Me decido... Por ti... by Tsuki Nightroad
Sakura Haruno que a sus veinte años de edad, es la segunda al mando en la villa de Konoha, después de Naruto, el Hokage.
En una misión de rango S, Sakura es secuestrada junto a Sai por nada menos que Itachi Uchiha, a partir de ese punto, el Akatsuki forja un trato con la kunoichi, ella acorralada acepta. Durante el secuestro la joven comienza a tener extraños sueños, muy reales y completamente incomprensibles.
La historia trasciende desde ese secuestro, el defensivo pero bondadoso corazón de Sakura va tomando decisiones que poco a poco rompe esa pantalla titánica e invisible que rodea a Itachi.
Peleas, engaños, pasión, amor, miedo, lágrimas y decisiones envuelven a esta historia.
Un fic que no te decepcionará, es lo que te ofrece ME DECIDO… POR TI.
Categories: NARUTO Characters: Itachi Uchiha, Sakura Haruno
Generos: Accion/Aventura, Ciencia Ficción
Advertencias: Lemon, Lenguaje Obsceno, Muerte de un personaje, Spoilers
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 23 Completed: No Word count: 66405 Read: 45009 Published: 29/10/2010 Updated: 22/10/2013
Sakura Haruno que a sus veinte años de edad, es la segunda al mando en la villa de Konoha, después de Naruto, el Hokage.
En una misión de rango S, Sakura es secuestrada junto a Sai por nada menos que Itachi Uchiha, a partir de ese punto, el Akatsuki forja un trato con la kunoichi, ella acorralada acepta. Durante el secuestro la joven comienza a tener extraños sueños, muy reales y completamente incomprensibles.
La historia trasciende desde ese secuestro, el defensivo pero bondadoso corazón de Sakura va tomando decisiones que poco a poco rompe esa pantalla titánica e invisible que rodea a Itachi.
Peleas, engaños, pasión, amor, miedo, lágrimas y decisiones envuelven a esta historia.
Un fic que no te decepcionará, es lo que te ofrece ME DECIDO… POR TI.
Categories: NARUTO Characters: Itachi Uchiha, Sakura Haruno
Generos: Accion/Aventura, Ciencia Ficción
Advertencias: Lemon, Lenguaje Obsceno, Muerte de un personaje, Spoilers
Challenges:
Series: Ninguno
Chapters: 23 Completed: No Word count: 66405 Read: 45009 Published: 29/10/2010 Updated: 22/10/2013 Planes contra Akatsuki by Tsuki Nightroad
Hola todos/as…
Soy Tsuki nightroad y aquí les traigo este Ita-Saku que anteriormente estaba publicado acá en fanfic.es, pero como ya muchos saben, al parecer la pagina borro TODO.
En fin, estoy subiendo de nuevo este fic, he re-editado algunas cosas, y mejorado un piquito mas la ortografía…
Espero les guste la trama como a muchos en el paso les agrado, tanto que este fic llego a tener mas de 400 reviews y 50.000 visitas.
Ojala me vaya bien de nuevo…^^
Antes de comenzar, solo quiero agregar unas cosas:
Hida, Kakuzu, Deidara, Sasori y Asuma Sarutobi, están muertos en esta saga. Tal vez encuentren spoiler para aquellos que sólo siguen el anime, pero para aquellos que leen el manga, no habrá ninguna sorpresa.
Bueno eso es todo.
¡¡Arriba el telon, que la obra va a comenzar!!
Hasta pronto y no olviden comentar.
Capítulo 2: Encuentro inesperado
Hola todos/as…
Soy Tsuki nightroad y aquí les traigo este Ita-Saku que anteriormente estaba publicado acá en fanfic.es, pero como ya muchos saben, al parecer la pagina borro TODO.
En fin, estoy subiendo de nuevo este fic, he re-editado algunas cosas, y mejorado un piquito mas la ortografía…
Espero les guste la trama como a muchos en el paso les agrado, tanto que este fic llego a tener mas de 400 reviews y 50.000 visitas.
Ojala me vaya bien de nuevo…^^
Antes de comenzar, solo quiero agregar unas cosas:
Hida, Kakuzu, Deidara, Sasori y Asuma Sarutobi, están muertos en esta saga. Tal vez encuentren spoiler para aquellos que sólo siguen el anime, pero para aquellos que leen el manga, no habrá ninguna sorpresa.
Bueno eso es todo.
¡¡Arriba el telon, que la obra va a comenzar!!
Hasta pronto y no olviden comentar.
Capítulo 2: Encuentro inesperado
Me decido… Por ti…
By: Tsuki Nightroad
Capítulo 1: Planes contra Akatsuki
Era una noche fría, la luna resplandecía un plateado ceniza, me encontraba a unos metros de la persona que causaba estragos en mis pensamientos y en mi corazón, recuerdo que le pedí quedarse en la aldea o llevarme en tal caso de no aceptar lo primero, él solo se posó rápidamente detrás de mí y me dio las gracias para luego marcharse desapareciendo como si de un espejismo se tratara. Aquel día fue el más doloroso de mi vida, uno que me marco hasta lo más recóndito de mi corazón, porque lo amaba con demasía.
Ahora, luego de ocho años he entendió que se puede comenzar de nuevo, abriéndole el corazón a otros que estén dispuesto a sanar cualquier herida que aún este abierta, sin embargo aunque estoy preparada para permitir a otro ser en mi vida, todavía no he encontrado a la persona indicada.
*****
Konoha (8 años después de la muerte del 3er Hokage)
Mi nombre es Sakura Haruno y tengo veinte años, pertenezco a la especial Elite de Médicos Ninjas de Konoha, personalmente soy la líder, mi mejor amigo Naruto Uzumaki es el Rokudaime Hokage (sexta sombra del fuego) , luego de su cargo sigo yo, fuimos entrenados por los Sannin Jiraiya-sama y Godaime Hokage Tsunade-sama, específicamente Naruto por Jiraija-sama y yo por Tsunae-sama, luego de que murieran a manos de Pain, miembro activo de Akatsuki, siguen teniendo gran relevancia en el corazón de todos.
Aunque Naruto y yo somos aún muy jóvenes para manejar semejante responsabilidad, nos hemos adaptado y propuesto para hacer el mejor trabajo posible, eso incluye el proteger la aldea oculta entre las hojas.
Hoy comienzan los exámenes ninjas con el rango de Chunnin en adelante para entrar a la selección Elite de Médicos Ninjas de Konoha y soy la encargada de elegir quienes serán los nuevos aspirantes.
Eran alrededor de las siete de la mañana y me encontraba en uno de los anexos del hospital, dentro de una habitación en la que se realizan las autopsias, los aspirantes pasaban de uno en uno, yo les colocaba pruebas para ver su capacidad del uso de su chakra y restaurar tejidos. La mayoría eran excelente; luego de transcurrido cinco horas y que todos los ninjas pasaran, decidí sentarme un momento para descansar. Al día siguiente les tendrían la segunda parte del examen, en donde se agruparían en parejas, así que por hoy todo estaba hecho.
Me dirigí a Ichiraku a comer algo, ya era la hora del almuerzo y por estar arreglándome tanto en la mañana se me hizo tarde y salí sin desayuna. Tenía un hambre voraz, podía comerme la ancas de Gama-bunta sin ningún problema, en el momento en que iba entrando al puesto Ichiraku un Jounni me comunicó que el Hokage quería verme, accedí inmediatamente, así me estomago me estuviera consumiendo de adentro hacia afuera, el deber llamaba y yo debía acudir. Al llegar toqué la puerta del despacho de Naruto.
—Pase —se escuchó del otro lado.
Abrí la puerta y entre.
—¿Para qué me mandaste a llamar Naruto? —pregunté sin ánimo —“espero que sea importante, porque si no…” —pensé de forma amenazadora.
