Alma Envenenada by Tsukire

Dos años me tomó salir de ese horrible lugar, olvidando lentamente como era vivir una vida normal, siendo abandonaba por las personas que mas quería. Deseando la muerte día a día con tal de abandonar ese lugar peor que un basurero. ¿Dónde estuve? ¿Qué hice? ¿Cómo sobreviví? A nadie le importo, nadie sabe donde estuve...Nadie intentó buscarme. 

Pensé que al regresar, él, estaría esperándome, lograría salvarme como siempre solía hacerlo. Nunca llegó, escapé por mí misma. Fue la primera persona en olvidarme.

He vuelto y esta vez, no me van a hacer un lado tan fácil

Esta fic fue publicado con anterioridad en otro portal, igual de mi autoría.Espero les sea de su agrado.

Los personajes de Ranma 1/2 NO me pertecenen.

Sin más, pueden comenzar a leer.

Alma Envenenada

Eran las 6 de la tarde de un día soleado en Nerima, las campanas de la iglesia resonaban fuertemente anunciando la unión de dos personas unificando así el gran amor que ambos se tenían. La iglesia estaba llena de personas que no creían en la escena que estaban presenciando, de entre todos sobresalían nuestros personajes principales.

Genma y Nodoka Saotome fueron los primeros en entrar, ambos estaban contentos pero no lo suficiente como para demostrarlo, la familia Tendo estaba ahí reunida no por que hubieran querido ir, si no porque tenían la obligación de hacerlo, habían conocido desde hace mucho tiempo a Ranma, tenían que acompañarlo en ese día tan especial para él. El señor Soun como siempre estaba llorando.

También se encontraban Cologne, quien era la más alegre de todos, su sonrisa y su mirada representaban un gran enigma. Happosai que había llegado con un par de sostenes en la cabeza, Mousse, Shampoo que por cierto iban muy acaramelados, Ryoga Nabiki por supuesto era la que habían llevado a rastras a ese lugar, Kasumi como siempre calmada y con una gran sonrisa en los labios.

Todos estaban sorprendidos pero sabían que Ranma así lo había deseado. El llevaba un traje de color negro, camisa blanca y corbata del mismo color del traje con su peculiar trenza, mientras ella llevaba un hermoso vestido strapless con diamantes incrustados en él, la caída era totalmente lisa.

-Ranma Saotome ¿Acepta a Ukyo Kuonji como su esposa para amarla, cuidarla, respetarla en la salud y en la enfermedad?- decía el padre.
-Acepto- el joven tenía una sonrisa en los labios.
-y tu Ukyo ¿Aceptas a Ranma Saotome por esposo para amarlo, cuidarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad?- 
-Acepto- la castaña dio un salto y pegó su cuerpo al del ahora su marido.
-Ranma estoy tan feliz-.  El sonrojo de Ukyo iba en aumento
-Puede besar a la novia-

Apenas dejaron terminar la frase al padre cuando los labios de la chica de la espátula ya estaban posados en los de su marido, ésta se le pegaba al cuerpo mientras que las manos de él estaban en su cintura apretándola muy fuerte. Se notaba la pasión con que ambos se besaban, Ukyo al dar por terminado su beso con su marido no pudo evitar sonreír ante la expresión de asombro de los presentes.

-Me alegra que por fin tu esposo sea Ranma- dijo la anciana en su bastón.
-Así es  señora y todo gracias a usted- dijo mostrándole su dedo anular.
-Estoy muy contenta Ukyo- ambas se abrazaron.

-Vaya Ranma, han pasado tres años y tu estas como si nada- dijo Ryoga.
-No te creas Ryoga, me ha costado trabajo superar todo eso, pero Ukyo es una mujer maravillosa-
-¿Crees que la podrás olvidar?- preguntó Ryoga irónicamente.
-Solo el tiempo lo dirá amigo, mientras tanto por ahora me siento bien- el chico de la trenza sonrío.
-Tienes razón, muchas felicidades, cuida mucho a Ukyo merece que la trates muy bien-
-Gracias-

Uno a uno los invitados pasaron a felicitar a la feliz pareja, todos menos una persona, una chica de cabello castaño cuyo apellido es Tendo.

