GITANA by lad_sam
-¡no me toquen! –Gritó ella mientras los soldados que la llevaban comenzaban a levantar su vestido y tocarle las piernas sin contenerse. -¡Son asquerosos!
-déjenla dentro y aléjense… -ordenó su jefe mientras se acercaba.
La arrojaron sin ningún cuidado y ella no pudo moverse, pues estaba atada e inmovilizada… el carruaje se movió con el peso de alguien más entrando y entonces escuchó que se cerraba… justo para que comenzara a avanzar… la levantó forzándola a quedar sentada en el piso y sus miradas volvieron a cruzarse.
-vaya, vaya… estoy sorprendido… -dijo con una voz aterciopelada mientras la analizaba con la mirada.
Descubría que era todo un diamante lo que tenía delante de él… su rostro delicado y fino, su cuerpo delgado y estilizado, que era cubierto por aquellas prendas, demasiada ropa para una mujer, pensaba él… sonrió complacido al saber que disfrutaría de ella… después la prestaría a algunos de sus hombres para que se degustaran con esa hermosura…
-una gitana inmunda, que posee la belleza que a los hombres nos excita… creo que te encuentras en mala posición, querida… -dijo acercándose a ella, su piel era canela clara y le hacía desear probarla en ese mismo momento.
-es usted un hombre más despreciable de lo que dice que yo soy… -contesto ella ofendida.
Un sonoro golpe se escuchó y fue tan fuerte contra ella, que la hizo perder el conocimiento… mientras que un enfurecido hombre, se contenía de matarla, pues no iba a echar al caño tal belleza sin antes disfrutar, quería verla gritar y suplicar piedad, por su insolencia la haría pagar…
ADVERTENCIA: hasta ahora, esta será la historia mas fuerte que he subido, vendrá bastante tortura, al menos hasta ahora eso es lo que veo venir. Como todo lo que escribo, tendrá mucho lemon... y bueno, les invito a leer esta historia.
Tengo pensado que será corta, aun no es seguro, ustedes ayudarán a decidir...
les invito a dar like en esta pag, donde suelo subir imagenes e informar sobre las actualizaciones para que sepan mas de las historias :P
https://www.facebook.com/HistoriasQueEscriboXd
Categories: ORIGINALES Characters: Ninguno
Generos: Angustia, Drama, Fantasía, General, Romance
Advertencias: Lemon, Lenguaje Obsceno, Muerte de un personaje, Tortura
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 31 Completed: Sí Word count: 90467 Read: 26532 Published: 29/07/2013 Updated: 28/09/2013
-¡no me toquen! –Gritó ella mientras los soldados que la llevaban comenzaban a levantar su vestido y tocarle las piernas sin contenerse. -¡Son asquerosos!
-déjenla dentro y aléjense… -ordenó su jefe mientras se acercaba.
La arrojaron sin ningún cuidado y ella no pudo moverse, pues estaba atada e inmovilizada… el carruaje se movió con el peso de alguien más entrando y entonces escuchó que se cerraba… justo para que comenzara a avanzar… la levantó forzándola a quedar sentada en el piso y sus miradas volvieron a cruzarse.
-vaya, vaya… estoy sorprendido… -dijo con una voz aterciopelada mientras la analizaba con la mirada.
Descubría que era todo un diamante lo que tenía delante de él… su rostro delicado y fino, su cuerpo delgado y estilizado, que era cubierto por aquellas prendas, demasiada ropa para una mujer, pensaba él… sonrió complacido al saber que disfrutaría de ella… después la prestaría a algunos de sus hombres para que se degustaran con esa hermosura…
-una gitana inmunda, que posee la belleza que a los hombres nos excita… creo que te encuentras en mala posición, querida… -dijo acercándose a ella, su piel era canela clara y le hacía desear probarla en ese mismo momento.
-es usted un hombre más despreciable de lo que dice que yo soy… -contesto ella ofendida.
Un sonoro golpe se escuchó y fue tan fuerte contra ella, que la hizo perder el conocimiento… mientras que un enfurecido hombre, se contenía de matarla, pues no iba a echar al caño tal belleza sin antes disfrutar, quería verla gritar y suplicar piedad, por su insolencia la haría pagar…
ADVERTENCIA: hasta ahora, esta será la historia mas fuerte que he subido, vendrá bastante tortura, al menos hasta ahora eso es lo que veo venir. Como todo lo que escribo, tendrá mucho lemon... y bueno, les invito a leer esta historia.
Tengo pensado que será corta, aun no es seguro, ustedes ayudarán a decidir...
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Generos: Angustia, Drama, Fantasía, General, Romance
Advertencias: Lemon, Lenguaje Obsceno, Muerte de un personaje, Tortura
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será algo fuerte, y violento, pero aun así espero que les guste n_n
será algo fuerte, y violento, pero aun así espero que les guste n_n
Capítulo 1 - Emboscada. by lad_sameste es el primer cap, cortito, lo se, pero ya vendrán mas largos, digamos que esto es como el prologo xD
este es el primer cap, cortito, lo se, pero ya vendrán mas largos, digamos que esto es como el prologo xD
Un gran grupo de gitanos que viajaban, habían decidido pasar la noche a orillas de una ciudad, apenas habían llegado a las afueras y creyeron conveniente quedarse ahí, pues adentrarse les resultaría peligroso… entonces corría el año 1649, recientemente escucharon rumores, que al parecer el gobierno había cambiado… y lo malo para ellos, era que el nuevo gobernante parecía odiar a todos los gitanos, lo cual era peligroso para ellos…
Pero a pesar de todo, las familias gitanas disfrutaban de su vida nómada, eran felices de esa forma… celebraban precisamente una boda esa noche… y había una fiesta en donde las mujeres danzaban alegres, los hombres bebían y los ancianos le daban sus bendiciones a la nueva pareja, antes de que el matrimonio se marchara a consumar.
Una hermosa joven sobresalía, se movía entre las mujeres que bailaban alegres, y ella mostraba la sonrisa más hermosa que alguien podía dar… recién comenzaba a florecer, era una chica de escasa edad aun, pues solo tenía quince años… danzaba deleitando a los demás, movía la cadera al compás de los panderos que sonaban, su vestuario resonaba por donde pasaba, dejando un aroma suave y propio de ella… todos la conocían y la amaban, pues era hija de todos, por así decirlo… después de que sus padres murieran, ella había quedado a cargo de los mayores, los hacia felices y aun ningún hombre había conquistado su corazón… y no deseaban casarla sin su consentimiento…
-¡todos váyanse! –gritó un hombre que llegaba herido, uno de los que habían salido a hacer guardia junto con otros.
-¿qué pasó? ¿¡Porque vienes herido!? –Preguntó un anciano intentando ayudarle.
Entonces llegaron soldados a caballo arrasando contra cualquier gitano que alcanzaran… primero fueron asesinados los mayores, mientras algunas mujeres y hombres lograban huir, a otros los apresaban, controlándolos a golpes o matándolos…
-recuerden llevar esclavos… -dijo un imponente hombre, montado en un caballo negro como la noche adelantándose más que los demás.
No era un soldado, sino el que los manejaba… sonrió complacido escuchando los gritos… él había deseado destrozar al nuevo matrimonio en cuanto notó que era la celebración de una boda, pero la pareja había huido… estaba seguro que no sobrevivirían, más adelante había otro grupo de soldados esperando a los que lograran escapar de la redada…
Detuvo al caballo cuando vio a una mujer tropezar delante de él… y el placer de matarla el mismo fue lo que le incitó a bajar de la montura y acercarse como todo un depredador en busca de su presa… sacó un puñal y se preparó gozando de verla intentando levantarse… para “ayudarle” le dio una patada en el vientre y la hizo girar…
-¡imbécil! –exclamó la chica sollozando de dolor.