—¡Sakura-cha! —Gritó el imperativo Naruto mientras caminaba hacia dónde me encontraba yo. Aún a sus veinte años, en gran parte de las ocasiones él no dejaba de lado su infantil manera de llamarme —Sakura-chan, te llamé para ver si querías ir a comer conmigo.
—Naruto recuerda que Hinata-chan es tú novia —le perpetué porque me parecía muy imprudente de su parte que dijera eso.
—¡No! No entiendes Sakura-chan, no es una cita, más bien tómalo como un almuerzo de trabajo —me aclaró moviendo las manos de un lado a otro —, además yo no le haría algo así a mi querida Hinata-chan.
—Ya veo —dije demostrando que entendía —. Entonces explícame ¿qué hablaremos en ese almuerzo?
—Tranquila te lo explico cuando estemos comiendo.
De ese modo partimos a Ichiraku, donde se suponía que tendría que estar saliendo de almorzar.
—Un ramen, con mucha carne de cerdo y jengibre —pidió Naruto.
—Me da una orden de calamares fritos y un tazón de arroz —pedí yo.
Ichiraku se había convertido en una especie de restauran y ya no vendían ramen, pero como Naruto era el Hokage y cliente fijo de ahí, hacían una excepción con él.
—Muy bien, esperen un minuto —dijo el dueño del puesto.
—Bueno Naruto, ¿de qué quieres hablar? —pregunté curiosamente.
—Sakura-chan, me llegaron informes de que Akatsuki se ha disuelto brevemente, de modo que es nuestra oportunidad para atacarlos uno a uno y así acabar con esa organización —me explicó de forma seria —. Me gustaría ir a esa misión pero debo quedarme a cuidar Konoha, ya me comunique con Gaara y pensamos unirnos para derrotar a los miembros de Akatsuki.
En el momento en que Naruto me estaba comentando fue interrumpido por el dueño de Ichiraku que nos traía nuestros pedidos.
—Aquí tienen —puso los platos enfrente nuestro —, que lo disfruten.
—Gracias —dije mientras tomaba los palillos.
—¡Itadaikimasu! —dijo Naruto de forma alegre.
Me detuve a verle un instante y recordé aquellos momentos en que éramos el equipo siete, una pequeña sensación de nostalgia me invadió.
—Sakura-chan —me sacó de mis pensamientos Naruto —, se enfría tu comida.
—¡Ah! Cierto…—sólo me limité a decir —. Gracias por la comida.
Ya después de que almorzáramos, nos fuimos caminando pasivamente hasta la oficina de Naruto.
—¡Oye, Naruto! Retomando el tema anterior, ¿qué planean hacer exactamente Gaara y tú?
—Te lo explicaré cuando lleguemos a mi despacho —respondió de forma distraída cruzando ambos brazos detrás de su cabeza.
—Pero dijiste que el almuerzo era de trabajo, y aún así no me explicaste casi nada —En eso me detuve a pensar un momento— NA-RU-TO — dije levantando el puño de forma amenazadora —, no me digas que el almuerzo era una cita, ¿cierto?
—N…No, Sakura-chan —negó de forma nerviosa mientras le resbalaba una gota por la sien —pensé que como hoy comenzabas con los exámenes de la selección de Ninjas médicos ibas a estar estresada, de modo que me pareció buena idea invitarte a almorzar.
Supe en ese momento que Naruto sólo se preocupaba por mí.
—¡Oh! Ya veo —dije ya más calmada, sonriendo apenas.
Nos encontrábamos en la oficina, Naruto se posó en la ventana del lugar dándome la espalda brevemente, al voltear observé que su mirada era seria.
—Sakura-chan, como te mencioné anteriormente, Gaara y yo nos uniremos para derrotar a Akatsuki.
—Y me imagino que iré en una de las misiones para lograr ese objetivo.
Él sonrió por lo bajo ante mi comentario.
—Así es, tú iras en una de las misiones —en eso sujetó unos papeles que se encontraban en su escritorio —, los equipos serán de dos integrantes, sólo los mejores jounni de las aldeas irán tras Akatsuki.
—¿Yo iré con quién? Y ¿Tras quién? —pregunté seriamente.
—Primero te diré quienes conforman los demás grupos —levantó los documentos que tenía en las manos y comenzó a leer —.Tras Zetsu irán Inuzuka Kiba con Akamaru de Konoha y Kankuro de la aldea oculta entre la arena; tras Kizame irán Maito Gai y Rock Lee de la aldea oculta entre las hojas; tras Konan irán Nara Shikamaru de la aldea oculta entre las hojas y Temari de la aldea oculta entre la arena; tras Tobi irán Hinata Hyuga y Neji Hyuga de la aldea oculta entre las hojas; Tras Pain van Hatake Kakashi y Yamato de Konoha; y tras Uchiha Itachi van Sai y Haruno Sakura de la aldea oculta entre las hojas —Naruto bajó los papeles y fijó su mirada en mí, esperando a que respondiese ante la orden.
— ¡Sí! —respondí.
—¿Y qué pasa con los demás Jounnin de Konoha? —inquirí intrigada.
—Aburame Shino se encuentra en misión de rango S, así que no podrá ir; Yamanaka Ino la necesito aquí ya que tú no estarás; Ten Ten se encuentra fuera de misión tú sabes por qué.
—¡Es verdad! Ella se encuentra embarazada de Neji, yo misma le receté reposó —hablé mientras recordaba.
—Y Akimichi Chouji también se encuentra en misión.
—Entiendo.
—Sakura-chan a partir de mañana comienzas la misión de rango S junto con Sai, de rastrear, capturar o eliminar a Uchiha Itachi, miembro activo de Akatsuki —terminó diciendo con voz viril.
—Entendido Hokage-sama —respondí acatando la orden.
—No necesitas hablarme con tanta formalidad —acotó Naruto mientras se rascaba una mejilla con el dedo índice —, Sakura-chan —sonrió.
También sonreí en repuesta, pero luego recordé que yo era la encargada de elegir a los nuevos integrantes de la Elite de Médicos Ninjas de Konoha.
—¡Naruto! —le llamé con alarma.
—¿Eh? ¿Qué sucede Sakura-chan? ¿Por qué esa expresión tan alterada?— preguntó sin entender mi preocupación.
—Yo soy la encargada de elegir a los aspirantes de la E.M.N.K (Elite de Médicos Ninjas de Konoha) —le recordé.
—¡AAAAH! —gritó sobresaltado — ¡Es verdad!
—Olvidaste ese pequeño detalle —dije uniendo casi el dedo índice y pulgar de mi mano derecha —. No cambias —Negué con resignación.
Él se rió rascándose nerviosamente la cabeza
—Supongo que suspenderemos los exámenes.
—Creo que si —exhalé fatigosamente.
—No te preocupes Sakura-chan, se retomaran los exámenes luego de que termines la misión.
—Está bien —Después de salir de la oficina de Naruto me dirigí a mi apartamento, en el cual vivía sola. Comencé a preparar mi equipaje para partir al día siguiente por la madrugada, en ese instante que empecé a empacar, enviaron un águila mensajera a mi casa. Naruto me había escrito una carta indicando la información detallada de Uchiha Itachi, como en qué parte fue rastreado por última vez y sus capacidades ninjas hasta ahora conocidas.
Regresar al índiceEncuentro inesperado by Tsuki Nightroad
Hola, me disculpo profundamente por el retraso, pero la verdad es que estoy muy ocupada en la universidad, sin embargo aquí estoy, trayendo el segundo capitulo….
Gracias a las que me dejaron su comentario, espero seguir leyéndolas y tengan por seguro que esta historia les va a gustar mucho…
Hola, me disculpo profundamente por el retraso, pero la verdad es que estoy muy ocupada en la universidad, sin embargo aquí estoy, trayendo el segundo capitulo….
