Vivo y existo
Angélica Mortis se despierta tras un largo letargo tras demasiado tiempo sin ser consciente de lo que ocurre a su alrededor. La bruja se ve confundida por sus recuerdos incompletos y extraños y en ocasiones, inexistentes.
Todo el mundo la conoce a ella y ella apenas puede ver la punta del iceberg. Deberá recoger los pedazos que quedan de ella y tratar de avanzar como pueda.
Aunque pueda que su mundo se vea destruido más rápido de lo que ella se espera y, tal vez, eso lleve a que quiera ver el mundo en ruinas hasta que cada culpable haya caído a sus pies.