Justo en ese momento, ella levantó la mirada, mostrando un gran coraje al sostenérsela… pues ese hombre la amenazaba con un puñal y acababa de golpearla, pero aun así, ella lo desafiaba con la mirada.
Y fue entonces que él logró ver sus ojos, sorprendiéndose de esas dos esmeraldas que iluminaban su mirar… dio dos pasos atrás controlando a su caballo que intentó levantarse de pronto…
Ella se levantó como pudo y salió corriendo a pesar de aun encontrarse sin aire suficiente después de aquella patada… corrió sin detenerse, más aun al escuchar detrás de ella que los soldados iban siguiéndola.
-¡la quiero con vida! ¡Pronto! –exclamó aquel hombre sonriendo perversamente, sabiendo lo mucho que una mujer así de atractiva, podía costar en el mercado de esclavos, la podría tener sin necesidad de comprarla, y después vería si venderla o matarla.
Subió a su caballo y fue tras ella, pues bien sabía que si deseaba un trabajo bien hecho, debía hacerlo él mismo…
Ella intentó a toda costa de escapar, tenía miedo y sentía una enorme tristeza después de ver morir a quienes quería… a su familia, a los que la habían acompañado durante toda la vida… porque aquellas personas no solo eran amigos o conocidos, sino que se formaban como una enorme y valiosa familia…
Apenas pudo detenerse cuando frente a ella, se cruzaron hombres a caballo tapándole el paso, giró creyendo poder volver y entrar en el bosque, pero la tenían completamente rodeada… la angustia acudió a su pecho y sollozó sintiéndose atrapada… volvió a toparse con aquella mirada del mismísimo demonio, esos ojos turbios que la enfurecían y aterraban a la vez…
Desde donde él se encontraba, le soltó un fuetazo en el rostro que ella apenas logró evadir un poco y cayó en los brazos de un soldado que la lanzó hacia otro con fuerza antes de ser tirada al suelo, uno de los hombres se encargó de atarla con ayuda de otro y la llevaron a una carrosa… siendo que a los demás apresados, los llevaban encadenados todos juntos hacia una jaula para trasladar esclavos…
-¡no me toquen! –Gritó ella mientras los soldados que la llevaban comenzaban a levantar su vestido y tocarle las piernas sin contenerse. -¡Son asquerosos!
-déjenla dentro y aléjense… -ordenó su jefe mientras se acercaba.
La arrojaron sin ningún cuidado y ella no pudo moverse, pues estaba atada e inmovilizada… el carruaje se movió con el peso de alguien más entrando y entonces escuchó que se cerraba… justo para que comenzara a avanzar… la levantó forzándola a quedar sentada en el piso y sus miradas volvieron a cruzarse.
-vaya, vaya… estoy sorprendido… -dijo con una voz aterciopelada mientras la analizaba con la mirada.
Descubría que era todo un diamante lo que tenía delante de él… su rostro delicado y fino, su cuerpo delgado y estilizado, que era cubierto por aquellas prendas, demasiada ropa para una mujer, pensaba él… sonrió complacido al saber que disfrutaría de ella… después la prestaría a algunos de sus hombres para que se degustaran con esa hermosura…
-una gitana inmunda, que posee la belleza que a los hombres nos excita… creo que te encuentras en mala posición, querida… -dijo acercándose a ella, su piel era canela clara y le hacía desear probarla en ese mismo momento.
-es usted un hombre más despreciable de lo que dice que yo soy… -contesto ella ofendida.
Un sonoro golpe se escuchó y fue tan fuerte contra ella, que la hizo perder el conocimiento… mientras que un enfurecido hombre, se contenía de matarla, pues no iba a echar al caño tal belleza sin antes disfrutar, quería verla gritar y suplicar piedad, por su insolencia la haría pagar…
si comentan mañana subo el 2, que viene aush!!!
n_n espero les guste esta nueva historia n_n es con todo mi cariño para ustedes...
si comentan mañana subo el 2, que viene aush!!!
n_n espero les guste esta nueva historia n_n es con todo mi cariño para ustedes...
Regresar al índiceCapítulo 2 Conociendo la crueldad. by lad_samcapitulo dos... ADVIERTO que es algo fuerte... con lenguaje poco prudente... solo cumplo con decirles, en mi opinion esto es aun algo ligero, pero se que no todo lo veran igua xD
espero les guste... n.n
capitulo dos... ADVIERTO que es algo fuerte... con lenguaje poco prudente... solo cumplo con decirles, en mi opinion esto es aun algo ligero, pero se que no todo lo veran igua xD
espero les guste... n.n
Había despertado, se encontraba encerrada... y le dolía la cabeza, después de todo, aquel golpe le había aturdido demasiado, apenas lo logró esquivar lo suficiente para que no dañara su rostro, aun así había dado sobre su oído, casi en la sien… suspiró cansada de pensar que era lo que harían con ella… pero era demasiado inocente para imaginarlo…
Se hizo un olivo en el rincón de aquella celda fría y húmeda… ahora tratando de pensar que hacer para escapar… no iba a dejar que esos hombres la privaran de su valiosa libertad…
Sin saber que la privaría de muchas cosas más…
-¿qué dices? ¿¡Has traído a una vil gitana a este lugar!? –Exclamó un hombre con frustración.
-calma… ella será mi perra por un tiempo… después… quizá te la regale y podrás hacerle lo que quieras… -contestó aquel hombre imponente recordando a la mujer, si es que podía decir que lo era, porque ya que lo pensaba, lucia algo joven.
-bien… tu sabes lo que haces, Léon… -murmuró el otro.
-vaya Andrew… creí que seguirías jodiendo… pero por tu magnifica respuesta, dejaré que también estés con ella… esta noche conocerá su posición…
-siendo gitana… yo creo que ya debe estar acostumbrada… -se burló y salió de la sala.
Léon miró el pasillo de mal humor… recién había mandado a sus guardias por la chica y esperaba que la llevaran presentable…
-¡vamos! ¡Que no tenemos tu tiempo! –le gritó un soldado mientras la empujaba hacia un baño. –date prisa…
Tenían órdenes de hacerla darse un baño, pero bien les había dejado claro Léon, que ni siquiera la miraran… sabían que eso era normal, pues la diversión sería para los que fuesen invitados a la cena que había organizado… y ellos también estarían ahí…
Mientras que ella… sonrió al saber que podía ducharse… aunque no sabía la razón… lo hizo tratando de relajarse, pues no sabía si tendría oportunidad de escapar pronto y necesitaría energía…
Cuando terminó, se vistió con lo que los soldados le habían dado… le extrañaba que le dieran esa ropa de tela tan suave y agradable al tacto… aunque no le había gustado mucho que pareciera el traje de una odalisca, pues eso era rebajarla… salió cubriéndose con la tela que complementaba el atuendo, así evitando que alguien pudiera ver más de ella… y el par de soldados la dejaron ir así, sonrieron para sí mismos al notar en ese momento el pudor en la chica… sabían que aquello sería divertido.
-pero mira como cambiaste tan solo después de un simple baño… -dijo Léon en cuanto la vio entrar, esperaba en una habitación, habían dos hombres con él, Andrew y otro llamado Marcus… sonreían sínicamente ante lo que se venía.
-exijo que me dejen ir… -dijo de pronto la chica levantando la mirada con intensidad.
-vaya… creo que aún no has entendido que pasa cuando alguien me enfrenta… -se burló Léon. –por ahora lo dejaré pasar… dime cómo te llamas…
-Judi… -murmuró la muchacha dando un paso hacia atrás cuando él se acercó.