Gracias a las que me dejaron su comentario, espero seguir leyéndolas y tengan por seguro que esta historia les va a gustar mucho…
Capítulo 2: Encuentro inesperado
—No te preocupes Sakura-chan, se retomaran los exámenes luego de que termines la misión.
—Esta bien —después de salir de la oficina de Naruto me dirigí a mi apartamento, en el cual vivía sola. Comencé a preparar mi equipaje para partir al día siguiente por la madrugada, en ese instante que empecé a empacar, enviaron un águila mensajera a mi casa. Naruto me había escrito una carta indicando la información detallada de Uchiha Itachi, como en qué parte fue rastreado por última vez y sus capacidades ninjas hasta ahora conocidas.
*****
Yo sabia que esto no iba a hacer fácil y necesitaría jutsus en pergaminos. Para cuando acabé de leer, destruí la carta sin dejar rastro alguno de esta, luego me dirigí al closet donde estaba guindado el chaleco, olía a nuevo, nunca lo había usado, caminé hacia mi cómoda, saque un pequeño cajón de la última gaveta, en esta tenia mis pergaminos, tomé seis de ellos, los que me podrían se de utilidad y los guardé en los bolsillos delanteros del chaleco. Busqué medicinas empacándolas en mi mochila que siempre llevaba en mi cintura, guardé dos mudas de ropa, preparé tres veces la cantidad de kunais y shuriken de lo que se debe llevar para una misión rango A, aparte almacené algunos enlatados, ya después de terminar de preparar todo decidí salir a pasear, después de todo no sabía cuándo volvería de nuevo a la aldea, nunca estaba de mas, ni se podría considerar como pesimismo el prepararse sentimental y mentalmente al hecho de que jamás volveremos a ver todo lo que amamos, ya que todos nosotros los shinobis vivimos con la cruz de que en cualquier momento nuestras vidas pueden terminar bajo el filo del kunai enemigo.
Anduve sin rumbo fijo mientras que me sumergía en mis cavilaciones, cuando me percaté en dónde estaba ya me encontraba tres kilómetros lejos de la población, había llegado a un pequeño valle en el cual frondosamente se alzaba un árbol de hermosas hojas rojas, era idéntico en todo los aspectos a un árbol de cerezo, si no fuese por sus hojas carmesí se podría decir que era un cerezo.
—”Yo conozco este lugar” —pensé intentando recordar —¡Ya lo recuerdo! Yo fui quien sembró este árbol, pero hace mucho tiempo que no lo veía —sonreí tenuemente —lo había olvidado —comenté con tristeza.
*****
Seis años atrás.
Me encontraba sola con Naruto en una banca cerca del lugar en donde Sasuke me había dado las gracias para luego irse, yo cité a mi amigo para hablar con él, no había nadie ya que era muy tarde, él sólo permaneció sentado con la vista al frente esperando a que comenzara ha hablar.
—Naruto —él volteó a verme —no quiero que sigas buscando a Sasuke —le dije en un tono firme.
—Sakura-chan… —escuché como su voz iba entre la incredulidad y la sorpresa —¿Por qué? Yo te prometí…
—Olvida esa promesa —le interrumpí antes de que continuara —él nos abandonó, prefirió la venganza que a nosotros —bajé el rostro y miré mis manos entrelazadas —Sasuke fue parte de nuestro pasado, uno que podremos conservar por siempre como momentos felices, como días de riñas infantiles, entrenamientos arduos e instantes en el cual los tres poníamos la vida en las manos del otro para completar una misión —sin poder evitarlo una sonrisa se curveó en mi rostro—, prefiero vivir con su recuerdo que embarcarme en un presente el cual podría acabar con la resignación que tanto me ha costado forjar.
—Pero… —apenas logró a decir Naruto, estaba muy conmocionado, porque de no ser así entonces hubiese estallado en una sarta de palabras desaprobatorias.
—Ya es hora en que dejemos de pensar en el pasado Naruto y comencemos a preguntarnos qué haremos por la aldea —levanté el rostro para verle fijamente —tú debes ser Hokage y yo me convertiré en una gran Kunoichi medico.
Él entornó la mirada, el brillo de la luna hacia que sus ojos se viesen azul cristalizado, o eso pensé, lo que provocaba ese efecto eran las lágrimas resbalando por mis mejillas sin permiso. Naruto me abrazó fuerte, en ese instante supe que él también estaba llorando, sentía como la humedad causada por sus lágrimas se acumulaban en mi hombro.
—“Todo estará bien” —me dije a mi misma, intentado de convencerme, porque a partir de ese momento aquel lazo que unía a Sasuke con nosotros dos ahora estaba roto —“Tiene que estarlo”
Al día siguiente de esa noche fui a comprar unos ingredientes para una medicina que necesitaba preparar, cuando terminé mis compras me tropecé con un vendedor de plantas y semillas.
—¡Jovencita, jovencita! —me llamó el anciano vendedor.
—¡¿Sí?! —dije sin entender para qué me quería.
—Percibo en tu mirada que estas pasando por momentos difíciles —predijo el abuelo —¿Me equivoco? —acabó preguntando de manera amable.
Yo le atisbe un instante, el anciano tenía una mirada caída por el paso de los años, sin embargo su rostro surcado por las arrugas que la experiencia y el tiempo otorga no expresaba más que la simple serenidad de un alma satisfecha y comprensiva.
—No, no se equivoca —respondí con toda sinceridad.
—Sabes jovencita, hay cosas en la vida que no tienen solución, como lo es la muerte —al decir esas palabras percibí que su mirada se opacaba —pero para todo lo demás sí la hay —al instante su facción cambio a una mas alegre—¡Toma! —me entregó unas especies de semillas —estos son huesos de la semilla del fruto de un cerezo, se dice que cuando las plantas, ellos se llevan toda la tristeza de aquella persona que los haya sembrado y los purifica a través de sus hojas, el color de estas te dirán si el dolor fue sanado o aún sigue latente —me sonrió con bonanza —¿Cuál es tu nombre jovencita? —inquirió sin cambiar la expresión.
—Haruno Sakura—respondí guardando las semillas.
Al parecer el anciano se sorprendió ante mi respuesta, pero luego volvió a mostrar su sonrisa.
—Que tengas buen día Sakura —me deseó amablemente.
—Gracias, igualmente —le respondí haciendo una pequeña reverencia a la vez.
*****
Luego de ese momento fui a sembrar las semillas en aquel valle, pero el árbol dio hojas de color rojo.
—Quizás mis heridas no han sanado y hasta que no lo hagan no cambiaran las hojas —dije mientras colocaba una mano en el tronco del cerezo.
Permanecí todo lo que restaba del día junto al árbol y no volví a casa sino entrada la noche, me restaba un par de horas antes de partir a la misión, así que las emplee para descansar.
Eran las cuatro de la mañana y ya nos encontrábamos los equipos reunidos para partir a la misión, Naruto nos reunió en la entrada de la aldea para darnos las últimas indicaciones.
—Ustedes serán llamado escuadrón Hoja, ese será su nombre clave —nos explicó a todos —los que no tienen pareja deben reunirse en el punto de encuentro como se les indicó en la carta.
—¡¡Sí!! —dijimos todos.
Cuando iba a empezar a andar, Naruto me sujetó por el brazo.
—¿Qué sucede Naruto? —le pregunté desconcertada.
Él sólo me abrazó, Sai que se encontraba a mi lado se sorprendió ante aquella escena.
—Naruto —dije sorprendida.
—Cuídate mucho Sakura-chan —me susurró —recuerda que eres como mi hermana.
Me mostré serena y correspondí al abrazo, luego sonreí ligeramente, pero antes de partir le di un beso en la mejilla a mi amigo. No tuve el valor de ver su reacción así que salí corriendo inmediatamente, después de todo no es normal dar un beso como despedida si sólo se es amigo de alguien, no obstante el que yo haya hecho eso se debía a un sentimiento extraño que se creaba en mi pecho, como si no fuera a verle por un largo tiempo. Mientras andaba por los arboles Sai me dio alcance pero no acotó nada.