-Yo no tengo nada más que hacer aquí, el espectáculo ha terminado- se escuchó una voz fría.
-Nabiki…- el ojiazul se sorprendió al escuchar la voz de la mediana de las Tendo.
-No lo entiendo Ranma, ¿Cómo pudiste hacerlo? ¿Tan poco fue tu amor hacia mi hermana que terminaste de esta forma? ¿Tan rápido la olvidaste? Eres igual que todos, me das lástima porque a pesar de todo lo que hagas, podrás tener todo el dinero del mundo, a todas las mujeres que quieras pero nunca…escúchame bien Saotome lo que te voy a decir…nunca encontrarás la felicidad- Nabiki no lo miraba con enojo ni con resentimiento era una mirada indescifrable.
-¿Por qué dices todo esto?- el ojiazul no daba crédito a lo que escuchaba.
-Porque es la verdad, aunque agradezco que Shampoo terminara con Mousse si no ¿Qué hubieras hecho? Seguramente sería tu amante y ensuciarías la memoria de mi hermana como lo has hecho estos tres años…me das asco Saotome-.

Y diciendo esto Nabiki se dio vuelta, no importa cómo, no importaba si eras la mejor persona ocultando sus sentimientos, Nabiki Tendo nunca fallaba, ella siempre sabía donde herirte, el punto exacto para lastimarte. El chico de la trenza se quedó pensativo aunque nunca lo aceptaría abiertamente sabía que en el fondo así era…todo lo que le había dicho era verdad, pero ahora tenía un nuevo comienzo, una segunda oportunidad de ser feliz, sacó un anillo con un diamante blanco de su bolsillo y observó el de su dedo anular, lo invadió un sentimiento que hace mucho no sentía.

-Akane- murmuró Ranma para sí.
-Ranma, mi amor, hay muchos invitados que están impacientes por tomarse fotos con nosotros-
-Ya voy Ukyo, pero antes ¿Dónde está Hannah?-
-La vi por aquí hace algunos instantes, debe estar jugando por ahí amor, no te preocupes-
-Tienes razón, ella siempre ha sido muy hiperactiva, se parece mucho a…- Ranma se dio cuenta de lo que estaba diciendo e inmediatamente se quedó callado.
-Lo sé Ranma…se parece mucho a Akane, ¿Y cómo no? Sin son madre e hija-.

El matrimonio estaba tomándose fotos con todos los invitados, se les veía feliz, pero Ranma…él lucía algo distraído, desde ese día prometió jamás enamorarse, prometió que a pesar de todo ella sería la única en su vida y en su corazón. Podría compartir la cama con cualquier otra mujer pero ella se había llevado sus ganas de amar.

Ahora decidió comenzar de nuevo, ella formaba parte de su pasado,  debía vivir su presente y eran Ukyo junto con su pequeña hija Hannah. Por ellas debía seguir adelante, se iba a dar la oportunidad de volver a ser feliz, de volver a amar y ¿Por qué no? De alejar de su mente a esa mujer, esa mujer que aún muerta sigue estando presente en su interior, sigue robándole sus suspiros, sigue entrometiéndose en sus sueños, obligándolo a llorar provocando ese sentimiento de pesar en su interior.

En el aeropuerto de Nerima

Una mujer iba bajando de un gran avión, traía una boina de color gris, un abrigo blanco y pantalón del mismo color que la boina. Era una mujer muy bien parecida, caminaba con elegancia, traía su cabello azulado ondulado, más o menos hasta debajo de los hombros, sus ojos eran color miel.

-Buenas tardes señorita, ya está listo su taxi-
-Muchas gracias-
¿Ya ha estado aquí antes?-
-Si, yo nací aquí-
-Qué bien, ¿Va a querer algún tipo de tour?-
-No vine aquí a pasear muchas gracias- la peli azul tenía una mirada firme, sin brillo y su expresión se había endurecido.

-He vuelto-

Por fin había regresado después de 3 años, volvía a donde todo comenzó. En el lugar donde su vida se derrumbó.

Había bajado del taxi, se encontraba frente a un edificio, buscó en su bolsa cuidadosamente las llaves que había estado guardando durante tanto tiempo, entró y subió por el elevador, cuando por fin llegó al piso que estaba esperando, se paró enfrente de una puerta de color café, la tocó como si la estuviera acariciando, como si quisiera transmitirle todo el daño que llevaba dentro a ese objeto inerte.