-mira que es un nombre raro… olvidémoslo… -sentenció Léon jalándola del brazo con fuerza acercándola a él. –eres una simple pagana… una sucia y asquerosa gitana… ahora mi puta… así que… quítate la ropa…
-¿qué? Usted me insulta con esa orden… -contestó ofendida e intentó soltarse, pero no lo logró. – ¿¡que es lo que quiere!?
-no permitiré que una putilla me hable en ese tono… -murmuró haciendo aún más presión.
-quítame tu sucia mano de encima… -ordenó Judi armándose de valor para hacerlo, lo miraba desafiante a pesar de tener miedo.
-vaya… ahora te habla de “tu”, eso debe ser castigado… -se burló Andrew de Léon, mientras se acercaba a la chica y la miró sonriendo. –dime qué edad tienes, perra…
-¡¡¡asqueroso payo!!! –gritó furiosa.
-zorra pagana… te vamos a destrozar… -la amenazó jalándole las ropas para desvestirla.
Léon la soltó y se desabrochó el pantalón dejándole a los otros la tarea de desnudarla… ella gritaba tratando de liberarse, pero eran cuatro hombres arrancándole la ropa con violencia… entonces perdió la batalla, ellos habían logrado su propósito de humillarla, se encontraba desnuda frente a los cinco hombres… y al levantar la mirada, descubrió lo que ni siquiera podía pensar…
El hombre que la había apresado se encontraba frente a ella con un prominente miembro mostrándoselo sínicamente… ella intentó alejarse, pero justo detrás de ella se encontraba Andrew, que la levantó apresando sus senos con brusquedad, notando lo suaves y tiernos que eran al tacto… mientras los dos soldados se hacían participes, Marcus observaba el espectáculo, los hombres la tomaron de cada pierna, dejándola suspendida en el aire con ambas piernas abiertas…
Judi gritaba y pateaba intentando liberarse, tratando de no rendirse mientras Léon se acercaba a ella quedando entre sus piernas… sínicamente observó su intimidad, el delicado monte de venus, adornado con rizados vellos azabaches que apenas y cubrían escasamente creando un pequeño triangulo en dirección al esperado lugar donde su enorme miembro se enfundaría…
-¡¡suéltenme!! ¡Me hacen daño! –Gritaba ella, revolviéndose ante sus ojos.
-eso no es nada… conocerás el placer que puede proporcionarte esto… -aseguró sosteniendo su propia virilidad con fervor y dando un par de sacudidas logrando que este quedara completamente duro y engrosado a tal grado que era increíble su tamaño.
-¡sostenedla! –exclamó Marcus acercándose para ser participe en ello también, mientras que se liberaba de su ahora estorboso pantalón, su camisa ya se encontraba desordenada, pues el calor de esa noche abrumaba a los presentes.
Ella intentaba a toda costa de evitar el contacto que Léon planeaba forzar, pero fue insuficiente, y él llegó a su meta propuesta, junto con un fuerte grito femenino bañando la lujuria de aquellos hombres… Léon entró a fondo desgarrando la delicada intimidad que se negaba a acogerlo… y fue solo en ese momento, que dejó de pensar que aquella gitana era una cualquiera, pues su pureza se hizo presente con gotas carmesí que derramaron sobre el piso mientras ella era sostenida para ser corrompida, salió un poco y volvió a adentrarse con más fuerza escuchando una vez más el grito de la joven…
-¡dale a esta perra como lo merece! –exclamó Andrew dejando a Marcus apoderarse de ella por la espalda.
-veamos si eres tan nueva de atrás, como de adelante… -dijo Marcus mientras Léon la sostenía y él se preparaba para ensartarse en el pequeño templo de sodomía.
-¡¡no!! –gritó Judi al sentir la punta de ese viril miembro, frotarse listo para entrar en ese lugar, mientras continuaban las embestidas por parte de Léon frente a ella y sus piernas eran estiradas hacia los lados, sentía que podrían romperla y no paraba de llorar.
-¡oh! ¡Pero mira este culito tan lindo! Estas apretada, me sorprende que también de aquí seas virgen… -le susurró al oído mientras comenzaba a profanar el pequeño ano que se cerraba con espasmos fuertes alrededor de su dedo. –que delicia será estar dentro…
Léon se detuvo esperando que la penetrara Marcus, aunque por su mente pasó la imagen de aquella sangre derramada de su virginidad, hacía unos momentos… no pudo evitar mirarla, ella giró el rostro y lo miró con temor… estaba muerta de miedo y era lógico, después de todo aquello era lo peor que podía ocurrirle a una virginal chica… aunque él no hubiese imaginado que lo era… la pobre se quejaba mientras el hombre detrás de ella comenzaba a forzar su ano para ser recibido.
El hombre que ella miraba cara a cara, la tenía sostenida de las nalgas y se las abría presionándolas cruelmente para dejar despejado su culo y que el otro hombre lograra su cometido…
Le hacían daño y eso seguiría… sus gritos eran simplemente inútiles… y cuando fue totalmente sodomizada, se desgarró la voz implorando que se detuviera… pero Marcus la embistió con fuerza, Léon hizo lo mismo, lo peor para ella era la diferencia de alturas, que Léon fuese más alto le era ya insoportable cuando Marcus la tomó de la cadera dejándola más abajo… el duro y vigoroso miembro de Léon le abría el interior al igual que el de Marcus, sentía como la destrozaban tal como si fuesen a partirla…
Para ambos era exquisito disfrutar de ella… permitieron a los soldados degustarse con los delicados senos de la joven y ellos aprovecharon para casi arrancarle los pezones con fuertes y bruscas succiones, mas mordidas y apretones siguió recibiendo… Andrew se acercó tomando su rostro y la besó con violencia, omitiendo así los gritos que seguía dando…
De pronto, el hombre que se encontraba detrás, salió de ella y la joven soltó una exclamación cuando no pudo evitar que su suciedad emanara, después de lo dilatada que la había dejado… Léon la sostuvo aun dentro de ella y la miró con asco, tomándola de la cadera, la mantuvo pegada a él… mientras que se sentaba en la cama la obligó a abrir las piernas y quedar sobre él… ella intento alejarse, fue entonces que volvió a gritar cuando sintió detrás de ella al mismo hombre que volvía a corromper ese pequeño orificio con tal fuerza que la hizo retorcerse…
Cuando Judi creyó que ya era demasiado, Andrew se hincó frente a ella levantándole la cabeza con una mano enredada en su cabello azabache y ondulado… gritó y su boca fue llenada con un miembro ancho que le impedía respirar… por más que quisiera, no podía evitarlo.
-¡lámelo bien! ¡Maldita zorra!
-esta perra sí que lo tiene apretado… -gimió Marcus empujándose con más fuerza mientras la movía a su antojo.
-vaya sorpresas… -murmuró para sí mismo Léon, mientras acariciaba bruscamente los senos de la chica.
Los dos soldados se masturbaban viendo tal escena, la chica no paraba de llorar mientras ya ni siquiera podía gritar, sus gemidos eran ahogados por el miembro que mantenía aquel hombre en su boca…
Entonces cerró los ojos sabiendo que eso era lo peor que podría pasarle en toda su vida… los escuchaba jadeantes y excitados, no comprendía como algo así podía satisfacer sus deseos…
El primero que se corrió, fue Marcus, dejando todo su semen salir y llenar el recto que profanaba, como si deseara llegar al estómago, la embistió con tanta fuerza que la chica se balanceó contra el hombre que la forzaba a succionar su miembro, el cual le escupió de igual manera lo que tenía para ella haciéndola tragar todo lo que emanaba al presionarle la cabeza aún más contra él, soltando ambos exhalaciones de calma en cuanto lograron llegar… y satisfechos, la liberaron dándole a Léon el espacio para cogerla más a su antojo.