*****
La misión ya estaba en marcha, habían transcurrido tres días desde que partí con Sai, pero nos faltaban todavía un día de camino para llegar al punto en dónde se vio a Itachi por última vez.
Nos refugiamos cerca de un río, debíamos descansar bien porque quizás mañana tendríamos que enfrentarnos al miembro de Akatsuki, Sai hizo una fogata y comenzó a calentar unos peces que pescamos, mientras que él preparaba la cena yo fui a darme un baño al otro lado del río, me encontraba bastante lejos de mi compañero, lo supe porque no podía ver la fogata, me desvestí y luego me introduje al agua, ésta estaba fría, pero no tanto como para darme hipotermia.
—Que bien se siente —dije mientras tomaba agua con mis manos para rociarla en mi cabeza. Ya llevaba como veinte minutos en el agua cuando decidí salir, mientras me secaba escuché un ruido, afiné mi oído para ver de qué se trataba, el ruido se repitió, parecía como si alguien estuviera tosiendo, tomé el paño y un kunai y me adentré entre las ramas que rodeaban el río, caminé con cuidado por unos tres minutos, hasta ver una cuenca del gran río, en ese momento percibí la presencia de alguien, me acerqué un poco mas para ver mejor mientras seguía oculta entre las ramas, cuando estuve lo bastante cerca vi a un hombre de rodillas a orillas de la cuenca, con una mano en la boca, de repente se volteó y sin darme cuenta ya estaba enfrente de mi agarrándome del cuello. Sentía como sus dedos me apretaban cada vez mas, cerré los ojos por el dolor, pero cuando los volví a abrir noté que ese hombre era Itachi Uchiha.
Mi impresión fue muy grande, ya que en cualquier momento podía morir en sus manos, apreté fuertemente mi kunai para apuñalarlo, pero él fue mas astuto y dio un salto atrás, sentir como el aire invadía mis pulmones de nuevo, rápidamente me enfoqué en mi enemigo, atisbé que éste no llevaba prenda alguna, al parecer se estaba bañando al igual que yo, me sonrojé un poco, era la primera vez que me pasaba esto en una misión, pero aquello no podía intervenir con mi objetivo, debía capturarlo o matarlo si no había otra opción.
—Uchiha Itachi, he venido a llevarte a Konoha por los cargos de asesinato y traición de alto grado…—sin dejarme terminar hizo unos sellos lanzándome unas bolas de fuego, la esquivé fácilmente, cuando me enfoqué en verle éste se encontraba de rodillas en el suelo, con una mano en la boca.
—“¿Qué le pasa?” —pensé sin entender su comportamiento.
—¿Por qué dudas? Esta es tu oportunidad para matarme —hablo de forma entrecortada, parecía que le faltaba el aire.
—”¿Qué hago?” —me pregunté, no era mi estilo asesinar a alguien que no se pudiera defender.
En el instante que me distraje pensando, él corrió a donde se encontraba su ropa, la tomó sin detenerse y para cuando comencé a seguirle, desapareció en una nube de humo.
—¡Tsk! —chasqueé la lengua.
Unos minutos después Sai apareció.
—¿Qué sucedió Sakura? —me preguntó mientras yo permanecía viendo el sitio por donde se había esfumado el Akatsuki —sentí que alguien uso un ninjutsu.
—Fue Itachi —respondí de forma enojada.
—¡¿Itachi?!...¿Te encuentras bien?
—¡Estoy bien!
Nos turnamos durante la noche por si nos atacaban, cuando amaneció partimos a paso rápido.
—¿Sakura? —me llamó Sai —¿Por qué no vamos al pueblo mas cercano a buscar alguna pista? Seguramente él ya no se encuentra en donde nos indicaron.
—¡No! Él se encuentra en donde nos indicaron
—¿Cómo puedes estar tan segura?
Sólo gire a verle.
—Confía en mi, de seguro Itachi ya pensó que nosotros tomaríamos otro rumbo pensando que él habría salido huyendo —expliqué detenidamente a mi compañero, pero existía otra cosa que me hacia pensar que el Uchiha no se había alejado. Gracias a mis grandes capacidades de ninja medico supe que no estaba en condiciones de huir por ahora.
—¿Por qué piensas eso? —inquirió mi compañero con desconcierto.
—Recuerda que él fue un ANBU, conoce como trabaja Konoha.
—Es verdad, entonces démonos prisa —opinó apretando el paso.
Regresar al índiceEl trato by Tsuki Nightroad
Hola todos, me disculpo por la demora, pero como entenderán soy alguien muy ajetreada con la universidad y mis demás fics...
Quiero agradecer por los comentarios, de verdad me alegra mucho que les este gustando y apenas estamos comenzando... ^^
Antes de dejarlos leyendo quiero aclaras a aquellos que anteriormente hayan leído este fic, que esta nueva versión editada o como yo la llamo: Me Decido ... Por ti (2.0)... jejejejeje, trae nuevas escenas, he cambiado varias cosas y he quitado otras, en fin, es muy parecido a la antigua versión, pero trae nuevas reformas... espero que les guste... ^^
Ahora sí, ya me voy...
Cuídense y pronto subo el capitulo 4.
Hola todos, me disculpo por la demora, pero como entenderán soy alguien muy ajetreada con la universidad y mis demás fics...
Quiero agradecer por los comentarios, de verdad me alegra mucho que les este gustando y apenas estamos comenzando... ^^
Antes de dejarlos leyendo quiero aclaras a aquellos que anteriormente hayan leído este fic, que esta nueva versión editada o como yo la llamo: Me Decido ... Por ti (2.0)... jejejejeje, trae nuevas escenas, he cambiado varias cosas y he quitado otras, en fin, es muy parecido a la antigua versión, pero trae nuevas reformas... espero que les guste... ^^
Ahora sí, ya me voy...
Cuídense y pronto subo el capitulo 4.
Capítulo 3: El trato
Tres horas más tarde llegamos a la zona dónde podría estar Itachi, le comenzamos a buscar cuidadosamente, pero no logramos encontrarle, decidimos avanzar unos kilómetros más para buscar de nuevo. Mientras franqueábamos dimos con una trampa explosiva, la esquivamos ágilmente. Ahora estábamos seguro que Itachi se encontraba cerca, para cuando volví a retomar el paso entre los arboles, sentí como si pisase un charco de agua en vez de un tronco de madera, era extraño, me fijé para ver qué era, pero una sombra paso como si de un espíritu se tratara por un lado de mí y golpeó a Sai mandándolo a volar una decena de metros. Me detuve viendo que el agresor era Uchiha Itachi con el sharingan activado; ladeé un instante mi rostro, quería saber cómo se encontraba mi compañero pero no llegue a verle, porque todo parecía normal.
—“¿Pero qué sucede, escuché como algunas ramas se rompían cuando Sai fue golpeado?” —tarde un segundo en comprender la situación —Genjutsu —susurré mientras expandía la mirada.
—Muy perspicaz —escuché la voz del Akatsuki —, debes de ser del tipo Genjutsu.
—Tú pusiste una trampa para que perdiésemos la concentración y cayéramos en el jutsu. ¿Cierto? —conjeturé intentando mantener al margen mis sentimientos de preocupación y temor.
—Por un instante percibí que alguien había notado el jutsu —dijo, haciendo caso omiso de mi interpelación anterior —Konoha no deja nada al azar —comentó entornando los parpados —enviar una kunoichi del tipo Genjutsu… muy astuto —por un instante creí verle sonreír, pero tal vez fue sólo producto de mi imaginación.
Por un instante mientras le veía comencé a recordar el momento en que sentí haber pisado un charco en vez de un tronco.