Entró silenciosamente, prendió las luces, observó a su alrededor y pudo notar que todo estaba tal y como lo había dejado, la misma posición de los muebles, el mismo color azul celeste de las paredes, ningún mueble había sido tocado, pasó su mano por encima de la mesa y el polvo invadió el lugar.

-Todo sigue estando igual- suspiró, se quitó la boina para dirigirse al cuarto, se sorprendió al encontrar un teléfono, lo descolgó para ver si tenía línea y para su suerte así era. Sabía perfectamente a quien llamaría, pues ese departamento estaba listo para habitar y tenía a la persona perfecta para poder comprarlo: Nabiki Tendo.

Así es, desde que ella vivía ahí…con él…Nabiki se había encargado de conseguir ese departamento, fue un regalo de bodas adelantado pero la boda nunca se realizó y no se realizará.

Seguramente Nabiki debe estar administrando este departamento, si quería vivir en un lugar tenía que contactar a su hermana sin que ésta supiera su verdadera identidad.

Descolgó el teléfono  y marcó al Dojo. Todos sobre el antiguo egipto

-Buenas Tardes, Dojo Tendo- se escucho una dulce voz.
“Kasumi” pensó la joven, su voz no le salía, por unos instantes ésta se quebró pero tenía que recuperar la calma.
-Buenas Tardes, ¿Se encontrará la señorita Nabiki Tendo?-
-¿Quién la busca?-

¡Maldita sea! Había ideado todo menos el nombre…su nerviosismo aumentaba.

-Dígale que le habla Hiromi, Hiromi Hidaka, estoy interesada en el departamento-
-Claro, un momento por favor-

La chica peli azul suspiró aliviada, había hablando con Kasumi y no había sospechado nada, aunque el corazón sentía que se le iba a salir, después de tanto tiempo de no cruzar palabra con sus hermanas, estaba contenta de saber que estaban bien, se moría de ganas por saber que habían hecho, si Kasumi se había casado, si ya era tía, pero sobre todo le importaba su padre, no se imaginaba el momento de su reencuentro.

-Bueno ¿Hay alguien ahí?- una voz la sacó de sus pensamientos.
-Si bueno ¿ES usted Nabiki Tendo?-
-Si, así es y usted es una interesada en el departamento-.
-Así es, me interesa mucho-
-Ya veo, ¿Tiene el dinero suficiente?-
“No has cambiado en nada hermanita”.
-Si así es, pero antes me gustaría que me diera algunos detalles del lugar-
-No hay mucho que decir, está amueblado, no es muy grande pero lo suficiente como para dos personas-
-Me encantaría poder verlo-
-Pues de hecho tengo libre el día de mañana, yo digo que…-
-Sería fabuloso que fuera hoy mismo en la noche-
-¿En la noche?-
-Así es como puede ver, soy extranjera, me parece incómodo pasar la noche en  un hotel, además de que le pagaría todo un año de adelanto-
-A las ocho en punto la veo en el departamento, hasta luego…-
-Hiromi…me llamo Hiromi-
-De acuerdo Hiromi…nos vemos al rato-.

Muy bien, poco a poco iba a establecer relaciones con sus familiares, no podía dejar que la descubrieran, todavía no, de ser así sus planes se verían severamente afectados. Como sabía que esto pasaría, sacó una peluca de su bolso, era de color negro con el mismo corte que traía cuando tenía 16 años. Se agarró su cabello de forma que no se fuera a salir por los costados de la peluca. Se la colocó y sonrío victoriosa frente al espejo. Los pupilentes le ayudaban mucho junto con el color de la peluca.

Habían dado las ocho de la noche y “Hiromi” esperaba pacientemente a Nabiki, miraba su reloj repetidas veces, habían dado las ocho y diez, pero no había señal de ella.  Hasta que vio que el elevador se abría para dar paso a una mujer imponente, no podía creer lo que veía, parpadeo un par de veces para observarla nuevamente, su corte de cabello no había cambiado, traía unos lentes oscuros, un traje de color café, una falda arriba de las rodillas y zapatillas de un café mucho más fuerte. Detrás de ella venía una mujer muy hermosa, con un bebé entre sus brazos, “Hiromi” tuvo que aguantarse las ganas de salir corriendo a abrazarlas, especialmente tenía curiosidad por saber de quién era el bebé, tuvo que aguantarse para que de sus ojos no salieran las traicioneras lágrimas.