Léon sonrió cuando ella intentó escupir, las lágrimas aun no dejaban de escurrir de sus ojos, le tocó el culo sintiendo lo abierto que había quedado y comenzó a moverla sosteniéndola de la cadera, aun no le era suficiente lo que le había hecho… iba a terminar de follarla para satisfacerse, aunque con ello terminara con ella por completo… la liberó por un momento, salió del su interior tirándola sobre la cama y se incorporó, pero ella ya se encontraba tan débil y lastimada, que apenas pudo moverse un poco en su intento por alejarse, su instinto solamente le permitía pensar en alejarse de quien la hería… él la miró con sorna tomándola de la cintura y dejándola bocabajo, tendida sobre la cama, con las piernas juntas intentando que no volviera a enfundarse en ella, aun así lo hizo… ella se revolvió bruscamente llorando aún más…
-¡ya no! ¡Ya no! ¡Basta! –sentía su intimidad tan dañada que apenas podía respirar.
-mira que eres graciosa… -se burló el llegando a fondo con fuerza, inclinándose sobre ella le acarició el cabello y terminó jalándoselo levantándole el rostro. -¿disfrutas esto, perra?
-no… sois asqueroso… despreciable… -contestó gimoteando con la embestida, no iba a seguirse rebajando.
-vamos… di la verdad… querías ser follada… te gusta tu nueva posición de golfa bien cogida… -dijo con arrogancia levantándole la cadera, hincándose el mismo detrás sin separarse y comenzó a moverse en su interior.
Ella volvía a quejarse, pero le era inútil, ese cruel hombre no planeaba detenerse… comenzó a moverse de una forma estratégica y después de algunas embestidas, un gemido se escapó de los labios de Judi, uno suave y ahogado, pues comenzaba a asustarle la sensación que inundaba su interior, aunque aún le dolía, no podía evitar sentir bien en ciertos momentos… y se odió… se detestó a si misma por ese pequeño sonido que salió de ella…
-vuelve a gemir… -susurró Léon a su oído. –gime con la gata que eres…
-no… -jadeó aferrándose a la cama… ya no soportaba, él sabía bien como arrancarle la respiración, a pesar de estarla forzando.
-si no lo haces, te arrancaré esto… -murmuró llevando su mano hacia la intimidad de la chica y bruscamente le presionó el clítoris logrando así que gimiera con tal fuerza que lo asombró.
-¡no! ¡¡Suéltame!! –gritó volviendo a gemir mientras seguía embistiéndola.
Entonces él continuó, siguió hasta el final y con todo lo que era capaz en ese momento la tomó, le levantó una pierna de lado y no se detuvo una vez más… hasta que soltó un grueso gruñido de placer al liberar toda una gran cantidad de su liquida y espesa lujuria convertida en semen… ella se aferró aún más a la sabana de aquella cama y gimió casi gritando cuando se arqueó intentando aun alejarse, pero se estremecía conteniendo lo que llegaba a sentir… no quería, no iba a permitirse algo así!
Todo culminó… y Léon la soltó como si fuese un simple objeto… con cierto fastidio notorio, porque esperaba que ella siguiera demostrando que eso le agradaba, y lo único que hizo fue abstenerse y llorar… la tiró al piso a los pies de los hombres que esperaban su turno y sonrió con maldad mirando a la insignificante gitana que aun sollozaba…
-pueden tomarla antes llevarla a su celda… quiero que la aten con fuerza... –dijo dándoles la espalda.
-¡no! ¡¡Ya no más!! ¡Por favor! ¡Os ruego que no permita más que me dañen! –suplicó hincándose aterrada como pudo.
-que patética… -dijo él mirándola con desprecio y se sentó en un sillón. –Quiero disfrutar de ver como lo hacen… si logran que esa perra vuelva a gemir, ganaran mi respeto… -se burló haciéndoles una señal para que la levantaran.
Ambos hombres estaban más que excitados… uno la puso a gatas y la penetró, enfundándose en la delicada intimidad de la chica, degustándose con aquella estrecha vagina que ya ardía… pero ella solo lloró… apenas podía ver, su vista comenzaba a nublarse… cuando el otro soldado se puso frente a ella forzándola a abrir la boca e introdujo ese miembro que le impedía ahora respirar…
Andrew se había colocado el pantalón, Léon igual, pero Marcus no se encontraba ya en la habitación, aunque de él era lógico que se marchase después de algo así, cuando prefería ser él quien fuese sodomizado, teniendo aquella costumbre tan peculiar en el sexo, gustando de penes grandes para él… buscaría a alguien que saciara su sed esa noche…
Cuando el que asaltaba su boca, se dejó correr dentro de ella, y la forzó a tragarlo, Judi apenas pudo reaccionar, pero era ya demasiado… cayó de bruces al suelo sostenida aun de la cadera por quien la penetraba, pero inconsciente recibió el semen de ese hombre que la inundó, no pudo saber que más iba a ocurrirle…
Había conocido la crueldad de la peor manera…
lo se, odiaran a muchos en esta historia, son unos hijos de puta, pero bueno, apenas es el segundo capitulo, esperemos a ver que pasa, mientras mas comenten, mas me animan a continuar, acepto sugerencias n.n
lo se, odiaran a muchos en esta historia, son unos hijos de puta, pero bueno, apenas es el segundo capitulo, esperemos a ver que pasa, mientras mas comenten, mas me animan a continuar, acepto sugerencias n.n
Regresar al índiceCapítulo 3 Un dolor que no se detiene. by lad_sambueno, acá les dejo otro cap mas... y les cuento que no he dormido, no por escribir, sino insobnio xD ojalá les guste n_n
bueno, acá les dejo otro cap mas... y les cuento que no he dormido, no por escribir, sino insobnio xD ojalá les guste n_n
Uno de los soldados la levantó bruscamente al notar que estaba inconsciente, aunque satisfechos, no habían logrado lo que su jefe les había retado y eso los enfurecía… el otro la golpeó con tal fuerza intentando despertarla… y lo hizo un par de veces más antes que Léon interfiriera.
-es suficiente… llévenla a la celda y vayan a trabajar... –dijo poniéndose de pie.
-Léon… te has lucido con esta pagana… en verdad valió la pena el tiempo que estuvimos con ella… -dijo Andrew sentándose cómodamente en otro de los sillones, mientras se llevaban a la chica completamente desnuda.
-para mí ha sido también toda una sorpresa… quien iba a pensar que esa gitana sería del todo virgen… -se burló tomando de una botella de vino.
-es verdad… ¿dime que se siente ser el primero en violar a una virgen? –preguntó riéndose.
-lo único que siento al follarla, es lo apretada que está… pero eso no la salvará de que me deshaga de ella… no me agrada mucho su mirada… así que la venderé…
-¿ah, sí? Pues cuando lo hagas, dime y yo la compraré… quiero probar ese culito que tanto os ha hecho gozar a todos…
-sabes… cuando se lo metiste en la boca, creí que te mordería… -murmuró Léon algo pensativo. Recetas para Cookeo
-se encontraba mal, yo pensé lo mismo, pero creo que sabe lo que hace, si hubiese hecho eso, seguramente la hubiera matado…
-recuerda que es mía… no puedes matar a una esclava que no es de tu propiedad… -advirtió Léon levantándose al fin. –puedes venir y disfrutar de ella después, ahora ni siquiera se resistiría, y eso es lo excitante, si gustas esperar a que se recupere de esto, yo mismo me encargaré de comprobar que su vagina pueda alojar otro pene… -aseguró con sorna antes de salir de ahí.