—“Fue ahí donde los patrones de la realidad y el jutsu se unían” —cavilé, irritándome por el hecho de no a ver logrado darme cuenta antes.
En un intento por liberarme de esa trampa mental uní mis manos pero ya era demasiado tarde, la única forma de ser absuelta era que Sai introdujera mi chakra con un simple toque para así poder salir del jutsu.
Itachi se fue acercando a mí con suma lentitud, su expresión impertérrita compactaba con injusta armonía la frialdad de esos dos pozos negros que me miraban. Mantuve la vista fija en él, observé como la punta de un kunai se asomaba amenazadoramente por la manga de su bata. Fanfics en Español
Con celeridad extraje un kunai de mi riñonera pero de repente el cielo se torno negro como si hubiesen puesto una manta sobre el Sol. El piso se volvió líquido sin embargo no me hundía, veía todo como el negativo de una foto en colores violeta brillante y negro.
—En este sitio yo domino y altero todo —oteé como Itachi continuaba avanzando —Konoha me ha sobreestimado, enviando solamente a ustedes dos.
—Sai y yo somos lo suficientemente actos para capturarte y llevarte de vuelta a la villa —refuté sin mucha convicción en mis palabras.
—Y lo dice alguien que ha caído en mi Tsukuyomi —acotó el Uchiha, sin tono o expresión en particular.
Para mi disgusto él tenia razón, estaba aterida de la cabeza a los pies, sentía como mi garganta se secaba y comenzaba a hiperventilar, pero aún así mi mente evocó la advertencia que Kakashi mencionó sobre la capacidad que poseía Itachi para crear un Genjutsu muy poderoso con su Mangekyo Sharingan. Reviví la expresión de seriedad que reflejaba mi antiguo sensei al pedirme que tuviera mucho cuidado.
—“¡Que estúpida soy! Kakashi me lo advirtió y aún así no tomé mis medidas” —estaba enojada conmigo, por ser tan imprudente.
El enemigo salvó la distancia que nos restaba y en eso, antes de que yo articulara algún movimiento, el piso me succionó hasta los tobillos para seguidamente solidificarse, luego unos pilares se alzaron a cada lado de mí, fusionándose con mis muñecas, no podía correr a ningún lado. Atisbé por la cercanía de su cuerpo como éste permanecía inmutable con el kunai lo suficientemente cerca para atravesarme. Decidí cerrar mis ojos, no soportaba su mirada, tan fría, tan calculadora, tan parecida a la de Sasuke; apreté mis labios esperando percibir el frio metal rasgar mi piel hasta los huesos, sin embargo en el transcurrir de los segundos nada ocurrió. Desuní los parpados, Itachi ahora estaba por poco, y porque la posición no lo permitía, sobre mi. Alarmada expandí la mirada, sentí como la sangre se iba a mi rostro.
—¡¿Qué sucede?! Ésta es tu oportunidad para matarme —repetí sus palabras, fue lo primero que se me ocurrió en un intento de apartarlo.
Entornando aún mas la mirada hasta dejar solamente una ranurita por donde el iris se asomaba, en un rictus que interpreté como irritación, Itachi me traspasó con el kunai, fue un dolor tan desgarrador que mis entrañas se contrajeron haciendo un sonido viscoso. Apreté mis nudillos y escupí saliva, el entorno se desenfocaba, mientras mis pulmones exigían oxigeno con desmesura, sin embargo estando en aquel estado no hice más drama del necesario.
—Eres fuerte —escuché decirme, antes de que torciera el kunai en mi estomago, aquello era demasiado, si el simple hecho de ser apuñalada bastaba para nublarme la vista y casi cortarme la respiración, el retorcer el armas en mi abdomen era más de lo que mi cuerpo lograba soportar.
—”¿Esto es lo que Kakashi sintió?” —me pregunté, en un instante de lucidez —“Debo resistir” —pensé, pero el Kunai fue extraído y vuelto a clavar.
Tanto daño me hizo esta vez que escuché como una de mis costillas crujía al fracturarse por causa del arma. Estaba perdida, la sangre se escurría fuera de mí y con ella mi conciencia.
*****
Cuando volví a tener lucidez, atisbé que estaba en un túnel de piedras adoquinadas que hacían la forma perfecta de un arco, iluminado por débiles velas, fijé la vista hacia adelante y luego hacia atrás, pero todo parecía infinito.
—¿Dónde estoy? —dije mientras analizaba aquel lugar, sin embargo, nada, aquello parecía irreal —¡¿Eh?!...Quizás ya estoy…
—No estas muerta Sakura —me interrumpió una voz familiar. Volteé para ver de quién se trataba.
—Sa… Sasuke… —musité con un hilo de voz y la mirada expandida.
—¡Ven! —sin permitirme el caer en interrogaciones tomó mi mano y me llevó a lo que mi parecer era hacia delante.
Su aspecto era idéntico al de ocho años atrás, cuando conformábamos el equipo siete, su cabello estaba de la misma forma del día que se marchó en busca de Orochimaro. ¿Qué estaba ocurriendo? Este Sasuke que me alaba era en estatura una cabeza mas bajo que yo, el agarre de su mano se sentía tibia, aquello resultaba tan real. Caminamos por unos minutos y aún así no me atreví a decir una palabra, él seguía inspirando ese aire solitario, hasta logré reproducir la barrera invisible que siempre hubo entre nosotros. Al pensar en todo eso permití que mi vista descendiera al suelo en un instante de entero desconcierto, pero al levantar la mirada Sasuke ya no estaba, ni me encontraba en aquel túnel.
Frontal a mí se alzaba un hermoso y frondoso árbol de cerezo, con sus pétalos en una tonalidad rubí. Me pregunté una y otra vez qué estaba sucediendo. Me alejé del árbol con la esperanza de encontrar a alguien, pero instantáneamente como si corrieran un telón y abrieran otro el escenario a mí alrededor sufrió una metamorfosis.
—Las dimensiones han cambiado —dije.
Ahora constataba una calle que me recordó a las de Konoha, era de tierra y una valla de madera a cada lado la orlaba, no me molesté en averiguar que había después del cerco, simplemente me dediqué a recorrer y recorrer, hasta que en un punto dado de mi caminata divisé una persona a lo lejos, era mi amigo Naruto, él corría hacía mi.
—¡Sakura-chan! —me saludo con la mano por sobre su cabeza de manera alegre.
Para cuando estuvo frente a mí me halo al igual que lo hizo Sasuke.
—¿Naruto a dónde me llevas? —pregunté mientras era halada.
—¿Eh…? —viró el rostro sin dejar de andar, en ese momento detallé cómo su expresión se descomponía en una de incomprensión —¿No lo sabes?
Negué.
—Entonces no tiene sentido llevarte ahora —se detuvo, soltándome a su vez.
Vi la espalda de mi amigo como lo hice con la de Sasuke, él parecía el Naruto de quince años, aquel que comenzaba a mostrar la madures del Naruto que ahora es Hokage y el ardor del pequeño Naruto que se enfrentó a decenas de enemigos durante los tiempos del equipo siete.
—¡Naruto! —grite alarmada, se estaba desasiendo, como si estuviera hecho de arena.
—No te preocupes Sakura-chan, estoy bien —se giró por completo para verme y sonreír.
—¡¿Pero qué dices?! ¡Te estas desapareciendo!
Él amplio su sonrisa y me regaló una mirada de entera bonanza y compasión.
—Seguramente habrá alguien que te guié cuando lo necesites —escuché que me decía.
—¿Qué? ¡No entiendo, Naruto! —musité con miedo por lo que estaba ocurriendo, pero ya era demasiado tarde, mi amigo se había desvanecido.
De pie en medio de aquella calle que no parecía tener un comienzo o un final, sentí un viento helado soplar de manera embravecida como el aliento de algún espectro, estaba desconcertada, no sabia hacía qué dirección ir.