No podía creer que esas mujeres fueran sus hermanas, habían cambiado mucho, se sentía pequeña al lado de Nabiki, se veía tan inalcanzable, tan superior…tan magnífica. En cambio Kasumi seguía conservando esa ternura que la caracterizaba.

Las Tendo se quedaron estáticas cuando vieron a la jovencita, Nabiki desconfió un poco así que decidió no tomarle importancia  aunque en el fondo realmente estaba impresionada. En cuanto a Kasumi ella estaba anonadada, Hiromi sintió como sus miradas se clavaban en ella.

-¿Sucede algo?- dijo la jovencita.
-Nada malo- respondió rápidamente Nabiki-
-El parecido es extraordinario-

Las dos mujeres voltearon a ver a la mayor de las Tendo, quien aun no cabía de la impresión.

-¿A qué se refiere?-
-Nabiki ¿Ves? Son iguales-
-Serían igual a no ser por el color del cabello y…- Nabiki se le acercó maliciosamente a la cara de Hiromi, ésta tambaleo un poco. –por sus ojos…es técnicamente imposible-
-Lamento haberla hecho esperar Hiromi-
-No…no se preocupe-
-Se ve nerviosa- emitió Nabiki
-Dime si tú no te pondrías nerviosa después de que dos personas te ven como si hubieran visto un fantasma-
-¿Quién le dijo que podía tutearme?-
-Lo siento-
-Nabiki no deberías ser grosera- dijo Kasumi.

Pero Nabiki ignoró totalmente las indicaciones de Kasumi las tres entraron al departamento.

-Vaya, hace mucho que no entraba por aquí- dijo Kasumi.
Nabiki se limitó a observar alrededor.
-¿Ustedes ya conocían el departamento?- preguntó inocentemente la chica de ojos miel.
-Por supuesto que sí, yo soy quien lo alquila-
“Se ha vuelto mucho más altanera”
-le pido disculpe a mi hermana, no sabe tratar a las personas, así es Hiromi, nosotras conocemos bien el departamento teníamos una hermana que vivía aquí-
-¿Una hermana? –preguntó la chica de cabellos negros.
-Así es, de hecho tú me recuerdas mucho a ella-. Kasumi la vio con ternura.

Hiromi solo bajó su cabeza en señal de intimidación.

-Lo siento si te hago sentir incómoda, pero es que no puedo parar de sorprenderme de tu parecido con ella-
-¿Y cómo se llamaba su hermana? Si se puede saber- dijo tímidamente Hiromi.
-Akane…Akane Tendo-
-Qué bonito nombre y ¿Por qué ya no vive aquí?- 
-Haces muchas preguntas innecesarias ¿No crees?- la media de las Tendo la vio con enojo.

La chica de cabellos negros se volteó temerosa, antes ni siquiera se habría atrevido a mirarla, pero ahora…ahora era otra, Akane había muerto, la habían matado en aquel horrible lugar.

-¿Quién le dijo que podía tutearme?- Hiromi sonrió de lado y regresó a su plática con Kasumi.
-dime ¿Por qué ella ya no vive aquí?-
-Fue horrible, nos dieron la terrible noticia de que ella murió en un choque, su carro giró cayendo cerca de una laguna, mi hermana nunca aprendió a nadar, probablemente murió ahogada, pero te digo un secreto Hiromi yo creo que ella sigue viva-

Esta declaración sorprendió mucho a Hiromi, no pudo evitar sonreír.

-así que ¿En un accidente? No pierdas las esperanzas- le sonrío.
-No se pueden perder las esperanzas cuando ni siquiera hay posibilidad de que existan- una vez más Nabiki hacía su comentarios, aunque no miraba directamente a los ojos a Hiromi Nabiki estaba más que centrada en el tema.
-Oye Kasumi ¿Nabiki siempre ha sido así?- preguntó Hiromi.
-Ella siempre fue así, pero desde la muerte de Akane, se volvió más fría, horriblemente calculadora, fue un gran golpe para ella perder a su hermana menor-
-pobrecita-
-Va a seguir lamentándose o puedo mostrarle las habitaciones- dijo Nabiki.
-Adelante, muéstremelas-

Las tres pasaron a la habitación principal.

