta? - No me atrevía a verle la cara, por lo que yo tenía la cabeza gacha, con la mirada hacia abajo; enfrentada con la puerta.

-Claro Srta Madeleine. - Dijo con una sonrisa simpática. - Todas lo que desee. -

-Hipotéticamente... - Comenzé a hablar insegura y tartamudeando - Si mi padre jamás se... Bueno claro que si se... Pero en el caso de que no... Si el se hubiera negado a... O ella hubiese... -

-Dilo ya niña! Me mareas!! - Dijo hastiada.

-Usted se hubiera casado con mi padre?!?! - Pregunté de una vez por los nervios... Y cuando me di cuenta de que había hablado, me tapé la boca; ahora sí la estaba mirando.

Ella enmudeció un momento y su cara desmostró mucha sorporesa... - Bueno querida... - Comenzó en voz algo baja – No lo había pensado hasta ahora. Pero la verdad es que-

-Srta Madeleine, me temo que debo pedirle permiso de llevarme a la Srta Cross... Su padre la requiere inmediatamente. - Dijo Marcos, un joven mayordomo, quien entró abruptamente.

-Como mi padre desee... - Dije casi en un suspiro. Justo cuando estaba por decirlo, tenía que irse. - Tú, Yo, Hablar, Respuesta, Luego! - Dije en un leve murmullo, y me dirigí hacia el auto... Al parecer, tendŕia que conocer a la Srta Finnix yo sola.

Bajé las escaleras hasta el recibidor... Donde ví que el chofer me esperaba antentamente...

-Max, vamos a ver a la Srta Finnix por favor. - Dije, mirandolo con cara seria... Aburrida.

-No nos acompañará la Srta Cross? - Dijo con un deje de tristeza... O quizá sólo fue imaginación mia.

-Mi padre la necesita para hacer algo, no me preguntes qué. - Dije tomando el picaporte, zarandeando un poco la mañosa puerta. - Vienes?

-Si, por supuesto... Vaya usted primero. La sigo – Dijo, con su sonrisa típica de cada día, noche, tarde, media mañana, etc. Era un hombre felíz a pesar de ser solitario. Estaba enamorado de la Srta Cross, a quien en rara ocasión llamaba por su apellido. Siemrpe era “Amanda esto, Amanda por favor lo otro”. Lástima que, por lo que yo sabía, ella no tenía ni idea... E imaginaba que tampoco interés.

***

-Oh querida! Tú si que te luces encantadora!! Debes ser de quien tu padre y la Srta Cross hablan tantas maravillas! Ven querida sientate sientate!! Quieres un poco de té? O quizás algo de café? No, ya se! Qué tal unas galletas con chispas de chocolate? SI! Eso te gustara! -

La Srta Finnix era una persona demasiado habladora para mi gusto... Y muy energica. Había estado sólo cinco minutos allí y ya había dado mínimo cinco idas y vueltas.

-Agradezco sus cumplidos Sra Finnix. - Dije, aburrida.

-Qué te parece si empezamos con una breve clase? Mh? - Dijo contenta. - Cuál es tu materia preferida niña? - Dijo con una voz dulzona... No me gustaba.

-Ninguna en verdad.... Pero si de actividades es de lo que habla... Adoro leer. Tengo un libro del cual no puedo separarme. Podría contarle toda la historia sin necesidad de leer ni un renglón. - Dije, entusiasmada de que porfin había untema de conversación que era de mi interés.

-Ahhh... Ya veo. - Dijo sonriente. - Literatura. - Puso su mano derecha en su sien... como si tratara de recordar algo. - Cómo se llama ese dichoso libro del cuál me hablas, eh niña? - Dijo volviendo a su pose anterior... Y contiuó hablando con su voz dulzona; para mi desgracia.

-Orgullo y prejuicio, y preferiría que me llamase Madeleine, si no es molestia. -

-En absoluto!! Dios mio! Que modales tan impresionantes!! Adoraría tener una hija como tú... Pero jamás se dió la ocasión con ningun hombre... !! - Y luego vino su risa... Parecía la típica señora cincuentona que no tenía nada que hacer, y que para peor, no tenía ningún hombre con el cual desquitar su locura.

-Gracias... Creo. - Si, definitivamente... Ella me daba miedo.

-Debo decir, Madeleine, que comparto tu gusto por la literatura extranjera. -Dijo con una voz un poco mas seria, pero que continuaba siendo melosa. -De hecho... Me considero una lectora muy capaz, y una muy buena jueza o... Una buena crítica. - Dijo, entre presumiendo y siendo honesta. - Te importa si te sugiero algunas buenas lecutras para pasar el rato, y también para pensar un poco? - Dijo ahora, con una voz delicada... Qué acaso no podía hablar así todo el tiempo?