—Ven hacia mí… —oí que decían, pero no veía de dónde se originaba la voz —Ven hacia mí... —reiteró la voz.
Giré en el sitió buscando a la persona que me llamaba, sin embargo no le encontré, asustada decidí echar a correr pero en eso el suelo se volvió líquido y yo comencé a hundirme como si hubiese caído en arenas movedizas, con desesperación intenté zafarme, pero no pude, ya cubierta hasta la barbilla dejé de luchar, resignada a que de esta no me salvaría, no obstante antes de ser engullida enteramente aprecié que alguien me tomaba de la mano y me halaba.
Al mirar hacia arriba para ver a mi salvador sólo me encontré con una pared blanca, enmohecida en una esquina por la humedad. Parpadeé un par de veces antes de examina el sitió, ahora me hallaba sentada sobre una cama en una habitación pequeña, mi cabeza daba vueltas, pero no necesité de estar en mis cinco sentidos para comprender que esto era la realidad.
—Lo de Sasuke y Naruto fue sólo un sueño —dije apenas.
Los recuerdos sobre Itachi no tardaron en abordarme, lo primero que hice fue revisarme el abdomen, para ver si me encontraba herida pero no tenía nada, me coloqué de pie para salir y averiguar qué había pasado con Sai, al instante que vi la entrada noté una línea negra bordeando el marco de la puerta, deduje que era una barrera, seguramente había un pergamino del otro lado de esta, igualmente supuse que las paredes poseían un pergamino; frustrada he impotente me volví a sentar en la cama a la espera de que mi secuestrador diera la cara.
—Me ha despojado de todo, ni el chaleco me ha dejado —comenté con una mueca de gracia en mi rostro —debo reconocer que es muy astuto y cuidadoso.
Transcurrieron a lo que a mi parecer fueron cinco horas, para cuando escuché como alguien se posaba frontal a la puerta, me levanté con celeridad, lista para atacar. Itachi hizo acto de presencia he inmediatamente me le proyecté para golpearle, acumulando la mayor cantidad de chakra que pude, él sólo movió la cabeza hacia un lado esquivando el ataque y a su vez me sujetó por la muñeca barriéndome limpiamente, aturdida por el porrazo que me di intenté escabullirme por el suelo y alejarme, pero antes de procurar algún movimiento de escapatoria sentí los dos mechones que siempre colgaban por sus sienes rosar mi rostro levemente.
—Quédate quieta —escuché su voz impávida. Su tono era como el susurro del viendo, pero con la profundidad de un abismo, era un sonido que por el simple hecho de no revelar nada era que demostraba la forma de ser de Itachi.
Pasmada me quedé fija oteando esos dos pozos de petróleo que me examinaban como si pudieran leer mis pensamientos. Sin embargo la cercanía de su rostro no tardó en ponerme incomoda.
—¡Suéltame! —exigí mostrando la mayor seriedad que mi acelerado corazón me lo permitía.
Mi situación era muy vergonzosa, tanto así era mi incomodidad que no tuve más opción que ladear mi cabeza para que el Uchiha no viera el sonrojo de mis mejillas. Me tenia sujetada por la muñecas contra el piso, su rostro estaba muy cerca del mío, mientras sus tobillos se enlazaban con los míos para inmovilizar mis piernas, su pelvis sobre la mía me apretaba para no intentar levantarme, al percatarme de este último detalle temí con el mayor horror que la presión me causara sensaciones impropias o en el peor de los casos las causara en él.
—¡¡Suéltame!! —le grité sacudiéndome histéricamente.
—Deja de moverte o prefieres que vuelva a dejarte inconsciente —amenazó sin inmutarse.
Al escuchar esas palabras me quedé quieta como tabla, no quería pasar por aquella tortura de nuevo. Al verme calmada y sin intención de recrear otro escándalo, me liberó de sus agarres y se levantó, yo le imité, alzándome también.
—¿Por qué me raptaste? —inquirí atisbándole con recelo, porque lo mas normal era matarme y no lo contrario.
—Porque en este momento me eres de mayor utilidad viva que muerta —respondió mientras cerraba la puerta sin despegar la vista de mí, se percibía que era un antiguo ANBU de Konoha, no bajaba la guardia en ningún momento —necesito tus habilidades como ninja médico.
—¿Cómo te enteraste que soy médico? —pregunté confundida.
—Me lo acabas de afirmar con esa interrogante…
¿Cómo podía ser tan tonta? Al preguntar de esa manera le había afirmado que era médico.
—Pero también ayuda el hecho de que en tres de los cinco principales países eres reconocida como una de las mejores ninjas médicos —agregó con expresión perspicaz y casi divertida por la cara de enfado que comenzaba a demostrar yo.
—Sí, es verdad… por ello entenderás que no te ayudaré en nada de lo que me pidas —me crucé de brazos y hable en tono taimado.
Itachi entornó la mirada, sentí como un escalofrió surcaba mi cerviz, aquella expresión de él, tan aguda, tan carente de debilidades me daban la sensación de ser transgredida mentalmente.
—Si esa es tu respuesta entonces ya no hay motivos para mantener vivo a tu compañero —comentó.
Abrí la mirada, Itachi también había raptado a Sai, sin duda ese hombre era un Akatsuki, astuto, frío y calculador, tal vez por poseer dichas cualidades él acabó subestimándome.
—¿Cómo sé que tienes a Sai? Si para cuando creí que lo habías mandado a volar yo ya estaba bajo el Genjutsu.
—Recuerde mejor, tú me observaste primero a mí antes de fijarte cómo se encontraba tu compañero.
—Así que caí en tu jutsu después de que lo golpearas y antes de que me virara para ver cómo se encontraba —comprendí con el seño fruncido, realmente que ese hombre no dejaba cabos sueltos —. Tú ganas, aceptaré ayudarte en lo que sea que necesites si liberas a Sai —estaba acorralada, pero aún así volví a mostrar mis garras —, no obstante, me gustaría saber en qué te fías para que mas adelante yo no intente eliminarte.
—Si cumples con mi encomienda, te revelaré información sobre Akatsuki.
No le creí al instante, era ridículo pensar que un miembro de esa organización atentara contra la misma.
—No te creo. No puedo creer que quieras traicionar a la organización a la que perteneces.
—Traicioné a mi clan, siendo más específico los erradiqué. ¿Crees qué no podría traicionar a una organización que no tiene afinidad alguna conmigo más que la de un fin egoísta?
Entrecerré la mirada, sus palabras llevaban un peso de lógica que me era muy difícil de rebatir.
—¿Cómo puedo estar segura de que me darás la información?
—¿Tienes otra opción? —preguntó.
Era cierto. ¿Tenía más opción? Como me molestaba estar tan impotente, Itachi era demasiado taimado al igual que una comadreja.
—“Vaya que el nombre le va al pelo” —pensé.
—Espero tu repuesta —exoró en tono demandante.
—Acepto —respondí resignada, mientras dejaba escapar un suspiro de derrota —pero quiero ver cuando dejes libre a Sai —si el iba a ganar esta partida, entonces por lo menos debía tomar mis medidas para no caer en cualquier artimaña.
—Bien, así será —me dio la espalda y colocó su mano en le picaporte —. Sígueme —dijo ladeando apenas la cabeza para verme de soslayo —y por el bien de tu compañero y el tuyo, no intentes hacer una tontería —agregó con acritud mientras abría la puerta.
Regresar al índiceCambio de lugar by Tsuki Nightroad
¡OH! Mis mas sinceras disculpas por la GRAN demora, me han ocurrido tantas cosas, una de ellas es la universidad, luego los viajes repentinos que tuve que realizar en vacaciones, por si no fuera poco mi PC estuvo mal hasta hace poco y para la mayor de las desgracias estuve hospitalizada por un severo dolor abdominal…
Sin embargo, quiero disculparme, debo ser mas atenta con ustedes y publicar con frecuencia, igualmente les doy MUCHAS, pero MUCHAS gracias por su reviews…
Si tienen quejas, dudas o cualquier otra acotación, les dejo mi msn: [email protected]
Espero disfruten del capitulo…
Att: Tsuki Nightroad (que esta realmente apenada)
Capítulo 5: Cruzando el río.