Iba pensando de camino a su habitación, que aquello había sido extraño… pues suponía que las gitanas eran mujeres ligeras… al menos eso creía, pero esa chica, era totalmente pura antes de eso… sonrió con sorna al saberse el primero en tomar su intimidad, pero de haberlo sabido, hubiese disfrutado a solas de ella antes de permitir que otros la tocara, pues un cuerpo totalmente virgen era exquisito…
Habían pasado horas, quizá días, Judi se encontraba encadenada a la pared, ya no sentía sus manos, sus tobillos se habían debilitado a tal grado de no poder sostenerla, y a pesar de que en un inicio le causó dolor, estaba colgada prácticamente de sus delicadas muñecas, apenas de mirarse levemente, las podía ver ya con un tono violáceo, la sangre que resbalaba por sus brazos eran muestra de lo lastimados que se encontraban…
El sitio estaba totalmente oscuro, a excepción de un lugar por donde se colaba un rayo de sol… cuando había despertado ahí, era de día, pero quedó inconsciente hasta muy entrada la noche y ahora se veía oscuro, por lo que no sabía si había estado horas o un día entero sin abrir los ojos. Entonces escuchó cadenas, supo que era la entrada a donde la mantenían encerrada, lo único que ahora podía ver era la penetrante oscuridad, hasta que algo alumbró desde lo que parecía un pasillo.
Judi se entumió por completo al levantar un poco la mirada y encontrarse con el hombre responsable de su estadía en ese infierno… pero era imposible que ahora se moviera o le reclamara algo, pues estaba tan rota y lastimada que su mirada decayó de nuevo escuchando los pasos firmes de aquel hombre acercándose a ella…
-pero mira que mal luces… además este lugar es inmundo… -dijo Léon parándose frente a ella. –y mírate nada más… estas asquerosa…
Ella no contestó, sus ojitos se llenaron de lágrimas sintiéndose insultada, pues en su vida había estado tan expuesta, aquello era terriblemente humillante, todo lo que le habían hecho lo era…
-aunque no dudo que eso sea común para ti… una nómada golfa que viaja por todos lados buscando lo que no se le ha perdido, aquí tienes, ¡esto es lo que tu buscabas! –le gritó azotándola con un fuete, dando justamente en uno de sus delicados y ya demasiado heridos senos…
Se mordió el labio evitando gritar, no quería darle gusto a ese monstruo. No iba a dejarse amedrentar…
Él la miró fascinado al darse cuenta que ella evitaba quejarse… ¿que podría ser más divertido para él? Nada más, ni nada menos, que lograr arrancarle los gritos que omitió…
-¿así que la muy zorra no piensa hablar? –preguntó acercándose peligrosamente a ella, tomando duramente la mandíbula de la chica forzándola a mirarlo.
-si te atreves a dañarme… -murmuró tragándose todo el miedo, formando un duro y pesado nudo en su garganta, mirándolo enfadada. -se te devolverá… como todo lo que ya me has hecho… no ganas nada con seguirme lastimando…
-escúchame bien… -ordenó amenazadoramente aferrando su mano al cuello fino y canela de ella. –si intentas atemorizarme con esa estupidez, ¡pierdes tu tiempo! ¡¡Aquí el que juzga soy yo!! Y te puedo hacer lo que se me antoje sin pedir permiso a nadie…
Ella cerró los ojos cuando el fuete volvió a golpearla… y después más…. Léon se ensañó con aquellos montes maternales que bien podrían alimentar a unos hermosos niños provenientes de ella, pero no… ahora solo servían y eran utilizados por él para recargar el coraje que le tenía, tan solo por ser gitana, con costumbres diferentes…
Léon la miraba degustándose de su rostro con aquella expresión de dolor, era increíble que apenas se quejara, la escuchaba jadear, con los más fuertes gemía, pero no gritaba… entonces, ya mirando los pechos totalmente marcados y sangrados, los dejó por un momento… la miró de arriba abajo y decidió que era momento de probar que su intimidad se encontrara apta para otro encuentro…
Se acercó a ella desatándole las manos, las cuales eran lo que le impedía moverse, sus pies se encontraban encadenados, pero con cadenas más largas, la chica cayó de bruces al suelo y él se inclinó quitándose la espada del cinturón, miró la vaina y luego las piernas de la joven que torpemente intentaba levantarse, aunque todos sus intentos eran fallidos… aún más cuando él le colocó un pie en la espalda, haciéndola jadear al sentir que le rompería la columna.
-basta… -gimió revolviéndose, ya para entonces sus ojos la traicionaban derramando ardientes lágrimas…
-me detendré hasta que mueras en mis manos… -dijo con crueldad y tomándole una pierna bruscamente, le metió la ancha y dura funda de su espada, ella gritó al sentirse invadida.
-¡¡ya no!! ¡Ya no más! –suplicó llorando y desgarrándose la voz mientras él se encargaba de romper su interior. –¡¡para!!
Léon dejó de pisarla cuando notó que ella prácticamente no podía moverse, pero aun así se posicionó sobre su espalda mirándole el culo donde metía y sacaba con fuerza la vaina de la espada, en su ano había sangre que ya se había secado, al igual que en su vagina, pero ahora más sangre emanaba esa delicada intimidad que asaltaba con demasiada brusquedad a pesar de saber que estaría seca y eso la lastimaba mucho más en sus condiciones.
Judi se encontraba ya gritando, ni siquiera podía mover sus brazos, que prácticamente no sentía... su rostro maltratado era restregado contra el suelo mientras ese hombre seguía humillándola.
-mira madamas como gritas... Suenas como gata en celo... -murmuró Léon, empujando a fondo la funda de su espada, golpeando más allá de donde la chica soportaba.
Ella soltó un alarido de dolor, retorciéndose debajo de él... Mientras que Léon sacaba bruscamente aquel objeto, causando que más sangre brotara... la dejó tirada y se levantó sacando un pañuelo de su pantalón, con el que limpió la funda antes de tirárselo a la chica.
-limpia eso que te sale, se ve asqueroso… -le ordenó con desprecio.
La joven, aterrada y lastimada, se arrastró como pudo alejándose de él. Pero por más que huía, Léon caminaba hacia ella asechándola.
-duele… duele demasiado… -murmuró nerviosa, cerrando los ojos con fuerza al sentir un dolor intimo tan fuerte que no la dejaba respirar.
Léon se acercó por instinto… un instinto que jamás conoció hasta el momento. Pero verla retorcerse en el piso sin razón aparente, le causó una alarma que no pudo ignorar.
-no lo soporto… que se detenga… duele mucho… -jadeaba ella, se hincó en cuatro mientras sus piernas se llenaban de sangre y apenas podía moverse, pero necesitaba huir de ese hombre antes de que la matara.
-maldita perra… tu no vas a irte hasta que yo lo diga… -murmuró furioso haciéndola ponerse de pie al jalarla del brazo.
-no… no quiero… es un demonio… -susurró casi sin voz. Pero cuando él levantó la mano para golpearla, ella cayó al piso completamente inconsciente.
Léon, furioso, le dio una patada en el estómago intentando despertarla… pero no hubo reaccionó alguna y eso le preocupó… se hincó tomando su pulso, aún estaba viva, aunque la respiración era demasiado débil y cortada… salió de aquel lugar y encontró a algunas de las mujeres que trabajaban para él…
-hey… tu… quiero que llames a algún curandero cercano, manda a que revisen que mi prisionera esté viva, y más les vale que no muera porque de ser así, quien sea culpable de su muerte tomará su lugar. –advirtió a una mujer antes de alejarse como si no ocurriera nada.
Él era un hombre realmente cruel… podía torturar a cualquier ser sobre la tierra sin sentir la menor culpa… y así seguiría siendo… pero… comúnmente no hubiese mandando a atender a una prisionera… eso era algo que sorprendió a sus empleados…
El frio en su cuerpo le llegaba hasta los huesos, tenía dificultad al respirar y no sentía más que dolor en su cuerpo. Un dolor insoportable. No podía abrir los ojos, ni moverse, ni hablar… aquel momento solo pudo sentir antes de volver a perder el conocimiento, sintió ardor en donde debía tener heridas…
-lleva una semana sin despertar, señor… no da señales de recuperarse y ha pedido peso, se le ve demasiado delgada ya, eso no ayuda a su salud. –decía la anciana que se había encargado de cuidar de cuerpo inerte de a joven pagana.
-me importa un carajo como esté… ya verá que despierta ahora, porque despierta. –dijo enfadado, había ido a buscar a su prisionera después de ese tiempo ¿y resultaba ser que ni siquiera despertaba?
Esperaba que para ese momento, ella estuviese como si nada. Pero no fue así. Tomó un cubo de agua y le lo echó empapándola. La anciana intentó evitarlo y la empujó, al ver que la chica no reaccionaba le lanzó el balde golpeándola y se marchó furioso. Ordenando que se le informara cuando despertara.
Un par de días más… Léon se encontraba ocupado, pero no por ello olvidaba el pequeño rostro maltratado de su prisionera. ¿Qué pasaba? ¿Por qué no despertaba? Nadie le había dado noticias de ella. Tendría que salir pronto, un viaje que durarían unas semanas, y quería llevarla con él para complacer sus necesidades, aunque al final decidió marcharse solo.
Dio órdenes de que no la dejaran morir, si iba a perder la vida quería ser él quien la matara. Pero lo que no captaba era que llevaba demasiado tiempo inconsciente y a ese paso moriría por no comer.
La anciana que atendía a la pequeña gitana hacia lo posible, en los últimos días la chica tenía momentos de lucidez donde aprovechaba para darle de beber o intentar hacerla comer, aunque era muy breve.
Pero pasó algo curioso, parecía que ella había esperado que él se marchara… pues ese mismo día, por la tarde cuando el amo Léon se había ido, Judi despertó.
Al abrir sus ojos, encontrándose rodeada de oscuridad, volvió a la realidad, su cuerpo estaba pesado, dolía, pero no como antes… recordaba a la perfección todo, hasta aquellos momentos en que escuchaba a una mujer hablándole para que se mejorara. Miró a su alrededor sin moverse y vio a una anciana acercándose entre las sombras con una antorcha.
-oh, mi niña, has despertado. –susurró apresurándose a dejar la antorcha y atender a la jovencita. –no hagas ruido, es más recomendable que nadie se entere todavía. Aunque el señor no esté en este lugar.
¿Que… que pasó? –preguntó sintiendo su garganta doler, cerró los ojos aun sin moverse, notando que debajo de ella había algo de paja figurando un lecho, pero seguía en el mismo lugar.
-estabas herida y enfermaste, fue muy complicado mantenerte con vida. Has dormido durante más de una semana…
-¿porque no me han dejado morir? –susurró quedadamente, resignada a que la pesadilla aun no terminaba.
-no lo sé… pero mi deber es cuidarte… quiero que recuperes las fuerzas que has perdido. –dijo la amable mujer. –eres joven… quizá encuentres la manera de escapar, vi como terminaste después de que el señor te hiciera barbaridad y media, no quiero verte de nuevo así.
-¿usted… me está sugiriendo que huya?
-no, no podría sugerirte algo así… pero no veo porqué deba encadenar a una muchacha que está aún inconsciente. –contestó guiñándole un ojo.
Judi se sorprendió al entender que esa mujer quería ayudarle, su plan era hacer creer a todos que aún se encontraba inconsciente, así no la volverían a encadenar, hasta ese momento notó que estaba libre de cadenas.
-ha dicho que el señor de esta lugar no se encuentra… -murmuró bajito mientras la mujer le daba un poco de agua sosteniéndole la cabeza cuidadosamente.
-el señor Léon se marchó esta mañana, volverá dentro de unas tres semanas… si te recuperas antes, te mostraré la salida. –sonrió con amabilidad.
-pero… ¿no la metería eso en muchos problemas si la descubren?
-pequeña, yo ya soy una anciana, pronto moriré… no me afecta que ese día llegue antes si es por salvarte a ti… eres solo una criatura indefensa, no mereces este trato…
-¿usted no me odia? Creí que detestaban a los de mi clase…
-muchos lo hacen, pero debo confesarte que yo tengo tus mismos orígenes… las circunstancias me forzaron a olvidar la esencia gitana que corre por mis venas, ya que llegué a este sitio, pero ya era mayor, esto fue hace diez años, decidí mentir y decir que solo era una forastera, me creyeron y saber el oficio de curandera me salvó la vida, ya que aquí solían necesitarme.
-lo siento… debió haberle costado trabajo dejar todo lo que era.
-sí, algo… pero si tú te quedas no solo te costará adaptarte a las costumbres, sino también a ese hombre… es un ser despiadado, no entiendo por qué pidió que te salvara, cuando casi te mata él mismo, pero dudo que sea algo bueno, debes irte antes que vuelva a posar una mano más sobre ti… mi instinto me dice que te quiere hacer mucho más daño del que ya te ha hecho…
Judi tembló al tratar de pensar que sería peor que eso. Pero no tenía idea, solo podía temerle a lo que él representaba.
-gracias por preocuparse por mi… yo trataré de recuperar fuerzas lo antes posible…
-tienes que fingir estar aún inconsciente… soy la única que entra al calabozo ahora, pero no quiero que por un descuido alguien más lo descubra… -le explicó la anciana. –traeré alimentos esta noche que nadie pueda verme.
Así fue como Judi encontró una buena aliada en ese infierno, aunque su verdugo se encontraba bastante lejos ahora. No iba a perder esa buena oportunidad que la mujer le estaba ofreciendo.
Aunque su alma ya jamás volvería a ser la misma, al menos podría recuperar su libertad… o eso creyó… se ilusionó tanto con volver a ser libre, buscar a los gitanos que pudiesen haber sobrevivido y resguardarse en ellos.
Se sentía tan sucia, tan dolida… le asqueaba recordar lo que aquellas bestias le habían hecho. Su mente quiso bloquearlo durante aquel tiempo… y con esfuerzo, al menos logró dejar de pensarlo estando despierta. Por las noches tenía pesadillas.
Resultó llamarse Amalia la mujer que cuidaba de ella, y tal como acordaron, poco a poco Judi se fue reponiendo, aunque su cuerpo aún estaba resentido… una semana después podía moverse un poquito. Otra más y ya al menos podía levantarse… y días después comenzó a planear con Amalia la manera de salir, trazaron un plan, era perfecto, y lo mejor de todo, fue saber que Amalia no resultaría comprometida, nadie entendería que pasó. Pues la ansiaba volvería al pueblo y nadie sabía que la muchachita había despertado y estaba lista para escapar.
creen que escape? o seguirá en manos de aquella bestia???
bueno, espero me comenten mas, y agradezco de ante mano a quienes me dejan sus valiosos comentarios, me gusta que les guste xD
creen que escape? o seguirá en manos de aquella bestia???
bueno, espero me comenten mas, y agradezco de ante mano a quienes me dejan sus valiosos comentarios, me gusta que les guste xD
Regresar al índiceCapítulo 4 Huir, corre mientras puedas. by lad_sambueno, acá otro cap... si, se que estoy siendo demasiao cruel con la pobre de Judi... pero por algo hago las cosas, me fascina el drama y hacer sufrir a mis personaes xD ya mejorará, creo jajaja
bueno, acá otro cap... si, se que estoy siendo demasiao cruel con la pobre de Judi... pero por algo hago las cosas, me fascina el drama y hacer sufrir a mis personaes xD ya mejorará, creo jajaja
La joven corría por el bosque, había sido descubierta, pero logró salir, ahora sabía que estaban tras ella… no sabía que era lo que los movía para evitar que escapara, aun así no quería averiguarlo… llegó a un camino, escuchó una carrosa acercándose y pensó que ese era el momento de pedir ayuda.
No entendía que nadie iba a brindarle ayuda a una pagana, creía que una persona podía llegar a compadecerse de ella… hizo señas al jinete que manejaba, pero fue totalmente ignorada en el momento. Pensó en seguir el sendero, aunque no estaba segura del todo. No tenía idea de que camino la llevaría lejos de aquel infierno. Estaba demasiado cansada y aun su cuerpo resentido comenzaba a quejarse.
Entonces vio aquella carrosa detenerse, su rostro se iluminó por unos instantes y corrió hacia donde se había detenido, vio la puerta abrirse y a alguien salir.
La sangre se drenó por todo su cuerpo haciéndola sentir un frio intenso. Reaccionó de inmediato y giró corriendo lejos de aquel ser.
No podía ser su mala suerte, que escapaba y durante su camino se topara con aquel monstruo… debía perderlo de vista. Pero tropezó, una raíz detuvo su pie y lo torció gravemente. Gritó de dolor y frustración, intentó levantarse por más que le doliera, sabía que si él la alcanzaba iba a ser mucho más doloroso.
Sus intentos fueron insuficientes… cuando miró atrás al haberse puesto de pie con dificultad, un golpe recibió en su delicado rostro. Volvió a caer a los pies de aquel hombre que la miraba furioso.
-maldita zorra… ¿Cómo es que saliste del palacio? –cuestionó levantándola por el cabello.
-no vuelvas a tocarme… suéltame. –trató de liberarse de sus manos, pero él resultaba mucho más fuerte.
-¿estás bromeando? –se mofó descaradamente tirándola al suelo sin soltarla, golpeando así su pequeño rostro sobre la tierra.
Ella gritó por ayuda mientras el cielo crujía anunciando el torrente de lluvia que comenzó a caer justo en ese momento, tan fuerte que en pocos segundos convirtió el camino en un rio de lodo.
-¡maldita seas! –le grito Léon a la joven restregándola en lo que ahora era lodo sin permitirle respirar.
Se incorporó dejándola ahí y la pateó haciéndola girar, ella tocia tratando de restablecerse, lo miró asustada, él estaba ya totalmente empapado y al parecer la que pagaría por tal situación sería ella.
Léon sonrió al ver el deplorable estado en que se encontraba.
-ponte de pie y entra al carruaje. –ordenó cruzándose de brazos sin quitarle la mirada de encima.
-n… no… no quiero… -murmuró limpiándose la boca y rostro lleno de lodo, el frio la hacía temblar incontrolablemente, pero no iba a permitir que la llevara de vuelta al mismísimo infierno de donde tanto trabajo le había costado escapar.
-¡no es una pregunta! –exclamó furioso. -¡entra ahora mismo!
Asustada, hizo lo posible para levantarse, notó el dolor de su tobillo lastimado y sabía que no podría correr mucho… pero haría el intento. La carrosa estaba a unos pasos, caminó mirando a su alrededor, Léon quedó detrás observándola andar, esperando lo que ella estaba pensando hacer, sabía que no lo obedecería, y quería ver cuán estúpida podía llegar a ser.
Sin pensarlo más, Judi tomó el valor y la fuerza que le quedaba para forzarse a correr con todo y su tobillo herido… era ahora o nunca…
Maldita la hora en que no miró más allá en su escape, pues al entrar al bosque un sendero profundo se encontraba ahí, la lluvia lo había ocultado de sus ojos y cayó bruscamente dentro. Se quedó sin aire, su cuerpo no lograba reaccionar y su mente que le gritaba que debía seguir en su huida. Miró hacia arriba llorando de dolor y terror a la vez. Se topó con una mirada que la hizo sentirse perdida.
Léon sonreía sínicamente, sus ojos denotaban ira… definitivamente ella lo sacaba de sus casillas, a pesar de saber que intentaría algo así, estaba furioso, quería hacerla pagar, iba a enseñarle quien mandaba, y ella terminaría obedeciéndole al final de todo lo que planeaba hacerle.
Judi cerró los ojos temblando, perdiéndose en la inconciencia después de fuertes golpes que había recibido al caer.
Amalia miraba consternada a la chica que tenía delante, estaba lastimada una vez más y realmente sucia, llena de lodo por todo el cuerpo, pero peor aún, su tobillo inflamado parecía no mejorar, tenía una herida en la frente y el señor Léon no le había permitido limpiar su cuerpo, o curar sus heridas. Así corrían riesgo de infectarse los cortes que su piel había sufrido, y aun la anciana no sabía cómo era que había terminado así.
El amo la amenazó, le dijo que solo la vigilara sin ayudarla a estar mejor, que si se encontraba en ese estado era lo que merecía al intentar escapar, y parecía ser que no sospechaba de ella, pues si no ya la hubiese matado.
Léon miraba por la ventana de su habitación pensando en lo que haría cuando despertara su prisionera.
Judi era el mejor entretenimiento que ahora podía conseguir, aún más cuando no se encontraba cerca de la cuidad y las lluvias habían iniciado, por lo que pudo notar al volver al palacio. Había llovido tan fuerte que parecía ser que el cielo había enfurecido.
Alguien llamó a su puerta y dio la orden de que entraran.
-señor… la sala de torturas está lista. –dijo un hombre a su servicio.
-buen trabajo. –murmuró dándole a entender que se marchara.
Esperó un momento y luego salió rumbo a las celdas, todavía más abajo, donde su pequeño juguete debía encontrarse. Miró a la anciana notando su preocupación y se burló descaradamente.
-si te preocupa, ¿por qué no le das algo de tus brebajes a ver si se muere? –sugirió tomando a la joven que aún estaba inconsciente y colgándosela en un hombro caminó fuera de ese oscuro lugar.
Todos se preguntaban qué pasaba y porque no mataba aun a la gitana que lo había enfrentado al intentar escapar… pero nadie le iba a cuestionar. Semanas atrás se habían marchado los invitados del amo y solo quedaba su prisionera y él, junto con los empleados.
Ahora que hacia memoria, había pasado bastante sin verla, pues salió por deber, ahora que volvía podía darse cuenta que se recuperó bastante a comparación de como la había dejado.
Era el momento perfecto para dejarle en claro que era lo que le esperaba si desobedecía sus órdenes, pues de ahora en adelante era suya… y por ende, debía acatar cada cosa que él pidiese.
Al abrir los ojos pudo ver nublado a su alrededor mientras se acostumbraba a la tenue iluminación. Escuchó pasos, trató de moverse, notando que estaba sentada e inmóvil sobre la fría silla de hierro. Recordó de inmediato todo lo que había ocurrido en su escape fallido y entonces pudo ver bien el lugar donde se encontraba.
-vaya, vaya… la princesa ha despertado. –se burló Léon detrás de ella al verla levantar la cabeza tan rápidamente.
-¿Dónde estoy? –preguntó temerosa, pues el lugar no era donde la había mantenido encerrada, miró a sus lados descubriendo objetos que prefería no tener en mente, pues le aterraban las razones por la cual la había llevado a ese sitio.
-¿no es lógico? Este es un lugar donde estoy seguro, te vas a divertir. –contestó fríamente acariciándole los hombros.
Judi se estremeció al darse cuenta que además de estar atada, también se encontraba desnuda, ahora estaba segura de que ese hombre quería volver a hacerle daño… iba a volver a abusar de ella y no podía escapar… sollozó inevitablemente y él rio.
-digamos que será el cuarto de entrenamiento… y depende de ti la cantidad de veces que vengas a visitarlo. –explicó parándose finalmente frente a ella.
-¿que… que… piensa ha… hacerme? –tartamudeó temblando como una hoja. Tenía miedo, más de lo que podía soportar.
-primero que nada… mantenerte callada, tu voz me fastidia. –dijo acercándose con una mordaza en las manos que ahogó cualquier palabra que ella pudiese expresar. –ahora… veamos… ¿con que te gustaría iniciar? –preguntó al aire, cargando un baúl hasta colocarlo frente a la chica.
La había atado a una silla grande, aun con su cabello lleno de lodo y su cuerpo sucio por lo mismo, con las manos a los costados en las posaderas y las piernas abiertas una en cada pata, los grilletes estaban bastante ajustados y lo había hecho apropósito, aún más denigrante para ella, era encontrarse totalmente desnuda frente a su captor y expuesta para lo que quisiera hacerle.
-prepárate, esta vez pagarás tu atrevimiento con sangre. –advirtió golpeándola con un látigo que tenía pequeñísimas púas en sitios estratégicos.
La piel canela de la joven enrojeció y sangró puntitos donde su piel había sido dañada, la chica se revolvió de ardor siendo silenciada por la mordaza, quiso gritar y le fue imposible.
Recibió un golpe más, esta vez en el rostro, haciéndola soltar las lágrimas que intentaba contener. Miró a ese hombre que se acercaba a ella dejando caer al piso aquel látigo, sacando de su cinturón una fusta de cuero, con la que ya antes la había golpeado. La miró directamente, levantándole el rostro con la fusta.
-tus ojos me causan repugnancia… -dijo él con hastío y seguido le dio un fuetazo en la mejilla, tan fuerte que se marcó en su piel a punto de sacarle sangre, el segundo golpe no tardó en caer sobre el mismo lugar, formando una herida que esta vez sí dejó el carmesí brotar.
Por más que quisiera gritar, solo podía gemir de dolor. Su respiración se agitaba con cada golpe que iba asestando ese hombre sobre su cuerpo, ahora ya no en el rostro. Dejaba marcas por esa piel tersa y suave que ya antes había tocado, esa piel que profanó sin nada más que violencia y fuerza…
Ahora disfrutaba viéndola abatida, llorando y quejándose por las heridas que hacía en ella. La sonrisa endemoniada de Léon era la misma que había mostrado al ultrajarla, o al ir y torturarla con la vaina de la espada en el calabozo. Y la pequeña chica comenzaba a sentir algo increíblemente fuerte, un sentimiento de terror mezclado con otra cosa que no sabía identificar aun.
Pero temía que fuese odio… no quería ensuciar su alma con aquel sentimiento, pero ya le era imposible no verle con rencor mientras él la dañaba sin parar.
La tortura que dejó caer sobre Judi, era insoportable. Del baúl sacó un artefacto que ella no podía identificar…
-este juguetito te va a gustar mucho… -aseguró presionando un perno que lo hizo abrirse.
Tenía púas que se ajustaban y lucían bastante filosas, Judi temió lo peor. Se encontraba ya bastante débil y herida a causa de los golpes, había usado de nuevo el látigo que le cortaba la piel, ahora su cuerpo sangraba manchándola totalmente.
-te haré una demostración, quiero que veas lo que ocurrirá contigo si no entiendes quién es ahora tu dueño. –dijo tomando de un mueble un melón que había preparado para eso precisamente, lo colocó entre las piernas de la joven para mantenerlo fijo.
Ella temblaba ahora descontroladamente, mirando lo que iba a hacer. Léon ajustó el aparato y lo abrió para colocarlo sobre el redondo fruto. Quitó el seguro y las púas se cerraron con tal fuerza que sin ninguna dificultad despedazaron el melón salpicando todo a su paso.
Léon volvió a abrir el aparato y sonrió acercándolo a uno de los senos femeninos, que aún eran los de una muchachita, pero bastante apetecible, claro estaba. Rozó con los peligrosos picos de hierro, aquel delicado pezón que acababa de someter a múltiples azotes momentos antes.
-una orden que desobedezcas y volverás a este sitio… a la tercera ocasión, usaré este interesante objeto para arrancarte esto… -susurró tenebrosamente al oído de la pequeña chica mientras su mano libre se deslizaba hacia el otro monte.
Cerró los ojos asustada y se hizo lo más atrás que pudo para evitar que ese objeto estuviese tan cerca.
Léon finalmente se alejó guardando el utensilio y volteó a ver la obra que había hecho en el cuerpo femenino. Sabía bien que si quería que estuviese despierta, ya no podía seguirla maltratando de esa forma por el momento, así que decidió seguir con otro tipo de entrenamiento.
Se acercó a Judi con la llave de los grilletes, comenzando a desatarla, primero los pies, ella gimió aun amordazada y sollozando, los levantó juntándolos contra su pecho, mientras él liberaba por ultimo sus manos. Finalmente libre, la pequeña se abrazó a si misma encogida en la silla, mientras con una mano débilmente trataba de quitarse la mordaza.
-aguantas muy poco… eres demasiado delicada para encontrarte en la posición que ahora tienes. –dijo Léon desatándole la boca sin ninguna consideración o calma. –ponte de pie. –ordenó dándole la espalda.
me encanta que dejen sus comentarios!!! enserio! me fascina! así que espero dejen algunos :P
quiero saber que opinan de esto, que creen que pase?
Léon es un inconciente infeliz xD
me encanta que dejen sus comentarios!!! enserio! me fascina! así que espero dejen algunos :P
quiero saber que opinan de esto, que creen que pase?
Léon es un inconciente infeliz xD
Regresar al índiceCapítulo 5 Subyugada. by lad_sambueno, vine a dejarles este cap, ya subiré imagenes en la pag de face que está en la descripción, sobre el personaje que elegí como Judi...
aunque estoy buscando aun al infeliz de Léon xD espero les guste este cap y si quieren, ayuden dando opiniones de quien podria ser élxD
bueno, vine a dejarles este cap, ya subiré imagenes en la pag de face que está en la descripción, sobre el personaje que elegí como Judi...
aunque estoy buscando aun al infeliz de Léon xD espero les guste este cap y si quieren, ayuden dando opiniones de quien podria ser élxD
Miró el aparato aquel con el que la había amenazado y temió que lo usara en su contra, no quería que la lastimara más, pero apenas y podía moverse, intentó a toda costa ponerse de pie.
Léon notaba perfectamente la dificultad de Judi tan solo en acomodarse sentada para tratar de ponerse de pie, pero quería verla batallar, tomó el látigo con el que la había golpeado y lo azotó contra ella haciéndola gritar y casi caer de la silla al hacerse a un lado.
-basta… por favor… no puedo pararme… -sollozó ella protegiéndose con los brazos, esperando recibir un golpe más.
La observó con superioridad y gruñó tomándola de un brazo forzándola a levantarse, para tirarla sobre una mesa de madera, bocabajo le impidió moverse, dejando así su intimidad expuesta para él, sonrió escuchando cada quejido que ella soltaba mientras la aplastaba más contra la dura y húmeda madera.
Con una mano la dejaba quieta, con la otra apretó bruscamente el redondo culo tan pequeño y firme que tenía para él. Sin más, la tocó descaradamente llegando a la intimidad, abriendo los pétalos de piel que escondían el lugar aquel tan estrecho que había tomado solo una vez, hablando solo de
GITANA by lad_sam
-¡no me toquen! –Gritó ella mientras los soldados que la llevaban comenzaban a levantar su vestido y tocarle las piernas sin contenerse. -¡Son asquerosos!
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2024-10-28
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