-Si a usted no le molesta... - Dije. - Pero permitame decirle que tengo un gusto muy extraño para los libros... Deben contener mas no sea una pizca de romance...

-Lo sé – Dijo.

-Lo... Lo sabe? - La miré confundida.

-Claro! No cualquiera se lee varias veces Orgullo y Prejuicio niña. Yo en mi adolescencia tambíen tuve cariño por un libro en especial... Dijo subiendose a una escalerita... La cual era de madera fuerte pero muy, muy bajita... medio metro, con suerte, o quizás más

-Ah si? - Dije interesada – Y cual era...? -

-Pues... - Dijo corriendo libros de derecha a izquierda... Algunos los sacaba y los ponía en otros estantes. La biblioteca era considerablemente pequeña... Dos metros de altura por uno y medio de anchura. - Enseguida te lo mostraré... Pero tendremos que ir a la otra biblioteca por lo que veo. - Dijo, dejando de correr los libros. - Acompañame niña.

-Por supuesto. - La seguí hasta una puerta de madera muy refinada, con unos vidrios con dibujos hechos en Vtiró... Era muy bonita y se veia realmente delicada con esas flores adornando el vidrio.

La Srta Finnix se dió vuelta antes de abrir la puerta. - Antes que nada niña... Debo aclrarte algo. - Dijo un poco seria. - Esta es mi verdaera biblioteca... En ella se encuentran todos los libros que puedas llegar a querer leer o necesitar, y si no están aquí, es porque no hay un libro que sepa satisfacer tus necesidades... ocual, es extraordinario, y raro a la vez. - Dijo, maravillada. - Hay documentos importantes registrados en ellos, y aclaraciones que yo mima hice para facilitar mis futuras lecturas de esos mismos libros. Cuando esté dandote clases, entraremos aquí, pero debes prometerme cuidar todo como si fuera tuyo, por favor. - Finalizó con una mirada espectante.

-Lo prometo Srta. Finnix. Me mata la curiosidad... puedo verla? - La curiosidad me mataba, una biblioteca tan grande para ella sola? Yo mataría por eso!

-Seguro niña... Pasa. - Dijo sonriente... A continuación, lo que vi fue una biblioteca enorme, llena de libros de historia, literatura, cuentos de hadas.

Sin embargo, ella se dirigió hacia una parate de la biblioteca en especial, de donde saco un libro pequeño pero ancho... Algo gastado por su notoria antigüedad. Era de color negro opaco, y tenía escrito con letras blancas gastadas “Home Land: Tu tierra natal”.

-Wow... - Se veia muy delicado... Por lo que lo que lo toqué con sumo cuidado... Inspeccionandolo. A pesar de su notoria edad, sus condiciones eran excelentes. - Es éste el libro del que me habló? -

-Así es niña. - Dijo sonriente. - Es tuyo hasta que termines de leerlo. Te gustará, creeme... Tienes los mismos gustos que yo tengo sobre la lectura, así que no te preocupes sobre el que no vaya a gustarte, te aseguro que amarás cada página.

-Si usted dice... - La miré dudosa, y luego tomé el libro.

-Mira nada mas... Ya se nos han ido 20 minutos. Qué se le va a hacer. Sabes cuándo vendrá a buscarte la Srta. Cross? - Habló con esa voz detestablemente dulzona.

-Yo diría que en unos 10 o 20 minutos más... Después de todo, ella arregló con usted que hoy sólo nos conoceríamos un poco, y que mis clases empezarían mañana... Me equivoco?

-En absoluto!! Sin embargo, si deseas, puedes tomar más té...-

***

-Nos vemos!! - Se despidió de mí y de la Srta Cross, con quien habló unos cinco minutos, no sé de qué... Estaba bastante concentrada en la tapa del libro. Homeland.... Las clases de inglés que había tomado no me engañaban. Eso significaba patria o algo similar... Qué clase de loco escribiría algo con ese título? Entonces sentí curiosidad: abrí el libro con suma lentitud y delicadeza, para encontrarme con una dedicación bastante larga...:

“A mi queridísima Lidia, y a nuestros hijos... Gracias por acompañarme en ésta desición y por creer todo lo que éste libro relata. Sé que apenas salga a la venta se le cancelará, ya que juro, incluso fuera de la propia historia, que es completamente real cada uno de los sucesos, y no lo hago solo para atraer al lector. Éste libro es ni más ni menos algo que viví hace poco, y que según me cuentan las personas que son nombradas en el libro (y que no qiero mensionar aquí, para no arruinar la lactura de quien corresponda) se repetirá un sinfín de veces... Hasta que alguien decida ponerle un fin a la guerra que se desata en la historia.

Jamás fuí un buen relator, así que también corresponde un agradecimiento a todos aquellos que creyeron en mí y me permitieron un pequeño espacio en este mundo literario. Sin más, me despido... Ya que probablemente me internen en un loquero en unos días, pues verán, éste no es el único medio que utilizo para plantear la realidad (los otros modos los dejo a disposición de su imaginación).

Gozen”

Al parecer, la Srta Finnix estaba demente, y ese libro ea una probable causa... Pero por alguna razón, continué pasando hojas hasta que llegué al capítulo 1 de la historia: “Capítulo I: Una sonrisa reluciente... Una vida desastroza”.

Y sin darme cuenta... Me sumí en un distante mundo... Lejos de real, en donde la historia misma, estaba sindo encarnada por mí. Significado de los nombres

Gracias por leer!

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Y espero que te haya gustado!

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BESOTEE! Byee!

HELLO! Disculpen la tardanza, ni que lo digan... Estuve hasta el tope de exámenes (Tan así, que hasta casi me llevo música :/) PERO! YA ESTOY AQUÍ! Sin materias bajas y en una pieza! ;)

Este capítulo me gusto mucho escribirlo, más que nada la parte de buscar imágenes para él. (Más abajo, cuando lean, comprenderán de lo que hablo.)

No los desitraeré más, besos y A LEER! :3

PD: Me disculpo por los posibles errores de ortografía, y aviso, que este es un capi considerablemente largo.

Prólogo:

Capítulo I: Una sonrisa reluciente... Una vida desastroza.

Mi vida es la vida que cualquiera puede considerar como normal... Quien nigue que mi vida era la vida que cualquier personas, tanto hombre como mujer, es porque era de una clase social más baja, más alta, o vivía de un modo distinto al mundo, con costumbres diferentes.

Para qué negarlo? Mi familia no era de mucho poder adquisitivo o económico, como se prefiera decir, sin embargo mis padres siempre estuvieron a favor de que no se necesitaba ser rico para ser feliz, ni para encontrar al amor de tuvida.

Con esta ideología heredada de parte de ambos de mis padres, con una presión en mis hombros suficiente como para hacerme seguir adelante sin importar qué, me gradué de La Universidad Nacienal de Buenos Aires, universidad que me permitió obtener el título de ingeniero.

Me casé a los 25 años de edad con la mujer de mis sueños, una mujer que realmente amo aún hoy, que tengo 50 años de edad. Han sido 25 maravillosos años, 25 maravillosos aniversarios.

Esther... Ese es su nombre, y por si se preguntan el nombre de su servidor... No lo considero en verdad importante, sin embargo, para dejar su consiencia sin ninguna duda: Andrés... Ese es mi nombre.

Tuvimos un hijo al que llamamos Estéfano y una hija a la que llamamos Bianca. Éramos felices... Lo somos aún hoy; incluso a pesar de que más de una vez, mi hijo estuvo sumido en drogas, alcoholismo, problemas con la autoridad y la justicia; aún así, permanesimos unidos.

Mi hija, en cambio, es un verdadero caso a resaltar: la mejor en su clase, elegida como la mejor compañera tres años consecutivos, los últimos tres debo agregar como dato inservible (seré honesto... No lo es tanto; la gran mayoría de sus compañeros, eran muchachos.)

Mi hija siempre fue ena excelente persona, y siempre lo será, no me pregunten como lo sé... Quizás es porque soy padre, y el ser padre te da obligaciones, derechos... Y también da cosas como éstas: uno no sabe la teoría, sólo la práctica; mi hija siempre iba a ser una excelente persona, simplemente porque ella era así.

Sin embargo, todo se fue al diablo hace exáctamente cuatro semanas, cuando descubrí un mundo nuevo, un mundo diferente: un mundo donde el verse como un humano es sólo un disfraz para no ser descubiertos en nuestro mundo.

Táchenme de loco, de demente... De loco sin oportunidades de volver a sus cabales; pero sé lo que vi. Criaturas diferentes, no escalofriantes, pero tampoco tiernas. Eran simplemente criauras. La gran mayoría eran mjueres... Ellas eran quienes poseían el poder. La única raza exclusiva de “hombres” era la de los Rechtoms... Unos árboles gigantes, de piernas y brazos hechos de raíces. Parecían crueles, pero no lo eran... De hecho, eran muy humildes, considerando su tamaño. Luego estaban estas... Domadoras de dragones: Eretians. Mujeres hermosas, seductoras, de cabellos de llamativos colores, vestidas con los cabellos de sus victimas, crueles torturadoras de todo ser viviente diferente a ellas y a sus dragones. Las Saiamans eran una especie de amazonas caníbales... Realmente escalofríantes, pero fieles a quienes les demostraban lealtad, y muy llamativas en su exactitud con respecto a la caza: nunca fallaban un tiro, y si lo hacían, era porque querian hacerlo. También estaban las Termias, unas mujeres de cabello azul y piel celeste, con un ojo semi congelado que demostraba su adultez, o madurez al cazar. Daban algo de miedo, eran serias casi siempre, y sólo se mostraban en la noche, cuando hacía un frío semi-invernal. Y por último, pero no menos importante, estaban las Urequias: mujeres de piel verde moho oscuro... Sus ojos eran como los de una serpiente, de hecho, gran parte de su cuerpo era similar a una serpiente... En su nariz tenían dos pequeños cuernos, que ni llegaban a tener ese nombre por su pequeño tamaño. Su pelo era peculiar también: tenían algo percido a una trenza y a una rasta a la vez. Hablaban con las serpientes.

Yo era el único ser diferente allí... Un ser que no encajaba, pero que sin embargo fue acogido por aquellas extrañas criaturas, y fui tratado como alguien que no era, alguien perteneciente a su patria... El primer día de convivencia que tuve con las dichosas criaturas fue extenuente y agradable a la vez, casi fui asesinado mínimo una vez por cada criatura, pero siempre decía lo mismo “Homeland!!”,con pánico, gracias a las pocas bases de inglés que mi padre me había enseñado, y que sabía por haber esucchado las lecciones que les daban a los niños prodigios. En fin... ese terminó siendo mi nombre entre las criaturas... Un nombre que con el tiempo, terminó significando astucia, rapidez... Y sobretodo, supervivencia. HomeLand.[...]

***

-Wow... Quién habría dicho que éste tipo estaba tan demente. Debí haber hecho caso a la advertencia del principio... - Dije entre queriendo matar al tipo, y queriendo darle un premio por su imaginación.

-Qué lees querida? Te ves entretenida. - Dijo mi padre divertido de que hablara conmigo misma... O más bien... Con un libro.

-Un libro que la Srta Finnix me recomendó. - Dije cerrando el libro, pero antes marcandolo con un pedazo de diario. - Esa señora está demente... Y creo que este libro es la principal causa. - Dije meciendolo suavemente de un lado a otro frente a la cara de mi padre.

-Querida, que le guste un libro que hable de algo que no puedas ver, no es la causa de que actúe de esa manera. - Dijo sonriente, cambiando de direccion su mirada, hacia la ventana... Observando el paisaje. - Creo que es encantadora. - Dijo divertido. - Vive su vida contenta, a pesar de estar sola... Es verdaderamente admirable. - Dijo ésto último con una sonrisa impecable en sus labios, mostrando sus dientes blancos.

-Padre... Digas lo que digas... - Dije en voz alta, lo que causó que algunos hombres y mujeres me miraran.... Ya mencioné que odio eso a mas no poder? - Ella está más loca que una cabra que desea ser una estrella del rock n' roll, mientras que salta en una pierna!! - Dije en un murmullo, pero que un hombre bajo logró escuchar, causando una leve risa que embarró el silencio que había en el tren.

-Tú y tus locuras... Estás incluso peor que ella. - Dijo divertido por sus provocaciones hacia mi persona.

-Ni se te ocurra compararme con esa psicótica! - Histeriquié en murmullos. - Al menos yo sé cuando estoy en mis cabales! Ella no sabe diferenciar la broma o metáfora de la realidad o de lo concreto! -

-Made... Calmante. Sabes que lo sé, pero eres igual a ella... Te guste o no. - Dijo con una sonrisa adorable... Siendo él mi padre, siempre lograba ganar las discusiones con esa cara. - Es por eso que al saber que debías cambiar de tutora le escogí a ella... Tú te reservas demasiado querida. Aprende de ella! Liberate y relajate, cariño... La imagen que tienen los demás de tí no siempre es lo que más importa. - Dijo abrazándome... Un abrazo que correspondí encantada.

-Eso lo dices porque a tí no te dicen raro todo el tiempo, ni te tachan de inadaptado social, o de experimento. - Dije triste, con lagrimas a punto de brotar escandalosamente. - Recuerda que es por eso que tengo tutora y no voy a la escuela. - Dije en un arranque de tristeza.

-Amor... - Dijo con delicadeza, besando mi frente. - No eres rara, y lo sabes. Es sólo que tu creciste más rapido que ellos. No llores mi amor, verás que pronto será diferente. - Dijo feliz... Besando por última vez mi frente, abrazandome más fuerte.

-Espero que sí papá... Espero que sí. - Dije, y caí rendida en los brazones de morfeo a los pocos minutos.

***

Habíamos llegado a la casa que una vez perteneció a mi hermano... Si, tengo un hermano. Su nombre es Antonio, es una persona increiblemente divertida y escandalosa... Tanto como yo, pero a diferencia de mí, él no se reserva nada.

-Antonio me dijo que llegaría mañana temprano, pero que no nos levantaramos para recibirlo, tiene mucho papeleo que llenar. - Dijo mi padre, acomodando sus cosas arriba, en una de las habitaciones.

-Papá... Por qué Antonio te vendió la casa a tí? -

Salió de la habitación y fue hasta el comienzo de las escaleras para verme... Yo, en cambio, estaba encariñada con una pintura que había hecho mi hermano de mí. Me encantaba como pintaba...

-Bien... - Comenzó la historia con su mano en la barbilla, haciendo memoria y al mismo tiempo bajando lentamente los escalones, sin saltearse ninguno: no tenía apuro alguno. - Tu hermano dijo que tu madre adoraba esta casa... Y que no quería vivir en un lugar que ella hubiera amado. - Dijo serio. - Sabes que tu hermano nunca terminó de perdonar a tu madre... Justo igual que tú. - Dijo mirandome con una mirada de suplica.

-Y tú si? - Lo miré, empezando a ignorar todo mi alrededor... Por unos veinte segundos sólo fuimos nosotros dos, nuestras miradas.

-Ni muerto. - Dijo bajando su mirada. - Jamás fui de los que perdonan fácil una traición... Tú y tu hermano pueden corroborar eso. - Dijo volviendo a mirarme, guiñandome el ojo con una sonrisa.

-Por supuesto papá... - Dije felíz. - Más de una vez estuviste enojadopor semanas con ambos por pelear contigo por una estupidez. - Dije volviendo a la pintura, la acaricié suavemente... Vaya recuerdos. - Pero admítelo, tú siempre empezabas. -

-Tal vez... Pero ustedes continuaban. - Dijo burlandose de mi.

Lo miré y le lanzé una mirada amenazante y divertida... Haciendo burla junto con mi mano... Si él era así de adulto, no quisiera saber cómo era de niño... O quizás si.

Volvi mi mirada hacia la pintura... En ella yo tenía unos 8 años, mi hermano incluso hace seis años era excelente, ahora era perfecto... Quizás. Era demasiado meticuloso... Y no sólo en la pintura, era así en todo, era una persona agradable, lástima que su necesidad de molestarme siempre arruinaba lo bueno y amable que era...

Subí las escaleras para poder acomodarme yo, no iba a quedarme sentada ahí, esperando que mi padre acomodara mi maleta... Que en relidad, no iba a hacerlo... Estaba segura.

Mi habitación estaba enfrente a la de mi padre, así que si necesitaba algo, podría simplemente caminar unos pasos y llegar con él.

Me instalé en unos pocos minutos, incluso cuando pensé que me iba a tomar bastante más. Mi papá puso música aburrida, pero yo, sumisa como siempre, no me quejé... En ese sentido si era igual a mi hermano... Jamás le presenté ningún reclamo a mi padre. Después de todo, no teńia derecho a hacerlo.

-No sabía que te gustara la música clásica. - Dijo mi padre entrando a la habitación con su típica sonrisa. - Es otra de las tantas cosas que no saia de tí.

Le miré simplemente... Para darle a saber que no lo ignoraba, pero que era algo que no pensaba responder. No le mentiría, pero tampoco me quejaría; tal y como siempre había hecho con cosas tan delicadas como sus gustos.

-Ya veo... - Dijo todavía sonriendo. - La cambiaré.

-No! - Grité. - Quiero decir... No lo hagas, no hay necesidad. - Me retracté de semejante grito, que causó que la sonrisa de mi padre fuera aún más grande. - No es que no pueda escucharla... Sólo... Prefiero otras cosas. -

-Como por ejemplo...? - Preguntó interesado... Casi nunca hablabamos de lo que nos gustaba, de nosotros... Simple y puramente de nosotros.

-Por ejemplo... A ver... Por ejemplo... - Pensaba, y no se meocurría nada, hasta que claro, se me prendió el insicenso. - Almendra! Si, esa banda me encanta... No llores más muchacha, corazón de tiza...! - Comencé a cantar, diviertiendo a mi padre todavía más.

-Ya veo, ya veo. - Dijo a mitad de la risa. - Bien, entonces supongo que compartimos uno de los tantos gustos. - Dijo sonriente.

Mientras nosotros charlabamos, la música seguía reproduciendose como si alguien estuviera escuchándola, y así pasaban los segundos, los minutos, y las horas... Charlando, mi padre y yo.

-Pero mira qué hora es! - Exclamó mi padre de la nada, luego de una hora y media de charla animada. - Debo preparar la comida. -

-Puedo ayudar? - Pregunté suavemente. Qué mejor momento que ese para continuar nuestra charla de músicos y gustos extravagantes? - Claro, si quieres.

-Por supuesto. Ven Made, sígueme. - Me guió bajo las escaleras, hasta la cocina, que era simple a comparación de la enorme casa. - Empieza lavándote las manos Cariño. - Dijo, una vez él había terminado esta misma acción.

-De acuerdo. - Lo hice municiosamente, bajo la discreta mirada de mi padre. - Ya... Ahora qué? - Dije emocionada.

-Empieza por cortar algunas de éstas... - Dijo tendiendome unas zanahorias. - Rebanadas finas. De acuerdo?

-Seguro!! - Dije felíz de poder ser útil, de sentirme útil...

***

-Que deliciosa cena. - Mencionó mi padre con una sonrisa. - Pero ya es hora de ir adormir, es tarde. - Dijo bostezando levemente después.

-Seguro... - Dije con una sonrisa cansada. - Seguiré un poco más con el ibro, y luego me iré a dormir. - Dije levantandome.

-Seguro, sólo no te entuciasmes demasiado, mañana llegará tu hermano, no nos levantaremos temprano, pero tampoco podemos levantarnos tan tarde... Trato hecho? - Dijo, siendo suave, pero manteniendo su postura de padre estricto.

-Por supuesto papá... Buenas noches. - Dije acercandome hasta su asiento, abrazandolo levemente, besándolo en su frente. - Nos veremos mañana.

-Por supuesto mi niña. -

Subí las escaleras hasta mi cuarto, donde tomé mi camisón y me dirigí al baño que la propia habitación poseía; me cambié de forma rápida... De alguna manera estaba emocionada por seguir con ese libro.

Una vez estuve lista, me dirigí a la cama, abrí las sábanas, las cuales estaban duras debido a su poco uso... No me quejé demasiado, no tenía derecho de hacerlo... Además, con qué razón?

Una vz dentro, prendí la lámpara de noche que se ubicaba en la pequeña mesa de luz: un mueble de madera de caoba, se veía delicado, y constaba de dos cajones.

Tomé el libro entre mis manos, entusiasmada por continuar...

-Bien pequeño... Veamos qué más tienes para contarme. - Dije, abriendo el libro desde la página que había marcado con el diaro hacía unas horas... - Haber... Urequias... Ajá... Aquí! Hablaban con las serpientes...

[…]

Capítulo 2: El pozo de los deseos.

El cómo llegué aquí es una histoiras muy distinta... Mi vida en general era aburrida, me gustaba que fuera así, pero a mis cincuenta años estaba ralmente sumizo ante esto, aque me hubiera gustado que fuera de otra forma. En uno de mis tantos viajes a Buenos Aires, la capital de mi país, Argentina, me hospedé en lo que yo no podría llamar un hotel, porque claro, en un hotel las camas son medianamente cómodas, cambian las sábanas siempre, y bueno, todo lo que un hotel hace referencia con respecto a sus servicios.

Este hotel en especial, estaba manejado horrendamente: cambiaban las sábanas cada dos o tres días, las habitaciones eran un desastre, entre otras cosas que no valen la pena destacar... No quiero dejar en evidencia a este mal llamado “hotel”.

Sin embargo, el patio que poseía este lugar era admirable... Bien cuidado, con una vegetacion y un paisaje únicos. Cierta vez pregunté porqué estaba tan bien cuidado el patio y tan mal cuidado el edificio... Y recuerdo qu la respuesta de una de las de la limpieza fue:

“No necesitamos que nos diga lo obvio señor...

Sucede algo en ese patio, no somos nosotros quienes lo limpiamos.

Se mantiene de esa forma solo.

Nunca eh visto un jardín que contraste tanto con un lugar,

pero por alguna razón, ese jardín se matiene de esa forma...

El pasto sólo crece cuando debe, de lo contrario, se matiene parejo.”

La respuesta de la señora fue estúpida para mí en ese momento... Con todo respeto a quienes lean esto, pero era una verdadera idiotez.