¡OH! Mis mas sinceras disculpas por la GRAN demora, me han ocurrido tantas cosas, una de ellas es la universidad, luego los viajes repentinos que tuve que realizar en vacaciones, por si no fuera poco mi PC estuvo mal hasta hace poco y para la mayor de las desgracias estuve hospitalizada por un severo dolor abdominal…
Sin embargo, quiero disculparme, debo ser mas atenta con ustedes y publicar con frecuencia, igualmente les doy MUCHAS, pero MUCHAS gracias por su reviews…
Si tienen quejas, dudas o cualquier otra acotación, les dejo mi msn: [email protected]
Espero disfruten del capitulo…
Att: Tsuki Nightroad (que esta realmente apenada)
Capítulo 5: Cruzando el río.
Capítulo 4: Cambio de lugar.
—Acepto —respondí resignada, mientras dejaba escapar un suspiro de derrota —pero quiero ver cuando dejes libre a Sai —si el iba a ganar esta partida, entonces por lo menos debía tomar mis medidas para no caer en cualquier artimaña.
—Bien, así será —me dio la espalda y colocó su mano en le picaporte —. Sígueme —dijo ladeando apenas la cabeza para verme de soslayo —y por el bien de tu compañero y el tuyo, no intentes hacer una tontería —agregó con acritud mientras abría la puerta.
*****
Le seguí en silencio, comenzamos a caminar por un largo pasillo, con pequeños ventanales que comunicaban al exterior. Me concentré en ver a través de uno y noté que nos encontrábamos adheridos a la cima de una montaña, pude observar que eran como alrededor de las tres de la tarde por la posición de mi sombra. Nos detuvimos frente a la puerta que yacía al final del pasillo, al abrirla una gran habitación enteramente baldía nos recibió.
—Permanece aquí —me ordenó el Uchiha, antes de entrar y posicionarse en el centro del lugar, para seguidamente realizar unos sellos de mano. Una nube de humo cubrió como neblina todo el suelo, pero al dispersarse, oteé que frente a Itachi había aparecido una especia de manilla.
—”Jutsu de camuflaje —había escondido aquel pasadizo —, muy astuto por su parte” —no sé por qué me sorprendía, era de esperarse que Sai estuviera enclaustrado en alguna celda o lugar bien oculto.
Inclinándose, Itachi tomó la manilla y la deslizó, dando a ver un hueco en el suelo.
—Sal de ahí.
No transcurrió nada cuando vi como mi compañero salía de aquel subterráneo lugar hasta la habitación. Detallé que en su rostro se marcaba un moretón, tal vez se había resistido a ser secuestrado, además sus muñecas estaban atadas a su espalda, de seguro era una especia de atadura especial como para que mi amigo no pudiera soltarse.
—¡Sai! —me exalté en el sitio.
El fijó la vista en mi he intentó caminar hacia donde me encontraba, pero el Akatsuki instantáneamente se interpuso entre nosotros deteniendo el avance de Sai.
—En nuestro trato nunca dije de contacto con tu compañero —le escuché decirme antes de ver como Sai caía inconsciente al suelo.
Dejando a un lado todo el miedo que se había acumulado en mi cuerpo, corrí y tomé a Sai entre mis brazos.
—¿Qué le hiciste? —exigí saber mientras examinaba el cuerpo. No vi sangre ni más heridas que el moretón en el pómulo.
Virando el rostro, esperé una explicación pero esta no fue necesaria verbalmente, porque la mirada de Itachi me lo dijo todo.
—Sharingan… —susurré entre dientes.
Había utilizado su kekegenkai para inutilizar a Sai.
Que impotente me sentía, aquel hombre con su expresión indeleble y mirada sangrienta resultó ser mas peligro de lo que me había imaginado. ¿Qué me hizo creer que tan sólo Sai y yo lograríamos sucumbirle? Ni siquiera le habíamos causado rasguño alguno para cuando ya nos tenía a ambos bajo su yugo, y con la permanente pregunta sobre: ¿cuándo nos mataría?
—Bien, supongo que el trato sigue en pie —dije bajando la cabeza y fijándola en el rostro de mi inconsciente compañero.
Estaba derrotada, lo único que me restaba era que Sai fuera verdaderamente liberado, y el resto de mi futuro se lo dejaba a Dios.
*****
Itachi llevó a Sai en su espalda. Corrimos por unas seis horas sin parar, apenas podía seguir al Uchiha, era muy rápido y eso que llevaba un cuerpo a cuestas. Continuamos andando por un espeso bosque, los arboles eran tan grandes que la luz del sol no llegaba al suelo, a cada momento debía estar golpeando ramas para que no se entrometieran en mi camino. La noción del tiempo la perdí para cuando nos adentramos mucho más en aquel bosque, pero de algo si estaba segura, de día ya no era, porque la oscuridad nos arropó como una capa lo haría.
Mis piernas me temblaban al momento de detenernos. La respiración la llevaba entrecortada, sin ayuda de alguna pastilla soldado estaba más que segura que no podría continuar y que caería inconsciente tarde o temprano. Que maldición la de ese Tsukuyomi, pensar que podía producir semejante daño una ilusión, y vaya que la producía, percibía como si me estuvieran extrayendo el chakra.
Colocando mi mano diestra en el tronco de un árbol a manera de soporte, fijé la vista en Itachi.
—¿Lo dejaremos aquí? —pregunté luego de haber tomado un bocado de aire.
Él dejó caer el cuerpo de Sai al suelo a manera de respuesta, luego se apartó de éste y caminó hacia mí, quedando hombro a hombro en dirección opuesta.
—¡Ya cumplí! Ahora es tu turno de hacer lo acordado.
Solamente le atisbé de soslayo, no me mostré atemorizada, sabia que debía irme con cuidado, Itachi era más fuerte y astuto. No estoy segura si mi palabra tiene importancia ante un asesino, pero llevaba la ligera sospecha de que el Uchiha por algún motivo más allá del que él decía tener, deseaba que yo personalmente fuera quien atendiera su solicitud. ¿Qué son sólo ocurrencias mías? Sí, tal vez. ¿Por qué Itachi sentiría alguna preferencia hacia mi persona? Quizás porque soy una de las mejores médicos, no obstante hay que recalcar entre todo lo ocurrido, que fui yo quien apareció en su camino; claro, con intenciones de llevarlo a Konoha para que pagara por sus crímenes, de manera que el Akatsuki nunca planeó en raptarme, de modo que tuvo que improvisar pero ¿por qué yo? Podría haber secuestrado otro médico o buscar uno en el turbio mundo y pagarle para que le atendiera, sin la desconfianza de ser traicionado en cualquier momento.
—¿Por qué me secuestraste? —esa pregunta me ardía en la garganta.
El Uchiha entornó los parpados para luego fijar la vista al frente.
—No estoy sujeto a responder —fue lo único que contesto para echar a andar de nuevo.
Frustrada, abatida y cansada, me quedé parada con la mirada perdida, sólo después de un instante vi el cuerpo acostado ligeramente de lado de Sai. Lamenté no pode hacer mas nada por él, pero de ahora en adelante ya no era mas un individuo libre sino la prisionera de un hombre el cual llevaba en el libro bingo la letra S, por matar a su propio clan.
Me giré en mis talones y observé la espalda del Uchiha: amplia, recta y solitaria, fue lo primero que llegó a mi cabeza. ¿Latía algún corazón dentro de aquel cuerpo? ¿Existía la sangre en sus venas? ¿Era humano aquel ser? Temía que a todas esas preguntas la respuesta fuera un “No” rotundo, porque de serlo, estaba segura que yo jamás volvería a mi amada aldea.