-Como puede ver todo está intacto, tal vez no esté en el mejor estado pero le servirá de algo-
-No se preocupe, está perfecto-

Hiromi miró hacía todos lados y observo una caja de cartón el suelo, en su interior habían juguetes como barbies, brillos, bolitas para el cabello, diademas, muñecos.

-¿De quiénes son estos juguetes?-
-Esos juguetes le pertenecieron a la niña que vivía aquí, lo que pasa es que mi hermana tenía una hija llamada Hannah-.
-y ¿Nada más ellas dos vivían aquí?-
-No, también vivían con alguien más…Ranma, mi hermana y él se iban a casar- dijo Kasumi.
-¿Por qué tienes que mencionarle nuestros problemas a una extraña? Además no tenías que mencionar su nombre-.
-Siento preguntar tanto, pero es que no sé a qué se debe esta curiosidad-
-ES simple, usted es una chismosa- dijo Nabiki.

Hiromi no le hizo caso a sus comentarios, comprendió que la mejor forma de evitarlos era ignorándolos.

-Ranma…así se llama, debió ser duró para el niño quedarse sin mamá-
-Si, sí lo fue y demasiado- dijo Kasumi.
-Aunque ahora ya vive con su madrastra-
-¿Qué?- dijo Akane.
-Nabiki- Kasumi le llamó la atención.
-Lo que pasa es que hoy el estúpido de Ranma se casó-

Hiromi soltó bruscamente una muñeca, rápidamente la volvió a colocar y se dirigió a la sala.

“se caso, Ranma está casado”

-¿Se encuentra bien?- preguntó Kasumi preocupada.
-No sé por qué se pone así si ni siquiera conoce a Ranma-
-No es por eso, es que me parece increíble que haya hecho su vida nuevamente así como así, sin tomar la opinión del niño-
-Así son los hombres-

Nabiki miró fijamente a la chica y ésta no lo pasó desapercibido.

-En este momento deben estar festejando su noche de bodas..Ukyo y Ranma-

Hiromi se estremeció al escuchar ese nombre ¿Con Ukyo? Había jurado que su esposa podría ser Shampoo ¿Cómo fue que ésta le cedió el lugar como si nada a Ukyo?  Necesitaba enterarse de muchas cosas, pero no sabía por qué razón, el pensar en Ukyo y Ranma en la iglesia le molestaba, si…pero no hacía crecer su rabia… ¿Acaso ella también sentía desprecio hacía Ranma?

En el Dojo:

-Ranma mi amor, por fin estamos juntos, te amo…te amo tanto- la castaña posó sus labios sobre el ojiazul y éste le correspondió de una amorosa manera.
-Yo también te amo Ukyo-
-Esta es nuestra noche…podemos hacer lo que queramos…-

Ambos comenzaron a besarse rápidamente como si mañana no se volviesen a ver, el chico de la coleta la cargó hasta la cama dejándola delicadamente recostada para después darle un beso corto en los labios de ella. La tensión fue aumentando, los dos estaban entrando en calor, él recorría con sus manos su cintura y ella le estaba desabotonando la camisa hasta dejar su abdomen y pecho descubierto, comenzó a rozar con la yema de sus dedos los pectorales de es poso.

Él le recorría la espalda desnuda de ella, le besaba los hombros, el cuello, los labios una y otra vez, los dos juntaban sus cuerpos para darse a entender que nunca se dejarían.

-Te amo Ranma-

Él la despojó de sus ropas, y ella fue desabrochando lentamente el pantalón de su acompañante, lo miró un poco asustada pues sabía a lo que habían llegado.

-No te preocupes Ukyo, no voy a lastimarte-
-Confío en ti, mi amor…esta noche quiero pertenecerte-

Y así fue como esa noche dos enamorados unieron sus cuerpos fundiéndose en una sola alma. Había empezado un nuevo capítulo en su vida…

Espero les haya sido de su agrado y decidan acompañarme en la publicación de este fic.

Alma Envenenada by Tsukire

Dos años me tomó salir de ese horrible lugar, olvidando lentamente como era vivir una vida normal, siendo abandonaba por las personas que mas quería. Desean

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2024-10-14

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