Me dirigí al dichoso jardín, y era cierto: nadie estaba podando los árboles, cortando el césped, o realizando un cuidado similar, sin embargo, el jardín mantenía su espontaneidad y su hermosura.

Si hubo algo que llamó mi atención, fue el pozo de los deseos que se hubicaba en medio del jardín.

Es ahora cuando el lector, o quien corresponda, debe preguntarme: Esta historia es muy interesante... Pero, ¿Qué tiene que ver con las criaturas, con el lugar a donde llegó?

Muy simple:

En ese mismo momento, supe que algo andaba mal. No había forma de que un patio estuviera tan bien cuidado... No sin que alguien lo cuidara día tras día. No había lógica alguna!

Me acerqué al pozo... Vaya ridiculez la que presenciaba con mis propios ojos.

Cambiñe la dirección de mis pensamientos hacia el pozo... Busqué en el bolsillo de mi chaqueta una moneda... Siempre tenía una en caso de ncecesitar cambio al realizar alguna compra. Pensé mi deseo al encontrar una.

Como dije antes, mi vida era aburrida... Y si pudiera cambiar?

Abrí los ojos, y negué que ese pozo pudiera realizar mi deseo, pero no perdía nada intentándolo, así que cerré los ojos nuevamente, y luego, dije en forma de suspiro:

-Una aventura... - Dije relajado, y en forma de súplica. - Es todo lo que pido... Una simple, larga y disfrutable aventura.... - Abrí mis ojos, y lanzé la moneda, y a continuación solté una carcajad sin mcho volumen. - Dios mio, debo estar volviéndome loco.

Pero, para mi sorpresa, algo empezó a suceder: El pasto comenzó a crecer; el paisaje llano, se volvió poco a poco en un paisaje con elevaciones impresionantes, que podeían árboles inmensos... Las flores silvestres pasaron a ser árboles frondoses y de troncos fuertes... Y algunos sectores muy leves, quedaron desérticos.

De un momento a otro... Sentí que mi cuerpo también cambiaba... Que me volvia más furte, más resistente y hábil: Estaba rejuveneciéndome.

Sentí que mi ropa era sustituída por cueros y telas mal hechas y desgastadas, y que en mi mano, poseía una lanza....

De repente, mi mirada demostraba pánico...

¿Qué demonios estaba pasando?

Espero que les guste

Aquí el cómo son las criaturas y el paisaje al que se translada andrés:

https://migorafics.blogspot.com.ar/2012/11/esas-criaturas.html

Las formas de contactarme continúan siendo las mismas:

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Besos y espero que les haya gustado. Saludos!

Helouu!

OMG! Me eh tardado poco! MAÑANA ES EL APOCALIPSIS!!

**

Okno .___. pero casi, la verdad es que casi.

Éste capítulo no contiene nada de la historia del libro, pero contiene cosas que conestarán y harán aún más preguntas.

Ya tengo más que terminada las bases de ésta historia, pero puede que le de algunas volteretas sólo para decir que tiene un capitulo mas y uno menos (?.

En fin, espero les guste, porque a mi me ah dejado satisfecha

No los molesto mas!

A LEER! ;D

En la biblioteca el clima era distinto: tranquilidad, paz, un paisaje algo sombrío le daba un toque extrañamente rústico al lugar.

La madera era el material predominante. Le daba a aquel lugar un aspecto viejo, pero también un aire de elegancia. Las bibliotecas con estantes llenos de libros, también predominaban.

Me dirigí hacia una de las pequeñas mesas, cercanas a unos estantes más bajos. Una vez me sentí medianamente instalada y lista, salí en busca de los libros en francés... Sabía que ese día en especial, iba a ser muy aburrido: el libro había quedado en manos de la Srta Finnix... Por alguna razón, creo que pensó que en vez de estudiar, continuaría con la lectura que, hasta ese entonces, me tenía intrigada e interesada.

– Veamos... Francés... Francés... – Pensé en voz alta. – Aquí no hay libros de Francés. – Comenté, quejándome y casi dándome por vencida.

Dí una vuelta al lugar con la vista... Fue entonces cuando mis ojos divisaron lo que parecían, a lo lejos, antiguos periódicos... Como del año 1930 o similar. Mi curiosidad ganó la batalla... Sabía que la Srta Finnix podría aparecer para ver cómo me iba, o si en verdad estudiaba (como lo hacía mi anterior tutora al comienzo, debido a la poca confianza que tenía en mí... Confianza que aumentó con el tiempo).

Los diarios se encontraban en un estado impecable... Había tomado un tono amarillentos por la mala calidad del papel, y por los años que habían pasado... Pero la verdad, es que si se pensaba bien, esos periódicos estaban en condiciones envidiables si los comparábamos con los actuales.

Mi lado económico salió a flote, al imaginarme el dineral que costaría un diaro de 40 años en ese estado... Sin embargo, todo tipo de imagen que me incluiá a mí vendiendo eses periódicos desapareció cuando vi algo que llamó mi atención.

– “Hombre es llevado al manicomio por constantes delirios sobre un mundo paralelo...” – Leí intrigada el título. – ¿Y ésto qué? – Pregunté a la nada, en busca de una respuesta que me sería brindada por la misma página que contenía tan abrumador título. – “Fue hoy mismo, a las 12:30 pasadas del mediodía, que Andrés Clarkson, un “padre ejemplar”, “esposo inigualable” y “amigo irreemplazable” (definido así por sus amigos y familiares) fue llevado a un manicomio por su insistencia al decir que un nuevo mundo existe, con “criaturas diferentes, dragones, y seres inimaginables”. El mismísimo Clarkson escribió un libro sobre éste supuesto mundo... Añadiendo en el principio del libro (agradecimientos) que éste hecho que contaba, era un hecho que había vivido en carne y hueso.

Andrés era conocido por ser un hombre amable, humilde y sociable. Fiel a su esposa y amoroso con sus hijos, sin embargo, éste episodio ah hecho que la rutina de una familia que era completamente normal, y que llevaba a cabo sus acciones cotidianas con total normalidad, pase a ser el centro de atención de muchos diarios.” –

Mi mente divagó en los recuerdos... Ese mismo nombre y ese mismo apellido aparecían por debajo de el libro de HomeLand... El mismo libro que la Srta Finnix me había prestado. Fue en ese mismo instante que decidí mirar todos los periódicos, como si buscara alguna conexión entre ellos, o quizá, la continuación de tan atropellante noticia. Luego de unos minutos, encontré lo que parecía ser una historia relatada en distintos periódicos. – Veamos... Éste le sigue a éste... y éste a éste. No, no, no, no. Al revés. – Comentaba cada tanto, buscando el orden cronológico correcto entre ellos.

– Veamos, ésto sigue aquí. – Dije, preparándome para seguir leyendo. – “¿Un caso grave de demencia, o quizás, propaganda?” – Era lo que el título anunciaba. – “Andres Clarkson es, sin duda alguna, el hombre más nombrado estos días. La venta del el nombradísimo libro “HomeLand” ha aumentado de forma drástica luego de que la noticia de que este hombre fuera llevado a un manicomio, se esparciera por casi todo el país. Hoy, es casi un fenómeno.

El hombre es aclamado y apoyado por algunos, mientras que otros simplemente aceptan que se trata de una buena novela. Sin embargo, casi nadie le lleva la contra a este hombre, que hoy por hoy, mueve a miles y miles de personas... Y cada vez, éste número crece más.

Sin embargo, se ha propuesto que éste hombre simplemente se ha declarado demente a sí mismo (o se ha rebuscado la forma para parecerlo) con el objetivo de vender más y más copias. Ésta opción no es muy probable, debido a que aunque en su niñez su economía fue complicada, hoy en día puede llevar una vida de clase media.

Es ahora donde usted debe elegir, y formar parte de los dos bandos que cada vez, se hacen notar más: ¿“A Favor” o “En Contra” de Andrés Clarkson?”

Faltaban leer dos periódicos para acabar con ésta novela real, así que me dispuse a tomar ambos y “retomar” la lectura que ahora mismo, acaparaba mi total atención.

– “-Su carácter es el de una persona normal, actúa como una. Sin embargo, es la idea de un mundo paralelo, lo que lo vuelve un “demente”-” – Anunciaba ésta vez, el tercer periódico. – “Andrés Clarkson ha formado una ola de seguidores, que cada vez crece más, para el asombro de algunos. Muy en un principio, el señor Clarkson movía miles de personas, pero como éste fenómeno se ha expandido más allá del país y se ah vuelto un hecho impactante para muchos, la noticia (y el libro) han empezado a ser exportados a otros países, que por el momento, son vecinos.

Son ahora millones de personas quienes siguen a éste hombre en su (aparente) demencia.

Al hablar con el doctor del señor Clarkson, el señor Tomas Montesino, nos dijo éstas palabras:

“- El señor Clarkson es una persona igual a

Home Land by Migora

El verdadero lugar de donde provienes.::RESUMEN:: Home Land~ Tierra NatalThe real place you came from~ Home Land~ Tierra NatalThe real place you came from~ Hom

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2024-11-02

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