*****
Aunque el cuerpo me pedía a gritos un descanso, yo me mostré intransigente y decidí seguir el paso acelerado del Akatsuki. Entre salto y salto me fui percatando de que no volveríamos al anterior lugar, estábamos tomando otro rumbo.
La noche nos engullía como las fauces de un león, mi vista que ya estaba turbia por el cansancio, quedo casi nula, solamente discernía siluetas negras por doquier. El sonido de los pasos que Itachi daba era la única forma de que yo lograra avanzar sin darme tantos porrazos con cada rama que se me atravesaba.
Entre mis jadeos por la búsqueda de oxigeno, percibí que mis pulmones ya no respondían con normalidad sino de manera apresurada, además estaba comenzando a sudar frio. La tez se me erizaba con mucha frecuencia y un mareo me abordó repentinamente.
—¿Aun falta mucho para que lleguemos al lugar dónde me llevas? —interrogué.
—Vamos a mitad del recorrido —dijo de manera despectiva.
—“¡Maldición!” —cavilé con la frente fruncida en expresión de lamento.
No sé cómo no lo vi venir, pero como si al destino no le bastara con la desgracia que llevaba encima, al parecer decidió colocar la cereza al postre, porque estúpidamente caí al suelo por causa de una rama que me dio de lleno en el rostro. Al caer de bruces me raspé las rodillas y en parte las manos. Quise levantarme de inmediato, pero mi cuerpo no quería transmitir fuerza para realizar el acto.
Enteramente agotada, dejé reposar mi rostro de lado sobre el suelo húmedo y bañado en hojas marchitas. Si Itachi quería continuar, debía esperar a que por lo menos descansara un momento, después de todo, el que yo estuviera tan mal trecha era debido a su causa. Entrecerré mis parpados…Uhmmm… como se me apetecía una siesta, un pequeño recreo, fuera de toda esta realidad que me aprisionaba.
Mientras caía en la modorra de un merecido sueño, sentí como unas fuertes manos me rodeaban por la cintura y me levantaban, para quedar boca a arriba en el aire. Mi cuerpo parecía estar flotando, percibía la briza acariciar mi rostro, sin embargo aun así lo que hice fue cerrar más los parpados. Me importaba nada qué era aquella agradable calidez que me arropaba y esa frescura que me incitaba más y más a caer en un profundo letargo.
Que agradable sensación.
*****
Cuando acumulé la suficiente energía para logras abrir la mirada, lo primero que noté era que me movía a una rápida velocidad, veía las sombras de las ramas aparecer y desaparecer casi instantáneamente. Esperé a que mi vista se adaptara a la oscuridad del bosque, mis sentidos iban despertando, y entre mas consiente me hallaba, más rápido latía mi corazón.
No tarde mucho en percatarme que estaba siendo llevada en brazos y una tela gruesa me envolvía. El lado derecho de mi rostro se hallaba junto al pecho de Itachi y por ello era imposible evitar escuchar su corazón palpitar como el de un caballo: fuerte y vertiginoso. ¿A caso le costaba llevarme a cuesta?
Alcé la cabeza y logré ver el agudo mentón del Uchiha, que en ningún instante se molestó en mirarme, sólo tenía la vista puesta al frente. Debo dar gracias que no descendió la mirada, porque de haberlo hecho, no sabría cómo reaccionar, estaba muy avergonzada por mi situación, me sentía como un completo lastre.
Decidí virar la cabeza para ver por dónde íbamos, no tenía la menor idea de cuánto había estado inconsciente, pero eso a estas alturas poco me importaba. El bosque cada vez se volvía más tupido, las raíces de los arboles se arrastraban como las extremidades de una araña sobre el suelo. Los ápices de cada ceiba parecían mucho más arriba de lo que recordaba, estaba segura que ahora nos encontrábamos en el corazón de aquella vegetación.
Un resuello escapó de mí tan naturalmente que me llegué a sorprender, seguramente mi rostro era el de la mismísima resignación reencarnada. No tenia la necesidad de verme en un espejo para saber que mi cara seguramente estaba afligida, ¿volvería a mi villa? Me pregunté, pero sólo el hombre que me llevaba en brazos tenía la respuesta.
No estoy segura por qué creí que si le preguntaba: ¿qué ocurría conmigo luego de cumplir mi parte del trato? Él me respondería. No lo sé, sin embargo lo iba a preguntar, así que alcé el rostro he inmediatamente percibí que Itachi me estaba observando mientras no detenía su avance. Aun en toda esa penumbra supe inconfundiblemente que el Uchiha tenia la vista sobre mí.
—¿Por qué me miras? —fue lo primero que salió de mi boca. Bien hecho Sakura, te has ganado el premió a la peor pregunta que pudiste hacer.
—Por nada —y sin más, volvió la vista al frente.
¿Qué iba a preguntar antes del incomodo momento? Mi cabeza ahora era un escusado, desechando cualquier rastro de idea, intención o pensamiento. Me sentía la mujer más estúpida en todo el planeta. Con la sangre agolpada en mi rostro, me hice un rollito con la tela que me arropaba, esperando a que por fin llegáramos al nuevo lugar.
*****
Itachi se detuvo, yo llevaba horas sumergida en mis pensamientos, y no me percaté que habíamos llegado hasta que él me dejo de pie en el suelo. Sentí como la humedad me rodeaba, el Akatsuki al bajarme me deshizo de la bata que me enrollaba, todo parecía un poco más claro por el cual deduje que el sol había salido ya.
—¿Qué hacemos aquí? —pregunté desconcertada.
Sin responder a mi pregunta, Itachi extrajo un pergamino de su riñonera y comenzó a ser unos sellos, estiró el largo papel en el suelo y por último mordiendo su dedo pulgar, invocó una construcción.
Una casa al estilo tradicional de Konoha, se impuso en medio de los sendos arboles y bajo algunos rayos de luz solar que lograban filtrarse a través de las tupidas ramas. El ver aquella inmediación me recordó las tantas veces que Yamato-sensei había construido con su estilo Mokuton lugares parecidos a éste en medio de algún bosque, sin embargo la casona que yacía frente a mi, tenia un toque mas elaborado como la casa de retiro de algún señor feudal.
—Entremos —le escuche decir.
Le miré como si no entendiera sus palabras, estaba aturdida por todo lo ocurrido, me encontraba desorientada. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Mi misión no se basaba en capturar o eliminar a Itachi Uchiha? Entonces ¿por qué estaba ahí, parada frente a una casa en medio de la nada, con uno de los asesinos mas buscado por la Nación del Fuego?
El trato.
¡Claro, el trato! Como si eso en una misión tuviera importancia, ya Sai estaba libre. Dios que confusión, ¿por qué Itachi siendo tan precavido, hizo aquel acuerdo conmigo? Por su mente tuvo que haber pasado la opción de mi suicidio al llegar a este punto. Tenía motivo para ello: mi fracaso en misión, por ejemplo.
¿Quizás él no me creía lo suficientemente valiente para tal acto? ¡Pero se equivocaba! Como shinobi de Konoha yo tenia un honor que mantener y no permitiría que un Akatsuki mallugara la única cosa que podría salvar de mí.
—Ni se te ocurra hacer alguna tontería —escuche como me decía al oído, mientras una mano me sujetaba la parte posterior de la cabeza y otra el cuello —.No permitiré que cometas suicidio —Itachi habí
Me decido... Por ti... by Tsuki Nightroad
Sakura Haruno que a sus veinte años de edad, es la segunda al mando en la villa de Konoha, después de Naruto, el Hokage. Me decido... Por ti... by Tsuki Nig
fanfic
es
https://fanfic.es/static/images/fanfic-me-decido-961-0.jpg
2024-08-22
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente